Razón del nombre del blog
miércoles, 22 de abril de 2015
Elizabeth Kline se nos va... Llegó hace 34 años, se enamoró de Venezuela, se divorció persiguiendo esta amante que le enseñó a vivir con sol 365 días del año, rodeada de gente contenta que la invitaba a tomar café y se reía con ella, con el colorido feliz y la música que la sorprendió en fiestas patronales y bailes tradicionales a cuanto pueblo llegaba.
Valentina Quintero: Elizabeth Kline se nos va... Llegó hace 34 años, se enamoró de Venezuela, se divorció persiguiendo esta amante que le enseñó a vivir con sol 365 días del año, rodeada de gente contenta que la invitaba a tomar café y se reía con ella, con el colorido feliz y la música que la sorprendió en fiestas patronales y bailes tradicionales a cuanto pueblo llegaba. No le importó estar solita y tampoco no hablar español. Lo fue aprendiendo en mas de un millón de kilómetros recorridos en 4 carritos, siempre sola para poder dar la vuelta, cambiar el destino, comer empanadas o carne en vara, quedarse en una posada frente al mar o en una cabaña bajo un bosque merideño. Se bañó en todas las pozas de la Gran Sabana, subió el Roraima con su hijos, se encaramó en los médanos Coro y en los del llano. Todo lo que descubrió y la asombró lo compartió en revistas, periódicos y en su ya clásica Guía de posadas, campamentos y cabañas, cuya edición número 20 está ahorita en librerías y posadas...Es la última.... La información mas rigurosa, actualizada y confiable que existe...Esta mujer que se desmoñó por el país ahora se va. Esa Venezuela que la enamoró se borró. "TENGO 70 AÑOS. NO QUIERO PASAR MIS ULTIMOS DIAS HACIENDO COLAS, ATERRADA CON LAS PAVOROSAS HISTORIAS QUE OIGO DE TODOS LOS POSADEROS, CON LA ANGUSTIA DE NO PODER REPARAR MI VIEJO CARRITO Y NO PODER VIAJAR. CON ESTE ODIO A LOS AMERICANOS (ELLA ES AMERICANA). TEMO QUE NO RENUEVEN MI VISA QUE VENCE EL AÑO QUE VIENE O NO DEJEN ENTRAR A MI HIJO MENOR SI ME PASA ALGO. IRME ES IGUALITO A ABANDONAR UN MARIDO QUE TODAVIA AMAS" . Con esta frase Elizabeth se desgajó en llanto. Un llanto desgarrado que salió de un corazón metido en una licuadora. La cruda verdad es que la estamos echando de Venezuela. A ella que nos dió todo y que nos conoció y amó con pasión. Estoy tristísima. Con ella hemos compartido un oficio, una entrega, una declaración de amor a Venezuela. Me vi en su decisión y la acompaño en su dolor... Estoy destruida. Me da vergüenza que le hagamos esta cochinada a Elizabeth..
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