Día 08/04/2015 -
JUAN VICENTE BOO / CORRESPONSAL EN EL VATICANO DE ABC. 8 de abril 2015
Sus sufrimientos son una acusación «al sistema que hemos
construido los adultos»
En una fuerte denuncia de los abusos que sufren decenas de millones deniños víctimas del trabajo infantil, enrolamiento forzoso como «niños soldado», abusos sexuales, violencia doméstica, situaciones de pobreza y de guerra, etc. el Papa Francisco afirmó el miércoles que su sufrimiento «es un grito que sube a Dios y que acusa al sistema que nosotros, los adultos, hemos construido».
La segunda audiencia general sobre los niños, estuvo dedicada específicamente a sus problemas. El Santo Padre lamentó que ante los casos de pobreza, fragilidad, abandono, etc. «alguno se atreva a decir para justificarse que ‘ha sido un error traerles al mundo’. ¡Esto es vergonzoso! No descarguemos sobre los niños las culpas nuestras. ¡Por favor! ¡Con los niños no se juega!».
Ante más de cincuenta mil peregrinos que acudieron a la plaza de San Pedro a pesar del frio y el viento, Francisco advirtió que «también en los llamados países ricos muchos niños sufren dramas que los marcan de modo grave a causa de la crisis de la familia, del vacío educativo y de condiciones de vida a veces inhumanas. Son infancias violadas en el cuerpo y en el alma».
Según el Obispo de Roma, «demasiadas veces recaen sobre los niños los efectos de vidas desgastadas por un trabajo precario y mal pagado, horarios insoportables, transportes ineficientes… Pero pagan también el precio de uniones inmaduras y de separaciones irresponsables».
Las palabras del Papa eran duras, y la lista de sufrimientos era dolorosamente larga. En la última catequesis previa a la Semana Santa, Francisco había hablado con entusiasmo de los bienes que los niños traen consigo, pues humanizan a los adultos, les enseñan a reír, a llorar, etc.
Esta vez, la denuncia de los sufrimientos era una invitación a hacer examen de conciencia personal y a actuar con responsabilidad.
Por eso Francisco terminó con una advertencia: «El Señor juzgará nuestra vida escuchando los que le cuentan los ángeles de los niños que, según Jesús, ‘ven siempre el rostro del Padre que está en los cielos’. Preguntémonos siempre: ¿Qué le dirán a Dios sobre nosotros los ángeles de estos niños?».
¿Qué pasa con la educación?
El preescolar a edad temprana hace diferencias claves para todo el trayecto educativo posterior
BERNARDO KLIKSBERG | EL UNIVERSAL
miércoles 8 de abril de 2015 12:00 AM
Hay consenso en América Latina sobre la importancia decisiva de la educación, y ha habido progresos significativos, como que el 91% está en primaria, sin embargo hay una amplia agenda pendiente.
Informes recientes de Cepal, Unesco, y otros identifican entre los problemas principales los siguientes:
1. La debilidad del preescolar.
El preescolar a edad temprana hace diferencias claves para todo el trayecto educativo posterior. Están demostradas las diferencias de desempeño según los años de prescolar cursados, y su calidad. En América Latina, 1/3 de los niños no asisten a ninguna forma de preescolar, y los otros 2/3 suelen ir recién a los 5 años.
Ha crecido la inversión en educación, es hoy el 5% del Producto Interno Bruto, pero debe seguir aumentando. Así en preescolar es un 40% menos en términos del PIB que en los países de la OCDE.
2. Abandono.
El 20% de los niños de la región abandonan al terminar la primaria. En Europa Central y Oriental, y en Asia Central y Oriental son menos del 10%.
La Unesco estima que 21.6 millones de jóvenes en edad de asistir al preescolar, la primaria o la secundaria están fuera de ellas, o con alto riesgo de abandonar.
3. Los problemas en secundaria.
Mientras que en los países de OCDE el 91% de los jóvenes ingresa a la secundaria, en América Latina es el 74%. A ello se suman altas tasas de deserción. Sin secundaria completa no hay casi chance de conseguir puestos de trabajo en la economía formal.
4. La Universidad es casi inaccesible para los pobres.
En la OCDE el 71% de los jóvenes cursa estudios terciarios, en América Latina es el 42%. Pero además solo el 10% del 20% más pobre de la población entra a la Universidad. En el 20% más rico, es el 50%.
Cuando se toman las tasas de finalización de la Universidad, entre los jóvenes de 25 a 29 años, la termina el 8.9% en promedio, pero entre los jóvenes del 20% más pobre es solo el 1%. En el 20% más rico, es el 27%.
Tras estos problemas, a los que deben agregarse otros como la desjerarquización de los maestros, se halla el peso de ser la región más desigual. Cepal muestra que si se sube al metro en Lima, y se recorren solo 20 minutos todo cambia entre San Borja Sur donde el 70% de los estudiantes de segundo grado de primaria pueden comprender lo que leen o Parque Industrial donde son menos del 30%. Lo mismo pasa en Santiago, en Chile, y otras ciudades. La desigualdad influye profundamente sobre las posibilidades de asistir al preescolar, finalizar secundaria, e ir y completar la universidad y en el desempeño. Según una encuesta Gallup el 55% de los hogares de la región están preocupados por no poder pagar la educación de los hijos. Las políticas inclusivas vigorosas, que refuercen la posibilidad de tener educación de los 167 millones de latinoamericanos pobres, y los 200 millones vulnerables a la pobreza, son críticas para que la educación sea realmente un derecho de todos, y no se transforme como previene Cepal en un sistema que "en lugar de combatir la desigualdad está ampliándola".
Asesor Internacional
kliksberg@aol.com
Informes recientes de Cepal, Unesco, y otros identifican entre los problemas principales los siguientes:
1. La debilidad del preescolar.
El preescolar a edad temprana hace diferencias claves para todo el trayecto educativo posterior. Están demostradas las diferencias de desempeño según los años de prescolar cursados, y su calidad. En América Latina, 1/3 de los niños no asisten a ninguna forma de preescolar, y los otros 2/3 suelen ir recién a los 5 años.
Ha crecido la inversión en educación, es hoy el 5% del Producto Interno Bruto, pero debe seguir aumentando. Así en preescolar es un 40% menos en términos del PIB que en los países de la OCDE.
2. Abandono.
El 20% de los niños de la región abandonan al terminar la primaria. En Europa Central y Oriental, y en Asia Central y Oriental son menos del 10%.
La Unesco estima que 21.6 millones de jóvenes en edad de asistir al preescolar, la primaria o la secundaria están fuera de ellas, o con alto riesgo de abandonar.
3. Los problemas en secundaria.
Mientras que en los países de OCDE el 91% de los jóvenes ingresa a la secundaria, en América Latina es el 74%. A ello se suman altas tasas de deserción. Sin secundaria completa no hay casi chance de conseguir puestos de trabajo en la economía formal.
4. La Universidad es casi inaccesible para los pobres.
En la OCDE el 71% de los jóvenes cursa estudios terciarios, en América Latina es el 42%. Pero además solo el 10% del 20% más pobre de la población entra a la Universidad. En el 20% más rico, es el 50%.
Cuando se toman las tasas de finalización de la Universidad, entre los jóvenes de 25 a 29 años, la termina el 8.9% en promedio, pero entre los jóvenes del 20% más pobre es solo el 1%. En el 20% más rico, es el 27%.
Tras estos problemas, a los que deben agregarse otros como la desjerarquización de los maestros, se halla el peso de ser la región más desigual. Cepal muestra que si se sube al metro en Lima, y se recorren solo 20 minutos todo cambia entre San Borja Sur donde el 70% de los estudiantes de segundo grado de primaria pueden comprender lo que leen o Parque Industrial donde son menos del 30%. Lo mismo pasa en Santiago, en Chile, y otras ciudades. La desigualdad influye profundamente sobre las posibilidades de asistir al preescolar, finalizar secundaria, e ir y completar la universidad y en el desempeño. Según una encuesta Gallup el 55% de los hogares de la región están preocupados por no poder pagar la educación de los hijos. Las políticas inclusivas vigorosas, que refuercen la posibilidad de tener educación de los 167 millones de latinoamericanos pobres, y los 200 millones vulnerables a la pobreza, son críticas para que la educación sea realmente un derecho de todos, y no se transforme como previene Cepal en un sistema que "en lugar de combatir la desigualdad está ampliándola".
Asesor Internacional
kliksberg@aol.com
Papa Francisco critica el abandono de niños y dice que ningún menor puede ser considerado "un error"
El sumo pontífice dijo en su habitual audiencia en la Plaza de San Pedro que "el error es del mundo de los adultos".
por EFE - 08/04/2015 - 09:35
El papa Francisco dijo hoy que los niños que son abandonados y vagabundean en las calles suponen una "vergüenza para la sociedad" y son la consecuencia de un sistema que genera pobreza y violencia.
"Pensemos en los hijos no deseados o abandonados, niños en la calle, sin educación ni atención sanitaria, en los chicos maltratados a los que les roban su infancia y su juventud. Es una vergüenza para la sociedad y un grito de dolor dirigido directamente al corazón del Padre", afirmó.
En su discurso a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco habló de que ningún "niño puede ser considerado un error" porque "el error es del mundo de los adultos".
"Algunos dicen para justificarse que fue un error traer al niño al mundo (...) El error es del mundo de los adultos, del sistema que nosotros hemos construido, que genera bolsas de pobreza y de violencia, donde los más débiles son perjudicados", subrayó durante la audiencia general de este miércoles.
Y se preguntó: "¿Redactamos declaraciones de derechos humanos y de los del niño, y luego les castigamos por los errores de los adultos?".
El papa Francisco señaló que "los niños son las primeras víctimas de las uniones inmaduras y de las separaciones irresponsables" y también los que sufren situaciones de inestabilidad a causa de la crisis.
"Los niños son responsabilidad de todos, los padres no deberían sentirse solos en su tarea. La estabilidad social y la promoción de la familia, la ausencia de delincuencia y la posibilidad de un trabajo digno contribuyen sin duda a asegurarles un hogar", insistió.
Por ello, prosiguió, "ningún sacrificio que puedan hacer los adultos será considerado demasiado costoso o demasiado grande con tal de evitar que un niño piense que él es un error, que no vale nada, (con tal de evitar) que sea abandonado".
"Con los chicos no se juega", concluyó.
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