Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

martes, 7 de junio de 2011

Oscar Yanes revela al mundo sus apuntes sobre Reverón ¡Chúpate esa mandarina!!!

Oscar Yanes revela al mundo sus apuntes sobre Reverón

El periodista aparece reflejado en el más reciente film de Diego Risquez

Yanes dijo: "Es una de las mejores películas sobre Reverón" o.diaz/archivo
ÁNGEL RICARDO GÓMEZ | EL UNIVERSAL
martes 7 de junio de 2011 12:00 AM

Si Luigi Sciamanna no se parece, físicamente, al Reverón de la vida real; Héctor Manrique, tampoco a Oscar Yanes. Pero el periodista está satisfecho con su aparición en la historia y sobre todo, con la película que le dedicó Diego Risquez al artista de Macuto. De hecho, ya hubo un encuentro personal entre el director, el protagonista, el periodista de la ficción y el de la realidad, donde el último dio su beneplácito.

La cinta se ubica de 1924 a 1954, el llamado período blanco del creador, nacido en 1889.

Oscar Yanes fue uno de los últimos que tuvo la fortuna de entrevistarse con Reverón en vida y recuerda el gusanillo que lo impulsó a incluirlo varias veces entre sus pautas.

"(Nicolás) Ferdinandov fue el que le metió ideas en la cabeza. Él era muy amigo de Rómulo Gallegos y otros intelectuales de la época. Tenían la costumbre de salir de noche al cementerio y contar historias de fantasmas, entre otras excentricidades. Fue el ruso el que le dijo: 'Reverón, yo soy el pintor del mar. Tú puedes ser el pintor del sol'. Él consiguió una caja de vidrio y pintaba debajo del agua", apunta Yánes.

En aquella época eran famosos los cruceros que hacían escala en La Guaira, refiere el periodista. "Reverón llegó a interesar a los turistas, que decían: 'En Macuto vive un hombre con unas muñecas, un mono y una señora humilde'. Entonces él se convirtió en la atracción turística, hacía actos teatrales y pintaba cuadros. Actualmente deben existir muchas obras de Reverón entre la clase media de Estados Unidos".

Un amor del más allá

"La relación con Juanita no era como de marido y mujer sino como de hermanos o socios, pero no materialistas, sino la de dos seres que piensan igual, que creen que tienen el mismo destino y comparten las mismas actitudes", rememora el entrevistado la relación del artista con su musa.

Yanes trabajaba en la revista Élite, en los años 50. "Una mañana supe que el Concejo Municipal de Caracas ordenó una pensión para Reverón, que necesitaba, según este, asistencia psiquiátrica. Me fui inmediatamente con Borrero, el fotógrafo, para Macuto. Reverón no sabía que lo iban a internar en un sanatorio y allí fue la primera vez que lo vi mal. Comenzó a hacer como un toro encolerizado, buscó una soga y comenzó a amarrársela duro en la cintura. Me decía: 'Esto lo hago para que el dios toro no me asfixie, él hace esfuerzos para que no pinte'".

El periodista confiesa que lo invadió una profunda tristeza. "Dalí, por ejemplo, se hacía el loco para vender; Reverón comenzó haciéndose el loco y terminó loco de verdad. Yo pensaba: 'Ya no es el humorista, es en verdad un gran artista acorralado por la sociedad'".

Reverón nunca aceptó estar en un sanatorio; la sociedad tampoco entendió al creador sin precedentes que irrumpía en el modernismo para cambiarlo desde la luz del trópico de Macuto. "Boulton sí lo entendió, pero la gran masa nunca se dio cuenta. Era un excéntrico, pero en el fondo estaba cumpliendo con una misión".

"La Venezuela que vivió Reverón ya no existe. Era un país muy pobre, donde nadie compraba obras de arte; yo las compraba por cuotas, pero el que compraba cuadros pensaba que le hacía un favor al artista", comenta el periodista.

Oscar Yanes considera el de Reverón un caso conmovedor, que requiere aún más investigación, averiguar qué pasó con muchas obras después de llevarse al artista al sanatorio, "hay que hacer más estudios y rendir verdaderos homenajes a un hombre que cambió la historia del arte en Venezuela", concluye.

agomez@eluniversal.com

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