02 septiembre 2011
Valencia exige un ciudadano para la conducción de este maltratado municipio, pues éste se encuentra en una grave crisis de gestión que nos resulta injusta. Ese ciudadano debe ser un guía.
Necesitamos un demócrata convencido de que, al margen de sus condiciones políticas, honestidad, moralidad y ética, tenga un gran conocimiento de un nuevo modelo municipal; que sea capaz de proponer una visión con programas y políticas coherentes, consistentes y comprensivas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que contribuya a eliminar la dependencia política y el narcisismo político que nos avergüenza.
Ese ciudadano también debe presentar un nuevo proyecto de administración de las finanzas municipales, a fin de que Valencia pueda vencer la crisis actual y convertir al municipio en un ente que genere inversión social eficaz en vez de déficits económicos y fiscales, que no hacen otra cosa que sumir al municipio en el abandono y la vergüenza social; Valencia merece un Alcalde con amplios y modernos conocimientos en planificación y gestión del desarrollo local.
Debe igualmente tener ideas claras sobre la política de relaciones interiores y exteriores, para que más allá de los viajes, corridas de toro y paseos turísticos, que abandone los viejos postulados del odio y el rencor antiimperialista. En esta misma línea ha de entender también cómo negociar con los organismos financieros e inversionistas nacionales e internacionales, a fin de lograr el máximo apoyo para el desarrollo local.
Necesitamos un Alcalde que demuestre ser un verdadero conductor, sensible a los problemas de la gente y amante de la libertad y la democracia. Con un liderazgo que haga renacer a Valencia, así como el ave Fénix renació de sus cenizas, que tenga como bandera el pluralismo político ideológico, la tolerancia, la inclusión y la integración ciudadana, que sepa motivar a la sociedad para que participe activamente en los asuntos del municipio, que tenga autoridad suficiente para rescatar la soberanía municipal y de la dignidad ciudadana. Requerimos un munícipe con características de estadista, que lleve el municipio por la vía del desarrollo social, económico y político y no por la vía de la bancarrota como sucede hoy.
No podemos seguir soportando funcionarios que llegan a los cargos gracias al voto inútil o por el accidente de una división, esos nos han puesto siempre al borde del abismo, la experiencia nos ha enseñado que estos personajes nos han llevado a una grave disminución del nivel de vida, destrucción del municipio y demás males sociales, empujándonos a la basura de la historia.
Un verdadero conductor municipal es quien trabaja para lograr estabilidad y desarrollo económico y social para su municipio, que se interesa en el progreso y desarrollo del medio ambiente y en la elevación de la calidad de vida de los ciudadanos, cuya prioridad esté enmarcada en la permanente integración entre alcaldía y ciudadanos, donde no se permita espacio para el odio, la violencia y la exclusión y, a su vez, procure el asesoramiento profesional oportuno para adoptar medidas enérgicas contra la delincuencia.
Solamente la capacidad de un liderazgo, la consolidación de las instituciones municipales bajo la dirección de hombres y mujeres capaces y la unidad de los ciudadanos permiten la prosperidad y el progreso. Hoy Valencia es víctima de una suma de problemas existentes que demuestran notoriamente la falta de capacidad, de idoneidad, negligencia y corrupción, lo que ha producido interrupción del desarrollo sostenible y dispendio y malversación de los recursos municipales.
Cuando al frente del gobierno municipal está una persona con gran sensibilidad y conocimientos de política y administración municipal, indudablemente que por difícil que parezcan las circunstancias, los resultados conducirán a la resolución de los problemas sociales, al entendimiento y al desarrollo y bienestar de los ciudadanos, para ello se requiere honestidad, inteligencia y autoridad moral para gobernar.
Escojamos para Alcalde de Valencia a un dirigente con autoridad moral, deben abstenerse aquellos que de una manera u otra fueron cómplices responsables de la división electoral que nos hizo perder la Alcaldía, a quienes debemos la crisis que vive el municipio, injustamente saboteado por directores políticos impregnados de odios y venganzas, hegemonías e individualismos. En Valencia, todos nos conocemos. Valenciano, en las primarias, con tu voto, salva tu municipio.
Fernando Facchin B. || Se busca alcalde
ffacchinb@gmail.com
"Si no cambiamos la dirección de nuestros pasos es muy probable que acabemos llegando allí adonde nos dirigimos." Proverbio ChinoValencia exige un ciudadano para la conducción de este maltratado municipio, pues éste se encuentra en una grave crisis de gestión que nos resulta injusta. Ese ciudadano debe ser un guía.
Necesitamos un demócrata convencido de que, al margen de sus condiciones políticas, honestidad, moralidad y ética, tenga un gran conocimiento de un nuevo modelo municipal; que sea capaz de proponer una visión con programas y políticas coherentes, consistentes y comprensivas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y que contribuya a eliminar la dependencia política y el narcisismo político que nos avergüenza.
Ese ciudadano también debe presentar un nuevo proyecto de administración de las finanzas municipales, a fin de que Valencia pueda vencer la crisis actual y convertir al municipio en un ente que genere inversión social eficaz en vez de déficits económicos y fiscales, que no hacen otra cosa que sumir al municipio en el abandono y la vergüenza social; Valencia merece un Alcalde con amplios y modernos conocimientos en planificación y gestión del desarrollo local.
Debe igualmente tener ideas claras sobre la política de relaciones interiores y exteriores, para que más allá de los viajes, corridas de toro y paseos turísticos, que abandone los viejos postulados del odio y el rencor antiimperialista. En esta misma línea ha de entender también cómo negociar con los organismos financieros e inversionistas nacionales e internacionales, a fin de lograr el máximo apoyo para el desarrollo local.
Necesitamos un Alcalde que demuestre ser un verdadero conductor, sensible a los problemas de la gente y amante de la libertad y la democracia. Con un liderazgo que haga renacer a Valencia, así como el ave Fénix renació de sus cenizas, que tenga como bandera el pluralismo político ideológico, la tolerancia, la inclusión y la integración ciudadana, que sepa motivar a la sociedad para que participe activamente en los asuntos del municipio, que tenga autoridad suficiente para rescatar la soberanía municipal y de la dignidad ciudadana. Requerimos un munícipe con características de estadista, que lleve el municipio por la vía del desarrollo social, económico y político y no por la vía de la bancarrota como sucede hoy.
No podemos seguir soportando funcionarios que llegan a los cargos gracias al voto inútil o por el accidente de una división, esos nos han puesto siempre al borde del abismo, la experiencia nos ha enseñado que estos personajes nos han llevado a una grave disminución del nivel de vida, destrucción del municipio y demás males sociales, empujándonos a la basura de la historia.
Un verdadero conductor municipal es quien trabaja para lograr estabilidad y desarrollo económico y social para su municipio, que se interesa en el progreso y desarrollo del medio ambiente y en la elevación de la calidad de vida de los ciudadanos, cuya prioridad esté enmarcada en la permanente integración entre alcaldía y ciudadanos, donde no se permita espacio para el odio, la violencia y la exclusión y, a su vez, procure el asesoramiento profesional oportuno para adoptar medidas enérgicas contra la delincuencia.
Solamente la capacidad de un liderazgo, la consolidación de las instituciones municipales bajo la dirección de hombres y mujeres capaces y la unidad de los ciudadanos permiten la prosperidad y el progreso. Hoy Valencia es víctima de una suma de problemas existentes que demuestran notoriamente la falta de capacidad, de idoneidad, negligencia y corrupción, lo que ha producido interrupción del desarrollo sostenible y dispendio y malversación de los recursos municipales.
Cuando al frente del gobierno municipal está una persona con gran sensibilidad y conocimientos de política y administración municipal, indudablemente que por difícil que parezcan las circunstancias, los resultados conducirán a la resolución de los problemas sociales, al entendimiento y al desarrollo y bienestar de los ciudadanos, para ello se requiere honestidad, inteligencia y autoridad moral para gobernar.
Escojamos para Alcalde de Valencia a un dirigente con autoridad moral, deben abstenerse aquellos que de una manera u otra fueron cómplices responsables de la división electoral que nos hizo perder la Alcaldía, a quienes debemos la crisis que vive el municipio, injustamente saboteado por directores políticos impregnados de odios y venganzas, hegemonías e individualismos. En Valencia, todos nos conocemos. Valenciano, en las primarias, con tu voto, salva tu municipio.
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