"TRES PRESENCIAS
En la Venezuela mestiza y colonial que vio despuntar a Bolívar es moderada la
participación indígena. No hay la aplastante población originaria que había en México o
Perú, ni tampoco el vacío propio de los lugares donde el indio quedó exterminado y el
cruce racial hubo de realizarse nada más que entre blancos y africanos.
Escasos eran los aborígenes que existían en Venezuela para el momento del Descubrimiento. Investigaciones minuciosas no permiten llevar más allá de 350.000 la
cifra de ocupantes del millón de kilómetros cuadrados venezolanos para el inicio de la
Conquista. Esa población iba a recibir el impacto hispano en una confrontación que, por
distintas razones, sería larga y sangRIENTA
No existía, en efecto, en aquella imprecisa Venezuela, una unidad que permitiera, tras la toma de su cabeza o centro neurálgico, la posesión completa y definitiva de todos los
seres y del suelo. Los indígenas de allí, estaban divididos en muchas parcialidades; no
menos de quince familias lingüísticas, además de numerosos dialectos, han sido
referidos a ese territorio, donde la moderna Antropología ha llegado a distinguir unas
diez áreas culturales precolombinas. No pudo la Conquista ser, en Venezuela, rápida e
incruenta. El dominio sobre los indios implicaba, en las comarcas de Venezuela,
vencerlos uno a uno o aniquilarlos. La Conquista, más que guerra, era una cacería. Una
parte considerable de los aborígenes allí eran caribes, definidos como valientes
guerreros. El nivel cultural de la mayoría de aquellos -excepción relativa de los timoto
cuicas situados en la región andina estaba entre los más bajos del hemisferio. El
contingente indio, aunque muy diezmado, no llegó sin embargo a desaparecer en aquel
tremendo choque indohispano, y pudo servir de base a la formación étnica que dio lugar
al pueblo venezolano. El bagaje cultural, espiritual y anímico, de esos pobladores,
cualquiera sea su cuantificación y cualificación, fue traspasado al producto que resultó
de la combinación propia con españoles y africanos." tOMADO DE "bOLÍVAR UN CONTINENTE
Y UN DESTINO" DE JOSÉLlUIS SALCEDO BASTARDO.
Cancillería pide respeto para Venezuela ¿A qué, a que se ideologice al pueblo y se embrutezca más
con la enajenación de los cultos de Uds. que mezclan chamanes con negros paleros PORQUE SI ESOS NEGROS Y ESOS TAMBORES BATÁ ERAN INDIGENAS YO SOY SOFIA LOREN?
Crítica sobre libertad de culto enfrenta a Caracas y Washington
Ante señalamientos de presunto acoso a grupos religiosos por tener una postura política contraria al presidente de la República, Hugo Chávez, el ministerio de Relaciones Exteriores indicó: "El mundo es testigo de la armoniosa convivencia entre culturas y religiones existente en el territorio de la República".
El comunicado fue publicado en la página del MRE (mre.gob.ve)
EL UNIVERSAL
jueves 15 de septiembre de 2011 08:39 PM
Caracas.- El Gobierno de Venezuela rechazó este jueves un informe emitido en Washington en el cual se le señala de "acosar e intimidar" a grupos religiosos críticos.
A través de un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores pidió a la administración del presidente Barack Obama "cesar su campaña de mentiras y agresiones".
"El mundo es testigo de la armoniosa convivencia entre culturas y religiones existente en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, característica que es reconocida y ensalzada por todos los cultos y confesiones que hacen vida en la sociedad venezolana", explica el documento.
El Departamento de Estado divulgó su informe anual sobre libertad de culto en el que se aseguró que, aunque Venezuela "generalmente respeta la libertad religiosa", algunos grupos que critican al gobierno "sufrieron de acoso e intimidación".
Ante esto la cancillería venezolana replicó: "la comunidad internacional ha podido evidenciar, especialmente en la última década, la estigmatización que ha impulsado el gobierno estadounidense hacia determinados cultos religiosos, a los cuales se ha esforzado por vincular con el terrorismo, no solo en su propio territorio sino en el mundo entero".
En el Departamento de Estado señalan presuntos "esfuerzos" del Gobierno venezolano para "limitar la influencia de grupos religiosos en ciertas áreas geográficas y políticas", así como "algunos reportes de discriminación basada en la afiliación religiosa".
Este es el texto del comunicado:
Esta semana, el gobierno de Estados Unidos de América, por medio del Departamento de Estado, divulgó una vez más un informe unilateral sobre derechos humanos, abordando en esta oportunidad el tema de la libertad religiosa, abrogándose nuevamente una potestad que la comunidad internacional no le ha otorgado y jamás le reconocerá.
En este informe, el gobierno de Washington se reitera en su empeño de hacer inaceptables acusaciones en contra de la voluntad y la capacidad del gobierno venezolano de garantizar el libre ejercicio de los derechos individuales de la población, reduciéndose a un mero compendio de chismes, murmuraciones y patrañas que para colmo carecen de base técnica y científica alguna.
El mundo es testigo de la armoniosa convivencia entre culturas y religiones existente en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, característica que es reconocida y ensalzada por todos los cultos y confesiones que hacen vida en la sociedad venezolana.
Esta realidad, que se ha hecho especialmente visible en las últimas semanas gracias a las múltiples manifestaciones que han realizado los más diversos cultos venezolanos en favor de la recuperación de la salud del Presidente Chávez, desmiente por sí sola cualquier intriga que se pretenda diseminar a este respecto.
El Estado venezolano y sus instituciones no solo son respetuosos de la libertad de culto, sino que habitualmente se esfuerzan por promover la participación de todas las confesiones en diversas actuaciones públicas y consultas legislativas, y además de ello sus autoridades policiales y judiciales son especialmente cuidadosas en no tolerar ninguna manifestación antirreligiosa proveniente de particulares, como lo demuestra la historia reciente.
Paradójicamente, la comunidad internacional ha podido evidenciar, especialmente en la última década, la estigmatización que ha impulsado el gobierno estadounidense hacia determinados cultos religiosos, a los cuales se ha esforzado por vincular con el terrorismo, no solo en su propio territorio sino en el mundo entero, como parte de su política imperial de desarrollar un enemigo necesario que justifique sus ímpetus neo-colonizadores, y que ha producido las más aberradas transgresiones a los derechos humanos, muestra de lo cual es la oprobiosa existencia en el campo de concentración de Guantánamo.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, a la vez que niega, rechaza y contradice estas calumnias, se reitera en su exigencia de respeto a sus asuntos internos, y hace un emplazamiento al gobierno de Estados Unidos de América a cesar su campaña de mentiras y agresiones en contra de la República Bolivariana de Venezuela.
A través de un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores pidió a la administración del presidente Barack Obama "cesar su campaña de mentiras y agresiones".
"El mundo es testigo de la armoniosa convivencia entre culturas y religiones existente en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, característica que es reconocida y ensalzada por todos los cultos y confesiones que hacen vida en la sociedad venezolana", explica el documento.
El Departamento de Estado divulgó su informe anual sobre libertad de culto en el que se aseguró que, aunque Venezuela "generalmente respeta la libertad religiosa", algunos grupos que critican al gobierno "sufrieron de acoso e intimidación".
Ante esto la cancillería venezolana replicó: "la comunidad internacional ha podido evidenciar, especialmente en la última década, la estigmatización que ha impulsado el gobierno estadounidense hacia determinados cultos religiosos, a los cuales se ha esforzado por vincular con el terrorismo, no solo en su propio territorio sino en el mundo entero".
En el Departamento de Estado señalan presuntos "esfuerzos" del Gobierno venezolano para "limitar la influencia de grupos religiosos en ciertas áreas geográficas y políticas", así como "algunos reportes de discriminación basada en la afiliación religiosa".
Este es el texto del comunicado:
Esta semana, el gobierno de Estados Unidos de América, por medio del Departamento de Estado, divulgó una vez más un informe unilateral sobre derechos humanos, abordando en esta oportunidad el tema de la libertad religiosa, abrogándose nuevamente una potestad que la comunidad internacional no le ha otorgado y jamás le reconocerá.
En este informe, el gobierno de Washington se reitera en su empeño de hacer inaceptables acusaciones en contra de la voluntad y la capacidad del gobierno venezolano de garantizar el libre ejercicio de los derechos individuales de la población, reduciéndose a un mero compendio de chismes, murmuraciones y patrañas que para colmo carecen de base técnica y científica alguna.
El mundo es testigo de la armoniosa convivencia entre culturas y religiones existente en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, característica que es reconocida y ensalzada por todos los cultos y confesiones que hacen vida en la sociedad venezolana.
Esta realidad, que se ha hecho especialmente visible en las últimas semanas gracias a las múltiples manifestaciones que han realizado los más diversos cultos venezolanos en favor de la recuperación de la salud del Presidente Chávez, desmiente por sí sola cualquier intriga que se pretenda diseminar a este respecto.
El Estado venezolano y sus instituciones no solo son respetuosos de la libertad de culto, sino que habitualmente se esfuerzan por promover la participación de todas las confesiones en diversas actuaciones públicas y consultas legislativas, y además de ello sus autoridades policiales y judiciales son especialmente cuidadosas en no tolerar ninguna manifestación antirreligiosa proveniente de particulares, como lo demuestra la historia reciente.
Paradójicamente, la comunidad internacional ha podido evidenciar, especialmente en la última década, la estigmatización que ha impulsado el gobierno estadounidense hacia determinados cultos religiosos, a los cuales se ha esforzado por vincular con el terrorismo, no solo en su propio territorio sino en el mundo entero, como parte de su política imperial de desarrollar un enemigo necesario que justifique sus ímpetus neo-colonizadores, y que ha producido las más aberradas transgresiones a los derechos humanos, muestra de lo cual es la oprobiosa existencia en el campo de concentración de Guantánamo.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, a la vez que niega, rechaza y contradice estas calumnias, se reitera en su exigencia de respeto a sus asuntos internos, y hace un emplazamiento al gobierno de Estados Unidos de América a cesar su campaña de mentiras y agresiones en contra de la República Bolivariana de Venezuela.
¡Ahora le toca el turno a los shamanes!
JOSÉ MAYORA | EL UNIVERSAL
viernes 16 de septiembre de 2011 12:19 PM
Desde los tres centros neurálgicos del poder revolucionario, Miraflores, la AN y el PSUV han emanados discursos destemplados y arengas sin emoción, dedicados a cuestionar a la sociedad democrática que viene haciendo, sin prisa pero sin pausa, un trabajo de articulación de voluntades para lograr la tan ansiada unidad. Tal esfuerzo y sus resultados visibles, no parecen ser del agrado oficial ya que la constante descalificación por los logros obtenidos es un indicador de cuanta preocupación le provoca al oficialismo el consenso de la sociedad democrática.
Para contrarrestar la importancia de estos logros, los dirigentes del oficialismo se ufanan de contar con un partido, unas fuerzas armadas y un pueblo unidos, un proyecto de país, un liderazgo monolítico, lo que contrasta con, Chávez dixit, el saco de alacranes en que se ha convertido la oposición apátrida y farisaica que no cuenta con proyecto y que ofrece gobernar con justicia y equidad.
Sin lugar a dudas, la unidad tiene dos lecturas: por una parte se encuentra la que se propala mediáticamente desde el centro de poder revolucionario y la que se logra calladamente y con compromiso firme.
De cara a las elecciones de octubre del 2012, la sociedad democrática decidió escoger su candidato a través de una consulta popular a cuyo efecto se han ido postulando una serie de nombres que se consideran aptos para ejercer la primera magistratura. Unos jóvenes y otros menos jóvenes; donde el género no es una limitación y menos la no pertenencia a un partido político; algunos con experiencia de gobierno local o regional, otros con experiencia en actividades de la sociedad civil organizada, con un denominador común, todos trabajan por la unidad nacional.
Mientras los voceros oficiales están convertidos en estaciones repetidoras del discurso del comandante, los precandidatos democráticos andan recorriendo el país con voces distintas pero con un mensaje similar. La amarga verdad del oficialismo es que no tiene como recorrer el país con voces diferentes y autónomas, al contrario de la sociedad democrática la que se da el lujo de tener simultáneamente en diferentes lugares de la geografía nacional, a diversos hombres y mujeres que aspiran representarla. El oficialismo cuenta con una sola voz, un tanto disminuida por cierto, para tan titánica tarea, con el agravante que no tiene pasado contra el cual dirigir sus baterías pues ese espacio temporal lo representa el mismo: ¡ya no hay a quien culpar como no sea a la incompetencia de los burócratas que el mismo líder ha designado!
Las carencias que el oficialismo le endilga a la oposición parecieran ser una proyección de su propia y triste realidad: ¡el discurso oficial se quedó sin contenido! Este discurso no puede esconder los atributos que hoy día unen al pueblo: la escasez, la inseguridad, la incertidumbre del futuro, el odio hacia los que no profesan el credo revolucionario.
Dicen que las oportunidades las pintan calvas y la sociedad venezolana le dio su oportunidad a quien no la supo aprovechar. Después de 13 años, carecemos de articulación, de estructuración, de argamasa para construir tejido social. Ya es tarde para ofrecer viviendas, que no se construirán, hospitales, que no se dotarán, contratos, que no se discutirán, luces, que no se encenderán.
Frente a la ausencia de una burocracia profesional a Chávez aún le queda el sorprendente recurso de los "shamanes" para recomponer al país.
mayora.j@gmail.com
Para contrarrestar la importancia de estos logros, los dirigentes del oficialismo se ufanan de contar con un partido, unas fuerzas armadas y un pueblo unidos, un proyecto de país, un liderazgo monolítico, lo que contrasta con, Chávez dixit, el saco de alacranes en que se ha convertido la oposición apátrida y farisaica que no cuenta con proyecto y que ofrece gobernar con justicia y equidad.
Sin lugar a dudas, la unidad tiene dos lecturas: por una parte se encuentra la que se propala mediáticamente desde el centro de poder revolucionario y la que se logra calladamente y con compromiso firme.
De cara a las elecciones de octubre del 2012, la sociedad democrática decidió escoger su candidato a través de una consulta popular a cuyo efecto se han ido postulando una serie de nombres que se consideran aptos para ejercer la primera magistratura. Unos jóvenes y otros menos jóvenes; donde el género no es una limitación y menos la no pertenencia a un partido político; algunos con experiencia de gobierno local o regional, otros con experiencia en actividades de la sociedad civil organizada, con un denominador común, todos trabajan por la unidad nacional.
Mientras los voceros oficiales están convertidos en estaciones repetidoras del discurso del comandante, los precandidatos democráticos andan recorriendo el país con voces distintas pero con un mensaje similar. La amarga verdad del oficialismo es que no tiene como recorrer el país con voces diferentes y autónomas, al contrario de la sociedad democrática la que se da el lujo de tener simultáneamente en diferentes lugares de la geografía nacional, a diversos hombres y mujeres que aspiran representarla. El oficialismo cuenta con una sola voz, un tanto disminuida por cierto, para tan titánica tarea, con el agravante que no tiene pasado contra el cual dirigir sus baterías pues ese espacio temporal lo representa el mismo: ¡ya no hay a quien culpar como no sea a la incompetencia de los burócratas que el mismo líder ha designado!
Las carencias que el oficialismo le endilga a la oposición parecieran ser una proyección de su propia y triste realidad: ¡el discurso oficial se quedó sin contenido! Este discurso no puede esconder los atributos que hoy día unen al pueblo: la escasez, la inseguridad, la incertidumbre del futuro, el odio hacia los que no profesan el credo revolucionario.
Dicen que las oportunidades las pintan calvas y la sociedad venezolana le dio su oportunidad a quien no la supo aprovechar. Después de 13 años, carecemos de articulación, de estructuración, de argamasa para construir tejido social. Ya es tarde para ofrecer viviendas, que no se construirán, hospitales, que no se dotarán, contratos, que no se discutirán, luces, que no se encenderán.
Frente a la ausencia de una burocracia profesional a Chávez aún le queda el sorprendente recurso de los "shamanes" para recomponer al país.
mayora.j@gmail.com
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