Chávez intensifica su lado místico de cara a las elecciones presidenciales
Enfrentado a una batalla contra el cáncer y a problemas en su gestión, el presidente de Venezuela Hugo Chávez está mostrando una faceta mística para cohesionar a sus seguidores de cara a las elecciones de 2012, en las que buscará un tercer mandato, estiman expertos.
Enfrentado a una batalla contra el cáncer y a problemas en su gestión, el presidente de Venezuela Hugo Chávez está mostrando una faceta mística para cohesionar a sus seguidores de cara a las elecciones de 2012, en las que buscará un tercer mandato, estiman expertos.
"Les prometo que viviré y venceré para que juntos sigamos viviendo y sigamos venciendo con Dios por delante ¿Con Cristo con nosotros, quién contra nosotros?", dijo Chávez esta semana a un grupo de simpatizantes que lo aclamaban a las puertas del hospital militar donde recibía su tercera sesión de quimioterapia, dos meses después de serle extirpado un tumor cancerígeno.
Chávez, que se autodenomina católico, ha presidido en las últimas semanas animadas ceremonias de santería y oficios ecuménicos por su salud, que según él recuperará gracias a la intervención de "la Virgen, los santos y los espíritus de la sabana".
"Para mantener la moral y la cohesión, permanentemente se están promoviendo toda esta serie de ritos, que algunos son estrictamente políticos pero otros son de carácter religioso", señaló a la AFP el sociólogo Rafael Uzcátegui, autor del libro "La Revolución como espectáculo".
Para este analista, el fenómeno político que Chávez representa muestra "una fe ciega en la posibilidad de alcanzar ese paraíso llamado socialismo". Toda esta carga religiosa tiene gran arraigo en Venezuela, donde el catolicismo reinante convive y se mezcla con otros ritos menos ortodoxos.
Decenas de personas han organizado ceremonias religiosas en todo el país para agradecer a Chávez por impulsar el pensamiento del héroe independentista Simón Bolívar o por haberles concedido algún favor. Además elevan oraciones por su salud o se rapan la cabeza en solidaridad con el mandatario, que por efectos del tratamiento médico ha perdido cabello.
En respuesta, el presidente pidió y ofreció bendiciones cuando ingresó al hospital la noche del sábado y ha prometido pagar penitencias si su salud mejora.
Según Uzcátegui, "este tipo de utilización sincrética de la religiosidad, de las costumbres, de la forma de ser del venezolano ha sido uno de los aciertos comunicacionales del presidente Chávez (...) que ha comenzado a entrar en el panteón de santos paganos a los cuales la gente le rinde culto", principalmente en las zonas rurales.
Para la politóloga María Teresa Romero el uso de "la religión, imágenes de culto a la personalidad y expresiones de fanatismo" también se hacen necesarias para impulsar la popularidad de Chávez de cara a las elecciones, que ronda el 50% de intención de votos, tras haber alcanzado el 70% en años anteriores, según encuestas.
"En este caso, que Chávez está enfermo, la manipulación para alcanzar votos y la adhesión al liderazgo del presidente se acentúa aún más", declaró a la AFP Romero, doctora en Ciencias Políticas y profesora de la Universidad Central de Venezuela.
Desde que se le detectó el cáncer en junio, el presidente comenta casi a diario su tratamiento y las características de la enfermedad. Aunque el tema es omnipresente no opaca los problemas más urgentes que enfrentan los venezolanos: inseguridad, vivienda, costo de la vida y crisis en los sistemas de salud y electricidad.
"Los elementos más antonomásicos de la retórica evangélica, del pastor que promete redención, no han sido los más importantes siempre, pero ahora aparecen muy magnificados porque los elementos de gestión pública son poco eficaces", afirmó Colette Capriles, psicóloga social y magister en filosofía.
"Se pone de manifiesto que el poder personalista ha llegado a niveles en los que los temores y creencias mágicas del presidente se convierten en discurso colectivo", dijo a la AFP esta profesora de la Universidad Simón Bolívar.
Para los analistas, esa manera de gobernar está inscrita en la historia de los líderes carismáticos en Venezuela y en la propia personalidad de Chávez, quien en momentos cruciales de su vida política ha aparecido junto a un crucifijo y ha mencionado a Jesucristo, a quien considera "el primer socialista de la historia".
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