eL cARABOBÑO30 septiembre 2011

Alfonso Betancourt || Desde el Meridiano 68

El venezolano

La raíz primaria del venezolano está en los asiáticos, polinesios y posiblemente australianos que posteriormente fueron llamados indios. Todos sabemos por qué. Pero fueron aquellos los verdaderos descubridores del continente porque en éste, a su llegada, no había vestigios de ningún ser humano. Cuánto diéramos por saber, si es que de años existe, el nombre que le darían, en sus lenguas, a lo que decena de millares después tomó el nombre de América. Pero volviendo específicamente a nuestro punto, como lo primigenio del venezolano es lo indio, así en lo biológico como en lo cultural, esta herencia está vigente en las agrupaciones indígenas actuales del país o bien mezclada, en mestizaje, con los aportes de otras etnias y culturas.

Fundamentalmente, en la segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII, el venezolano indio que se cruza con españoles y africanos dará nacimiento al venezolano exponente de ese cruzamiento que en los siglos venideros se enriquecerá con nuevos y diferentes agregados. En ese crisol se ha fundido el venezolano de hoy común en el universo de la nacionalidad. Ahora indistintamente, más en unas regiones que en otras, pero con prevalencia de los valores hispanos, el venezolano tiene rasgos comunes que perfilan su identidad pero sin dejar de acentuarse en él valores inherentes a sus orígenes que resaltan como aspectos diversos en lo provinciano o regional. De ahí lo andino, oriental, llanero, maracucho, coriano, etc. Sin embargo, domina lo indio en las comunidades indígenas y, en cierta forma, raíces africanas en asentamientos negroides. Así es el venezolano de hoy: uno en la diversidad. Un cóctel de sangres y culturas donde lo desigual de los aportes confluye en la formación de la identidad del ser nacional, resaltando en el mismo características que le son comunes como el espíritu igualitario, ausencia de fanatismo religioso, hospitalario hacia el extranjero más que hacia el connacional, complejo de minusvalía frente a pueblos y culturas extrañas, especialmente si son anglosajonas o del viejo mundo y socialmente indisciplinado. Sin embargo, este último aspecto que no era común a los Andes venezolanos, ahora sí lo es por influencia de otras regiones y específicamente de la televisión, que con su carga negativa de mensajes ha roto con moldes y valores culturales que en el andino se tenían en alta estima