Kiddio reconoce que te jodieron tus amigos de años hoy en el Ministerio
de la Cultura y no respondas con retóricas de los 60 chimbas y desfasadas
Lo que tu creías NO ES NI SERA. ATERRIZA PANA, QUE LA VERDAD DUELE
ENTREVISTA KIDDIO ESPAÑA, DIRECTOR DEL FESTIVAL DE TEATRO DE ORIENTE
"Descentralización depende del artista"
"Desaparecer el Festival no le haría muy bien al movimiento teatral venezolano" "Los recursos, vengan de donde vengan, son bien recibidos y van a tener su reconocimiento"
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Kiddio España, Premio Nacional de Teatro 2008, se formó en Italia. Junto a su esposa, Giuditta Gasparini, mantiene en pie al FITO NICOLA ROCCO
ÁNGEL RICARDO GÓMEZ , KIDDIO ESPAÑA , DIRECTOR DEL FITO | EL UNIVERSAL
lunes 10 de octubre de 2011 12:00 AM
El Festival Internacional de Teatro de Oriente se acerca a sus 40 ediciones. La número 36 comenzó este viernes. El FITO es, junto al Festival de Teatro de Occidente, uno de los más importantes del país. Por sus grillas han pasado agrupaciones y artistas venezolanos y extranjeros que han dejado su impronta en la región, desmontando aquel prejuicio de que "Caracas es Caracas, y lo demás es monte y culebra".
No obstante, ni el Estado ni la empresa privada venezolana, parecen haber entendido la trascendencia del evento, que se parece cada vez más al único espejo en pie tras un terremoto. De ser un festival que duraba hasta un mes, con incontables compañías y artistas de Venezuela y el mundo, ha devenido en una programación modesta de poco más de una semana, con algunos invitados foráneos y compañías, principalmente de la misma región.
"La importancia es la continuidad", afirma Kiddio España, director del FITO, quien gracias a su capacidad de diálogo, paciencia y perseverancia, mantiene en pie la importante cita cultural del Oriente venezolano. Mas no es todo lo feliz que quisiera...
-¿Cuáles son las sorpresas de esta edición?
-Lo importante de este tipo de festival es que año tras año se innova de por sí. En esta oportunidad nosotros pensamos que la presencia de la Ópera de Pekin, de la Provincia de Gansú, va a tener gran impacto, con funciones en la sala Jesús Márquez y en el Hotel Mare Mare. Son 37 personas en escena y todo gracias a la colaboración de la Embajada de China en Venezuela. Además está Assemblea Teatro de Italia, que ya nos ha acompañado, los catalanes, los argentinos, los brasileños, los venezolanos...
-Hay muchos grupos de Anzoátegui y apenas dos de Caracas. Se echa de menos a Rajatabla, GA80, Contrajuego... ¿No se invitaron o no quisieron asistir?
-Hemos tenido algunas limitaciones desde el punto de vista de los recursos, entonces eso nos ha impedido invitar a tantas agrupaciones que en otras oportunidades nos han acompañado.
-¿Vale la pena hacer un festival con tanta precariedad en relación con los anteriores? ¿Cuál es la importancia?
-La importancia es, en principio, la continuidad, mantenerse, eso es vital porque en la trayectoria del evento, desde 1976, en algunas oportunidades hemos tenido la posibilidad de invitar a más agrupaciones y ha sido mucho más compleja la organización; y en otras oportunidades, no. Además yo pienso que desaparecer el festival, el de Occidente o cualquier otro en Venezuela, no le haría muy bien al movimiento teatral venezolano.
-¿Cuál es la importancia puntual para el movimiento teatral?
-El interés que tiene el teatro venezolano en participar en el evento, el público que se ha venido creando, hay cierta confrontación entre los grupos y además de eso, no deja de ser la gran fiesta de nuestro teatro El Festival sigue siendo una plataforma importante.
-¿Siente que el Estado ha entendido la trascendencia del Festival?
-No la ha interpretado en la medida en que nosotros quisiéramos, porque estamos hablando de 36 años en la palestra y de que hoy por hoy el FITO es reconocido en el ámbito internacional por la comunicación que sostenemos con los grupos extranjeros. Quienes estamos al frente somos bastante ambiciosos, y quisiéramos contar con una mayor infraestructura para el desarrollo no solamente del festival, sino de todas las manifestaciones de las artes escénicas en la región.
-Se percibe cierto prurito a la hora de buscar aportes de la empresa privada ¿Por qué?
-Nosotros nos dedicamos a crear una plataforma para que la gente de teatro pueda encontrarse, mostrar su trabajo y los recursos, vengan de donde vengan, son bienvenidos y naturalmente van a tener el reconocimiento de parte de nosotros como organizadores porque esa ha sido la política desde 1976.
-¿No ha provocado autocensura el hecho de que sea el Estado el único financista del evento?
-En ningún momento. Nosotros recibimos los recursos, estamos agradecidos por ello, pero no hay intervención alguna en cuanto a la organización o desarrollo del evento, porque , en el caso nuestro, no tendría mucho sentido si eso fuese así. Nosotros invitamos a las agrupaciones y estas presentan sus obras, de la tendencia que sea, y tienen su público, y no hemos tenido problema.
-El Teatro Cajigal de Barcelona está cerrado desde 2006 ¿Cuánto los ha afectado eso?
-Mucho, porque esa ha sido una sala que desde que nació el Festival es la sede, concurrían mayor cantidad de personas, era la sala por excelencia. Pero no solamente nos ha afectado a nosotros, sino a todo el movimiento cultural, porque cuando se cierra una sala siempre hay problemas.
-¿Y hay posibilidad de que lo reabran?
-Sí. Yo, de hecho, pensaba que podía estar listo para este año, porque lo visité faltando algunos meses para el festival y confieso que me dio muy buena impresión, porque sentí que la gente que está trabajando en la restauración sabe de eso, trabaja con criterio.
-¿Puede hablarse de descentralización en la cultura venezolana?
-Yo creo que en cada rincón donde haya una actividad cultural (teatro, artes plásticas, música), la descentralización va a depender del artista, porque la actividad cultural no tiene ese sometimiento de espacio. Las cosas que funcionan lo pueden hacer tanto en las regiones más apartadas, como en las más céntricas. Lo importante es que nosotros en el arte tomemos conciencia de eso.
-En un país de títulos como "Sistema Nacional de Culturas Populares", "Plataforma de Artes Escénicas y Musicales", "Socialismo del siglo XXI" ... ¿Siente que se corresponde lo que se hace con tales nombres? ¿Son importantes los resultados?
-Es posible que sean importantes en la medida en que la gente de arte tome conciencia de lo que significa el trabajo diario en tiempo y espacio.
-¿Puede hablarse de revolución en la cultura venezolana?
-Todo movimiento cultural, de cualquier manifestación, es revolucionario, en cualquier época y en cualquier lugar. Porque cuando tú asumes la responsabilidad de trabajar en el medio cultural, estás siempre pensando en avanzar, lo cual se traduce en formación y educación de un público, en cautivarlo, para que los países puedan desarrollarse culturalmente.
-¿Cómo está el teatro en Oriente? ¿Prevalece el llamado teatro comercial? ¿Hay nuevos grupos?
-No sabría decir si han surgido nuevos grupos. Lo que sí puedo constatar, en el caso del Festival, es la cantidad de dossier que llega. Ahora, sobre este tipo de teatro que se está haciendo, pienso que los que hacemos otra clase de teatro no nos debe preocupar porque ese no es el público nuestro, ese es un público de ese teatro, y eso sucede en cualquier parte del mundo. Cada quien está en lo que realmente quiere y anda buscando.
-Más allá del festival ¿Hay comunicación entre las propuestas de Caracas y el interior del país?
-Sí.
-¿Se ve teatro de Caracas en Oriente?
-Claro.
-¿Y cuál fue el último montaje que trajo el Teatro Estable de Barcelona (su compañía) a Caracas?
-Hace algún tiempo que no vamos.
-Entonces no se ve mucho teatro del interior en Caracas, a juzgar por lo que pasa con su compañía.
-Bueno, claro... eso debería modificarse, los grupos del interior deberían ir con mayor frecuencia a Caracas porque tienen mucho qué ofrecer.
Twitter: @argomezc
No obstante, ni el Estado ni la empresa privada venezolana, parecen haber entendido la trascendencia del evento, que se parece cada vez más al único espejo en pie tras un terremoto. De ser un festival que duraba hasta un mes, con incontables compañías y artistas de Venezuela y el mundo, ha devenido en una programación modesta de poco más de una semana, con algunos invitados foráneos y compañías, principalmente de la misma región.
"La importancia es la continuidad", afirma Kiddio España, director del FITO, quien gracias a su capacidad de diálogo, paciencia y perseverancia, mantiene en pie la importante cita cultural del Oriente venezolano. Mas no es todo lo feliz que quisiera...
-¿Cuáles son las sorpresas de esta edición?
-Lo importante de este tipo de festival es que año tras año se innova de por sí. En esta oportunidad nosotros pensamos que la presencia de la Ópera de Pekin, de la Provincia de Gansú, va a tener gran impacto, con funciones en la sala Jesús Márquez y en el Hotel Mare Mare. Son 37 personas en escena y todo gracias a la colaboración de la Embajada de China en Venezuela. Además está Assemblea Teatro de Italia, que ya nos ha acompañado, los catalanes, los argentinos, los brasileños, los venezolanos...
-Hay muchos grupos de Anzoátegui y apenas dos de Caracas. Se echa de menos a Rajatabla, GA80, Contrajuego... ¿No se invitaron o no quisieron asistir?
-Hemos tenido algunas limitaciones desde el punto de vista de los recursos, entonces eso nos ha impedido invitar a tantas agrupaciones que en otras oportunidades nos han acompañado.
-¿Vale la pena hacer un festival con tanta precariedad en relación con los anteriores? ¿Cuál es la importancia?
-La importancia es, en principio, la continuidad, mantenerse, eso es vital porque en la trayectoria del evento, desde 1976, en algunas oportunidades hemos tenido la posibilidad de invitar a más agrupaciones y ha sido mucho más compleja la organización; y en otras oportunidades, no. Además yo pienso que desaparecer el festival, el de Occidente o cualquier otro en Venezuela, no le haría muy bien al movimiento teatral venezolano.
-¿Cuál es la importancia puntual para el movimiento teatral?
-El interés que tiene el teatro venezolano en participar en el evento, el público que se ha venido creando, hay cierta confrontación entre los grupos y además de eso, no deja de ser la gran fiesta de nuestro teatro El Festival sigue siendo una plataforma importante.
-¿Siente que el Estado ha entendido la trascendencia del Festival?
-No la ha interpretado en la medida en que nosotros quisiéramos, porque estamos hablando de 36 años en la palestra y de que hoy por hoy el FITO es reconocido en el ámbito internacional por la comunicación que sostenemos con los grupos extranjeros. Quienes estamos al frente somos bastante ambiciosos, y quisiéramos contar con una mayor infraestructura para el desarrollo no solamente del festival, sino de todas las manifestaciones de las artes escénicas en la región.
-Se percibe cierto prurito a la hora de buscar aportes de la empresa privada ¿Por qué?
-Nosotros nos dedicamos a crear una plataforma para que la gente de teatro pueda encontrarse, mostrar su trabajo y los recursos, vengan de donde vengan, son bienvenidos y naturalmente van a tener el reconocimiento de parte de nosotros como organizadores porque esa ha sido la política desde 1976.
-¿No ha provocado autocensura el hecho de que sea el Estado el único financista del evento?
-En ningún momento. Nosotros recibimos los recursos, estamos agradecidos por ello, pero no hay intervención alguna en cuanto a la organización o desarrollo del evento, porque , en el caso nuestro, no tendría mucho sentido si eso fuese así. Nosotros invitamos a las agrupaciones y estas presentan sus obras, de la tendencia que sea, y tienen su público, y no hemos tenido problema.
-El Teatro Cajigal de Barcelona está cerrado desde 2006 ¿Cuánto los ha afectado eso?
-Mucho, porque esa ha sido una sala que desde que nació el Festival es la sede, concurrían mayor cantidad de personas, era la sala por excelencia. Pero no solamente nos ha afectado a nosotros, sino a todo el movimiento cultural, porque cuando se cierra una sala siempre hay problemas.
-¿Y hay posibilidad de que lo reabran?
-Sí. Yo, de hecho, pensaba que podía estar listo para este año, porque lo visité faltando algunos meses para el festival y confieso que me dio muy buena impresión, porque sentí que la gente que está trabajando en la restauración sabe de eso, trabaja con criterio.
-¿Puede hablarse de descentralización en la cultura venezolana?
-Yo creo que en cada rincón donde haya una actividad cultural (teatro, artes plásticas, música), la descentralización va a depender del artista, porque la actividad cultural no tiene ese sometimiento de espacio. Las cosas que funcionan lo pueden hacer tanto en las regiones más apartadas, como en las más céntricas. Lo importante es que nosotros en el arte tomemos conciencia de eso.
-En un país de títulos como "Sistema Nacional de Culturas Populares", "Plataforma de Artes Escénicas y Musicales", "Socialismo del siglo XXI" ... ¿Siente que se corresponde lo que se hace con tales nombres? ¿Son importantes los resultados?
-Es posible que sean importantes en la medida en que la gente de arte tome conciencia de lo que significa el trabajo diario en tiempo y espacio.
-¿Puede hablarse de revolución en la cultura venezolana?
-Todo movimiento cultural, de cualquier manifestación, es revolucionario, en cualquier época y en cualquier lugar. Porque cuando tú asumes la responsabilidad de trabajar en el medio cultural, estás siempre pensando en avanzar, lo cual se traduce en formación y educación de un público, en cautivarlo, para que los países puedan desarrollarse culturalmente.
-¿Cómo está el teatro en Oriente? ¿Prevalece el llamado teatro comercial? ¿Hay nuevos grupos?
-No sabría decir si han surgido nuevos grupos. Lo que sí puedo constatar, en el caso del Festival, es la cantidad de dossier que llega. Ahora, sobre este tipo de teatro que se está haciendo, pienso que los que hacemos otra clase de teatro no nos debe preocupar porque ese no es el público nuestro, ese es un público de ese teatro, y eso sucede en cualquier parte del mundo. Cada quien está en lo que realmente quiere y anda buscando.
-Más allá del festival ¿Hay comunicación entre las propuestas de Caracas y el interior del país?
-Sí.
-¿Se ve teatro de Caracas en Oriente?
-Claro.
-¿Y cuál fue el último montaje que trajo el Teatro Estable de Barcelona (su compañía) a Caracas?
-Hace algún tiempo que no vamos.
-Entonces no se ve mucho teatro del interior en Caracas, a juzgar por lo que pasa con su compañía.
-Bueno, claro... eso debería modificarse, los grupos del interior deberían ir con mayor frecuencia a Caracas porque tienen mucho qué ofrecer.
Twitter: @argomezc
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