El agua pútrida, la inflación, los asesinatos, las vulgaridades de los jerarcas,
no le dejan a uno tiempo para recrearse en las cuestiones del estudio que le
dejan tanto al espíritu. Si uno permite que la lengua lo lleve por lo que se usa,
nuestro idioma desaparecería, pues desde los más altos niveles se enriquece el
acervo de vulgaridades. Y por si fuera poco el tribunal las autoriza.
Recuerdo que en Primer grado "A", escandalizábamos a las niñas con el sonsonete
que dice: tu madre es pu…, tu madre es, madre es pu... , la intensión brotaba cuando
la maestra nos veía, entonces decíamos: "pura y sincera". En el tiempo que va
quedando atrás, ciertas palabras como "pu" hubiesen ameritado por lo menos un tiro
en duelo, hoy son cosas corrientes. Los escribidores se ven en la paciente tarea de
manejar el circunloquio para mantener abierto el resquicio cada vez menor por
donde se respira. Uno entiende y siente vergüenza, pero la dura realidad lo
impone. Al parecer, sin darnos cuenta escribimos lo que eufemísticamente llamamos
"escatología" en nuestro caso van de lo escatológico a lo escatológico, (¿?) es
decir agotamos las dos acepciones del vocablo, la primera referida a la muerte, tema
que en las actuales circunstancias es altamente tabú, casi en veda por no decir que
totalmente. En las proximidades de la Semana Mayor, las Cofradías del Santo
Sepulcro de Villa de Cura han consultado con Monseñor Moronta, experto en el asunto
¿como rendirle culto al Santo sin decir "sepulcro"? pues está totalmente prohibido escribir
y pronunciar tal sustantivo, quizá los herederos de Vitelio Reyes o Tinoquito, puedan
interpretarlo como alusión al finiquito de alguna vida que si se conserva, es porque
en los bajos fondos del infierno, reservados por Dante para Hitler, Mussolini, Cipriano
Castro, el General Gómez, etc. los sindicatos de diablos -según se ha oído decir- se
niegan rotundamente a recibir a otro, porque cuando llegó el General Gómez, se hizo dueño
del departamento, y puso a los diablos a pasar trabajo: les abrió la llave del gas por
eso se tostaron, y los azotes eran a diario. Los diablos aducen que el señor propuesto
supera los parámetros bíblicos desde que Caín mató a su hermano Abel. Mientras los
diablos deliberan, si lo aceptan o no, el candidato está en un limbo: ni pa´ tras, ni
pa´lante como la máquina de cadeneta. En este caso en particular está prohibido hablar
de: ultratumba, urna, sepulcro, calavera, carro fúnebre, autopsia, embalsamar,
infierno etc. Por lo que respecta a la segunda acepción, referente a la vulgaridad,
es obligado afirmar que el agua proveniente del chiquero es de rosas, que una
"Luna de miel" en la Isla del Burro, es inolvidable husmeando y degustando las
aguas de color leonado con su aroma característico, y deberá afirmarse que las
linfas de la Pao-Cachinche superan a las de Evian-Cachat.etc.
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