DOMINGO, 16 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Libra nos trae el ideal de paz y reconciliación
El Termómetro Zodiacal
Astrología, y algo más... Por el periodista y astrólogo venezolano Pedro González Silva
Desde el domingo 16 de septiembre en la noche, Mercurio, el planeta de las comunicaciones, recorrerá Libra, y estará allí hasta el 5 de octubre, marcando una tendencia favorable para procesos de negociación, reconciliación y pactos.
En el tiempo que dure Mercurio en Libra, estarán favorecidos aquellos discursos que llamen a la paz, a la unión y la armonía, y esto será contrastante con la energía que desata Marte en Escorpio, que nos lleva a actuar de manera sumamente pasional, radical, sin dar oportunidad a términos medios. Marte estará en Escorpio hasta el 6 de octubre.
Es decir que durante este tiempo hasta principios de octubre, habrá un contraste y una contradicción entre lo que se dice y lo que se hace; con las palabras habrá búsqueda de conciliar, y con los actos habrá confrontación sin medias tintas.
Sin embargo, desde el sábado 22 de septiembre, la balanza se inclinará hacia las energías pacifistas y negociadoras de Libra, signo cuya esencia se activará ese día, a partir de las 10:20 de la mañana, hora venezolana (14:50 GMT), cuando el Sol entre a esa zona cósmica, donde estará hasta el 22 de octubre.
A partir de ese momento, comienza un ciclo muy especial, cargado de fuertes e intensas energías esotéricas y espirituales, que marcan la segunda mitad del año astrológico y la llegada del equinoccio de otoño.
Así como el equinoccio de primavera (entrada del Sol en Aries) marca el inicio del año nuevo astrológico, el equinoccio de otoño (ingreso del astro rey a Libra) indica que entramos en la segunda mitad del año astral. La primavera (que ocurre aproximadamente el 21 de marzo) representa la fuerza del ego, de la individualidad, mientras que el otoño nos trae el declive del “yo”, y el momento es propicio para ceder parte de nuestra personalidad en función de relacionarnos armónicamente con otras personas.
El Sol en Libra pierde sus cualidades esenciales y se coloca en una posición que astrológicamente se llama “caída”, y que indica que el ego, el centro de nosotros mismos, el ser punto de atención, son características que se debilitan en este tiempo, para dar paso a que los demás sean el foco de atención para nosotros, que sintamos en carne propia el hecho de que sólo interactuando y dependiendo de las cualidades de otras personas, podemos realizarnos plenamente como seres humanos.
El tiempo de Libra es ideal para fortalecer relaciones con las demás personas, de equilibrar la balanza y que nuestros deseos personales no vayan en perjuicio de los otros; es momento de recordar que nuestros derechos terminan donde empiezan los de nuestros semejantes, y es bueno reflexionar sobre el hecho de que en nuestras vidas, las cosas que necesitamos, dependen de otros seres humanos, y que solos no podemos funcionar en este mundo.
Libra es un signo existencial, que necesita mantener un delicado equilibrio para sentir que las cosas fluyen bien, y cualquier desarmonía lo desequilibra. El Sol debilitado en esta franja zodiacal llama a la reflexión sobre la existencia humana, nos hace ver más allá de nosotros mismos, nos torna un tanto indecisos porque nos hace entender que tenemos que tomar en cuenta todas las opiniones, nos ayuda a comprender, nos enseña a compartir, y nos hace entender que para estar completos necesitamos el complemento de otra persona.
La fecha de Libra es un tiempo iniciático, es un ciclo donde los que siguen el camino espiritual hacen rituales para alcanzar grados más elevados de maestría; es un tiempo donde se activa el chakra “anahata”, el punto energético que se asocia al corazón, a los sentimientos, a nuestro sistema inmunológico, pues de nuestro equilibrio emocional depende en gran medida nuestra salud.
La consciencia que debemos desarrollar sobre todas las cosas que tenemos y a las que podemos acceder gracias a las demás personas, nos llevará a entender que más tendremos, más recibiremos, cuando mayor sea nuestra capacidad y disposición de dar.
En este sentido, el influjo presente en este período es propicio para que tomemos consciencia de nuestra misión en esta vida en relación con los demás: qué podemos ofrecer, en qué podemos ayudar, qué cosa sabemos hacer que sea útil a los demás, es tiempo de dar, no de esperar a ver qué nos dan.
Y cuando decimos “dar”, no nos referimos a limosnas o regalos, nos referimos a que todos tenemos algo que ofrecer, algo que sabemos hacer y que es útil a los demás, y tomando consciencia de esto, realizando con amor nuestra labor, lograremos equilibrar nuestras relaciones, armonizarnos en nuestras relaciones humanas y también con nosotros mismos.
En tiempo de Libra contamos con especial protección de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael (iluminación, protección, salud), así que vamos a rendirles tributo a ellos, prendiéndoles una vela blanca, una azul y una verde, respectivamente.
Publicado por Pedro González Silva
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