ENTREVISTA XIOMARY URBÁEZ, ESCRITORA
"No quiero ser una escritora de una sola novela"
"Decidí dejar el periodismo. Siento que ahora puedo dedicarme de lleno a la literatura"
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Fue finalista del V Premio arrativa Planeta-Casamérica 2012 ADOLFO ACOSTA
DANIEL FERMÍN , XIOMARY URBÁEZ , ESCRITORA | EL UNIVERSAL
viernes 7 de septiembre de 2012 12:00 AM
La primera vez que Xiomary Urbáez (Maracay, 1963) encontró el nombre de Catalina de Miranda, realizaba una investigación periodística en Internet. El calificativo de "barragana de Juan de Carvajal" le interesó. Tanto, que aquella curiosidad terminó en una novela que resultó finalista del V Premio Iberoamericano de narrativa Planeta-Casamérica 2012.
Catalina de Miranda, la obra de la periodista venezolana, es un libro que ficciona la vida de la sevillana que llegó a la Venezuela post conquista española. Urbáez tardó dos años en finalizar su ópera prima. "Resulta que mientras investigaba, escribía. Yo produje una novela con la inocencia de quien nunca había escrito una novela. Al ver que tomaba forma, no paré hasta colocar la palabra fin", dijo la comunicadora social, que se sintió atraída por la personalidad de la Catalina real.
Urbáez cree que su obra es una reivindicación de la mujer. Muestra a una suerte de heroína en una época en la que dominaba el género masculino. "No siento que mi novela sea feminista, pero sí favorece el rol de las féminas en ese tiempo tan convulsionado de la conquista. Fue una protagonista diferente, que vivió feliz. Logró sobrevivir en un mundo machista", indicó la maracayera, que asegura que fue el personaje el que cautivó al jurado del certamen que premió a Jorge Volpi.
La protagonista de Catalina de Miranda tiene una irreverencia propia de una novela de aventuras. Urbáez la fabuló de tal forma para demostrar que la historia puede ser divertida. Hay viajes, pasión, erotismo. "Creo que la historia, o la literatura, hay que hacerla digerible, que la gente se divierta, que recupere su sentido de pertenencia", agregó la hija del poeta José Rafael Urbáez.
A la autora, que hoy está residenciada en Barquisimeto, siempre le gustó la escritura. "Crecí rodeada de letras. A los 12 años, era fanática de las novelas policiales que mi abuela me compraba a escondidas. Por eso el tránsito del periodismo a la literatura fue natural", contó la narradora, que comenzó a escribir tras la muerte de un familiar hace ya tres años.
A Urbáez la ficción le sirvió a modo de terapia. Escribir para sanar, le dicen algunos. Ella recurrió a la literatura para escapar de esa triste realidad. "Atravesaba un momento difícil al empezar la obra. Catalina de Miranda me mantuvo a flote, me alimentó. Fue una cura que seguirá: no quiero ser escritora de una sola novela".
El reconocimiento a su primer libro le dio la motivación necesaria para seguir. Hasta renunció a su trabajo en una revista larense de publicidad. "Acabo de dejar el periodismo. Trabajé hasta el viernes pasado. Hoy me siento escritora. Siento que puedo dedicarme de lleno a la literatura. Trataré de sobrevivir con la docencia, pero lo mío es escribir libros".
Así, a la autora, egresada de Bachelor os Arts de Florida, le quedó tal gusto por la literatura que ya está en la realización de dos nuevos libros. Uno, una colección de cuentos; otro, una novela sobre la Cubagua preterremoto del año 1541. "Tiene mística, misterio, aventura. Mi fuerte es la historia novelada. Creo que la musa es disciplina. Así uno no tenga inspiración, hay que sentarse en la computadora a escribir, que algo sale", agregó la también magíster en Educación por la Universidad Simón Rodríguez. A Urbáez le salió nueva profesión.
dfermin@eluniversal.com
Catalina de Miranda, la obra de la periodista venezolana, es un libro que ficciona la vida de la sevillana que llegó a la Venezuela post conquista española. Urbáez tardó dos años en finalizar su ópera prima. "Resulta que mientras investigaba, escribía. Yo produje una novela con la inocencia de quien nunca había escrito una novela. Al ver que tomaba forma, no paré hasta colocar la palabra fin", dijo la comunicadora social, que se sintió atraída por la personalidad de la Catalina real.
Urbáez cree que su obra es una reivindicación de la mujer. Muestra a una suerte de heroína en una época en la que dominaba el género masculino. "No siento que mi novela sea feminista, pero sí favorece el rol de las féminas en ese tiempo tan convulsionado de la conquista. Fue una protagonista diferente, que vivió feliz. Logró sobrevivir en un mundo machista", indicó la maracayera, que asegura que fue el personaje el que cautivó al jurado del certamen que premió a Jorge Volpi.
La protagonista de Catalina de Miranda tiene una irreverencia propia de una novela de aventuras. Urbáez la fabuló de tal forma para demostrar que la historia puede ser divertida. Hay viajes, pasión, erotismo. "Creo que la historia, o la literatura, hay que hacerla digerible, que la gente se divierta, que recupere su sentido de pertenencia", agregó la hija del poeta José Rafael Urbáez.
A la autora, que hoy está residenciada en Barquisimeto, siempre le gustó la escritura. "Crecí rodeada de letras. A los 12 años, era fanática de las novelas policiales que mi abuela me compraba a escondidas. Por eso el tránsito del periodismo a la literatura fue natural", contó la narradora, que comenzó a escribir tras la muerte de un familiar hace ya tres años.
A Urbáez la ficción le sirvió a modo de terapia. Escribir para sanar, le dicen algunos. Ella recurrió a la literatura para escapar de esa triste realidad. "Atravesaba un momento difícil al empezar la obra. Catalina de Miranda me mantuvo a flote, me alimentó. Fue una cura que seguirá: no quiero ser escritora de una sola novela".
El reconocimiento a su primer libro le dio la motivación necesaria para seguir. Hasta renunció a su trabajo en una revista larense de publicidad. "Acabo de dejar el periodismo. Trabajé hasta el viernes pasado. Hoy me siento escritora. Siento que puedo dedicarme de lleno a la literatura. Trataré de sobrevivir con la docencia, pero lo mío es escribir libros".
Así, a la autora, egresada de Bachelor os Arts de Florida, le quedó tal gusto por la literatura que ya está en la realización de dos nuevos libros. Uno, una colección de cuentos; otro, una novela sobre la Cubagua preterremoto del año 1541. "Tiene mística, misterio, aventura. Mi fuerte es la historia novelada. Creo que la musa es disciplina. Así uno no tenga inspiración, hay que sentarse en la computadora a escribir, que algo sale", agregó la también magíster en Educación por la Universidad Simón Rodríguez. A Urbáez le salió nueva profesión.
dfermin@eluniversal.com
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