Una Verdad, Verdad que quedó atrás
El Nacional 24-Ago de 2012Michelle Roche Rodríguez
Dos centenas de acuarelas cuentan la historia de un pasado triste y de las obsesiones que comandan la vida de la poeta Corina Michelena: la pintura y la literatura de Fiódor Dostoyevski
Dos centenas de acuarelas cuentan la historia de un pasado triste y de las obsesiones que comandan la vida de la poeta Corina Michelena | Manuel Sardá
L a delgada frontera entre el bien y el mal sobre la que caminan los personajes de Fiódor Dostoyevski flota entre los más de 200 retratos en acuarela que integran la exposición que en el alfabeto occidental se titula Pravda, Pravda, que la poeta Corina Michelena inaugurará el domingo en la Hacienda La Trinidad Parque Cultural.
El título de la muestra es la repetición del nombre del periódico de la Unión Soviética, principal órgano de información del Partido Comunista hasta finales del siglo XX, y se traduce como "Verdad, Verdad". En la exhibición, Michelena establece un juego entre el logotipo del medio en la época de Iósif Stalin y las pinturas de los artistas, escritores y militares que fueron exiliados o mandados a las purgas, puestas en marcha entre 1934 y 1939 por el gobierno del Padrecito.
"Para darle a la exposición un sello de fuego, más que de agua, tomé como leitmotiv el logo del período conocido históricamente como `los años del terror’. Al repetirlo dos o más veces pretendo reiterar tanto el aspecto de censura como el de verdad", escribe en un texto de la sala la autora del poemario Honra de la sierva (2002).
Tres estilos, tres momentosDos pasiones inspiraron Pravda, Pravda. La primera es el amor de Michelena por el autor deCrimen y castigo (1866), al punto de que se hace llamar su viuda. La otra fue la acuarela, con que la poeta deja correr las noches de los sábados desde que se mudó a Moscú, en el año 2004, gracias a una beca de la Fundación Schlageter.
Las tres salas de la muestra describen la evolución de la creadora en la técnica de la acuarela. En la primera sección, "Apoyatura", se encuentra un video silente y una serie de acuarelas que datan de 2004 con textos sobre la relación de Michelena con los artistas rusos. La segunda, "Moderatto", está integrada por dibujos más simples y diluidos, que imitan el silencio religioso ante la obra de arte que inspira las composiciones pictóricas de Mark Rothko, explica la creadora. La tercera es una explosión de color donde se suceden los trabajos plásticos más osados, acompañados por una guía de música clásica rusa.
La exposición incluye dos muestras de fotografía. La primera es de Yolanda Pantin: El tren fantasma recrea paisajes inabarcables y extraños. La segunda, de Nina Blok, tiene la poética de Andrey Tarkovsky y rinde honor a la topología urbana de Rusia.
Pravda, Pravda será también la excusa para una programación con la cual se le rendirá tributo a Rusia y que comenzará en la inauguración, cuando Haydée Faverola interpretará un monólogo de El jardín de los cerezos de Antón Chéjov.
Durante un mes habrá recitales poéticos, ciclos de cine de Tarkovsky, conciertos y performances como el titulado Nostalgia, en el que Michelena invitará al público a fumar los cigarrillos creados por la Unión Soviética, cuyas cajetillas llevaban las caras de Lenin y de Stalin. Así quedarán unidas Venezuela y Rusia: por las imágenes solubles de la acuarela y por el humo de la melancolía.
El título de la muestra es la repetición del nombre del periódico de la Unión Soviética, principal órgano de información del Partido Comunista hasta finales del siglo XX, y se traduce como "Verdad, Verdad". En la exhibición, Michelena establece un juego entre el logotipo del medio en la época de Iósif Stalin y las pinturas de los artistas, escritores y militares que fueron exiliados o mandados a las purgas, puestas en marcha entre 1934 y 1939 por el gobierno del Padrecito.
"Para darle a la exposición un sello de fuego, más que de agua, tomé como leitmotiv el logo del período conocido históricamente como `los años del terror’. Al repetirlo dos o más veces pretendo reiterar tanto el aspecto de censura como el de verdad", escribe en un texto de la sala la autora del poemario Honra de la sierva (2002).
Tres estilos, tres momentosDos pasiones inspiraron Pravda, Pravda. La primera es el amor de Michelena por el autor deCrimen y castigo (1866), al punto de que se hace llamar su viuda. La otra fue la acuarela, con que la poeta deja correr las noches de los sábados desde que se mudó a Moscú, en el año 2004, gracias a una beca de la Fundación Schlageter.
Las tres salas de la muestra describen la evolución de la creadora en la técnica de la acuarela. En la primera sección, "Apoyatura", se encuentra un video silente y una serie de acuarelas que datan de 2004 con textos sobre la relación de Michelena con los artistas rusos. La segunda, "Moderatto", está integrada por dibujos más simples y diluidos, que imitan el silencio religioso ante la obra de arte que inspira las composiciones pictóricas de Mark Rothko, explica la creadora. La tercera es una explosión de color donde se suceden los trabajos plásticos más osados, acompañados por una guía de música clásica rusa.
La exposición incluye dos muestras de fotografía. La primera es de Yolanda Pantin: El tren fantasma recrea paisajes inabarcables y extraños. La segunda, de Nina Blok, tiene la poética de Andrey Tarkovsky y rinde honor a la topología urbana de Rusia.
Pravda, Pravda será también la excusa para una programación con la cual se le rendirá tributo a Rusia y que comenzará en la inauguración, cuando Haydée Faverola interpretará un monólogo de El jardín de los cerezos de Antón Chéjov.
Durante un mes habrá recitales poéticos, ciclos de cine de Tarkovsky, conciertos y performances como el titulado Nostalgia, en el que Michelena invitará al público a fumar los cigarrillos creados por la Unión Soviética, cuyas cajetillas llevaban las caras de Lenin y de Stalin. Así quedarán unidas Venezuela y Rusia: por las imágenes solubles de la acuarela y por el humo de la melancolía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario