Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 16 de septiembre de 2012

El mejor artículo que he leído sobre el problema del fanatismo musulmán y sus consecuencias...


Un film incendiario

Luego de la Segunda Guerra Mundial, el mundo musulmán contempló como se les concedía la independencia política -ya Europa no podía con semejante carga, y además el "espíritu de los tiempos" no lo permitía- en la misma medida en que la "cultura occidental" se tornaba avasallante. Era el segundo espejo, y fue eso lo que nutrió el resentimiento.

ANTONIO COVA MADURO |  EL UNIVERSAL
sábado 15 de septiembre de 2012  11:01 AM
Que un film insustancial esté provocando el incendio más extendido que la historia del oikumene musulmán haya presenciado, dice menos de una vasta operación terrorista -que es como Occidente lo está viendo- y más, mucho más de las profundas causas que lo alimentan. A estas alturas, poco importa la chispa que lo inició, lo fundamental reside en el caldo de cultivo que lo ha nutrido, y mucho también en los vientos que garantizan su rápida extensión.

Sigamos con atención el asunto. Un film de muy poca monta -nada de presencia en los más notorios festivales cinematográficos de Europa, ni en los catálogos de Sundance- es conocido a través de los canales de YouTube, y como si se tratara de un resorte en alta tensión, se disparan ataques en muy distintos ámbitos del mundo musulmán. Tanto que ya desbordan el mundo árabe y son tocados también otros lugares distintos al Islam que se expresa en lengua árabe.

Los débiles gobiernos que han ido reemplazando a las feroces dictaduras que consumiera el fuego de la Primavera Árabe -Libia, Egipto, Yemen, por citar los más notorios- hacen vanos esfuerzos por impedir que la ira contra Estados Unidos, en primer lugar, y rápidamente contra otros destacados gobiernos occidentales -Canadá ha cerrado ya alguna embajada en ese mundo- cunda, pero es poco lo que pueden hacer porque, al parecer, ya esa ira ha desbordado el pequeño segmento que siempre tiene grandes reservas antioccidentales, y más allá, anticristianas.

Como todos sabemos, de lo que fuera el glorioso mundo musulmán ya nada queda. Cuando el decrépito imperio otomano -el Islam turcómano- desapareció por obra y gracia de los "Jóvenes turcos", encabezados por el prominente Kemal Ataturk, con él desapareció el último vestigio de aquella gloria: el Califato, que fuera declarado muerto en 1924.

Para ese entonces, ya era un "contrasentido histórico", un inútil remanente de viejas glorias, y su muerte fue ensalzada por los más prominentes musulmanes. Hoy -signo admirable de los tiempos que vivimos- esa fecha infausta es vista como tragedia cósmica, justamente por ese mismo mundo que tanto lo enalteció.

Sucedió, cosa singular, que ese mundo se convirtió en un espejo. En primer lugar, de su pasado, de aquel que fuera sorprendido por la llegada brutal de los franys, que fue como los árabes llamaron a los "francos" que venían a rescatar los Santos Lugares del cristianismo. Colapsó todo su sistema político y la resistencia se afincó en las mezquitas. Lo mismo sucedió cuando aparecieron los invasores mongoles... y los mismo parece estar pasando hoy.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, el mundo musulmán contempló como se les concedía la independencia política -ya Europa no podía con semejante carga, y además el "espíritu de los tiempos" no lo permitía- en la misma medida en que la "cultura occidental" se tornaba avasallante. Era el segundo espejo, y fue eso lo que nutrió el resentimiento.

Muy pronto, empero, los árabes se hicieron notar: ahora flotaban en petróleo, y ello hizo que todas las tensiones sociales afloraran sin control. Que más temprano que tarde eso se desbordaría hacia el mundo ideológico estaba cantado. Y así pasó.

Mientras las élites y los príncipes aprovechaban la recepción de los occidentales, el salafismo, la versión más rigorista del Islam, cundía entre los pobres. Masas de hombres desarraigados en las desbordadas ciudades musulmanas convertirían esa "resistencia cultural" en el incendio que hoy vemos.

Es esto lo que explica la rápida extensión del incendio y lo que hace ver la magnitud de la tarea que tienen ante sí los gobiernos involucrados.

Aferrarse al guión de una conjura de Al Qaida, no sólo ayuda poco, sino que le da a este minúsculo grupo una fuerza que no tiene, y llevará a disparar en dirección equivocada. Los nuevos gobiernos democráticos requieren de oxígeno y un tiempo que se evapora, a Occidente le va la vida en proporcionárselo.

Ojalá que aún se tengan posibilidades.

antave38@yahoo.com


"Viernes de la ira" en todo el mundo musulmán por la película sobre Mahoma

Protestas por la película de Mahoma
Protestas por la película de Mahoma
Los sucesos más cruentos se produjeron en Sudán, donde fallecieron tres personas, y en la ciudad septentrional libanesa de Trípoli, donde una persona más perdió la vida en una protesta

Miles de musulmanes se echaron hoy a las calles de todo el mundo para protestar contra una extraña película burlesca sobre la vida del profeta Mahoma, cuya autoría se desconoce y un extracto de la cual ha sido divulgado por internet. El objetivo de este nuevo "viernes de la ira" han sido las embajadas de Estados Unidos repartidas por países de extremo Oriente, Asia Central, Oriente Medio y África, frente a las cuales al menos cuatro personas murieron y decenas más resultaron heridas.

Los sucesos más cruentos se produjeron en Sudán, donde fallecieron tres personas, y en la ciudad septentrional libanesa de Trípoli, donde una persona más perdió la vida en una protesta en la que resultó incendiado un restaurante de una conocida cadena de comida rápida norteamericana. Mohamad Abderrahim, miembro de la Organización Popular para la Defensa del Profeta de Alá en Jartum, explicó a Efe que una de las víctimas mortales fue atropellada por un coche policial, mientras que las otras murieron por disparos de las fuerzas de seguridad.

Los congregados llegaron a la sede diplomática tras irrumpir brevemente en las embajadas británica y alemana, en el centro de la ciudad. Los incidentes también fueron especialmente graves en Túnez, donde un grupo de islamistas radicales intentó asaltar la sede diplomática y se enfrentó a las Fuerzas de Seguridad, que los repelió con disparos y gases lacrimógenos. Testigos indicaron que al menos cuatro personas resultaron heridas durante la escaramuza, cuando trataban de lanzar cócteles molotov contra el edificio, del que emergió una espesa columna de humo negro.

Los fanáticos también redujeron a cenizas parte del Colegio Americano en la ciudad. Horas antes, y también tras la oración comunitaria de los viernes, decenas de iracundos musulmanes se concentraron frente a la embajada norteamericana en Yakarta al grito de "muerte a Estados Unidos" y "muerte a los judíos". Los congregados corearon consignas como "Estados Unidos es el responsable de la islamofobia en el mundo" y exigieron disculpas a Washington por un filme satírico que ha sido atribuido tanto a un productor de origen judío como a los miembros de la comunidad copta (cristianos de Egipto) afincada en territorio norteamericano.

Las provocativas imágenes, que duran 14 minutos, circulan en internet como el avance de una supuesta película que nadie recuerda haber visto. Su difusión en la red coincidió con el aniversario del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York y desde entonces ha desatado una oleada de indignación, que estalló este día de oración en toda su virulencia. En el Cairo, decenas de islamistas, en su mayoría salafistas (rigoristas islámicos) pero también miembros del ala más beligerante de los Hermanos Musulmanes tomaron la emblemática plaza de Tahrir al grito de "Alá es el más grande" y "con nuestra alma y nuestra sangre defenderemos el Islam". La situación es especialmente delicada en Egipto, donde el nuevo presidente, el islamista Mohamad Mursi, debe lidiar con las presiones de los elementos más radicalizados y defender la alianza con EEUU, pieza fundamental para su debilitada economía.

El miércoles, dos días después de que grupos salafistas asaltaran la sede diplomática estadounidense en el Cairo, el presidente egipcio condenó en Bruselas "las difamaciones al profeta" y dijo estar "totalmente en contra de los eslóganes que lanzan tales provocaciones". Un día después en Roma, calificó los ataques a las embajadas de "pueriles" e "irresponsables" y afirmó que "no tienen otro efecto que alejar la atención del mundo de los verdaderos problemas como la situación Siria y la cuestión palestina". Mursi también expresó su dolor por la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia, Chris Stevens, víctima de un grupo de fanáticos musulmanes que al socaire de las protestas asaltaron el consulado norteamericano en Bengasi. Ante el deterioro de la seguridad en ese país, EEUU ha enviado dos buques de guerra y una fuerza de 50 marines para asegurar sus instalaciones diplomáticas.

Igualmente explosiva es la situación en Yemen, nación a la que el Pentágono ha tenido que enviar un pelotón de marines para proteger sus instalaciones diplomáticas, acosadas por los radicales desde hace varios días. Las protestas volvieron a repetirse en Sana, aunque al parecer las fuerzas de Seguridad locales pudieron contener a los cerca de 2.000 manifestantes que permanecen en torno a la embajada.

En Irán, miles de personas, convocadas por el oficial Consejo de Coordinación de la Propaganda del Irán Islámico, se manifestaron en Teherán y otras ciudades al concluir la oración al tradicional grito de "muerte a Estados Unidos", "Muerte a Israel". Manifestaciones de protesta similares también tuvieron lugar en otros países de mayoría musulmana como Marruecos, Nigeria, Argelia, la India, Afganistán, Jordania, Palestina, Pakistán, Irak, Bangladesh, y Turkmenistán.

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