Bienal de Sao Paulo se inaugura con elogios de la crítica
Dicen que la bienal es "sensible"
DPA/EL UNIVERSAL
sábado 8 de septiembre de 2012 12:00 AM
Sao Paulo.- La Bienal de Arte de Sao Paulo inauguró ayer su trigésima edición rodeada de elogios de los críticos, que destacaron la muestra "limpia" y "sensible" preparada por el venezolano Luis Pérez-Oramas.
Pérez-Oramas armó la muestra con 3.000 obras de 111 artistas, y optó por no invitar a nombres más conocidos, sino por enfatizar las relaciones entre las obras de varios artistas.
"Es una exposición muy sobria, que evita trabajos espectaculares. Tiene un carácter tranquilo y solemne", expresó el curador del Instituto Inhotim de Arte Contemporáneo, Rodrigo Moura.
El director de la Tate Gallery de Londres, Nicholas Serota, también elogió la decisión del curador de enfatizar la relación entre las obras de arte. "No es una Bienal llena de objetos únicos, memorables, sino una asociación de ideas".
La decisión más cuestionada fue la de incluir pinturas, ausente en otras ediciones. "No soy admirador de la pintura, y también creo que sería posible realizar una mejor selección de jóvenes artistas brasileños, pero ésta es una Bienal correcta, limpia", dijo Agustín Pérez Rubio, curador del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.
Pérez-Oramas armó la muestra con 3.000 obras de 111 artistas, y optó por no invitar a nombres más conocidos, sino por enfatizar las relaciones entre las obras de varios artistas.
"Es una exposición muy sobria, que evita trabajos espectaculares. Tiene un carácter tranquilo y solemne", expresó el curador del Instituto Inhotim de Arte Contemporáneo, Rodrigo Moura.
El director de la Tate Gallery de Londres, Nicholas Serota, también elogió la decisión del curador de enfatizar la relación entre las obras de arte. "No es una Bienal llena de objetos únicos, memorables, sino una asociación de ideas".
La decisión más cuestionada fue la de incluir pinturas, ausente en otras ediciones. "No soy admirador de la pintura, y también creo que sería posible realizar una mejor selección de jóvenes artistas brasileños, pero ésta es una Bienal correcta, limpia", dijo Agustín Pérez Rubio, curador del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.
LUIS PÉREZ ORAMAS, CURADOR DE LA BIENAL DE SAO PAOLO
"La Bienal se hace de impulsos"
"La Bienal no fue concebida para responder a un tema. Nos interesaba más plantear el problema de la poética y su diversidad" LUIS ENRIQUE PÉREZ-ORAMAS
La Bienal se ve desde dos ámbitos: la inminencia y la poética
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YASMIN MONSALVE , CURADOR DE LA BIENAL| ESPECIAL / EL UNIVERSAL
viernes 7 de septiembre de 2012 12:00 AM
Sao Paolo, Brasil.- Bajo el lema "La inminencia de las poéticas", la 30° Bienal de Sao Paulo abre hoy sus puertas para ofrecer al público una muestra expositiva formada por 3.000 obras, realizadas por 111 artistas plásticos, que serán exhibidas hasta el 9 de diciembre en los tres pisos del edificio de la Bienal: en el Parque Ibirapuera de Sao Paulo, Brasil.
Para el curador de la feria, el historiador de arte venezolano Luis Enrique Pérez-Oramas, "la Bienal no fue concebida para responder a un tema. No queríamos caer en la tentación fácil de tener obras que ilustraran una temática o que la Bienal se vendiera en el título. Nos interesaba más plantear el problema de la poética y su diversidad", dice.
Después de largos meses de trabajo, reflexiones, viajes, reuniones, visitas a talleres de artistas, entre otras tareas, Pérez-Oramas confiesa que el resultado que desde hoy está a la vista de todos en los 22 mil metros cuadrados del Pabellón proyectado por Oscar Niemeyer, cubrió sus expectativas. "Pienso que una bienal es como un poema: se hace de impulsos".
La exposición pretende ser un evento capaz de producir constelaciones de obras y artistas que conversan entre sí. "Como resultado de un intenso diálogo entre curaduría y artistas invitados tenemos una Bienal compuesta por un gran número de obras inéditas o encomendadas especialmente para formar parte de la muestra", explica Pérez-Oramas.
"La inminencia de las poéticas" es el motivo y punto de partida del cual se deduce una serie de preguntas acerca del presente. Entre ellas, cómo el arte contemporáneo funciona en situación de inminencia, en un mundo imprevisible, marcado por acontecimientos que están por venir y que nuestros sistemas de pensamiento no son capaces de asimilar plenamente.
"Se conjugan dos ideas", dice Pérez-Oramas. "La de inminencia, entendida como aquello que está a punto de suceder, como lo que está en suspenso. Y la de poética, entendida como discurso, como aquello que se expresa, que se calla, que se transforma o que gana potencia comunicativa por medio de los lenguajes del arte. La inminencia también se manifiesta por el hecho de que las obras de arte suceden adquiriendo, cada vez, una forma diferente. La poética es el arsenal simbólico que permite el establecimiento de estrategias discursivas, cada vez más presentes en el arte contemporáneo", refiere el historiador de arte, quien trabajó con André Severo y Tobi Maier como curadores asociados, así como con Isabela Villanueva como curadora asistente.
La Bienal cuenta, además, con una museografía -responsabilidad del arquitecto Martín Corullon- que ofrece al visitante la posibilidad de establecer relaciones entre las obras expuestas, ya sea por proximidad, por conexión visual o indirecta, o por la memoria y continuidad del recorrido, y en donde los vacíos sirven como pausas.
Para el curador de la feria, el historiador de arte venezolano Luis Enrique Pérez-Oramas, "la Bienal no fue concebida para responder a un tema. No queríamos caer en la tentación fácil de tener obras que ilustraran una temática o que la Bienal se vendiera en el título. Nos interesaba más plantear el problema de la poética y su diversidad", dice.
Después de largos meses de trabajo, reflexiones, viajes, reuniones, visitas a talleres de artistas, entre otras tareas, Pérez-Oramas confiesa que el resultado que desde hoy está a la vista de todos en los 22 mil metros cuadrados del Pabellón proyectado por Oscar Niemeyer, cubrió sus expectativas. "Pienso que una bienal es como un poema: se hace de impulsos".
La exposición pretende ser un evento capaz de producir constelaciones de obras y artistas que conversan entre sí. "Como resultado de un intenso diálogo entre curaduría y artistas invitados tenemos una Bienal compuesta por un gran número de obras inéditas o encomendadas especialmente para formar parte de la muestra", explica Pérez-Oramas.
"La inminencia de las poéticas" es el motivo y punto de partida del cual se deduce una serie de preguntas acerca del presente. Entre ellas, cómo el arte contemporáneo funciona en situación de inminencia, en un mundo imprevisible, marcado por acontecimientos que están por venir y que nuestros sistemas de pensamiento no son capaces de asimilar plenamente.
"Se conjugan dos ideas", dice Pérez-Oramas. "La de inminencia, entendida como aquello que está a punto de suceder, como lo que está en suspenso. Y la de poética, entendida como discurso, como aquello que se expresa, que se calla, que se transforma o que gana potencia comunicativa por medio de los lenguajes del arte. La inminencia también se manifiesta por el hecho de que las obras de arte suceden adquiriendo, cada vez, una forma diferente. La poética es el arsenal simbólico que permite el establecimiento de estrategias discursivas, cada vez más presentes en el arte contemporáneo", refiere el historiador de arte, quien trabajó con André Severo y Tobi Maier como curadores asociados, así como con Isabela Villanueva como curadora asistente.
La Bienal cuenta, además, con una museografía -responsabilidad del arquitecto Martín Corullon- que ofrece al visitante la posibilidad de establecer relaciones entre las obras expuestas, ya sea por proximidad, por conexión visual o indirecta, o por la memoria y continuidad del recorrido, y en donde los vacíos sirven como pausas.
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