Proyecto Castro-chavista ¿cómo enfrentarlo?
NELSON CASTELLANO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
jueves 7 de marzo de 2013 12:00 AM
Tres situaciones definen el panorama político de América Latina:
• El Proyecto Castro – chavista y sus aliados.
• La resistencia por parte de países, como México, Colombia, Honduras o Chile quienes representan otras alternativas democráticas.
• Países que hacen un doble juego, no actúan de la misma manera pero no condenan al proyecto antidemocrático de los primeros, porque les representa una fuente de beneficios.
Jamás nuestra región se había encontrado en una situación tan peligrosa, en el pasado los regímenes totalitarios se encontraban definidos y en la lucha democrática los caminos estaban claros. El proyecto perverso que se está instalando, se sirve de los mecanismos democráticos para introducirse dentro del sistema, destruirlo desde adentro, paralizarlo, desmantelarlo y tomar el control total de las instituciones e instalarse indefinidamente.
Es necesario proponer un nuevo camino, los países democráticos no pueden sucumbir al poder de los petrodólares, no reaccionar significa poner en peligro sus realidades. La crisis mundial afecta a todo el mundo, creando condiciones propicias a ofertas mesiánicas, que ponen en peligro sus democracias.
Hemos visto caer dentro de la influencia del proyecto del Foro de Sao Paulo, a muchos países de la región sin reaccionar.
Somos testigos de cómo han implementado los mismos procedimientos: constituyente, centralización del poder, cierre de medios de comunicación, expropiaciones, persecución de la oposición y la reelección permanente.
Paralelamente han centrado esfuerzos para debilitar la OEA, con un ficha del Foro de Sao Paulo como Secretario General, el mismo que participó activamente en el Gobierno de Salvador Allende, primer experimento electoral de los Castro para apoderarse del control de otro país latinoamericano.
A esto se ha unido un conjunto de recién nacidas organizaciones como el ALBA o Unasur con el objetivo de crear bloques controlado por ellos y de enfrentarlos a Estados Unidos.
Los países que no logran controlar, han tenido que enfrentar al apoyo que le brindan a fuerzas beligerantes internas, como son las guerrillas en Colombia o el aislamiento de los otros, como es el caso de Honduras y Paraguay.
Poco a poco se ha debilitado la democracia y los sistemas autoritarios se dan la mano unos a otros.
Es necesaria una nueva plataforma que permita presentar otras alternativas, que se encuentre en sintonía con los intereses y las necesidades de los pueblos y de los ciudadanos que los conforman.
La alternativa debe ser un proyecto, que dé respuesta a las causas que han permitido la propagación del proyecto "Chávez". Debe constituir un Proyecto Social, Económico y Político enmarcado dentro de los valores democráticos, el respeto a los derechos humanos, la propiedad privada y la libertad de expresión.
Un proyecto que defina el tipo de sociedad que aspiramos, que enfrente la democracia totalitaria, la explotación de frustraciones profundas y la instrumentalización de la pobreza. Que nos permita romper con el modelo caudillista del pasado y proponer un modelo nuevo de Sociedad y Estado.
Que promueva la integración regional y no la sumisión, que enfrente las amenazas tradicionales y las nuevas amenazas a la seguridad en la región, grupos terroristas, el extremismo islámico y la proliferación de armas.
Que sustente su acción en la cooperación: Gobierno-Sector Privado-Sociedad Civil. Con un nuevo concepto de desarrollo: crecimiento económico, libertad política, participación, reducción de la pobreza, acceso a los servicios de base.
Con prioridad en la prevención del conflicto. Que proponga un nuevo contrato social que contemple la desigualdad, la vulnerabilidad de los niños y jóvenes y la exclusión de género u origen étnico, dándole prioridad a la educación.
Que rescate la separación de los poderes y contemple la legitimidad de un gobierno durante el ejercicio del poder, que termine con la ideologización de la violencia, la delincuencia organizada, los grupos armados y las milicias.
Es el camino que debemos enfrentar, quizás nuestra única esperanza.
Ex Cónsul de Venezuela en París
Presidente de Venezuela-Futura, Francia
nelsoncastellano@hotmail.com
• El Proyecto Castro – chavista y sus aliados.
• La resistencia por parte de países, como México, Colombia, Honduras o Chile quienes representan otras alternativas democráticas.
• Países que hacen un doble juego, no actúan de la misma manera pero no condenan al proyecto antidemocrático de los primeros, porque les representa una fuente de beneficios.
Jamás nuestra región se había encontrado en una situación tan peligrosa, en el pasado los regímenes totalitarios se encontraban definidos y en la lucha democrática los caminos estaban claros. El proyecto perverso que se está instalando, se sirve de los mecanismos democráticos para introducirse dentro del sistema, destruirlo desde adentro, paralizarlo, desmantelarlo y tomar el control total de las instituciones e instalarse indefinidamente.
Es necesario proponer un nuevo camino, los países democráticos no pueden sucumbir al poder de los petrodólares, no reaccionar significa poner en peligro sus realidades. La crisis mundial afecta a todo el mundo, creando condiciones propicias a ofertas mesiánicas, que ponen en peligro sus democracias.
Hemos visto caer dentro de la influencia del proyecto del Foro de Sao Paulo, a muchos países de la región sin reaccionar.
Somos testigos de cómo han implementado los mismos procedimientos: constituyente, centralización del poder, cierre de medios de comunicación, expropiaciones, persecución de la oposición y la reelección permanente.
Paralelamente han centrado esfuerzos para debilitar la OEA, con un ficha del Foro de Sao Paulo como Secretario General, el mismo que participó activamente en el Gobierno de Salvador Allende, primer experimento electoral de los Castro para apoderarse del control de otro país latinoamericano.
A esto se ha unido un conjunto de recién nacidas organizaciones como el ALBA o Unasur con el objetivo de crear bloques controlado por ellos y de enfrentarlos a Estados Unidos.
Los países que no logran controlar, han tenido que enfrentar al apoyo que le brindan a fuerzas beligerantes internas, como son las guerrillas en Colombia o el aislamiento de los otros, como es el caso de Honduras y Paraguay.
Poco a poco se ha debilitado la democracia y los sistemas autoritarios se dan la mano unos a otros.
Es necesaria una nueva plataforma que permita presentar otras alternativas, que se encuentre en sintonía con los intereses y las necesidades de los pueblos y de los ciudadanos que los conforman.
La alternativa debe ser un proyecto, que dé respuesta a las causas que han permitido la propagación del proyecto "Chávez". Debe constituir un Proyecto Social, Económico y Político enmarcado dentro de los valores democráticos, el respeto a los derechos humanos, la propiedad privada y la libertad de expresión.
Un proyecto que defina el tipo de sociedad que aspiramos, que enfrente la democracia totalitaria, la explotación de frustraciones profundas y la instrumentalización de la pobreza. Que nos permita romper con el modelo caudillista del pasado y proponer un modelo nuevo de Sociedad y Estado.
Que promueva la integración regional y no la sumisión, que enfrente las amenazas tradicionales y las nuevas amenazas a la seguridad en la región, grupos terroristas, el extremismo islámico y la proliferación de armas.
Que sustente su acción en la cooperación: Gobierno-Sector Privado-Sociedad Civil. Con un nuevo concepto de desarrollo: crecimiento económico, libertad política, participación, reducción de la pobreza, acceso a los servicios de base.
Con prioridad en la prevención del conflicto. Que proponga un nuevo contrato social que contemple la desigualdad, la vulnerabilidad de los niños y jóvenes y la exclusión de género u origen étnico, dándole prioridad a la educación.
Que rescate la separación de los poderes y contemple la legitimidad de un gobierno durante el ejercicio del poder, que termine con la ideologización de la violencia, la delincuencia organizada, los grupos armados y las milicias.
Es el camino que debemos enfrentar, quizás nuestra única esperanza.
Ex Cónsul de Venezuela en París
Presidente de Venezuela-Futura, Francia
nelsoncastellano@hotmail.com
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