Terraplén de La Punta en Aragua está a punto de colapsar,
Lago de Valencia se encuentra
tres metros por encima de
nivel máximo
Deyalitza Aray: Gobierno Nacional evade responsabilidad ante crecida del
Lago de Valencia (22 - 5 - 2011)
Iraida Fermín de Izaguirre
|| Cauce Claro
Cuando llueve del cielo
Dice la Biblia que Dios envió a su pueblo en el desierto maná para que se sustentaran... pero exceptuando este caso y excepción hecha de las lluvias, del cielo solamente podemos esperar el cumplimiento de las peticiones que le hacemos y su santo cobijo cuando abandonemos este mundo y hayamos acumulado méritos para merecerlo. Por consiguiente todo lo demás debemos trabajarlo, ganarlo con nuestro propio esfuerzo, con nuestra dedicación, sin flojera.
Yo siempre he sostenido que la salud y hasta la belleza son una especie de Banco, donde a diario hay que hacer depósitos para aumentar su caudal y esto no es que nos vaya a liberar tanto de las enfermedades como del deterioro físico y mental propios de la vejez, pero sí creo que si lo hacemos llevamos un buen porcentaje inclinado a nuestro favor y esos males de hecho inevitables serán menos notorios y más llevaderos.
Esta acotación viene al caso porque todas esas cosas que hagamos requieren un esfuerzo, pequeño o grande, pero esfuerzo al fin que no nos llueve del cielo como el maná, generalmente no nos lo regalan, tenemos nosotros que trabajarlo, luchar, apartar la desidia y el abandono, sólo así lo obtenemos.
Pero resulta que en esto como en muchas otras cosas estoy en contradicción con la mayoría de personas... “¿Eso no hará daño? Yo vi en TV...”... -”No, chica, si uno hace caso de ese bombardeo de información no come ni hace nada, yo que te lo digo”... Y uno ingenuamente se lo come y se lo sigue comiendo cada vez que tiene oportunidad... ¿ingenuamente? o ¿inconscientemente? Yo me inclino por la última respuesta. Y así se va viviendo la vida despreocupadamente hasta que llega el momento en que el Banco nos pasa un balance en rojo, no tenemos nada, todo lo hemos gastado o malbaratado y llegó la oportunidad de quejarse: “¿Cómo me puede pasar esto a mí?”... “¿Cómo llegué a este peso?” (o sobrepeso, más propiamente)... “Fulana es de mi edad, pero se ve más joven que yo”... Y así se deja deslizar un rosario de lamentaciones, y como la mente en estos propósitos es cómplice no retrocede en el tiempo para recordarnos todo cuanto hicimos para encontrarnos en esta situación.
Con el paso del tiempo uno va perdiendo la voluntad y comienza a descuidar determinadas prácticas; se necesita una dosis alta de voluntad para retomar los propósitos y por qué no decirlo, en ello influyen varios procesos químicos del organismo que al devenir del tiempo pierden un buen porcentaje de practicidad.
Todas esas sustancias que ahora oímos mencionar, con sus mínimas dosis van interactuando y toda esta cadena tiene a veces una influencia decisiva para que cumplamos con lo que teníamos abandonado o con lo que nunca hemos hecho, o por el contrario para que dejemos de hacer lo que a todas luces nos hace daño, nos perjudica y continuamos realizando. Pero amigos, a todo eso hay que sobreponerse e imponerse; de esa manera conservamos el cuerpo ágil y la mente despierta.
El Carabobeño 23 mayo 2011
Sin plan de
emergencia comunidades
aledañas al lago
Las familias esperan que las autoridades difundan rápidamente un plan de acción. (Foto César Pérez)
Franlia Rodríguez H. | frodriguez@el-carabobeno.com
Hasta los momentos las autoridades no se han pronunciado sobre cuáles son las medidas de prevención y acción que ejecutarán en caso de una emergencia a fin de salvaguardar la vida de los habitantes de La Punta, Mata Redonda y demás comunidades aledañas del lago Los Tacarigua, en Maracay.
En Mata Redonda y La Punta continúa la angustia. Las familias esperan que las autoridades de los cuerpos de seguridad difundan rápidamente un plan de acción en caso de que el muro termine de derrumbarse. Maritza González, habitante del sector, comentó que las familias que están desde hace 5 años esperando la indemnización que autorizó el Tribunal Supremo de Justicia solo cuentan con una escalera para subir a los techos en caso de que el lago se desborde y arrase con todo lo que esté a su paso.
Las últimas 48 horas de sol han servido para calmar la tensión de los vecinos. Sin embargo, cuentan que por los pronósticos de meteorología la situación de alerta vuelva a repetirse y con consecuencias ya imaginables.
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