A Chávez no lo derrota nadie. Ningún candidato opositor le da por los talones
El problema de las creencias en política, que preceden estrategias eventuales, es que se convierten en dogmas. Al no hacerse realidad... decepciones. Se fijan causales de manera subjetiva. Impera el prorrateo emotivo. Carencia de análisis científico y de perspectiva integral.
Sin embargo, es un recurso efectivo para levantar alientos y confianza. Con ellas, se llenan mítines y caminatas. Sin las creencias triunfalistas (efecto aguijón), sería imposible remontar una campaña electoral. Mientras más triunfadora sea, mayor adeptos y más difícil de justificar... en la derrota.
Creencias más populares del chavismo. A Chávez no lo derrota nadie. Ningún candidato opositor le da por los talones. Mayoría de clase D y E está con él. El pueblo lo quiere con frenesí. Los Ni-Ni votarán por él. La misión vivienda catapulta. La Fuerza Armada le respalda.
Mientras el petróleo este a precio alto no hay derrota. El gobierno es de los pobres y nadie les ayudó antes. El desprestigio de Punto Fijo. Las ideas de Chávez se aplican en Latinoamérica. Simboliza la historia libertaria. Líder mundial. El poder comunal gobierna. Tiene 7 millones de votos. No ha perdido elección.
Aquí hay verdades, semiverdades y grandes mentiras. Pero, la masa no está para bollo. Soplan vientos de revancha. Y el ambiente (ambos lados), cargado de victoria. Pero, hasta los talibanes saben que tendrán que matarse para ganar.
Si no persuade a la gente que se le fue... perderá. Todo radica en la percepción de cambio que proyecte. ¡El dilema del gobierno es demostrar que aprendió en 12 años! Si no posesiona una imagen de innovación y competencia contra inflación, inseguridad, ingreso, corrupción y respeto a la propiedad, estará a tiro de perder. ¡Si es que no lo ayuda el candidato opositor!
efecepe2010@gmail.com
La modernidad, la tecnología, las nuevas tendencias, en sí el conocimiento y su aplicación nos han dotado con nuevas y maravillosas herramientas que nos permiten comunicarnos, expresarnos e interrelacionarnos con personas a las cuales inclusive jamás conoceremos, pero que de tanto leerles o responderles pasan a ser como amigos nuestros a pesar de que no tengamos puntos de acuerdo en ciertos temas.
Hoy en día interactuamos en muchos foros, páginas webs, Blogs, Wikis, Twitter, etc., y cualquiera tiene acceso a expresar sus opiniones, yo las mías y los demás las suyas.
Cada uno de estos foros tiene sus adeptos, y cada uno tiene un personaje o esos personajes, los cuales se encargan de hacer el foro más interesante, pero también corren el riesgo de convertirse en un fastidio por lo reiterativas y dogmáticas de sus opiniones, por la forma burlona en que se expresan, por las imprecisiones, por la falta de conocimiento a fondo de los temas, por no ofrecerse la oportunidad de atacar lo escrito con respeto y criterio de diversidad.
En www.eluniversal.com uno de los Labastidas se llama tal, y es un personaje que resulta interesante en tanto y en cuanto se toma el tiempo para opinar sobre todo los temas que cualquier columnista tenga a bien escribir. Y eso está bien.
Lo que objeto es, porque también tengo mi opinión, es la forma en la cual lo hace. Usualmente de una manera uniforme esgrimiendo una unicidad de criterio asombrosa de su opinión sin importar el tema tratado. A menudo descalificando y apartándose del contenido de los artículos para defender solo, la ideología, un personaje y una gestión indefendibles, obviamente con la infaltable referencia al pasado.
En todo caso, a mí me gustaría que los Labastidas atacaran más el tema expuesto, lo cual enriquecería la discusión, el foro, y el intercambio de ideas.
Yo opino porque tengo una opinión y un criterio sobre diferentes temas. Además, sí, tengo una posición política, lo cual me permite expresar mis desacuerdos con lo que no comulgo, no acepto, o pienso está mal o va por mal camino. Ese es mi derecho. Y los Labastidas tienen el suyo a no estar de acuerdo conmigo o entre sí con otros participantes. No obstante, descalificar a priori y destempladamente no ayuda a construir.
La defensa a ultranza de la posiciones se convierte en fanatismo con el tiempo.
Yo prefiero opinar para que otros también se expresen en contra o a favor de lo que escribo, sin esperar que mi opinión sea una verdad universal. Más bien espero que sea el reflejo de lo que veo, vivo, y experimento. Si se me va la luz, o se desengancha el vagón del Metro a mitad de camino, o me atracan, o si no consigo los alimentos, o si no tengo empleo, o si experimento la inflación, o el abuso de poder, o me afectan las lluvias, solo lo reporto. Usualmente sobre eso escribo. Pero los Labastidas nunca verán mi intención, que muy bien podría ser la de ellos mismos, porque también viven en este país y padecen de lo mismo que yo padezco.
A todos los Labastidas, de pana, discutan los temas, las ideas, hay que expresarse para construir no para justificar.
frcint@yahoo.com
El carácter virtual de la obra del actual régimen está fielmente caracterizado por la figura de la maqueta. Maqueta: reproducción física a escala de algo ficticio o real en tres dimensiones; casi siempre en tamaño reducido. También se confeccionan maquetas en verdadero tamaño para marketing de inmuebles en complejos urbanos y otros casi diminutos para promociones en transeúntes como por ejemplo los llaveros.
El régimen se vale de este artilugio de la ingeniería para jugar con la esperanza de los más humildes y seducirlos con proyectos inejecutables en el terreno real, si no en espacios reducidos como en pulidas tablazones del Palacio de Miraflores. Allí se han edificado en miniescala miles de viviendas en tiempo récord. El cinismo del Presidente es tal que en cadena nacional otorgó el título de propiedad a una humilde señora de un apartamento de "esquina y con vista, ¡éste que está aquí!" pero en maqueta.
Hay otra definición de maqueta que se corresponde con los llamados dioramas. Diorama: panorama que permite ver desde un mismo espacio dos o más concepciones distintas. El Presidente ha encarnado a lo largo de 12 años la parte espuria del diorama revolucionario para justificar su ineptitud. Él supone haber creado trenes, barcos, vehículos, refinerías, hospitales, monorrieles, etc.
El maquetismo también puede estar referido a entes dinámicos que se delinean con movimientos controlados como por ejemplo los dioramas militares de guerras navales, terrestres o aéreas, sobre los cuales el Presidente se autoglorifica con frecuencia. La maqueta puede o no estar a escala como también simular o no cualquier objeto sin el acabado ni la traza real como por ejemplo un teléfono celular o el cultivo en balcones.
Si algún sector de la economía crece exponencialmente es el de la maquetería. Arquitectos, urbanistas, dibujantes, ingenieros de varias disciplinas, técnicos en imágenes, han sido habilitados por el régimen para impulsar una ilusión que tiende a minimizar la realidad y resaltar la fantasía. La Misión Vivienda se circunscribe en este macabro juego, pues se nutre no sólo de supuestas casas que algún día se edificarán sino de las confiscadas a particulares.
En el Palacio de Miraflores se han habilitado amplios espacios para acopiar grandes volúmenes de maquetas y testimoniar la ciclópea obra gubernativa para pesar de los antimaquetarios escuálidos. Sin embargo nadie sabe dónde está la maqueta de la red ferroviaria que cruzaría el país de norte a sur y de este a oeste, ni de las ciudades socialistas, de las centrales azucareras cubanas, de las playas a la orilla del Guaire, de las 50 nuevas universidades incluida la de Miraflores, del segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, del oleaje en La Carlota y cientos más.
Los jóvenes que deseen aprovechar la ocasión de forjar un buen futuro deben desistir de las carreras que hoy cursan, ya que mañana se convertirán en profesiones muertas. En la actual crisis, según Chávez imaginaria e incitada por "los otros", el mercado de la maquetaría ofrece buena posibilidad de desarrollo para mentes ganadas por la fantasía. Así pues, sobre todo, estudiantes de arquitectura deben declinar del exclusivismo conexo al diseño de edificios y urbanismo racional para volcarse al maquetismo en que con seguridad tendrán un promisorio porvenir.
¿No ha pensado el régimen construir una batería de maquetas de centrales eléctricas y mastilitos de conducción para testimoniar el desenlace de los cortes eléctricos? ¿Y de figurillitas policiacas combatiendo la inseguridad y la delincuencia? ¿Y de hospitalitos con médicos cubanos para simular el fin de la crisis hospitalaria? ¿Y de prototipos de supermercados con productos a bajo precio poniendo así fin a la carestía? Alguna idea se le ocurrirá a alguno de los genios que adulan al Presidente.
La verdad es que de 69.000 casas prometidas en 1999, apenas se han adjudicado 1.900 (3%). Como sucede con todo ámbito del cosmos marxista, el país está figurado por una maqueta ideológica que se apolilla con el tiempo (12 años) mientras la infraestructura erigida durante 70 años se transforma en chatarra.
miguelbm@movistar.net.ve
La búsqueda de justicia no tiene que limitarse a una sala de juicios...
El 7 de agosto de 2006, Yean Manuel Mijares estaba en su casa en el barrio San Andrés de El Valle, en Caracas, en compañía de su familia, cuando se presentaron cuatro funcionarios de la Policía Metropolitana (PM), quienes, sin orden de allanamiento ni de detención, ingresaron violentamente al hogar para aprehender a Yean Manuel, debido una supuesta denuncia que tenía en su contra.
Yean Manuel Mijares fue trasladado a la sede de la PM de la Zona 10 de El Valle, donde le cubrieron los ojos con un trozo de tela y cinta adhesiva, le propinaron puntapiés y puños, y con un palo de madera envuelto en tela le golpearon la cabeza, el rostro, los ojos, el tórax y las costillas. Posteriormente, lo obligaron a acostarse boca abajo, esposado con sus brazos hacia la espalda, le cubrieron la cabeza con una bolsa, dentro de la cual pusieron una sustancia tóxica. Mientras tanto, uno de los policías presionaba con el dedo pulgar la región media del cuello de Yean Manuel, y le decía que cuando ya no pudiera respirar, le tocara con sus dedos entre las piernas para soltarlo. También le aplicaron la sustancia tóxica en las fosas nasales y la lengua, generando quemaduras de primer grado en los laterales de esta última.
Al día siguiente, Yean Manuel fue presentado ante el Tribunal 18 de Control del Área Metropolitana de Caracas, por la presunta comisión del delito de porte ilícito de arma, quedando en libertad plena por no encontrarse elementos incriminatorios en su contra.
Por otra parte, los funcionarios responsables fueron absueltos en diciembre de 2009, pues la jueza Ninfa Ester Díaz, del Tribunal 14 de Juicio de Caracas, estimó que no había elementos probatorios suficientes para demostrar la tortura, la violación de domicilio y la privación ilegítima de libertad. La Fiscalía 83 de Caracas interpuso apelación en mayo de 2010, para luego desistir de dicho recurso en marzo de 2011, quedando definitivamente firme la sentencia.
La tortura de Yean Manuel quedó impune, nadie fue sancionado por estos actos de crueldad extrema y no fue posible obtener justicia en los tribunales. Todo esto me hace preguntarme, ¿hay otra justicia posible? Yo creo que sí. Se puede seguir buscando justicia a través de la exigencia de una ley para prevenir y sancionar la tortura, luchando por la consolidación de un modelo policial respetuoso de los derechos humanos y con acciones de solidaridad con otras víctimas de estas violaciones de derechos humanos. Estos logros serían también una manera de hacer justicia, en este caso y muchos otros.
La frase "hacer justicia por sus propias manos" toma una nueva dimensión, no para referirse a la venganza como forma de retribución, sino como una lucha constante de la víctima, donde la justicia va más allá de una sentencia condenatoria. La búsqueda de justicia no tiene que limitarse a una sala de juicios, ni debe detenerse por una sentencia absolutoria. Debe ser una lucha librada en diversos espacios de dignidad y respeto de los derechos humanos, con un mensaje esperanzador. La pregunta sería entonces, ¿estamos dispuestos a luchar por otras formas de justicia?
rafaelgarrido85@gmail.com
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