Mario Vargas Llosa. Escritor. Desde Madrid, en entrevista telefónica con La República, el Nobel desnuda a los actores que están detrás de la campaña del miedo emprendida contra la elección de Ollanta Humala. Además, responde a sus críticos.
Pareciera que el miedo inspira la adhesión tanto para Humala como para Fujimori. ¿En qué medida este factor puede distorsionar y llevarnos a un error en las próximas elecciones?
Desgraciadamente, el miedo es una arma que están utilizando mucho los partidarios de Keiko Fujimori para tratar de ganar unas elecciones que yo pienso sienten que están perdiendo. Es, sobre todo, una inseguridad creciente porque en las últimas semanas mucha gente, rompiendo la inseguridad que tenían, han dado el paso de apoyar abiertamente a Humala, tranquilizados con las muchas manifestaciones que ha dado de haber centrado su propuesta y de garantizar que (esta) no va a ser mellada en caso de que él asuma la presidencia, que va a continuar con la línea económica que está trayendo beneficios al Perú....()
Vargas Llosa a De Soto: No debato con un fujimontesinista
Mar, 24/05/2011 -No se calló nada el premio Nobel Mario Vargas Llosa en esta entrevista exclusiva con La República. Respondió cuestionamientos a su apoyo público al candidato Ollanta Humala. Además se dio un espacio para reaccionar ante dichos del cardenal Juan Luis Cipriani y del periodista Jaime Bayly. "No debatiré con De Soto", afirmó.
Mario Vargas Llosa. Escritor. Desde Madrid, en entrevista telefónica con La República, el Nobel desnuda a los actores que están detrás de la campaña del miedo emprendida contra la elección de Ollanta Humala. Además, responde a sus críticos.
Inés Flores.
Pareciera que el miedo inspira la adhesión tanto para Humala como para Fujimori. ¿En qué medida este factor puede distorsionar y llevarnos a un error en las próximas elecciones?
Desgraciadamente, el miedo es una arma que están utilizando mucho los partidarios de Keiko Fujimori para tratar de ganar unas elecciones que yo pienso sienten que están perdiendo. Es, sobre todo, una inseguridad creciente porque en las últimas semanas mucha gente, rompiendo la inseguridad que tenían, han dado el paso de apoyar abiertamente a Humala, tranquilizados con las muchas manifestaciones que ha dado de haber centrado su propuesta y de garantizar que (esta) no va a ser mellada en caso de que él asuma la presidencia, que va a continuar con la línea económica que está trayendo beneficios al Perú.
El miedo de los sectores poderosos también inspiró la elección de Mussolini en Italia, y de Hitler en Alemania.
Es un peligro que hay que tener en cuenta, sobre todo por el tipo de guerra sucia que están empleando (en el Perú). Los medios han perdido toda apariencia de objetividad: la campaña de invenciones, de falsificaciones, de calumnias contra Ollanta Humala cubren el espectro de toda la media y los espacios que dejan para que los partidarios de Humala puedan expresarse son mínimos.
¿Esta campaña del miedo tendrá efectos electorales?
Mi impresión es que en el país el miedo a Humala se va eclipsando poco a poco, y que cada vez hay una mayoría que ve en ese tipo de métodos y recursos algo que descalifica al fujimorismo y que anuncia, además, lo que significaría el fujimorismo si vuelve al poder...
¿Qué significaría?
El restablecimiento de una dictadura que llenó de injusticia, de sangre y de corrupción en el Perú durante ocho años.
Derecha fascista
Se advierte que habría un fascismo de derecha si gana Fujimori, y un fascismo de izquierda si gana Humala. ¿Qué opina?
Creo que el fascismo de izquierda, si gana Humala, es falso. Humala está hoy en día rodeado por mucha más gente democrática que por gente que quisiera una revolución socialista. Humala se ha comprometido, en un juramento público y en una modificación de su programa de gobierno, que es muy semejante a las izquierdas democráticas de América Latina. Sí, tenemos un fascismo de derecha, y eso es lo que fue Fujimori y eso es lo que volverán a ser...
¿Por qué?
Porque son los mismos. Salvo los que están presos por asesinos y ladrones, los que están sueltos están rodeando a Keiko Fujimori y las instrucciones y la campaña la dirige desde la Diroes el señor Fujimori. Sobre eso no hay que engañarse. Estamos viendo las persecuciones a periodistas, los intentos de acallar a periodistas independientes.
¿Qué garantiza que un ex comandante del Ejército, sin antecedentes de vida partidaria ni de práctica democrática, no termine en el proscenio de los regímenes autoritarios de América Latina?
En primer lugar, el programa que hoy día (Humala) está llevando, y que ha jurado ante la Biblia respetar. Y en segundo lugar, la gente que lo va a rodear. Si él gana las elecciones las va a ganar porque ha conseguido que un sector muy importante de peruanos demócratas y liberales, como yo mismo, apoyemos su candidatura en el convencimiento de que no va a alterar las instituciones democráticas, que las va a respetar y las va a reforzar... El señor Humala es un militar que se levantó contra Fujimori en Locumba. Él estuvo contra la dictadura del señor Fujimori. Ahora, si el señor Humala no cumple su compromiso, los peruanos democráticos saldríamos a las calles a defender lo que hemos votado. Pienso que eso no va a ocurrir, creo que hay una evolución muy positiva de la candidatura de Humala en la buena dirección.
¿Por qué nuestra derecha no escatima en auspiciar regímenes autoritarios con tendencias fascistas para proteger sus intereses económicos?
Hay un sector de la derecha que sí es democrático. Pero hay otro sector que es ultra y no está acostumbrado a la democracia. Hay una tradición, por desgracia: ellos estuvieron con Sánchez Cerro, Odría, con la dictadura de Velasco y de Morales Bermúdez, colaboraron con Fujimori. Ese sector no es democrático, y hoy día están haciendo todo lo posible para que sea visible su poca convicción democrática por la manera como están llevando esta campaña.
Las ovejas negras
Algunos de los personajes que rodean a Fujimori, de tendencias fascistas, lo rodearon a Ud. en 1990. ¿Qué reflexión le merece?
Cuando ellos estuvieron conmigo no eran fascistas, parecían muy demócratas y muy liberales.Afortunadamente, la gran mayoría de la gente que me rodeó en el movimiento Libertad, en Acción Popular, en el Partido Popular Cristiano, mantuvo esa línea. Fueron muy poquitos los que se vendieron, (y) ellos están con Fujimori. Lamentablemente, en todos los partidos y en todos los movimientos hay siempre las ovejas negras, pero por eso no se puede contaminar a todo el mundo. Hay una derecha democrática y liberal en el Perú, como hay hoy día afortunadamente una izquierda liberal, democrática. Es muy bueno que en esta ocasión nos estemos reuniendo todos en un gran movimiento que tenga como sustento la defensa de la libertad, de la legalidad, de la democracia, que es lo que trae progreso y justicia en un país.
¿Ud. respalda a Humala por resentimiento debido a su derrota electoral frente a Alberto Fujimori? Esto lo señalan sus críticos y la candidata fujimorista.
Esas son manifestaciones de gente que tiene una mentalidad muy pequeñita y cree que las personas solo funcionan debido a envidias, emulaciones, resentimientos y no a principios. Yo no tengo ningún resentimiento con el señor Fujimori. Por el contrario, fui la primera persona que fue a felicitarlo por su victoria. Durante los dos primeros años de su gobierno, en democracia, no escribí ninguna sola línea ni hice una sola declaración en contra de su gobierno. Y muchos parlamentarios de Libertad apoyaron algunas de sus medidas que nos parecían buenas en ese momento. Comencé a criticarlo cuando él dio el golpe de Estado, porque estoy en contra de todas las dictaduras y en eso me he mantenido a lo largo de toda mi vida en absoluta coherencia. ¿Envidia y resentimiento? ¿Por qué los tendría? La verdad que a mí me ha ido bien en la vida, me dedico a escribir, que es una profesión hermosísima. Mi vocación literaria solo me ha traído satisfacciones, reconocimientos, mucho más de lo que yo podría esperar, ¿qué envidia puedo tener yo a un señor que está preso por asesino y por ladrón?
Peligro para el país
Sus críticos le reclaman que usted vive en España y no va a enfrentar las consecuencias económicas en un eventual gobierno de Humala. ¿Qué les responde?
Si hay problemas con la democracia peruana yo voy a estar allá, como lo he hecho siempre, arriesgándome en los momentos difíciles. Yo no he ido jamás a medrar ni a pedir puestos, ni he aceptado cargos. Mis participaciones en política, que han sido siempre por razones de principios, solo me han traído dolores de cabeza, inconvenientes, y sin embargo yo sigo haciéndolo porque tengo mis convicciones democráticas, demostrando, enfrentando todos los riesgos que haya que correr. He intervenido en política muy a mi pesar. Veo un serio peligro para mi país. No quiero que mi país vuelva a tener una dictadura tan dañina, tan perjudicial, que hizo tantos estragos en el Perú. No solo por los desaparecidos, los muertos, los torturados, sino por las terribles secuelas que deja la dictadura...
¿Las mismas prácticas del decenio fujimorista?
Lo que estamos viendo hoy en día, en esta campaña de guerra sucia, de maniobras certeras, de malas artes, esas son consecuencia de unos métodos que se erradicaron en el Perú en los años de dictadura. Eso es Montesinos en acción, eso es Fujimori en acción: todas las presiones contra la prensa, la manera cómo la prensa fue corrompida y maleada por la intimidación o por soborno. No quiero que eso vuelva al Perú, porque causaría tremendos estragos, y sobre todo arruinaría estos diez años que tenemos de crecimiento económico, de renacimiento de las instituciones democráticas. Eso es lo que tenemos que repetirle al pueblo peruano para que simplemente, haciendo un esfuerzo de memoria, recuerde lo que significó el fujimorismo, el
montesinismo, e impida que resucite esa dictadura que llenó al país de oprobio, corrupción y censura durante ocho años.
El artista Fernando de Szyszlo, su amigo, no comparte su respaldo al candidato nacionalista. Ha dicho que ninguna de las variantes que ha venido presentando Ollanta Humala lo convence, y que “no votar es votar por mi país”.
Yo tengo mucho cariño y mucha admiración por Fernando de Szyszlo, que es mi mejor amigo, y todo lo que él diga para mí me parece respetable, porque sé que está dictado por la honradez, por la sinceridad y por una clara vocación democrática.
A De Soto: No debato con un fujimontesinista
Hernando de Soto lo ha retado públicamente a debatir con él. Dice que usted se escuda en su hijo Álvaro. ¿Qué le responde?
Esas son maniobras del fujimontesinismo. Están nerviosos, y entonces utilizan toda clase de recursos a ver si distraen a la opinión pública de lo que es realmente importante...
¿No debatirá con él? Ha advertido que si no lo hace hará quedar mal a Ollanta Humala.
Yo no voy a discutir ni a debatir con ningún fujimontesinista ni ninguna persona que tenga tan pocas credenciales democráticas como esa persona.
Mario, en esta cruzada que libra contra la candidatura de Keiko Fujimori, ¿usted se ha reencontrado con la izquierda y los ideales que defendió en su juventud?
No. Yo sigo absolutamente coherente con mis propios ideales, que son los ideales democráticos, liberales. Esos ideales los he defendido desde hace muchos años, y esos son los ideales que estoy defendiendo en este momento. Y sigo siendo absolutamente coherente a mi rechazo de toda forma de dictadura para el Perú, para América Latina y para cualquier lugar del mundo. Estoy defendiendo una opción, que me parece democrática, para evitar que resucite una dictadura que llenó de sangre, de pobreza y de corrupción a mi país.
Sobre el cardenal Cipriani y Jaime Bayly
El cardenal Cipriani le atribuye incoherencia porque le cree a un Humala que juró ante la Biblia, siendo usted agnóstico. ¿Qué dice?
A mí me parece muy bien que la gente jure ante la Biblia si cree. Eso me parece muy respetable. Entiendo que Humala es un creyente; entonces, pues, su juramento me parece bastante bien. Ahora, el cardenal Cipriani es un excelente político, porque utiliza todo a favor de su causa, y su causa en estos momentos es Keiko Fujimori.
Es uno de sus más críticos...
Me parece un arzobispo muy discutible, porque está dividiendo a los católicos peruanos, entre los cuales hay una gran mayoría de demócratas que no ven con buenos ojos que el jefe de los pastores de la iglesia peruana se haya convertido en un agitador y un propagandista de una dictadura. Me parece lamentable que la iglesia tenga como el pastor del rebaño católico a alguien que olvida su misión pastoral a favor de una dictadura que no solo mató, torturó, desapareció sino que esterilizó a 300 mil campesinas peruanas sin que el arzobispo Cipriani diga una sola palabra para condenar semejante crimen.
Jaime Bayly ha escrito sobre usted hoy (ayer) en un diario local, y le pregunta: ¿en qué momento se obnubiló Mario Vargas Llosa?
No voy a contestarle a ese personaje, a quien yo hice que lo publicaran. En mala hora. Fue una de mis grandes equivocaciones. ¿En que se ha convertido desde entonces después de ser un joven que prometía mucho? Primero, en un payaso; y luego, en un verdadero bufón maligno al servicio del fujimontesimismo.
" El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos " A. Gramsci.
Los votos de Jaime Bayly
La personalidad de Jaime Bayly ha sido siempre controvertida, desde sus primeros años en la televisión su forma de llevar a cabo la conducción de sus programas le valió el apodo de ‘El niño terrible’, sin embargo y pese a los muchos escándalos que ha protagonizado debido a su vida privada, una de sus columnas publicada poco antes de las elecciones, generó nuevas y enfrentadas reacciones. El motivo: su apoyo a Keiko Fujimori.
La columna en cuestión se titula “Mi voto es para Keiko“ y esto no tendría nada de incongruente si un año antes no hubiese declarado a la prensa extranjera que Keiko, en caso de ser presidenta, “actuaría como geisha de Alberto Fujimori” y si muchos años antes no hubiese entrevistado a Susana Higuchi develando los vicios de Alberto Fujimori.
Pero, vayamos por partes, cuando Jaime Bayly aún pretendía ser candidato presidencial declaró esto:
“Keiko, lo primero que haría, sería liberar a su padre (condenado a 25 años de cárcel por violar derechos humanos)”
“No creo que sea bueno para el Perú (que gane Keiko). El señor Fujimori estaría instalado en Palacio. Sería él quien tome las decisiones y elija los colaboradores y ella sería una geisha con funciones protocolares”
Sin embargo, el tiempo pasó y Jaime Bayly de enfrentarse a Keiko pasó a decir que hacía tiempo deseaba votar por ella:
“Mi voto lo tengo decidido hace ya bastante tiempo. Votaré con entusiasmo por la señora Keiko Fujimori Quienes me conocen saben que hace varios años vengo diciendo que la señora Fujimori será la próxima presidenta del Perú. Es lo que sinceramente deseo por el bien de los peruanos”
Los motivos para defender la candidatura de Keiko Fujimori y su posible presidencia se reducían básicamente a su rol de buena hija con el ex dictador:
” (..) votaré este domingo por Keiko Fujimori, una mujer que no se ha metido en esta pelea electoral por ambiciones personales sino por amor a su padre, porque el destino le planteó un desafío mítico que ella tuvo el coraje de aceptar y no esquivar, porque su candidatura se funda no en desbordes ególatras o en apetitos de poder sino en la sabia resignación de quien acepta cumplir la ardua misión que el destino le ha encomendado, aun a expensas de complicarse la vida personal y familiar. Tengo tres hijas. Cuánto quisiera que mis hijas, si llego a los setenta y dos años, me quieran como Keiko Fujimori quiere a su padre ahora en prisión. Por eso, respeto y admiro a la señora Fujimori y votaré por ella este domingo”
En esos momentos de defensa a Keiko, Bayly parecía haber olvidado el testimonio de Susana Higuchi a la que hace casi 10 años entrevistó en su programa ‘El Francotirador’
Y los testimonios que ella brindara a diferentes medios en los que narraba las toruras de las que había sido víctima y hasta la descripción que hiciera para Caretas sobre Keiko:
El Mercurio de Chile asegura que los fujimoristas ya preparan la candidatura de Keiko para el 2011, usando la figura de ‘la hija que defiende al padre’.
–Esos siempre están en campaña; gastan un montón de plata. Keiko es la candidata natural del fujimorismo. Tiene ángel para la gente de afuera. Para mí, tiene cara de diablo. La conozco, son intimidades familiares… La quiero, pero se desfoga conmigo. A mí me entra por un oído y me sale por el otro.
Pero, hoy Jaime Bayly ha dado un nuevo paso y ese ha sido el de cuestionar a Keiko Fujimori tanto como a Ollanta Humala. En su columna ha dicho que solo por considerarla el mal menor votará por ella y que si acaso llegara a ser presidenta, él no se aparecería por el Perú de ninguna manera:
Por consiguiente, y como yo no creo en la neutralidad, me reafirmo en mi convicción de que la señora Keiko Fujimori, no siendo desde luego la candidata perfecta, es sin duda el menor de los males y constituye un riesgo considerablemente menor al que representa la amenaza de un gobierno autoritario y estatista del golpista probado de Ollanta Humala. Por eso, el próximo 5 de junio iré a votar en Miami por la señora Keiko Fujimori. Y luego me quedaré los próximos cinco años viviendo en los Estados Unidos
El voto de Jaime Bayly ha ido cambiando con el paso del tiempo, habrá que esperar a que pasen algunas semanas para conocer si es que acaso su actual preferencia por Keiko Fujimori llega a cambiar.
Premio Nobel del Rencor
Para comenzar, no siempre Vargas Llosa fue un demócrata. Vargas Llosa aplaudió con júbilo y alborozo a la dictadura del general Juan Velasco. Vargas Llosa se declaró “revolucionario”, es decir partidario de aquella dictadura. No lo digo yo. Lo escribió el propio Vargas Llosa en marzo de 1975, en una carta dirigida al general Juan Velasco, a quien no llamaba dictador (como llama rabiosamente “dictador, ladrón y asesino” al presidiario Alberto Fujimori), sino a quien llamaba, respetuosa y adulonamente, “Señor Presidente”. Juan Velasco dio un golpe militar y fue un dictador más cruel y más torpe aún que Fujimori y sin embargo, en 1975, Vargas Llosa se hincaba de rodillas ante el dictador Velasco y le decía: “Con la misma firmeza con que he aplaudido todas las reformas de la revolución, como la entrega de la tierra a los campesinos, la participación de los trabajadores en la gestión y propiedad de las empresas, el rescate de las riquezas naturales y la política nacional independiente…”. Leyó usted bien: al séptimo año de la dictadura militar de Juan Velasco, Mario Vargas Llosa se jactaba de aplaudir “con firmeza” las reformas (o sea, los atropellos) de la revolución (o sea, de la dictadura), y no algunas, sino “todas las reformas de la revolución”. Claro, al señor Vargas Llosa, revolucionario adulón del dictador Velasco, que aplaudía “con firmeza” las barbaridades que perpetraba esa dictadura, no le habían quitado una hacienda, como a mi abuelo Roberto, que en paz descanse, ni le habían robado un banco, ni le habían expropiado unas minas o unos campos de petróleo en los que él había invertido millones de dólares. No, claro que no: a Vargas Llosa poco y nada le importaban el abuso y el despojo que sufrieron los agricultores, los banqueros, los empresarios y los inversionistas extranjeros, porque a él no le quitaron nada, y por eso aplaudía “con firmeza” no una sino “todas las reformas de la revolución”, y no en 1968, cuando recién se instalaba esa dictadura, sino en 1975, cuando el dictador Velasco estaba a punto de ser desalojado del poder.
Pero eso no es todo. En marzo de 1975, dirigiéndose en tono untuoso al “Señor Presidente Juan Velasco Alvarado”, Mario Vargas Llosa escribía lo siguiente: “Hay el peligro de que la Revolución Peruana, como muchas otras, deje de serlo. Nada me entristecería más que eso ocurriera”. Es decir, Vargas Llosa en 1975 estaba triste y acongojado no porque se había instalado una dictadura comunista en el Perú. No, no: estaba triste, acongojado y alarmado porque esa dictadura (que él llamaba servilmente “revolución”) corría el peligro de desaparecer.
Pues esto demuestra que Mario Vargas Llosa no es políticamente infalible y que su penosa defensa del golpista Ollanta Humala no resulta la primera vez en que el talentoso escritor defiende a un golpista, pues ya antes, como se ha demostrado, aplaudió y defendió al golpista Juan Velasco, y aplaudió y defendió los atropellos contra la legalidad y la propiedad privada que esa dictadura perpetró.
Sobre Ollanta Humala, a quien ahora apoya, Mario Vargas Llosa ha escrito algunas líneas que conviene recordar.
No hace mucho, en entrevista concedida a la televisión peruana, Vargas Llosa dijo: “Estoy seguro de que si Ollanta Humala hubiese ganado las elecciones, la democracia peruana habría sido destruida y el Perú estaría al nivel de Bolivia, Ecuador o Venezuela”.
Hace pocos años, Mario Vargas Llosa escribió que los hermanos Ollanta y Antauro Humala “han tomado del nazismo el ideal de la pureza racial”, es decir llamó neonazis o racistas a Ollanta y Antauro Humala.
Hace pocos años, Mario Vargas Llosa escribió: “El movimiento etnocacerista quiere armar al Perú para declararle la guerra a Chile y así recuperar Arica”. Que se sepa, cuando Antauro Humala, cumpliendo órdenes expresas de su hermano Ollanta Humala, dio el golpe militar de Andahuaylas hace seis años, Ollanta Humala dijo que los golpistas asesinos “no son subversivos, son unos patriotas”, y dijo además que el golpe de su hermano era “una acción viril” y declaró que él, Ollanta Humala, se consideraba “una pieza del engranaje del movimiento etnocacerista”.
Hace pocos años, Mario Vargas Llosa escribió que el movimiento de los hermanos Ollanta y Antauro Humala “puede parecer payaso, cavernario y estúpido, y sin duda también lo es, pero sería una grave equivocación suponer que, debido a lo primario y visceral de su propuesta, el movimiento está condenado a desaparecer”. En efecto, Ollanta y Antauro Humala siguen siendo “payasos, cavernarios y estúpidos”, como bien los describió Mario Vargas Llosa, y su movimiento no parece condenado a desaparecer, pues Ollanta Humala, con el voto de Vargas Llosa (pero en ningún caso con mi voto), podría ser elegido Presidente del Perú en dos semanas.
No deja de ser curioso que Mario Vargas Llosa esté impaciente por elegir Presidente del Perú a un sujeto al que calificaba de “nazi, racista, payaso, cavernario y estúpido”.
Pero además, hace pocos años Mario Vargas Llosa estaba seguro de que Ollanta Humala era “protegido y fiel discípulo” del dictador venezolano Hugo Chávez, como en efecto era y sigue siéndolo, por mucho que ahora intente disimularlo con embustes. Vargas Llosa escribió hace poco que si Ollanta Humala ganase las elecciones “continuará en el Perú” las políticas de los dictadores Hugo Chávez y Juan Velasco Alvarado. Más aún, Vargas Llosa escribió: “El país todavía no se recupera del todo de aquella catástrofe que el general Velasco y su mafia castrense causaron al Perú. Ese es el modelo que el comandante Chávez y su discípulo, el comandante Ollanta Humala, quisieran –con la complicidad de los electores obnubilados– ver reinstaurado en el Perú y en toda América Latina”.
Es decir que hace poco Mario Vargas Llosa estaba seguro de que había que estar “obnubilado”, es decir aturdido, es decir atontado, es decir idiotizado, para votar por Ollanta Humala, pues en caso de llegar Ollanta Humala al gobierno peruano, aplicaría las políticas fracasadas de Hugo Chávez y Juan Velasco Alvarado.
¿En qué momento se obnubiló Mario Vargas Llosa para terminar votando por Ollanta Humala, a quien describió como “nazi, racista, payaso, cavernario, estúpido, discípulo y protegido de Hugo Chávez y caudillo bárbaro”?
¿Cómo y por qué Mario Vargas Llosa, que antes decía que había que estar “obnubilado” para votar por Ollanta Humala, de pronto se obnubiló él mismo y ahora nos pide, masivamente obnubilado, que votemos por Ollanta Humala?
Es bien simple: Primero, Mario Vargas Llosa no es políticamente infalible, y así como en 1975 aplaudía con firmeza “todas las reformas” (entiéndase, los atropellos y abusos) del dictador Velasco, ahora, en 2011, pide que los peruanos votemos por el golpista probado y admirador de dictadores, Ollanta Humala. Segundo, Mario Vargas Llosa se obnubiló, es decir se aturdió, es decir se atontó políticamente, cuando tuvo que elegir entre el golpista probado, “el racista, el payaso, el estúpido, el cavernario de Ollanta Humala” (y no lo digo yo: lo escribió él) y la señora Keiko Fujimori. De pronto, Vargas Llosa, turbado por el rencor, cegado por el odio, vio obnubilada su lucidez y atribuyó perversamente los crímenes y atrocidades de Alberto Fujimori a su hija mayor, Keiko Fujimori, y se paseó por el mundo esparciendo mentiras grotescas, por ejemplo que si la señora Keiko Fujimori es elegida presidenta “liberará a Montesinos y la mafia de Montesinos volverá al poder”, por ejemplo que, como la señora Keiko Fujimori “es hija de un ladrón y un asesino”, entonces de todos modos ella también es una ladrona y una asesina, viles oficios en los que, si no se ha inaugurado aún, se estrenará apenas jure como presidenta, puesto que, según la lógica viciosa y perversa de Vargas Llosa (hijo de un hombre que le pegaba a su esposa, lo que no creo que se transmita genéticamente, pues me resisto a creer que Mario Vargas Llosa le pegaba a su tía y luego a su prima hermana) la hija de “un ladrón y un asesino” está condenada, por el mandato de sus genes, a ser inexorablemente una ladrona y una asesina.
Bien ganado se tiene Mario Vargas Llosa el Premio Nobel de Literatura. Pero, si hemos de ser justos, la Academia Sueca debería concederle también el Premio Nobel al Rencor, o cuando menos el Premio Nobel al Elector Obnubilado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario