Entrevista a Axel Capriles.

El Carabobeño 28 mayo 2011

¿Qué hacen los gobiernos

totalitarios?

Limitar la propiedad

Dhameliz Díaz

ddiaz@el-carabobeno.com

Qué el dinero tiene una cara oculta? "Hay mucha más locura y enfermedad asociada al dinero, que al sexo o a cualquier otro contenido mental", dice contundente Axel Capriles, psicólogo, doctor en Economía y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello. "Dispara las más violentas e intensas pasiones. Patologías, odios, traiciones, conflictos matrimoniales, divorcios, contiendas entre amigos, obsesiones, ansiedades, miedos".

Con estudios de posgrado en psicología analítica, desnuda ese cosmos de significados y complejidades anímicas escondido detrás de cada bolívar. "No tener dinero produce incansables sufrimientos y temores. Nuestra historia pecuniaria se debate entre el dolor de no tener dinero, el deseo de tener más; el miedo al futuro, a la pobreza, al abandono, a la soledad, al fracaso".

El autor del libro El Complejo del Dinero se regodea hurgando en los pensamientos, para desenmascarar esa relación íntima con el "vil metal", que va definiendo la imagen que cada quien tiene de sí mismo, de su identidad y de su personalidad. "¡Hay tantas fantasías asociadas al dinero que produce confusión!", exclama. "Seguridad, libertad, felicidad, comodidad, placer, sexualidad, triunfo, poder, logro, éxito, alcurnia, autoestima, fama, prestigio, trascendencia, dependencia, culpa. En el dinero se anidan secretos, satisfacciones, crímenes y destructividad".

Experimentado en investigar los arquetipos de la sociedad venezolana, esa cultura del "caribeo" y de astucia está empecinado en que comprendamos como la riqueza y el dinero afecta el orden político, social y económico de las naciones modernas, moldeando la forma en que los miembros de la sociedad definen sus valores, metas, logros y hasta el sentido mismo de la existencia.

Experto en psicología económica, hace énfasis en que la relación con el dinero no es racional como lo planteaban los economistas, sino que es un asunto de contenidos irracionales que generan sesgos personales en la forma de ver la vida y está atada a la manera que aceptamos los modelos económicos. "Cada vez es más importante revisar las relaciones emocionales con el dinero".

-¿Cómo son las ataduras de la sociedad venezolana con el dinero?

-La productividad, el salario, la distribución de los recursos son todos elementos que tienen que ver obviamente con nuestras actitudes con el dinero. Los ingresos petroleros fueron creando un patrón particular de lo que significa el dinero en gran parte de la población venezolana, generando patrones de consumo, formas de utilizarlo, actitudes hacia la riqueza. ¡Es que por todas partes nos toca! El honor, la sexualidad, el amor, la honestidad, el trabajo, muchísimas pasiones rigen al hombre, pero sin duda ninguna actúa en la cotidianidad con tanta intensidad como el dinero por todo lo que le atribuimos en los logros personales, en el éxito o el fracaso, siempre medidos en términos económicos. Es un complejo que está presente en la vida colectiva e individual.

-¿Cómo gira la psicología del dinero en el país en este evolucionario centrado en la repartición de la riqueza?

-Todavía quedan actitudes medievales hacia el dinero sobre todo en el Gobierno y los sectores que lo siguen. La relación de los venezolanos con el dinero es poco clara; ambivalente. Hay una especie de desdén y culpa vinculada a la riqueza, la cual está allí. No es algo que se produce sino que existe. Que si alguien la toma, otro deja de recibirla. Si te la apropias, el otro la pierde. Es un juego suma cero porque está la connotación negativa hacia el individuo que la crea, porque más se enriquece y deja a los demás sin dinero.

-¿Explicaría la aceptación de una importante porción de la población, que celebra que le quiten los bienes a los que tienen más para redistribuirlo entre los que menos tienen?

-Nosotros en Venezuela tenemos la idea que éste es un país rico, con una abundancia natural que si no hubiesen existido malas personas, corruptos que se cogieron el dinero, unos gobiernos adecos, otros copeyanos, unos oligarcas, el resto de la población estaría muy bien, todos seríamos ricos. Siempre hay esa vinculación negativa a la tenencia del dinero. Aquí es casi inconcebible que un hombre exitoso económicamente, pueda llegar a la presidencia de la República. Sin embargo, hay una actitud resaltante en la forma como gasta y consume el venezolano, que apenas tienen un dinero se lo gasta todo comprándose artículos suntuosos que muestran sin ningún pudor. Es ambivalente, por un lado sienten desdén por el dinero y por el otro una gran avidez y deseo de poseerlo, gozarlo y disfrutarlo. Y ese es otro componente diferenciador: el dinero no es para retenerlo sino para gastarlo inmediatamente, una actitud de presente, inmediatista, muy distinto a la cultura anglosajona, individualista y posesiva que cree que hay que invertirlo. Para el venezolano la riqueza no es para ahorrarla reproducirla e invertirla, sino para gozarla.

-¿De que se trata esa actitud medieval en relación al dinero que mantienen sectores del gobierno y sus seguidores?

-Cuando se achaca el problema de la inflación o de la escasez a los comerciantes, hay detrás toda esa idea del judío en la época medieval, el culpable de usura que la Iglesia Católica persiguió con la Inquisición. Aquí sigue esa actitud de cierta manera, cuando se dice que los altos precios son el producto de que alguien malo que los aumenta para dañar a otros. No se maneja una concepción moderna de la economía la cual explica, que los altos precios son los mensajeros que traen la información del nivel de equilibrio entre oferta y demanda. Aquí se cree que son malos y se mata a los mensajeros. Hay una especie de desprecio hacia la actividad mercantil, económica, se considera especulativa, que conspira contra los beneficios del pueblo.

-¿Cómo afecta a la sociedad venezolana ese desprecio que siente por la actividad mercantil? ¿Potencializa el discurso ideológico e igualitarista para la implementación del socialismo del Siglo XXI?

-Tendría que darse una discusión pública para aclarar nuestras actitudes hacia el dinero. Roberto Briceño, el sociólogo que escribe el prólogo del libro señala que en los barrios donde está la mayoría de los venezolanos, es donde se encuentra el espíritu capitalista más dinámico, más fuerte. Donde la gente tiene competencia y productividad, pero en otro sentido hay una idea generalizada de que la propiedad de la mayor riqueza del país, el petróleo, pertenece a todos, tiene que ser repartido, no producido. Entonces viene ese principio de la repartición de la renta que ha sido tan dominante en toda la psicología colectiva venezolana del siglo XX, que va dando forma a las ideas que se tienen de propiedad.

-¿Cómo el dinero ha moldeado la identidad del venezolano?

-En Venezuela la idea de propiedad no está muy clara. Cuando el mandatario señala que hay que limitar la propiedad privada, hay una reacción del 80% de la población en contra, lo que significa que la actitud de la población no va de acuerdo a al socialismo planteado por el Gobierno.

-Pero aunque las encuestas señalan que la gente no está de acuerdo con ese modelo político, celebra que le quiten al otro para dárselo a ellos. ¿Esa confusión permite avanzar al socialismo? Lo mío es mío, pero lo del otro me lo pueden dar a mí.

-¡Claro! Es muy confusa la relación de los venezolanos con la riqueza. No hay una definición clara de las actitudes culturales frente al dinero, lo cual es un problema particular de las sociedades latinoamericanas, que permanece latente, sin solución. La propiedad implica el derecho a disponer del bien, venderlo, el usufructo y el goce, pero pareciera que los venezolanos preponderan el derecho al goce, no importa en manos de quien esté. Son formas raras de relacionarse con la propiedad, las actividades mercantiles y la riqueza.

-Esa formas ‘raras’ de los venezolanos de relacionarse con la riqueza y el dinero, ¿qué consecuencias trae en un país transitando por un proceso revolucionario, entre expropiaciones, confiscaciones, estatizaciones?

-Fíjate todas las expectativas que ha levantado la Misión Vivienda. ¿Cómo lo mira la población? El Gobierno les dará. Esa persona que se encuentra en situación desesperada confía que el Gobierno le solucione. Está en una condición tal de minusvalía que por sí mismo no podría resolver su vida. Confía que ese ente abstracto, ese Estado gigante, bueno, que es el benefactor, le done su casa. Date cuenta que el 30% de las protestas que se han realizado en lo que va de año son de los damnificados exigiendo que les den su casa. Esa forma de solucionar el problema está creando dependencia, la gente no se fija, pero es un mecanismo inconsciente que se llama "la psicología del don" de la dádiva. En el momento que das algo, generas necesidad de retribución y la persona que no puede gratificar ese regalo, queda por debajo del otro, disminuido, dependiente, obligado al otro. Este tipo de misiones está creando una población disminuida y reinstalando como prototipo dominante al "Juan Bimba", quien es el individuo pobre, débil, con los hombros bajos, mirando hacia abajo, que siempre está dependiendo de un Estado a quien le debe todo. Va consolidando la baja autoestima del venezolano, porque la estructura del ‘don’ está trabajando inconscientemente y una sociedad dependiente del Gobierno.

-¿Esa misma situación de minusvalía y dependencia podría generar la relación entre gobiernos regionales, locales y afectar a los candidatos que se enfrente al ‘Don’?

-Se están creando con símbolos mecanismos de dependencia. ¿Por qué el socialismo pregona la propiedad social, que al final termina siendo la propiedad del Estado, en detrimento de la propiedad individual? Porque es el mecanismo de independencia por excelencia del ser humano. Un labrador medieval estaba atado toda la vida a las posesiones del señor feudal, lo único que tenía era sus aperos. Cuando comienza a circular el dinero, consigue un medio móvil que puede intercambiar y con las monedas recibidas por las transacciones económicas, trasladarse hacia nuevos lugares para comenzar otra vida. Por eso el dinero va a representar un elemento de independencia y la propiedad privada el espacio donde priva tu voluntad individual y no la del señor feudal, ni la del rey. ¿Qué hacen los gobiernos totalitarios? Coartar la propiedad privada, para tener espacio donde puedan actuar con libertad.