"Sigue siendo difícil reconstruir la historia de Los Teques, porque no cuenta ni siquiera con una hemeroteca". "Para salvar a Los Teques habría que cambiarlo todo, porque la anarquía nos impide crecer"
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Los Teques.- Desde su formación profesional, el historiador Idelfonzo Leal se encuentra ligado a la Universidad Central de Venezuela. Lleva más de 50 años reconstruyendo la memoria de la primera casa de estudios del país, e incluso vinculando su fundación con las crónicas académicas de los tiempos coloniales.
Mañana, será oficializado su nombramiento como nuevo presidente de la Academia Nacional de la Historia, un cargo que honra su labor de investigador y cronista, y que está siendo celebrada con orgullo en Los Teques, la ciudad que lo vio nacer y a la que desea legar un archivo histórico para facilitar la labor de las nuevas generaciones de estudiantes.
-¿Cómo ha sido ese trabajo de recopilar la historia de la ciudad de Los Teques?
-Esa es una labor que muy difícil, que vengo intentando desde 1993, cuando fui designado cronista de esta ciudad, porque la mayor parte de sus archivos han desaparecido. En 1958, manos inescrupulosas arrojaron todos los documentos de valor investigativo de la casa de Gobierno al río San Pedro, dejando a la ciudad desprovista de un respaldo gubernamental.
-¿Sobre qué base ha logrado armar ese rompecabezas incompleto que representa el devenir de un pueblo que de golpe se convirtió en ciudad?
-En el Concejo Municipal hay algunos documentos que permiten recoger algo de las normas y personajes que han gobernado Los Teques desde los tiempos en que dependíamos de España. Pero sin duda, el archivo más completo lo tiene la Diócesis, donde está contenido todo el registro de la ciudad, por lo menos desde 1877, aunque ha sido poco trabajado y divulgado hasta el presente.
-Pese a sus aportes y los de otros autores como Lucas Guillermo Castillo, Aníbal Ladera Villalobos, Adolfo Rodríguez, Jesús María Sánchez y Manuel Henrique Ledezma, ¿sigue siendo difícil contar a Los Teques?
-Sigue siendo difícil reconstruir la historia de Los Teques, porque esta ciudad no cuenta ni siquiera con una hemeroteca donde estén resguardadas las colecciones de periódicos y revistas del estado Miranda. La biblioteca más grande de la región es la del Instituto Autónomo Cecilio Acosta, pero tampoco está bien nutrida. Es poco lo que tiene para cubrir las necesidades de una investigación a fondo de la ciudad, ya que incluso en este último cambio de Gobierno volvió a perderse mucho material impreso.
-¿Qué habría que hacer para recuperar lo perdido en medio de tanta indolencia?
-Lo primero que debería hacer el Ejecutivo Regional es crear un centro de investigación donde puedan sistematizarse todos los documentos de carácter histórico y así sentar las bases de un archivo fotográfico e incluso de la palabra, que hasta ahora nadie ha tomado como iniciativa. Ahora es necesario recoger la historia de los barrios, más allá de la labor periodística.
-¿Usted piensa que hay voluntad para llevar a la práctica todas estas sugerencias que permitan comenzar a tener memoria de Los Teques?
-He insistido mucho sobre esto, pero la verdad es que nadie ha atendido mis ruegos.
-De todos los episodios que usted ha logrado recomponer, ¿cuál diría que es el más importante para los habitantes de Los Teques?
-La construcción del ferrocarril, desde allí podemos decir que comienza el desarrollo de esta ciudad, que hasta entonces era un pueblo montañoso ignorado desde el punto de vista económico y político. En ese espacio de historia hay muchos datos importantes que pude recoger en un libro inédito y que espero que la Gobernación de Miranda me publique, que se titula El viejo ferrocarril alemán de Los Teques, 120 años de historia. Son aproximadamente 300 páginas con 70 fotografías de la ciudad antigua y que vendría a ser el primer trabajo sistemático sobre el tema.
-¿Cómo ve el cronista a Los Teques en la actualidad?
-Para mí, Los Teques es una de las capitales más subdesarrolladas de Venezuela. Para salvarla habría que cambiarlo todo, porque la anarquía que impera en esta ciudad nos ha impedido crecer verdaderamente. Si refundar a Los Teques es imposible, por lo menos podemos becar a estudiantes para que investiguen su ciudad y puedan generar algunos cambios en el futuro.
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