Vicente Lozano
Vallas, pancartas y pendones
Valencia ha sido una ciudad que ha mantenido una gran actividad con espectáculos o eventos de distinta naturaleza, más ahora con la ausencia de Radio Caracas TV; los artistas han recurrido al Teatro Ligero, en virtud de la escasa producción de novelas, donde la televisora era líder. Igual sucede con la proliferación de eventos, sobre todo aquéllos vinculados a elección de reinas, de los cuales tenemos casi uno mensual.
Así mismo, la publicidad que se le da a los eventos con propaganda política que también abundan cada mes. Todo eso está bien y produce una diversión sana a la comunidad. Lo malo está en que cada presentación tiene un despliegue de promoción con pendones y vallas, de distintos tamaños y colocadas en cualquier sitio, sin tomar en cuenta, no tan solo la reglamentación que existe sobre propaganda y publicidad en el municipio, sino aún más grave la obligación de retirarla, una vez que los espectáculos se realizan.
Esta irregularidad produce un aspecto desagradable en los sitios donde esos medios permanecen mayor tiempo y se deterioran de tal manera, que algunas veces representan un peligro, vallas desprendidas, sucias y destartaladas; pendones que parecen abanico cuando hay viento. Algunas pancartas cuelgan de los puentes o elevados dando la impresión de abandono. Todo esto sucede a lo largo y ancho de la ciudad. Calles, autopistas, puentes, paredes son utilizadas para tales fines. Las autoridades municipales, quienes también usan esos medios, deben aplicar medidas que permitan una publicidad ordenada y regulada para que la misma sea retirada una vez que los eventos fueron presentados.
Se podrían utilizar los espacios del ruinoso metro, esas cercas, postes y espacios abiertos para colocar vallas que oculten, al menos, la fea imagen que dan a la ciudad. Grandes vallas que promocionan distintos eventos, como ejemplo pondría la promoción que hace el Hotel Tacarigua en la redoma La Viña. Hay que ser creativo y obligar al cumplimiento de las normasNOTA: Las gigantografías son lo más horrible que nos ha incorporado el
chavismo entre las múltiples que nos obligan a mirar y el egocentrismo
de cada autobús o bicicleta de una Alcaldía chavista
o Gobernación con la foto gigantesca del gobernante abrazado a una viejacita
o a un niño con sonrisita de asco o forzada, o lo peor con la familia hasta
la quinta generación vestidos de rojo
para dar sensación de "unidad familiar" aunque la que aparezca en la foto sea
la "querida" con el pelo pintado de amarillo. No olvidar la baja calidad de lo
que se promueve, la mentira que se promociona y si es algo cultural
me quedo con los actos culturales de mis hijos en el Pre-Escolar "San Gerardo"
o en el extinto Colegio "Los Cedros" que eran piezas de arte...
Como dice el culto y nada subjetivo Don Héctor Agüero:
Con el chavismo ya llevados 12 años de mal gusto en todo,
y el rojo
la misma Changó debe estar obstinada del abuso del
colorcito, ya
hiede..."La misma historia" Don Héctor, se parecen al
Imperio que Ud.
critica pero los Obama, no puede negarlo, se "comieron"
en elegancia
y buen gusto a la Reina Isabel II y al príncipe Felipe.
Ojalá Uds. repitieran la misma historia y no la que Uds. nos
obligan a calarnos con el despotismo peor que el del Imperio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario