Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 11 de septiembre de 2011

El Carabobeño 09 septiembre 2011

Alfonso Betancourt || Desde el Meridiano 68

Racionalismo, brujería y hechicería
Al doctor Aníbal Rueda y demás familiares, mi sentida expresión de condolencia por la muerte de su señora madre.
Paz a su alma
La Edad Media fue extraordinariamente rica en demonios, astrología, brujería y hechicería. Para bien personal o el mal de otros, estas creencias sobrenaturales rechazadas por la fe institucionalizada del cristianismo, se multiplicaron con los aportes de los pueblos bárbaros y más, desde luego, en una época donde priva la fe sobre la razón. Así que con las persecuciones de magos, brujos y hechiceros, que se hicieron incluso hasta con los herejes a quienes se consideran practicantes de tales creencias, se pretendió eliminarlas sin lograrlo. Las famosas cacerías de brujas de Alemania e Inglaterra y el tribunal de la Inquisición con toda su parafernalia de autos de fe, verdugos y hogueras, apenas si amainaron su crecimiento. Será con el advenimiento del Racionalismo, que se conmueven los cimientos de siglos en que se apoyaba el saber humano, con predominio de la fe sobre la razón, que el lineamiento histórico en el pensar y en el hacer cambiará para adentrarse en la investigación y en la experimentación con los secretos de la naturaleza que llevarían al desarrollo científico y, en consecuencia, al progreso que, con la amplia influencia del Racionalismo filosófico, alejó los temores de la Iglesia perseguidora hasta de científicos -caso de Galileo y muchos más- y desmoronó, pero sin liquidarlas, las prácticas esotéricas en referencia.
Venezuela, por haber seguido umbilicalmente pegada al cuerpo de España medieval, así ésta viviera en el Renacimiento o en la Edad Moderna, reprodujo con fidelidad ese mundo de la fe, y por supuesto, de sus antinomias en demonios, brujería, hechicería, magia, etc. Que en esta naturaleza tropical pródiga en bosques, ríos, cavernas y selvas y con el aporte mágico negroide, se propagaron de manera inusitada al extremo que las autoridades coloniales, y la Iglesia, tomaron medidas para su persecución y extinción, sin lograrlo. Tal como sucedió en la misma España, aunque en Venezuela y en el resto de Hispanoamérica, el Santo Oficio no actuó con la misma severidad que en la Península. Y como en los tiempos coloniales no se operó la influencia del Racionalismo filosófico, exceptuando la segunda mitad del siglo XVIII, es inevitable pensar que el esoterismo, en el medio venezolano, encontró terreno abonado para su ejercicio. Así que querámoslo o no, es una herencia cultural enriquecida con el mestizaje. En toda Venezuela, y sin diferencias de estratos sociales, demonios, brujería, hechicería, astrología, quiromancia, prácticas primitivas de religión natural, supersticiones, magia, etc., se profesan con pasión. Un comercio de cosas u objetos utilizados en los ritos o ceremonias de tales creencias, ha venido creciendo desmesuradamente. Posiblemente respuestas no satisfechas a súplicas dirigidas a las creencias institucionalizadas han contribuido al fenómeno en cuestión. Pero lo extraordinario del caso -y ya no se trata sólo de Venezuela- es que un mundo dominado por el Racionalismo y por la Ciencia, hayan crecido de manera imponderable las prácticas esotéricas.
La humanidad, más allá de lo visible, concreto y real, sigue sondeando en la búsqueda de respuestas que ni el Racionalismo, ni las ciencias, con todo el progreso y desarrollo que llevan implícitos, le han traído la felicidad a esta pasajera existencia en la tierra.

1 comentario:

Rudy Argenti dijo...

LOS FALSOS CIMIENTOS DE LA FE. BREVE CRÍTICA AL PROFETISMO JUDÍO DEL ANTIGUO TESTAMENTO. La relación entre la fe y la razón expuesta parabolicamente por Cristo al ciego de nacimiento (Juan IX, 39), nos enseña la necesidad de hacer un juicio justo de nuestras creencias utilizando el raciocinio para indagar “si es verdad o es mentira” que los textos bíblicos son palabra de Dios, a fin de disolver las falsas certezas de la fe que nos hacen ciegos a la verdad. Lo cual nos exige criticar el profetismo judío o revelación, enmarcado la crítica en el fenómeno espiritual de la trasformación humana y, las ciencias y técnicas que nos ayudan a desarrollarnos espiritualmente. Abordados por la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, conceptualizadas por los filósofos griegos y la sabiduría védica, instruida por Buda e ilustrada por Cristo, la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las respuestas que la ciencia ha dado a los planteamientos trascendentales: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, ). Utilizando los principios universales del saber filosófico y espiritual como tabla rasa, a fin de deslindar y hacer objetivo lo “que es” o “no es” del mundo del espíritu. Método o criterio que nos ayuda a discernir objetivamente __la verdad o el error en los textos bíblicos analizando los diferentes aspectos y características que integran la triada preteológica: (la fenomenología, la explicación y la aplicación, del encuentro cercano escritos en los textos bíblicos). Vg: la conducta de los profetas Abraham y Moisés, no es la conducta de los místicos; la directriz del pensamiento de Abraham, es el deseo intenso de llegar a tener una descendencia numerosísima y llegar a ser un país rico como el de Ur, deseo intenso y obsesivo que es opuesto al despego de las cosas materiales pregonado por Cristo y seguido por los místicos; es por ello, que la promesas de Yahvé a Abraham son alucinaciones contestatarias de los deseos del patriarca, y no tienen nada que ver con el mundo del espíritu. La directriz del pensamiento de Moisés, es la existencia de Israel entre la naciones a fin de llegar a ser la principal de todas, que es opuesta a la directriz de vida eterna o existencia después de la vida que orienta el pensamiento místico (Vg: la moradas celestiales, la salvación o perdición eterna a causa del bien o mal de nuestras obras en el juicio final de nuestra vida terrenal, abordadas por Cristo); el encuentro cercano descrito por Moisés en la zarza ardiente describe el fuego fatuo; el pie del rayo que pasa por el altar erigido por Moisés en el Monte Horeb, describe un fenómeno meteorológico; la nube y la tormenta sobre el Monte que anuncia la presencia de Javeh descrita en el pacto del Sinaí o mito fundacional de Israel como nación entre las naciones por voluntad divina a fin de santificar sus ancestros, su pueblo, su territorio, Jerusalén, el templo y la Torah; descripciones que no corresponden al encuentro cercano expresado por Cristo al experimentar la común unión: “El Padre y Yo, somos una misma cosa”, la cual coincide con la descrita por los místicos iluminados. Las leyes de la guerra dictadas por Moisés en el Deuteronomio causales del despojo, exterminio y sometimiento de las doce tribus cananeas y del actual genocidio del pueblo palestino, hacen evidente la ideología racista, criminal y genocida serial que sigue el pueblo judío desde tiempos bíblicos hasta hoy en día, conducta opuesta a la doctrina de la no violencia enseñada por Cristo__ Discernimiento que nos aporta las suficientes pruebas objetivas de juicio que nos dan la certeza que el profetismo judío o revelación bíblica, es un semillero del mal OPUESTO A LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO, ya que en lugar de sanar y prevenir las enfermedades del alma para desarrollarnos espiritualmente, enerva a sus seguidores provocándoles: alucinaciones, estulticia, histeria y paranoia; propiciando la bibliolatría, el fanatismo, la intolerancia, el puritanismo, el sectarismo, e impidiendo su desarrollo espiritual.