Guns N'Roses enloquece a 45.000 fanáticos paraguayos
La mágica balada "November Rain" provocó el éxtasis de los presentes, con Axl Rose en el piano
El legendario Axl Rose llegó al Jockey Club en helicóptero(AFP)
EL UNIVERSAL
domingo 16 de octubre de 2011 12:42 PM
La banda de rock estadounidense Guns N'Roses enloqueció la noche del sábado a unos 45.000 fanáticos de Paraguay con un concierto en Asunción que se saldó con algunos incidentes, en los que un hombre fue acuchillado y hubo una veintena de detenidos, informó la policía este domingo.
El legendario Axl Rose, que llegó al Jockey Club en helicóptero, con más años, más kilos y más intermedios de descanso entre la música instrumental y los temas cantados, conquistó sin mucho esfuerzo a sus miles de seguidores en dos horas y media de show, que concluyó a las tres de la mañana.
El último sobreviviente de la famosa banda, que actuó previamente en Santiago y Buenos Aires, estuvo acompañado por tres virtuosos de la guitarra como Richard Fortus, Ron "Bumblefoot" Thal y DJ Ashba, con Dizzy Reed y Chris Pitman en los teclados, Tommy Stinson al bajo y Frank Ferrer en la batería.
Llevado a Asunción por la organización Garzia Group, Rose trató de demostrar al público paraguayo que, pese a las críticas por sus años, la banda sigue haciendo historia en el espectáculo con su voz, la habilidad de sus músicos y efectos especiales que le dan el toque de magia a sus actuaciones.
El cantante entonó los grandes éxitos que lo identifican, tales como You could be mine y Sweet Child O' Mine, coreado con fuerza por el público.
La mágica balada November Rain provocó el éxtasis de los presentes, con Axl en el piano y la actuación llegó a la cúspide con Knockin on Heaven's Door, de Bob Dylan.
En la canción, Nightrain, Axl Rose hizo revolotear en su mano una camiseta de la selección paraguaya de fútbol, produciendo el punto de ebullición en sus seguidores, a los que la banda hizo saltar con un "cover" de Whole Lotta Rosie de AC/DC y enloqueció con el esperado Paradise City, que Axl dedicó a Asunción.
Con una energía envidiable que lo llevó de un lado al otro del escenario de unos 40 metros, el mítico cantante se despidió en su peculiar estilo, con un "Buenas 'fucking' noches", y arrojó su micrófono al público.
Al menos 20 jóvenes fueron detenidos por incidentes diversos y aproximadamente un centenar de fanáticos forzó una de las vallas de seguridad para ingresar al recinto, aunque varios de ellos fueron expulsados por la policía, observó la AFP.
Tras el concierto un hombre fue acuchillado en las afueras del Jockey Club.
El legendario Axl Rose, que llegó al Jockey Club en helicóptero, con más años, más kilos y más intermedios de descanso entre la música instrumental y los temas cantados, conquistó sin mucho esfuerzo a sus miles de seguidores en dos horas y media de show, que concluyó a las tres de la mañana.
El último sobreviviente de la famosa banda, que actuó previamente en Santiago y Buenos Aires, estuvo acompañado por tres virtuosos de la guitarra como Richard Fortus, Ron "Bumblefoot" Thal y DJ Ashba, con Dizzy Reed y Chris Pitman en los teclados, Tommy Stinson al bajo y Frank Ferrer en la batería.
Llevado a Asunción por la organización Garzia Group, Rose trató de demostrar al público paraguayo que, pese a las críticas por sus años, la banda sigue haciendo historia en el espectáculo con su voz, la habilidad de sus músicos y efectos especiales que le dan el toque de magia a sus actuaciones.
El cantante entonó los grandes éxitos que lo identifican, tales como You could be mine y Sweet Child O' Mine, coreado con fuerza por el público.
La mágica balada November Rain provocó el éxtasis de los presentes, con Axl en el piano y la actuación llegó a la cúspide con Knockin on Heaven's Door, de Bob Dylan.
En la canción, Nightrain, Axl Rose hizo revolotear en su mano una camiseta de la selección paraguaya de fútbol, produciendo el punto de ebullición en sus seguidores, a los que la banda hizo saltar con un "cover" de Whole Lotta Rosie de AC/DC y enloqueció con el esperado Paradise City, que Axl dedicó a Asunción.
Con una energía envidiable que lo llevó de un lado al otro del escenario de unos 40 metros, el mítico cantante se despidió en su peculiar estilo, con un "Buenas 'fucking' noches", y arrojó su micrófono al público.
Al menos 20 jóvenes fueron detenidos por incidentes diversos y aproximadamente un centenar de fanáticos forzó una de las vallas de seguridad para ingresar al recinto, aunque varios de ellos fueron expulsados por la policía, observó la AFP.
Tras el concierto un hombre fue acuchillado en las afueras del Jockey Club.
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