Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 13 de abril de 2012

En Venezuela ¿cree Ud. que involucionamos o evolucionamos?


El ser humano

RICARDO GIL OTAIZA |  EL UNIVERSAL
viernes 13 de abril de 2012  04:37 PM
El isócrono paso de los días nos pierde del placer de sentirnos vivos, en el ahora, como si tal condición fuera para siempre. Cada mañana nos levantamos sin percatarnos siquiera de que tal portento es posible gracias a que tenemos un cuerpo atado al universo por sutiles hilos (invisibles a nuestros ojos), pero que hacen posible ese extraño suceso que denominamos "existir". Tal vez existimos, pero no vivimos, de allí el desasosiego ante el paso de los años, y ante la inminencia de un fin.

Maltratamos el cuerpo y quizá muy tarde nos percatamos de esto. No nos percatamos de las luces rojas que a diario se encienden en nuestro organismo como llamados de atención frente al desvarío. Estamos constituidos por sistemas, por órganos, en íntima interrelación, cuya sinfonía perfecta nos confiere el placer de sentirnos a gusto en nuestra piel. No obstante, en un intento desesperado de comprensión de nuestra naturaleza biológica, nos aferramos a artificiosas divisiones, que hacen de nuestro cuerpo compartimentos estancos frente a su inexorable completud.

Somos un "todo" perfectamente orquestado, cuya exactitud estamos muy lejos de poder sopesar en su pluridimensionalidad. Al interior de nuestros cuerpos (en constante interacción con el entorno) se dan cientos de miles de procesos bioquímicos, neurológicos, fisiológicos, etcétera, que hacen realidad ese portento que significa la noción del ayer, del ahora y del mañana, que nos diferencia de otras especies, y que nos permite afirmar con orgullo que somos personas y que estamos aquí.

El ser humano se debate así entre la más sublime experiencia del vivir (desde la creación artística, desde la espiritualidad, desde la noción de formar parte fundamental de una comunidad de intereses infinitos) y las más abyectas experiencias atávicas: el crimen, el incesto, la guerra, el odio, la envidia, la mentira, la negación del otro, y el olvido. El cielo y el infierno como caras de una misma moneda. Lo material y lo inasible en extraña sincronía entre grandes cimas de realización, y profundos abismos existenciales.

El vivir conlleva deleite, y dolor. Y ambas orillas son posibles desde la interlocución de nuestro cuerpo físico. No en vano las grandes religiones coinciden en afirmar que el cuerpo es receptáculo del "espíritu", templo del "alma", y desde sus inmensas posibilidades tangibles e intangibles podemos tocar el cielo con las manos, o quemarnos en el fuego que abraza. La ciencia y la técnica nos han facilitado las cosas, han puesto a nuestro servicio ilimitadas posibilidades de crecimiento y de esperanza de vida, pero también, como espadas de doble filo, nos muestran a cada instante la lucha feroz entre la luz y las tinieblas, entre la realidad y la hiperrealidad.

El pensamiento complejo nos recuerda a cada instante que requerimos con urgencia la hominización, el bajarnos de las ramas, el volver a nuestra condición perdida de seres en sintonía con los otros seres (animales y plantas), como condición insoslayable para alcanzar la plenitud, el goce y el verdadero disfrute de la vida. Nos hacemos menos humanos en la medida en que nos destruimos entre nosotros mismos, en que agotamos el ecosistema, en que ponemos al servicio de nuestros caprichos unos recursos naturales que deberán ser sostenibles, para que sea sostenible la biosfera, y la vida sobre el planeta.

Nuestro cuerpo como asiento del "Ser" es una maravilla que aún no terminamos de comprender, que postergamos en un día a día convertido en perenne hastío y en lucha por la supervivencia. Volver la mirada hacia nosotros mismos podría ser un paso clave en la necesaria reconciliación entre lo físico y lo anímico, lo tangible e intangible, lo humano y lo divino; entre nosotros y los demás, allanándonos el camino para el encuentro con lo verdadero...

En definitiva, creámoslo o no, somos una muestra clara y fehaciente del permanente y continuo milagro de la vida.

rigilo99@hotmail.com
@GilOtaiza
www.gil-otaiza.blogspot.com

El Carabobeño 12 abril 2012

Santiago Quintero || El milagro que hay en ti

El pensamiento es capaz de alterar la realidad. El sentimiento capaz de percibirla y conferirle otro valor, otro significado. No hay derrotas ni éxitos absolutos, tal como no existe la cultura total sino la búsqueda de la cultura, lo cual solo depende de cuan humilde somos para aprender cosas nuevas.
Cuando tu vida no funciona en un área, el problema radica en el apego pasional a lo que no quieres dejar ir aunque te haga daño y la capacidad de entregar la parte de ti que no entregas por aprehensión a lo que no dejas ir y que te impide crecer.
La conexión necesaria con el milagro que hay en ti es dejar ir lo que tenga que irse, para que fluya la maravilla que llevas dentro y que no has querido revelar, lleno de culpas, complejos, vicios o resentimientos.
Para encontrar el milagro que hay en ti, lo vital es la conexión. El contacto con ese Dios que llevas por dentro que muchas veces ha tocado en las puertas de tu alma para que lo dejes salir, permitiendo el fluir de su energía maravillosa.
Para establecer la conexión espiritual y física con el origen universal de todo cuanto vemos y sentimos, es necesario desprenderse de odios y resentimientos, de complejos y vanidades, de envidias e imprecaciones en contra de tus semejantes. Es necesario no responder a la agresión, ni a la burla, a la infamia y a la calumnia.
No hagas prisionera a tu libertad del totalitarismo de la destrucción, de la enajenación, del apropiamiento indebido, de todo aquello que te lleve a torcer el rumbo que tan claro clama tu voz interior. Eres capaz de retomar tu destino. Vístete de fe y ve al encuentro de ti mismo bajo la guía de tu maestro insuperable. Abrele la puerta para que pase a ti y dialogue contigo, en la más importante conversación de tu vida. En esa conexión está el secreto, el de tu felicidad. Porque tu destino es ser feliz, haciendo el milagro que hay en ti.
santiagoquintero@gmail.com


No hay comentarios: