Oswaldo Guillén se mostró contrariado durante la rueda de prensa que ofreció ayer en el Marlins Park. (Fotos: Lynne Sladky/AP).
Notitarde 10-04-12
Comentario sobre Fidel Castro
Oswaldo Guillén se retractó tras cometer el "mayor error de su vida"
Miami, 10 abr 2012 (EFE/AP-Gisela Salomón y Eric Núñez).- El manager de Marlins de Miami, Oswaldo Guillén, pidió ayer perdón por haber dicho que admiraba a Fidel Castro y, en pleno barrio de "La Pequeña Habana", reconoció haber cometido el "mayor error" de su vida, por el que fue suspendido de empleo y sueldo durante cinco encuentros.
"Espero que éste sea el mayor error de mi vida. Si no aprendo de esto, a mis 47 años, aceptaré que me llamen idiota", dijo el venezolano en una multitudinaria conferencia de prensa en el nuevo estadio de los Marlins, recién inaugurado en el barrio más cubano de Miami, Estados Unidos.
Guillén se estrena esta temporada frente a este equipo de beisbol, muy seguido por la comunidad cubana, y cuando ni siquiera ha pasado una semana del Día Inaugural de la liga en territorio estadounidense (que tuvo lugar precisamente en el nuevo estadio), ya ha sido suspendido de empleo y sueldo por cinco partidos. El puertorriqueño Joey Cora, coach de banca, será el manager interino.
El equipo, en tanto, anunció la sanción en un comunicado. La suspensión tiene efecto "inmediato" y Guillén no recibirá su salario mientras dure. "Los Marlins reconocen la seriedad de las declaraciones atribuidas a Guillén. El dolor y el sufrimiento causado por Fidel Castro no puede ser minimizado, especialmente en una comunidad llena de víctimas de la dictadura", indica el comunicado.
El equipo había expresado el sábado en otro comunicado que no hay "nada que respetar" acerca de Castro, y lo calificó como un "dictador brutal".
En una entrevista concedida a la revista Time dijo en inglés: "respeto a Fidel Castro. ¿Sabes por qué? Mucha gente ha tratado de matarlo durante los últimos 60 años, pero ese hijo de... todavía está ahí", al tiempo que el periodista también le cita diciendo "amo" y "admiro".
Al menos dos funcionarios locales manifestaron que Guillén debería renunciar a su cargo.
"Lo que quería decir en español, lo dije mal en inglés. Quiero que me miren a los ojos cuando digo esto para que vean que digo la verdad", dijo con la mano en el corazón y visiblemente afectado ante 30 cámaras de televisión y más de un centenar de periodistas.
Guillén, quien habla inglés aunque tiene cierta dificultad en hacerlo de forma fluida en algunas ocasiones, explicó: "no estábamos hablando de política" y, "quizás, la manera en que yo lo quería decir no salió cómo era".
En todo momento, insistió en no echar la culpa al entrevistador y asumir que fue un "error personal" al "elegir mal las palabras".
"Estoy muy triste y decepcionado , porque les he defraudado. Me contrataron para manejar el equipo no para hablar de política", explicó el venezolano, quien dijo no haber podido dormir desde que el fin de semana saltara la polémica.
Guillén dijo que no estaba allí para "salir de un problema, sino (para decir) la verdad". Indicó que sus últimos días han sido bastante difíciles y "solamente Dios y mi familia saben lo difícil que lo hemos pasado. Estoy arrepentido de lo que hemos pasado y de poner a muchas personas en un puesto que no tenían que estar".
Ofreció disculpas a las familias cubanas y les solicitó que lo entiendan. "Pido perdón con el corazón en la mano y de rodillas a los cubanos y a los latinos", expresó.
Las autoridades cubanas no respondieron de manera inmediata un pedido de periodistas para que efectuaran comentarios.
Refiriéndose al presidente venezolano, manifestó que "poquito a poco está haciendo el mismo daño a Venezuela que Fidel le hizo a Cuba". Dijo que no comparte su ideología ni es partidario de su política.
En el 2005, Guillén apareció en dos oportunidades en un programa de radio conducido por Chávez. En ese momento, dijo que aunque no mucha gente estaba de acuerdo con el mandatario venezolano, él lo apoyaba. Sin embargo, aseguró: "Prefiero estar muerto que votar por Chávez''.
"La gente cree que yo soy chavista. Yo trabajo para las Empresas Polar. Uno de mis mejores amigos es Lorenzo Mendoza".
El presidente del equipo, David Samson, afirmó que no pensaron en despedir al venezolano ni en pedirle la renuncia.
"Le creemos'', expresó Samson. "Creemos en su disculpa. Creemos que todos se merecen una segunda oportunidad''.
Exiliados cubanos protestaron en las afueras del Marlins Park
Frente a las puertas de acceso al estadio una multitud pedía el retiro de Guillén, mientras el manager ofrecía sus disculpas ante la prensa. Dos helicópteros sobrevolaban el área.
Portando banderas cubanas y estadounidenses, los manifestantes gritaban "que se vaya, que se vaya'', "que lo boten, que lo boten'', al compás de fuertes sirenas. Muchos de ellos levantaban carteles que decían "Guillén vete para Cuba a dirigir el team (equipo) de Cuba por $25 al mes. Comunista'', "Persona no grata'' y "Sin disculpas. Despídanlo ahora''.
"Me parece que está lleno de hipocresía. Debía haber pensado más lo que decía'', expresó Luis Martínez, un jubilado de origen cubano. "No le acepto ningún tipo de perdón. Deberían botarlo''.
Otra de las personas que pedían su dimisión, Jay Fernández, dijo: "esta ciudad no necesita a una persona como él como modelo para nuestros jóvenes. No creo sus disculpas. Son lágrimas de cocodrilo. Lo ha hecho porque pretende conservar su trabajo".
Lo que vendrá a partir de ahora
Durante la rueda de prensa repitió constantemente, tanto en inglés como en español, palabras como "culpable", "avergonzado", "estúpido comentario", "error personal", "decepción", "compromiso con la comunidad" y "aprender de los errores".
"Me reuní con miembros de la comunidad cubana, y lloré cuando oí sus testimonios. Cuando lloro lo hago con honestidad. Voy a demostrarles con hechos que estoy con ellos, porque estoy convencido de que Cuba y Venezuela tienen un futuro mejor por delante".
"Mañana (hoy) hablaré con el equipo. Espero que los jugadores me entiendan, me perdonen por ponerlos en esta situación, dejen este problema que yo les he causado a un lado y sigan jugando lo mejor posible", añadió.
Igualmente prometió que, como figura pública, hará todo lo que pueda. "Yo soy un líder de una forma u otra. Yo le voy a demostrar a la gente cubana de verdad quién es Oswaldo Guillén".
"Ahorita estoy respirando un poco mejor, porque creo que (la comunidad cubana) sabe que hablé de corazón. Espero que esta enorme nube negra quede detrás de mí y pronto podamos empezar a hablar de beisbol".
Hay un límite para todo
Algunos dirán que se coarta el derecho constitucional de libertad de expresión de Guillén o que es una cuestión de intolerancia, pero vale aclarar que esto no involucra a un gobierno amordazando a un ciudadano por opinar.
Se trata de un asunto en el que una empresa privada (Marlins) castiga a un empleado (Guillén) por una conducta perjudicial a sus intereses, en este caso a su grandioso plan de tener una exitosa franquicia de beisbol en Miami.
Esto no es nuevo en las Grandes Ligas. Hay que recordar lo ocurrido con Marge Schott, la fallecida propietaria de los Rojos de Cincinnati que fue suspendida toda una temporada en la década de los 90 por formular encendidos comentarios de tinte racista y elogiar la figura de Adolfo Hitler.
A raíz de esta situación, y tras sobrevivir la polémica, Guillén tal vez sepa medir lo que dice y ser más cuidadoso frente a micrófonos y grabadoras. Tal vez aprende la lección que hay un límite para todo.
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