Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 2 de diciembre de 2012

Digo como dijo Beatriz Sarlo al izquierdista habla bolserías prepotente de Orlando Barone, Conmigo no chavistas, yo estudié Letras en 1969-73 y vi nacer un a cantidad de instituciones culturales y el actuar de muchos que están en el poder...No inventaron el agua con limón y sus unos carajos que siempre han detectado el poder...Conmigo no...Echenle el cuento a otros...



asa a diario. Es otro de los fenómenos que aprendimos a observar con indignación en quince años de hegemonía populista y manipuladora. Encendemos el televisor y aparecen periodistas del oficialismo que dictan cátedra. 

Algunos vienen de antes y eran compañeros en impresos, en emisoras de radio y en canales de televisión. Había buenos periodistas y otros que eran malazos. 

Flojos, descuidados. 

Siempre hablan como si tuvieran la verdad en la boca. Y como si existiera un solo punto de vista sobre las cosas. No dudan jamás de nada. Son absolutamente morales, pero en el mal sentido de la palabra. Están atravesados por los prejuicios y muchas veces son devorados por sus propios mitos. 

El otro día uno de ellos improvisó un programa con unas "privadas de libertad" (aporte lingüístico del régimen) del INOF. No sólo desconocía el guión que debía seguir (hablar bien del infierno no es cosa fácil), sino que todo era tan ridículo que nadie en ese set tomaba en serio lo que decía. 

Recordé entonces un episodio que tiene ecos en múltiples situaciones venezolanas. Ocurrió en Argentina. Y tuvo que ver con una escritora muy respetada, de izquierda, insobornable y austera, Beatriz Sarlo, que ha dado clases en Buenos Aires, Columbia, Berkeley, Maryland, Minnesota, Cambridge y Harvard. 

Beatriz Sarlo es una escritora combativa, y hoy por hoy una de las voces más críticas contra los modos de construcción propagandística de los Kirchner. Es reconocida por mostrar "un modo diferente de ser de izquierda". 

La invitaron a participar en el programa de televisión oficialista 678. Sarlo escribió un libro muy crítico, La audacia y el cálculo, donde cuestiona 678. Así: "Es desagradable visualmente, con un panel integrado por bizarros o pedantes, sin obligaciones con el ritmo televisivo, sin beautiful people, producido en el canal público. Es pura y dura propaganda ideológica". 

Sarlo convino en ir por coherencia intelectual. Había sido crítica con ellos. Debía aceptar la invitación. Fue y se sentó frente a siete panelistas que estaban allí para atacar la oposición y defender el Gobierno. Siete periodistas que se dedican a criticar el oficio ajeno. 

Ese día iban a hablar del sesgo en la cobertura de los medios españoles en las movilizaciones de 2011 en Puerta del Sol. Mostraron unas imágenes y dejaron hablar a Sarlo. No miró de frente. Prefirió hacer como los jugadores de tenis. Una vez que saludó, comenzó a hablar y fue como oír una ametralladora. 

"Ese informe sobre la cobertura de prensa es lo que opino de los informes del programa de ustedes: son recortes en los cuales faltan las fuentes y se repiten siempre los mismos mensajes. 

Es un picadillo de lo peor de los medios, tratan de hacer creer a la gente que lo que pasa en España está siendo trasmitido así. Les aseguro que leo todos los portales españoles de noticias y hay varias perspectivas sobre Puerta del Sol". 

Nadie esperaba esa arremetida. 

No podían tildarla de derecha. No era una oligarca defendiendo el imperio. Era algo peor para ellos. 

Era una persona que los conocía. 

Cuando Osvaldo Barone (periodista argentino que construyó su carrera en medios tradicionales privados) intentó hacer lo de siempre (decir que los grandes medios eran criminales y los públicos honorables), oyó dos palabras que lo dejaron mudo. "Conmigo, no, Barone". 

Ese "Conmigo, no" fue contundente. Era un recordatorio de que aunque quisieran venderse como gente de izquierda avanzada, eran conocidos. Sabían cómo se habían comportado en los medios en el pasado. "Conmigo, no", que los conozco y no me pueden engañar. 

Sarlo, que era respetada, se volvió famosa. Al día siguiente había gente con franelas que decían "Conmigo, no". Aparecieron ringtones con esas palabras. Y esta mujer ­que jamás lo soñó­ se convirtió en un rostro reconocido, creíble, honesto de la oposición argentina. Bastaron una trayectoria de vida y dos palabras en el momento correcto. 

Groucho Marx decía que "no quería pertenecer a ningún club que lo admitiera como socio". Era comprensible semejante reparo. 

Cuando uno conoce a una secta, quiere alejarse rápidamente para no quedar atrapado en sus redes. 


Conmigo no Barone. Beatriz Sarlo en 678 - YouTube 

www.youtube.com/watch?v=oP7FJ-DUtTICompartir
25/05/2011 - Subido por estefini
Barone increpó a Sarlo induciendo que ella trabaja en La Nación y Radio Mitre (grupo Clarín). Ella respondió ..


Beatriz Sarlo pasó por 6,7,8 y descolocó a Barone

La escritora fue invitada al programa oficialista en Canal 7 y no escatimó críticas para el tratamiento que daban a la información. El furioso cruce con Barone.

Beatriz Sarlo salió airosa del debate que 678 le planteó, a raíz de su último libro (La Audacia y el cálculo), para hablar de medios, tratamiento de la información y política nacional frente a los cinco panelistas habituales del programa y el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto y el filosófo de Carta Abierta, Ricardo Forster.

Sarlo tuvo su primera intervención con un informe sobre el movimiento español conocido en las últimas semanas como "los indignados" pero centrado en las críticas que los jóvenes le hacían a los medios de comunicación por sus coberturas (en algún caso, eran comparados con la ETA) y las razones de su protesta.

“Es un recorte, faltan las fuentes, se repite el mismo mensaje, está tan fraccionada la información que es difícil entender lo que pasa”, analizó Sarlo el primer informe del programa.

Pero uno de los momentos más calientes, en la mitad de la emisión, llegó con unas palabras de Orlando Barone en relación a las limitaciones que el periodista encuentra en el medio donde trabaja: “A veces, trabajar en un canal oficial como éste permite algún tipo de concesión. Uno se siente más aliviado cuando en el lugar donde trabaja no hay que ocultar crímenes de lesa humanidad, no hay que pactar con sospechados de crímenes de lesa humanidad. La pregunta es se puede trabajar...”.

Inmediatamente, la escritora rugió: "Conmigo no, Barone, conmigo no. Vos trabajaste en Extra, trabajaste en La Nación, aguantaste hasta donde pudiste. Llamá a alguien de Clarín, yo soy una columnista de La Nación y trabajo tres veces por semana en radio Mitre, no voy a responder por ese medio”, pidió Sarlo. Y de inmediato, aclaró: "Análisis de ADN tienen que ser hechos" en relación al caso Noble.


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