Como expliqué al comienzo del blog, además de temas de
mi interés en el área cultural, que es en la que me formé,
iba a estudiar a Valencia desde mi teoría de que es
"CAPITAL ENERGETICA DE VENEZUELA" para lo cual iba
a apoyarme en estudios históricos y en el análisis de las cartas
astrológicas de momentos cumbres de su estructuración.
Amén de la presentación de personajes que aparecen en los
diarios y yo considero muy importantes y de verdad meritorios.
confieso que muchas entrevistas quedaron en el "Centro de Docu-
mentación del Palacio de los Iturriza" cuando llegó la Lic. Pelgrón
desde Caracas a poner fin a FUNDAPATRIA, a cuyo personal
pertenecía desde que Frida Añez me llamó en 1998, por eso iré
publicando el material que consiga en mi diezmada hemeroteca.
Con esa idea de comenzar a presentar lo que en 35 años he estudiado
e interpretado a "mi manera" como Don Armando Scannone la cocina
"a la manera de Caracas", hoy domingo me he propuesto iniciar mi
proyecto actualizado, con dos artículos que resumen el entorno que
vivimos como venezolanos y valencianos, para poner pies en tierra,
saber dónde estamos parados y de ahi iniciar un viaje de la mano de
quienes han investigado y publicado sobre los temas que me interesan.
Primero el estudioso venezolano que de economista comunista
descubre lo "espiritual".
Notitarde, TANGENTE Valencia 19-02 2011 pág 1 |
¿Libertad individual islámica?
Emeterio Gómez
Lo que está ocurriendo en el Mundo Islámico, es una magnífica oportunidad para reflexionar... ¡¡sobre la Civilización Occidental!! Sobre el inmenso y radical proceso de transformación que Occidente produjo entre el siglo XVI y el XVIII. Esa hecatombe política, jurídica, económica, religiosa y científico-tecnológica que –en esos 300 años– cambió drásticamente una sociedad dogmática, aristocrática, fundamentalista y fanática, en otra democrática, libertaria, igualitaria, regida por el derecho y, lo esencial, constituida sobre la Autonomía de la Conciencia Individual. No hay que hacerse muchas ilusiones con lo que pueda pasar en el Islam, pero los cambios que allí ¡¡no ocurran!! son una magnífica oportunidad para evaluar los que sí ocurrieron en Occidente en aquellos fértiles 300 años conocidos como la Modernidad. Nada como compararnos con lo que hoy son y con lo que podrían ser los musulmanes, para sentir profundamente –no tanto para comprender conceptualmente, sino para sentir a fondo, para valorar– el impacto positivo de aquellos tres siglos.
Un primer componente a analizar –pero sobre el que no me detendré– es, por supuesto, la Democracia. No sólo por lo del Gobierno del Pueblo, sino por lo que atañe al Gobierno Electo, a la posibilidad de que la sociedad elija a sus gobernantes. Realidad ésta, estrictamente ligada al Derecho, a la Libertad de los ciudadanos respecto del Estado y, tal vez lo más importante, una sociedad fundada en la Igualdad, por lo menos ante la Ley. Un fenómeno que en los dos últimos siglos ha avanzado de manera sustancial desde la Igualdad formal, a la Igualdad real y material. ¡Por mucho que la pobreza siga estando allí!
Todo ello es muy importante, pero el núcleo de este artículo es la posibilidad –¡o el sueño!– de que el Mundo Islámico desarrolle la noción de Libertad Individual. Vista ésta, no sólo como libertad jurídica, política o económica, sino como la Autonomía de la Conciencia Individual. Como el logro más elevado de Occidente: la constitución o fundamentación de Lo Humano, no a partir de la naturaleza, la razón, la sociedad, Dios, los dogmas religiosos, el Estado, el derecho o la cultura, sino a partir de la mencionada Autonomía. Nada más fértil para comprender la importancia de ésta y de la Libertad Individual a ella adscrita, que compararnos con esos seres humanos aplastados por el Islam. Nada ayuda más a intuir lo que somos, que cotejar nuestra dimensión espiritual absolutamente libre con la negación radical de la Libertad y de lo Individual que a los musulmanes les impone la sumisión a Dios.
Por mucho que esa Autonomía de la Conciencia Individual –que Occidente intentó desarrollar entre el siglo XVI y el XVIII– se frustrara en los dos siguientes; por más que ello desembocase en la profunda crisis que hoy vivimos, y que nuestra idolatrada Libertad Individual, la Moralidad y la Espiritualidad fuesen aplastadas por la Racionalidad, la Ciencia y la Tecnología, por más que todo ello haya desembocado en el Holocausto, el Nazifascismo, el Comunismo –y, lo esencial, en la estúpida posibilidad de una guerra nuclear–, nada nos impide aprovechar este sacudón de la Cultura Islámica para sentir y disfrutar esa cosa maravillosa que es la Libertad Individual y, tras ella, la Autonomía de nuestra Conciencia, la certeza de que Lo Humano es absolutamente independiente de la Naturaleza, la Sociedad y el Estado. Y, finalmente, "lo máximo": ¡¡Que la noción de Dios y la Religiosidad se pueden reconstruir y relanzar a partir de la Infinitud Absoluta de nuestro Espíritu!!
E-mail: gomezemeterio@gmail.com
http://emteriogomez.wordpress.com
El historiador que conoce a Chávez y el proceso más que la
madre que lo concibió
El Carabobeño 18 febrero 2011
Agustín Blanco Muñoz || ¡Vamos hacia un desmadre total!
Si la cosa se limitara a una lucha para quitarnos de encima este desmadre revolucionario, bolivariano, zamorano, marxista-leninista, stalinista, fidel-guevarista y socialista del siglo XXI, tal vez sería fácil de manejar.
Pero el asunto se complica porque aquí hay una buena cantidad de desmadrados que promueven todo tipo de pugnas y enfrentamientos destinados a adquirir cuotas de poder y sus respectivos beneficios.
Nuestro desmadre, entendido como ausencia de organización, planificación y perspectivas creadoras, nos ubica en territorios de la mayor sobredescomposición. Y de allí no nos desplazamos.
¿Pero de dónde proviene tanta miseria? En sentido general debemos admitir que somos hijos del desmadre. Procedemos de una invasión, con la cual no hemos roto, pasamos por algo que se llamó independencia o por repúblicas tenidas como democráticas o dictatoriales que no han sido más que dos maneras de mantener una misma mentira.
De modo que a lo largo de nuestro proceso social ha estado planteada la usurpación como arma fundamental para el acopio de poder y beneficios para los propietarios y de miseria y terror para los desheredados.
Y esta herencia no parece romperse. De allí que hoy esta ex república esté atrapada por dos minorías del desmadre que por más que jueguen a percibirse como opuestas siempre estén dispuestas a llegar a acuerdos.
Y en este sentido hay que registrar que quienes estuvieron en las aureolas del poder los 40 años del punto-fijismo luchan por volver y los que disfrutan hoy del socialismo del siglo XXI hacen la guerra por permanecer. Triste y calamitosa historia.
Y por estas vías está garantizada la permanencia del desmadre. ¿Y cómo avanzar para salir de este estadio de destrucción? ¿Este ex país y sus ex ciudadanos saldremos en forma progresiva y pacífica de esta situación y bajo el control del aparato del gran espectáculo electoral?.
Ya a esta hora el golpista-presidente convirtió todos sus actos en campaña proselitista. Agro Venezuela, Vivienda Venezuela, la Pobreza Refugiada, las interpelaciones en la AN, los Consejos Comunales, las Comunas, Milicias, Misiones militares (china, rusa, cubana, bielorrusa) forman parte del paquete de objetivos que se utilizan para amarrar votantes.
Se intenta así atar el sufragio a lo que se recibe a cambio o a la intimidación que se adelanta por medio de los instrumentos coercitivos de que puede hacer gala una revolución pacífica pero armada por su propia cuenta y con la ayuda de contingentes ya instalados en este ex país.
Lo importante es hacer sentir el gran y creciente poder de la revolución para decidirlo todo a sus anchas. De allí que situaciones tan graves como la que se presentó con la explosión de CAVIM reciba base por bola para que no ocurra nada.
A esta hora se señala públicamente que “había un supuesto mercado negro de armas en esos depósitos con precios de 2 millones para los fusiles y un millón por cada granada.” (EU, 15/02/11, p.1/4) ¿Hubo incidentes entre los comerciantes respectivos que pudiera haber incidido en lo ocurrido?
Y lo más grave: en este contexto de posibles enfrentamientos se produce la declaración del GP sobre la presencia en la escena castrense venezolana de militares extranjeros.
Y aún ante situaciones tan comprometedoras, las oposiciones siguen en la ruta electoral trazada por el régimen como si no estuviera pasando nada. Lo electoral se pone por encima de toda la tragedia que se padece en la totalidad del cuadro histórico de la Venezuela Actual.
De allí se puede ver con claridad que el camino del desmadre se presenta cada vez más como irreversible. Algo de lo cual no se podrá salir, lamentablemente, por las vías del voto-elecciones democrático-republicano libre y transparente. El régimen se ha cansado de asegurar que una revolución no se pierde o entrega por elecciones, y que cuenta no sólo con todas las instituciones, sino además con la complicidad de negociantes para los pactos-acuerdos necesarios.
El desmadre para esta hora es profundo, imparable, terrible. La situación económica es cada vez más angustiante para el colectivo. Y por ello nuestro cuadro histórico adquiere cada vez una mayor dimensión de tragedia.
¿Será inevitable entonces un tiempo y condiciones de la más abierta y terminante violencia? ¿Tendremos capacidad de parar tan terrible y desmadrado monstruo?
Twitter: @ablancomunoz
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El Carabobeño 17 febrero 2011
Fernando Facchin B. ||
Crisis de gobernabilidad municipal
El municipio Valencia atraviesa por una grave crisis de gobernabilidad en razón a la incompetencia e ineficiencia del alcalde y su equipo de colaboradores, quienes juegan a la anarquía y al caos de la ciudad.
La ingobernabilidad municipal, es una variable política que incide negativamente en la toma de decisiones y en la capacidad para conducir el municipio dentro del marco de los valores y prácticas democráticas, construir consenso, manejar y resolver eficazmente los problemas y los desafíos que enfrenta la sociedad, lo que impide construir una sociedad cada vez más libre, justa, segura y próspera; por el contrario, la gobernabilidad municipal deviene de la calidad del liderazgo que conduce al municipio y a su vez es producto de la cultura política predominante en la clase gobernante y observamos que para el “Alcalde que padecemos” el fundamento básico de gobernabilidad se sustenta en el principio maquiavélico que sostiene: “El fin justifica los medios, el imperio de la fuerza del poder, la negación de la moral y del derecho, la razón de estado contra cualquier otra consideración ética como política de Estado”.
Valencia, hasta hace poco, era una ciudad de progreso constante, sin embargo, en la actual administración municipal, la capacidad de cobertura y atención de los servicios públicos municipales tanto en su cantidad como en la calidad ha disminuido en forma alarmante, la contaminación y anarquía del transporte público, el deplorable estado de la vialidad, el abandono de la zona sur, la baja calidad del asfaltado en la pavimentación de algunas calles, el evidente deterioro del ornato público, la mala recolección de la basura, los llamados terrenos de engorde que son espacios para basura y malvivientes, la inseguridad, los servicios municipales en general no responden a nuestras necesidades, todo ello es una manifiesta ineficiencia que se refleja en la mala calidad de vida del valenciano. El caso del Metro y del Acuario es signo de incuria, de inequidad e ingobernabilidad municipal en términos generales.
La Cámara Municipal que tiene por función, entre otras, la de supervisar la actuación del alcalde está compuesta por las llamadas “focas políticas”, con excepción de los concejales Valentiner y Mujica y pareciera que el acuario y sus toninas fueran competencia para la focas.
Cuando falla la capacidad intelectual y la cultura política de los gobernantes existe crisis de gobernabilidad, caos político, social y económico; la crisis se presenta cuando hay erosión y desgaste en la autoridad, inversión de los valores éticos, falta de racionalidad en la dirigencia, en definitiva, la crisis de gobernabilidad municipal es un desequilibrio entre la oferta y la demanda social y política, lo que no garantiza la adopción de políticas municipales coherentes.
Valencia exige un desarrollo urbano equilibrado y sostenible en materia de servicios públicos de calidad y eficiencia, así como de espacios urbanos de alto impacto para el desarrollo humano y social. Para tal fin, requerimos de un gobierno municipal que entienda y promueva la construcción de consensos que nos permitan elevar nuestra calidad de vida. Pero también es necesario que la sociedad copartícipe en su desarrollo previa convocatoria del Alcalde. Uno de los grandes retos de cualquier gestión es lograr esa coparticipación con la ciudadanía.
La “gestión municipal” no puede estar limitada a la promoción personal del alcalde en vallas y avisos de prensa, sino que tiene que ver también con la manera en que ciudadanos se organizan, definen sus destinos y gestionan cambios e iniciativas, lamentablemente, la pobreza en la gestión municipal radica en la ausencia de liderazgo transformador, moderno y transparente, en tanto que tenemos un alto grado de intransparencia, un fallo vergonzoso ante en los servicios municipales básicos e indiferencias ante condiciones críticas de gran impacto en la población.
El alcalde tiene la obligación legal de convocar a las cámaras, las organizaciones civiles, gremios, partidos, universidades y a la sociedad en pleno para desarrollar una política que rescate el desarrollo social en su sentido más amplio: el mejoramiento continúo de las condiciones económicas, materiales, de salud y bienestar, así como la capacidad de las personas de ejercer a plenitud su ciudadanía.
Un desarrollo social que sea incluyente, participativo y que fomente la cohesión social y promueva el ejercicio de la ciudadanía. Valencia exige una agenda coordinada de desarrollo, en donde el diálogo sea eje articulador del futuro de la ciudad, dejando de un lado los intereses mezquinos e individualistas y darle prioridad a grandes proyectos para el desarrollo sostenible del municipio.
Los valencianos tenemos la capacidad de construir un municipio digno de nuestro gentilicio y acabar con ese remedo de gobernabilidad municipal que estamos padeciendo, donde prevalecen los antivalores y un liderazgo mediocre, predominando la inestabilidad, la inseguridad, la baja calidad de vida y la desconfianza, donde la dirigencia municipal carece de credibilidad y de legitimidad, razón por la cual estamos envueltos en una crisis de gobernabilidad municipal.
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