La edición sustituye al anterior volumen que se publicó en el año 1999
"Las academias no reprimen a nadie, solo recomiendan". Así comienzan las palabras de Francisco Javier Pérez, presidente de la Academia de la Lengua Española en Venezuela, a propósito de la presentación del nuevo volumen de Ortografía, producto del trabajo de la academia de los países hispano parlantes.
Se trata de un nuevo tratado sobre el tema que viene a reemplazar la estricta edición anterior que data de 1999, e intenta ser más amigable. "La propuesta de esta nueva ortografía es recomendar cambios y en ningún caso imponerlos", explica Pérez.
Esta nueva aproximación a la manera correcta de escribir viene amparada por la firme intención de la academia de justificar sus argumentos. " Se recomiendan las cosas con razones, por eso el volumen es tan grueso, por los cuadros y los ejemplos que clarifican estos asuntos", comenta Pérez.
A pesar de contar con un propósito tan claro como lo es racionalizar y sincerar el uso de la ortografía, la Academia de la Lengua no pretende que la publicación de este volumen genere cambios inmediatos. "Los cambios ortográficos se van asimilando muy lentamente. No pensemos que el próximo mes o el próximo año las cosas serán como lo indica esta nueva ortografía", dice Pérez.
Para explicar esa resistencia natural que pone la gente a los cambios, Pérez recuerda que "la memoria ortográfica pesa mucho, pero poco a poco la gente se va acoplando; eso no debe mortificar a nadie".
En aras de facilitar que estas nuevas recomendaciones sean asimiladas y puestas en práctica por los usuarios de la lengua española, Pérez comparte los planes de la Academia para el futuro cercano.
"La pretensión de la Asociación de Academias es lograr un texto aun más práctico y fácil de manejar, una suerte de manual de ortografía que saldrá quizás el próximo año y en el cual, sin alterar los contenidos, se aligeren algunos apartados para que se difundan más las recomendaciones".
La idea de simplificar la Ortografía viene dada por la cantidad de información que acompaña al nuevo tomo. "Es una obra que tiene niveles de lectura. Está el nivel para los usuarios que buscan normas concretas, uno para estudiosos más en profundidad de la lengua y otro para historiadores de la lingüística, se satisfacen muchos niveles de estudio e interés de la lengua", acota Pérez.
Es por ello mismo que el académico rescata que se haya logrado "una obra moderna" en materia de ortografía que recuerda de las viejas ediciones.
Por el momento, la gente sabe ya que el alfabeto tiene dos letras menos, la ch y ll, con lo cual suma 27 caracteres en total. Igualmente, el cambio de nombre de la "i griega", que pasa a "ye", y a la "w" se le pronunciará "doble uve", son de los nuevos giros que más recuerda la gente.
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