Rockero Johnny Hallyday prepara una gira tras flirtear con la muerte
El francés, de 68 años, ofrecerá más de 50 conciertos en un histórico teatro en Los Ángeles.
El veterano rockero francés Johnny Hallyday, quien es toda una leyenda en su país, está preparando una gira de dos años luego de haber sufrido una complicación tras una cirugía que casi le quitó la vida en su hogar adoptivo de Los Ángeles.
Como tributo a la ciudad que le "salvó la vida", la estrella de 68 años iniciará una gira de más de 50 fechas en un histórico teatro en Los Ángeles, donde espera "hacer temblar al público de emoción", dijo a la AFP.
"Es como cantar en casa", aseguró el famoso cantante galo, de buen humor entre un ensayo y otro en Burbank, en el valle de San Fernando al norte de Los Ángeles.
La estrella, que vive en el balneario de Pacific Palisades (al oeste de Los Ángeles) con su esposa Laeticia y sus dos hijas, Joy y Jade, se refirió al "accidente que todo el mundo sabe".
Hallyday debió ser intervenido de emergencia y fue puesto artificialmente en coma en diciembre de 2009 en la ciudad californiana, luego de una crisis en un vuelo desde París donde le habían operado una hernia unos días antes.
La gira que planificaba entonces, "Tour 66", fue cancelada.
"Me salvó la vida un médico estadounidense, gracias a él estoy aquí hoy", dijo el cantante, conocido como "el Elvis francés".
"Es como reiniciar lo que no terminé aquella vez, en Los Ángeles, la ciudad donde me salvaron la vida. Moralmente es importante para mí".
Los ensayos comenzaron a fines de marzo. Comenzó con unas 40 canciones, que redujo a las 25 que presentará en su show. "Elegimos temas viejos y nuevos, de los años '60 y '70 hasta hoy", contó.
Pero en su repertorio de más de 1.000 títulos, "algunas canciones ya son obsoletas, sobre todo por las letras", dijo. "A algunas les iba muy bien en los '60 pero hoy en día parecen algo ligeras. 'Da Dou Ron Ron', por ejemplo. ¡Esa ya no la puedo cantar!".
Vestido de negro con un crucifijo plateado en el pecho y sus legendarios ojos azules, Johnny parece en su salsa, rodeado de sus músicos.
"Por ahora estamos trabajando en lo básico: ritmo y guitarras. Luego agregaremos los metales y los coros", dijo, describiendo el tono como "blues-rock".
El concierto de apertura será en el Orpheum, un espléndido teatro con 2.000 asientos en el centro de Los Ángeles, donde espera "poner a prueba el espectáculo y ajustar el orden de las canciones si es necesario".
Pero la relativa pequeña escala de esta presentación se transformará luego en una gira con megaconciertos en el verano, para los cuales quiere "hallar las cosas que hacen temblar al público de emoción".
"Trato de darle a la gente lo que quiero ver de otros artistas", dijo. Los grandes shows "deben ser un espectáculo, porque si sólo vamos a cantar unas canciones con el grupo, la gente podría ir a un club, no a un estadio".
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