Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 2 de diciembre de 2012

Acabo de llegar de Mérida, en la calidez del frío no había truchas poque todas las truchiculturas merideñas las expropió el gobierno, no habían arepas de trigo, las tradicionales merideñas...¿Qué quieren los militares acabar con las tradiciones y el turismo? Es admirable el personal que aun trabaja en estos hoteles resorts parameros, pues hacen milagros para no destruir a su Mérida natal y sobre todo no caer de nuevo en la miseria de la que salieron gracias al trabajo tesonero del turismo...¿Favorece al pueblo la tal Revolución bonita? No joda, vale...


Por escasez de harina de trigo peligra producción de pan

 
Conflicto laboral en Sucre y Puerto Cabello afecta a seis estados. El problema amenaza la temporada decembrina y podría llevar al cierre de los productores artesanales. La reducción de 3.500 a 1.500 sacos en la producción diaria de harina de trigo de la planta de Molinos Nacionales C. A. en Cumaná, ha ocasionado una fuerte escasez del ingrediente base para la elaboración de pan y producto estrella de la temporada decembrina, el pan de jamón.

El conflicto laboral que incluye también la paralización de la filial de Puerto Cabello afecta, según cálculos de los trabajadores de Monaca, a cerca de 3.000 panaderos y distribuidores de pan en los estados Sucre, Monagas, Nueva Esparta, Bolívar, Anzoátegui y Delta Amacuro.

De seguir la situación, las pequeñas panaderías y los panaderos artesanales deberán bajar las santamarías, pues las pocas distribuidoras que están activas solo despachan a las grandes empresas del ramo.

Más de 300 en Cumaná. En el epicentro del conflicto de Monaca, el estado Sucre, se calcula que hay más de 600 panaderías afectadas y alrededor de 300 sólo en Cumaná.

Desde la última semana de octubre, las panaderías de Cumaná regularon la venta de las distintas presentaciones del pan a 10 canillas por persona y en algunos casos aumentaron de 2,5 bolívares a 3 bolívares cada una.

Delis Coronado, residente de Cumaná, señaló que algunas veces debe recorrer casi todas las panaderías de la ciudad porque es imposible conseguir el producto. "En las panaderías nos dicen que es por culpa de los trabajadores de Monaca. Espero que la situación se solucione, ya que muchos nos vemos perjudicados", dijo.

Los habitantes de Cumaná están preocupados por el tradicional pan de jamón que podría verse afectado tanto en la producción como en el precio que asciende a más de 100 bolívares en los pocos establecimientos que lo ofrecen. Ante la escasez, los panaderos decidieron hacer los panes más angostos. Rosmely García, encargada de la Mansión del Pan, dice que el suministro al mes bajó de 150 sacos a sólo 80, lo que la ha llevado a dejar de vender productos empaquetados como el pan de sándwich, de hamburguesas, panes dulces y perros calientes.

Sin inventario 60% de los establecimientos. En el estado Nueva Esparta, especialmente en la isla de Margarita, voceros no autorizados de la Asociación de Panaderos de Nueva Esparta, confirmaron que más de 60% de las 158 panaderías afiliadas se encuentra sin inventario desde hace más de un mes, cuando fue paralizado el molino de Cumaná.

Indicaron que el consumo de harina de trigo semanal en Margarita supera los 2.100 sacos, de los cuales más de 70% es distribuido en esta zona por Monaca.

El resto lo despachan distribuidoras como Dinar, Aveiro y Crista Insular, pero en estos momentos les resulta imposible cubrir el hueco dejado por Monaca, porque, a lo sumo, pueden suministrar 20 sacos semanales a las grandes panaderías, que lo consumen en un día.

Los representantes de Asopane indican que, por los momentos, la única alternativa que tienen es llevar la harina desde Maracaibo, pero resulta muy costoso debido a la distancia y al tiempo de espera, no menos de una semana.

Además, el transporte se traduce en mayores gastos y menores ganancias para los industriales de la panificación, quienes debido a la regulación de precios, no pueden trasladarlos al consumidor final.

Exigen reactivar molienda. Igual que en Sucre, en Monagas la escasez de trigo se ha venido agudizando desde el mes de octubre. Además de afectar el precio de productos como el pan de jamón ­que se puede conseguir hasta en 150 bolívares en Maturín­, se constituyó una nueva asociación de pequeños y medianos comerciantes para denunciar y combatir el problema de la distribución de este producto con base en el artículo 3 y 18 de la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria.

André Delfino, presidente de la Asociación Bolivariana de Panaderos en Monagas, señaló que formaron una comisión para exigir la reactivación de molinos Monaca.

Se pudo constatar que los representantes de este sector calculan ofrecer el tradicional pan de jamón entre 100 y 150 bolívares debido a la falta de harina de trigo. Otros vendedores se atreven a dar un precio más conservador. "Yo lo vendí el año pasado en 80 bolívares. Este año se incrementará hasta 20%", destacó Munir Duarbouh, comerciante panadero.

Se calcula que alrededor de 2.500 comerciantes en el estado estarían amenazados por el problema y la asociación bolivariana de la entidad denuncia que, en el caso de los pequeños empresarios, la situación podría llevarlos al cierre de los establecimientos.

Lo compran en Monagas. En Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, los empresarios del ramo panadero, en su mayoría portugueses y árabes, acostumbran comprar la materia prima en el estado Monagas, uno de los más afectados por la escasez.

Hernán Marín, representante del sector, señaló que aunque el precio regulado de cada saco es de 341 bolívares, en realidad lo pagan en 520 bolívares, lo que los obliga a venderlo en Tucupita a 680 bolívares para cubrir los gastos operativos.

Marín explicó que en esta ciudad hay cerca de 15 panaderías, donde es evidente la escasez para el público consumidor, acostumbrado a la compra diaria. Citó, como ejemplo, que el llamado canilla cuesta normalmente 5 bolívares, pero que ahora se ha vendido en algunos negocios hasta en 10 bolívares, mientras que el llamado pan francés popular, tradicionalmente a un bolívar, ha llegado a costar hasta 3 bolívares.

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