Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 8 de mayo de 2011

En una ciudad que le burlaron el "ALMA" y a la Diosa Atenea, seres que no las representan no puede haber colectivo defensor, porque perdió el vínculo

08 mayo 2011

Hoy y Después en Valencia

Alfredo Fermín

afermin@el-carabobeno.com

Se acentúa el rumor de que, el Ministerio de la Cultura, ha decidido incorporar al Ateneo de Valencia al Circuito Nacional de Museos con la finalidad de apropiarse de la monumental colección de Arte, propiedad de esa institución invadida, hace cuatro años, por un grupo de trabajadores que después la puso al servicio del partido de gobierno.

Lo extraño de todo esto es que, hasta ahora, no exista un pronunciamiento de los dirigentes del Ateneo, que están informados de esta situación para darle a conocer a la comunidad, lo que se piensa hacer con uno de los patrimonios de mayor orgullo de esta ciudad de Valencia.

Es cierto que el Gobierno Nacional no respeta la propiedad privada, pero habría que hacer valer esta condición, tomando en cuenta que el Ateneo de Valencia es una Asociación Civil de derecho privado de carácter cultural, no partidista ni religioso, sin fines de lucro con personalidad jurídica y patrimonio propio.

Es decir que, desde el punto de vista legal, no puede disponerse de sus propiedades, sin consultar con sus legítimos dueños, que son los miembros de esta institución fundada en 1936.

Asombra que en una ciudad donde hay tan buenos abogados, artistas, animadores culturales y expertos en éstos asuntos no se haya emprendido un movimiento contundente (no mediante un comunicado de los abajo firmantes) que exija a las autoridades regionales un pronunciamiento, desde el punto de vista legal y de la tradición, como podría ocurrir si el gobierno decide que la imagen de la virgen del Socorro, o el Monolito de la Plaza Bolívar, deben ser llevados a Caracas porque aquí no se garantiza su protección.

Nos gustaría saber cuál es la opinión del Procurador del Estado. En otras circunstancias, que no fueran tan políticas, el alcalde de Valencia, Edgardo Parra, podría emitir una declaración para saber si él está de acuerdo conque, la ciudad que gobierne, sea despojada de uno de sus más preciados bienes.

Sin dolientes

Al Ateneo de Valencia lo abandonó a su suerte la valencianidad, después de que se jactaba afirmando que era uno de sus orgullos. En una demostración de que, en este país, la justicia depende de lo que dicen en Caracas, aquí no se le hizo caso a las órdenes judiciales que determinaron que la ocupación del Ateneo, hace cuatro años, es un acto ilegal.

Y lo que es peor: hay quienes se atreven a decir que la colección del Ateneo está muy bien mantenida y cuidada. ¿Cómo es posible que personas, que consideramos serias, hagan esa afirmación, cuando pinturas, grabados, dibujos, esculturas, videos, fotografías, están arrumadas en un sótano, desde hace tanto tiempo, sin la protección que reclaman las obras de Arte y sin las fumigaciones necesarias que para que no sean víctimas de ratas, ratones, chiripas y cucarachas?

Esto no sucede por culpa de quienes asumieron la responsabilidad de apoderarse de algo que no les pertenece, sino porque ellos no tienen el presupuesto que deberían suministrarles quienes creían sus protectores.

Y eso es lógico, en un país gobernado por quienes no les importa el Arte, la cultura y sus diversas expresiones salvo las que sean para rendir culto a la personalidad de su prócer.

Una propuesta

El antiguo edificio del Ateneo, diseñado por el arquitecto José Manuel Galia, es Premio Nacional de Arquitectura 1950 y en él estaban conservados la casi totalidad de los premios Arturo Michelena y Andrés Pérez Mujica del Salón Michelena, durante más de 60 años, otorgado a los más destacados artistas del país del siglo pasado.

Se agrega, a ese patrimonio, obras de trascendencia como el cuadro del pintor Alfredo Manessier, ganador del Salón Internacional de 1955, en el que participaron eminentes creadores de Europa y América; un cuadro de Arturo Michelena y grabados de sobresalientes artistas latinoamericanos. Están, además, donaciones, libros, catálogos, periódicos antiguos, fotografías que no pueden continuar en estado de abandono o en peligro de desaparecer.

El premio Arturo Michelena, desde 1943, lo ha otorgado la Gobernación de Carabobo por lo cual, para impedir que esta colección se la lleven a Caracas, donde tampoco tienen dónde protegerla, como habría propuesto el ministro Farruco Sesto, el gobernador Henrique Fernando Salas podría declararla patrimonio estatal sin desconocer que todos los bienes artísticos y culturales son propiedad de la nación. De inmediato podría nombrar una comisión en la que estén representados el ejecutivo, la directiva del Ateneo y quienes mantienen la toma, para lograr solución a un problema que no puede continuar. Después sería demasiado tarde por tantos daños causados.


Estimado Lic. Fermín: Anoche nos encontramos en una reunión que Ud. pudo darse
cuenta se logra por la convocatoria de Cristina Araujo. (Alma y señora de su casa,
representación de la artista y mujer inteligente valenciana). Estaba Cora Páez y ella
es otro
ejemplo del poder de la mujer y lo necesario de su presencia en las instituciones
regidas por la Diosa Atenea, todos deben estar conscientes
como Ud. y yo, (Y por favor no juegue más a la víctima o al "yo no fui" porque Ud. es
arte y parte
de lo que fue el Ateneo de Valencia y protagonista de lo que sucedido). y casi de toda la
vida cultural de Valencia que viene dando tumbos desde 1986 y en 1991 Ud. sabe que la
verdadera valencianidad ateneísta votó por Cora para la Presidencia del
Ateneo y que el triunfo del President@Oropeza no fue sino gracias a Elis Mercado y el gentío de
la Universidad que inscribió en el Ateneo con el fin de que ganara quien nunca
debió optar a ese cargo como han hecho hasta Luis Eduardo Chávez a quien le sobraban
méritos y credenciales para serlo, pero como hombre NOI LO HIZO, porque era hombre
de bien y respeto, quería su ciudad cosa que el barinés joven que llegó a Valencia y a quien
María Clemencia Camarán apreció (cosa que se ve en el capítulo dedicado a él) nunca ha sentido
ni sido porque su proyecto personal lo fue estableciendo como tejido de araña, y
se viene "mofando" de las Presidentas con su doble juego notorio incluso en su vida
privada, que no es
mi problema y me importa un carajo si no fuera por el daño causado, porque en las
cosas del espíritu los pactos con las divinidades son respetables so pena de caer
en el laberinto en que hemos caido en el Ateneo de Valencia..
El Ateneo en una ciudad es el reducto del alma, de la DIOSA,y las acciones de las
Presidentas se
debían a ese respeto a la unión del Alma colectiva de la ciudad protegida por la
Diosa Atenea con la ciudad misma, hasta que llegaron los 80 y Roberto Guevara,
Cándido Millán, José Gariel González, , Miguel Torrence ,etc y
todo el grupo que burlándose del poder femenino destruyó su propio cuerpo con el
SIDA y con ello a las instituciones culturales que quedaron casi que acéfalas o en
manos de mujeres que uno no sabe de qué lado ideológico y sexual están,
por esa soberbia que los atacó, ej. Guevara después de estar casado felizmente
con una dama japonesa, que fue como yo lo conocí se volvió un carajo que si
una llegaba a una reunión
con un muchacho, él se sentaba apartándolo a uno "porque me gustas y vamos
a la cama" y luego los veo como unos monstruos
dionisíacos, amorales en las fiestas que acompañé e Boris Ramírez Dalla, mi hermano
del alma,
de quien poseo una carta hermosa y desgarradora que más parece de
Reynaldo Arenas
que de un venezolano tan sincero y puro, ¡si! como Boris.
Todo eso y ser la "persona de apoyo terapeútico" de Aldo Ramos, otro hijo que aunque
no nació de mi es como si lo hubiera hecho, me costó ser "borrada por indeseable"
en Facebook por Harry Schuster por preguntarle por Boris a quien debe agradecer
haber entrado en el restringido mundo del arte y sociedad caraqueño, aprendido lo que
aprendió porque él mismo fue a buscarlo con ese fin a Caracas, y llegar a ser quien es
aunque hoy cuente la historia "a su manera", cosa que me importa un verdadero COÑO....
Ya el daño está hecho Fermin, Elis Mercado está pagando karma, porque ser jodedorcito
y totalmente falta de rigor administrativo pero "tan de pinga en el rectorado" no es
posición sana, menos la de los adecos de parar la creación en la UC de una Facultad de
HUmanidades de verdad, y no dejando todo lo humanista" en manos de Oropeza, Pérez So, Antillano
Rivero, Angulo, (coño papa, yo vengo de una Escuela de Letras de seres pensantes, soy magister en la Universidad
Simón Bolívar y esa mención y post grado en Educación es mala y selectiva con M yS mayúsculas)
que garantizaría al menos gente abierta, culta y no Patacón dando
Filosofía o cualquier dilettante hablando bolserías. Valencia era culta, según dicen,
yo nunca la he visto asi sino en contadas personas que ya han fallecido. Por eso hay
un Farruco Sesto en el Ministerio de la Cultura y un Acosta Carlez apoya a Clemente Martínez,
nadie va a hablar y a defender el Ateneo, porque "quien tiene rabo e paja no se acerca
a la candela", y la
doble moral de esta ciudad es espantosa, y si "yo defiendo yo te denuncio tus jueguitos
al trencito y tus fiesticas passolinianas",(Todo lo que yo oi en mis entrevistas
en Luchemos por la Vida contra el SIDA, donde trabajé durísimo por tiempo), la oscuridad
llegó a tanto que tendría que venir UNA MUJER tipo Frida Añez con
verdadera personalidad a salvar al Ateneo, y no los ambiciosos que hay ya atornillados
hechos los pendejos en los cargos, sin méritos verdaderos, aspirando
perdurar en el poder cultural, porque si los sacas de ahi no saben un carajo de nada,
porque se graduaron por convenios políticos o sus títulos son más falsos que medio liso.
Todo jugado a la valenciana. Asi no es Fermín, el Ateneo debe estar en mano de mujeres,
y ha sido tanto el karma que se estaba generando que la transición comienza con un crimen
que me duele recordar, pero que está
dentro del Daimon que anoche expuso el genio doctoral que nos dio la conferencia,
parte de las medias tintas femeninas que se pagaron con sangre, y eso fue el Ateneo antes de
1991. Las sombras de verdad cubrieron la CIUDAD Y SU ALMA , más aún el triunfo que había
obtenido Cora Páez en esas elecciones, y ellas se retiraron...¿Hasta cuándo porque tiene
que ser UNA MUJER que las rescate?
Léase la entrevista que en El MUndo le hacen al Vicepresidente de Bolivia, y otro un viejo artículo
que anexo, el cual desde la visión capitalista aborda el mismo tema: la pérdida del alma y
la instauración
del pensamiento único, porque eso hizo Roberto Guevara y su combo con Victor Varela etc
con el arte en Venezuela.

EL MAPA DEL ALMA SEGÚN JUNG"

Murray Stein

Murray Stein, Ph.D. Estudió en la Universidad de Yale, en el Instituto C. G. Jung de Zurich y en la Universidad de Chicago. Docente de esta última universidad. Expresidente de la International Association for Analytical Psychology (IAAP). Entre sus numerosas publicaciones se hallan Practising Wholeness (1966), Transformation: Emergence of the Self (1998), la rigurosa colección Jungian Analysis (1995). Se transcribe a continuación la Introducción del libro traducido al castellano El mapa del alma según Jung (2004).

Murray Stein

Introducción


Se podía explorar tímidamente las costas de África hacia el sur, pero hacia el oeste no había nada más que miedo, no «nuestro mar» sino el Mar de Misterio, Mare Ignotum.

CARLOS FUENTES

El espejo enterrado


Aquel verano en que murió Carl Gustav Jung, yo daba inicio a mis preparativos para ir a la universidad. Era el año 1961, año en que comenzó la exploración del espacio exterior y la consiguiente carrera para saber quién sería el primero en llegar a la Luna: ¿serían los norteamericanos o serían los rusos? La mirada de muchos en Occidente estaba dirigida hacia esa nueva gran aventura de la exploración espacial. Por primera vez en la historia de la humanidad se lograba abandonar la terra firma y viajar hacia las estrellas. En aquel momento, sin embargo, no me había percatado de que nuestro siglo ha estado marcado de manera igualmente decisiva por los viajes que se emprendieron «hacia dentro», aquellas grandes exploraciones del mundo interior iniciadas por hombres como Carl G. Jung unas cuantas décadas antes del Sputnik y del Apolo. Se podría decir que lo que John Glenn y Neil Armstrong representan como exploradores del espacio exterior es lo que Jung representa en la exploración del espacio interior, un valiente e intrépido viajero hacia lo desconocido.

Jung murió tranquilamente en su casa en las afueras de Zurich, en una habitación que daba hacia el plácido lago de esa ciudad y desde la cual, asomándose un poco hacia el sur, se podía ver la cordillera de los Alpes. El día antes de morir le había pedido a su hijo que le ayudara a acercarse a la ventana para poder contemplar una vez más sus amadas montañas. Jung dedicó su vida a la exploración del espacio interior y a relatar en sus escritos cuáles habían sido sus hallazgos. Dio la casualidad de que el año en que Neil Armstrong se paseó por la superficie de la Luna, yo emprendí mi viaje hacia Zurich, Suiza, para estudiar allí en el Instituto Jung. Lo que voy a compartir en este libro es el destilado de casi treinta años de estudio del mapa del alma trazado por Jung.

El propósito de este libro es describir los descubrimientos de Jung tal como él los fue presentando en sus escritos publicados. Una primera aproximación a Jung puede a veces asemejarse a una zambullida en ese Mar de Misterio mencionado por Carlos Fuentes en su relato sobre los primeros exploradores que se aventuraron a cruzar el Atlántico zarpando desde España. Es con euforia, pero también con gran miedo, como uno se lanza hacia esos lugares remotos. Aún recuerdo mis propios comienzos, me sentía invadido por una agitación tal ante la perspectiva del viaje, que busqué el consejo de varios de mis profesores en la universidad. Me preguntaba si sería algo seguro, Jung me atraía tanto que me parecía demasiado bueno para ser verdad. ¿Correría yo el riesgo de extraviarme? ¿Acabaría confundido, desorientado? Afortunadamente, mis maestros me dieron luz verde y desde entonces he andado por ese camino sin cesar de encontrar tesoros.

El viaje inicial del joven Jung fue mucho más aterrador. Literalmente, él no podía saber si se acercaba al encuentro de un tesoro o a la caída irremediable en el abismo de un mun do desconocido. El inconsciente era realmente un Mare Ignotum cuando Jung se hizo a la mar por primera vez. Pero él era joven y valiente, y estaba resuelto a llevar a cabo nuevos descubrimientos. Y así fue como zarpó.

Con frecuencia Jung hizo referencia a sí mismo como un pionero y un explorador del inexplorado misterio del alma humana. Su espíritu parecía ser el de un aventurero y, para él -como aún para nosotros-, la psique humana era un amplio territorio que, en aquel entonces, había sido muy poco estudiado. Era un misterio que desafiaba al aventurero con la perspectiva de valiosos descubrimientos y asustaba al temeroso con la amenaza de la locura. Para Jung el estudio del alma se fue convirtiendo también en un asunto de trascendencia histórica dado que, como diría más de una vez, el mundo entero está colgando de un hilo y ese hilo es la psique humana. Resulta entonces de vital importancia que nos familiaricemos más con ese hilo.

Aquí surge la gran pregunta: ¿es posible conocer el alma humana, penetrar en sus abismos y trazar mapas de su vasto territorio? Puede que haya sido un remanente de la grandiosidad científica del siglo XIX lo que llevó a aquellos pioneros de la psicología profunda, tales como Freud, Jung y Adler, a emprender semejante esfuerzo y a pensar que podrían definir la inefable e insondable psique humana. Sin embargo, no escatimaron al lanzarse a ese Mare Ignotum y fue así como Jung se convirtió en un Cristóbal Colón del mundo interior. El siglo XX ha sido una era de adelantos científicos y maravillas tecnológicas de todo tipo; también ha sido una era de profunda introspección y escrutinio de nuestra subjetividad humana común, lo que ha desembocado en un campo ampliamente conocido hoy en día como psicología profunda.

Una manera de familiarizarnos con la psique es mediante el estudio de los mapas de esta que fueron trazados y lega-s a nosotros por aquellos grandes pioneros. En sus tra bajos podemos encdntrar muchos puntos de orientación y, tal vez, estos podrán servirnos de estímulo para llevar a cabo ulteriores investigaciones y realizar nuevos descubrimientos. El mapa preliminar de la psique trazado por Jung, sin duda, aunque probablemente poco refinado e inacabado -como todo primer intento de descifrar territorios desconocidossigue siendo, sin embargo, una bendición para aquellos que desean entrar en el espacio interior, en el mundo de la psique, y no extraviarse por completo.

En este libro, acepto a Jung en `su autoadjudicado papel de explorador y cartógrafo dejando que esa imagen me guíe al traerles esta introducción a su teoría de la psique humana. La psique es el territorio, el reino desconocido que Jung exploraba; su teoría es el mapa creado por él para hacernos ver su manera de entender la psique. De modo que será el mapa del alma trazado por Jung lo que intentaré describir en este libro al guiarle a usted, lector, a través del territorio de sus escritos. Al hacer esto, estaré presentando un mapa de un mapa, que espero podrá ser de utilidad para usted en sus futuros viajes por la vida y la obra de C. G. Jung.

Al igual que todos los cartógrafos, Jung trabajó con los instrumentos y con la evidencia disponibles en aquel momento. Nacido en 1875, culminó sus estudios de Medicina en la Universidad de Basilea, Suiza, en 1900, y en 1905 terminó su formación en Psiquiatría. Su importante asociación con Freud se prolongó de 1907 a 1913, año a partir del cual se dedicó a un profundo autoanálisis para luego emerger con su propia y característica teoría psicológica -llamada psicología analítica- presentada al mundo en 1920 en su libro Tipos psicológicos (1). Para 1930, a la edad de 55 años, había elaborado los aspectos básicos de su teoría pero aún no había detallado un gran número de puntos importantes. Los detalles habrían de ser presentados en los años posteriores a 1930 y continuarían a fluir de la pluma de Jung hasta su muerte en 1961.

El proyecto de explorar científicamente la psique humana tuvo un inicio temprano en la vida adulta de Jung. Su primera expedición oficial se encuentra descrita en su tesis doc toral, On the Psychology and Pathology of So-Called Occult Phenomena («Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos»). (2) En. este estudio presenta una descripción del mundo interior de una joven y dotada mujer, de quien sabemos que era su prima, Helene Preiswerk. Siendo adolescente, tenía la insólita habilidad de actuar como médium para los espíritus de los muertos, quienes se expresaban a través de ella con voces y acentos de extraordinaria precisión histórica. Jung estaba fascinado y decidió darse a la tarea de comprender e interpretar tan desconcertante fenómeno psicológico. Al avanzar en su exploración, utilizó el Experimento de la Asociación de Palabras para revelar características escondidas del paisaje psíquico que nunca antes habían sido clasificadas. Estas fueron publicadas en numerosos artículos que hoy en día se encuentran reunidos en el volumen 2 de su Obra completa. Esas características recién déscubiertas Jung las llamó «complejos», un término que popularizaría. Acto seguido, abordó dos álgidos problemas psiquiátricos de aquel momento, la psicosis y la esquizofrenia, produciendo un libro que lleva por título Psicología de la demencia precoz: psicogénesis de las enfermedades mentales, (3) el cual envió a Freud como muestra de su trabajo y como sugerencia de una manera de aplicar las ideas de Freud en psiquiatría (Freud era neurólogo). Habiendo recibido una cálida y entusiasta respuesta por parte de Freud, comenzó una relación profesional entre ambos y en muy poco tiempo Jung se convirtió en una figura prominente del flamante movimiento psicoanalítico. En ese momento comenzó su exploración de las regiones sombrías de la condición neurótica, que lo llevaría al descubrimiento de fantasías y patrones de conducta universales más o menos invariables (los «arquetipos») en un área de la psique profunda que él llamó «inconsciente colectivo». La descripción y el relato detallado de los arquetipos y del inconsciente colectivo se convertirían en su sello distintivo, colocando su mapa en un lugar particular que lo separa de los mapas de todos los demás exploradores de la psique profunda, el inconsciente.

El año 1930 divide la vida profesional de Jung casi exactamente por la mitad: en 1900 comenzó su formación y sus estudios de psiquiatría en la Clínica Burgholzli, y en 1961 murió siendo un viejo sabio en su hogar en Küsnacht a orillas del lago de Zurich. Retrospectivamente podemos ver que los primeros treinta años de actividad profesional de Jung fueron profundamente creativos. Durante esos años fue generando los elementos básicos de una monumental teoría psicológica a la vez que le prestó atención a los principales problemas colectivos de la época. Los segundos treinta años fueron tal vez menos innovadores en cuanto a nuevos planteamientos teóricos, pero la producción de libros y artículos fue aún mayor de lo que había sido anteriormente. Esos fueron los años de profundización y validación de las hipótesis e intuiciones iniciales. Extendió aún más sus teorías para incluir estudios de historia, cultura y religión y para crear úñ vínculo clave con la física moderna. El trabajo clínico de Jung con pacientes psiquiátricos y con analizandos (personas en análisis psicológico), más intenso y más agotador durante la primera mitad de su vida profesional, se redujo al mínimo después de 1940, cuando la guerra interrumpió el curso de la normalidad en la vida colectiva de Europa y cuando Jung, poco tiempo después, sufrió un ataque al corazón

La exploración de la psique que llevó a cabo Jung fue, por lo demás, sumamente personal. Su investigación de la mente inconsciente no se reducía tan solo al trabajo con sus pacientes y sujetos experimentales. Él también se analizaba a sí mismo. De hecho, durante un tiempo se convirtió en su propio y principal sujeto de estudio. Al observar cuidadosamente sus propios sueños y al desarrollar una técnica de imaginación activa, encontró la manera de penetrar aún más profundamente en los espacios escondidos de su mundo interior. Para comprender a sus pacientes y a sí mismo, desarrolló un método de interpretación que se nutría de los estudios comparados de la cultura, de los mitos y de las religiones; de hecho, utilizaba todos y cada uno de los materiales de la historia universal que tuvieran relación con los procesos mentales. A este método lo denominó «amplificación».

Las numerosas fuentes y los orígenes del pensamiento de Jung no han sido aún estudiados y aclarados detalladamente. En sus escritos, reconoce su deuda con muchos de los pensadores que le precedieron, entre los cuales se encuentran Goethe, Kant, Schopenhauer, Carus, Hartmann y Nietzsche; es de resaltar que él mismo se coloca en el linaje de los antiguos gnósticos y de los alquimistas medievales. Su filósofo predilecto fue Kant, aun cuando la influencia de la dialéctica de Hegel también se hace evidente en su elaboración teórica. Freud igualmente dejó una marca. Si bien podemos demostrar que el pensamiento de Jung se desarrolló y creció a lo largo de los años de su carrera, existe, sin embargo, una notable continuidad en su orientación intelectual básica. Algunos lectores de Jung han encontrado semillas de sus posteriores teorías psicológicas en algunos artículos de su época de estudiante que han sido publicados bajo el título The Zofingia Lectures («Conferencias en el Club Zofingia»). Estos escritos datan de antes de 1900, cuando aún no se había graduado de la Universidad de Basilea. El historiador Henri Ellenberger ha llegado a afirmar que «el germen de la psicología analítica de Jung se halla en sus discusiones realizadas en la Asociación de Estudiantes Zofingia y en sus experimentos con su prima médium, Helene Preiswerk».(4) Las conferencias del Zofingia muestran las primeras argumentaciones de Jung en torno a temas e inquietudes que habrían de ocuparle a lo largo de toda su vida, como por ejemplo someterla religión y la experiencia mística a la investigación científica, empírica. Desde muy joven Jung argumentó que dichos temas debían ser sometidos a una exploración empírica y abordados con una mente amplia. El encuentro con William James, en 1909, en la Universidad de Clark fue un momento de gran importancia, ya que James había adoptado la misma posición y había publicado su clásico estudio Uarieties of Religious Experience («Variedades de la experiencia religiosa»), utilizando precisamente este tipo de método.

A partir de todos estos estudios y experiencias, Jung fue trazando un mapa del alma humana. Se trata de un mapa que describe la psique en todas sus dimensiones tratando, a la vez, de explicar su dinámica interna. Cabe destacar, sin embargo, que Jung siempre fue muy cuidadoso con el misterio de la psique. Su teoría puede ser leída como un mapa del alma, pero no deja de ser el mapa de un misterio que, a la postre, no puede ser comprendido en términos y categorías racionales. Es el mapa de ese algo vivo y mercurial que es la psique.

Cuando se lee a Jung, también es importante tener en cuenta que el mapa no es el territorio. El conocimiento del mapa no es lo mismo que una experiencia, una vivencia de la psique profunda. En el mejor de los casos, el mapa puede resultar una herramienta útil para aquellos que desean orientación y guía. Para algunos que se sienten perdidos puede llegar a ser una salvación. Para otros puede ser un estímulo para explorar y saber de qué habla Jung. Yo comencé a escribir mis sueños cuando leí a Jung por primera vez. Más adelante, me aventuré a viajar hasta Zurich y estudié en el Instituto Jung de esa ciudad. Mediante mi análisis y mi experiencia personal del inconsciente, he alcanzado un considerable conocimiento de muchos de los hallazgos de Jung. Sin embargo, mi mundo interno no es idéntico al suyo. Su mapa puede indicar el camino y mostrar líneas generales, pero no ofrece un contenido específico. Este ha de ser descubierto por uno mismo.

Para muchas de las características del mapa Jung se apoyó en su intuición científica y en una sorprendente y vigorosa imaginación. Los métodos científicos de aquel momento no permitían confirmar ni refutar sus hipótesis sobre el inconsciente colectivo. Hoy en día nos hemos aproximado más a esa posibilidad. Pero Jung era un artista que utilizaba sus pensamientos creativos para darle forma a un cuadro del mundo interno de la mente. Al igual que aquellos mapas hermosamente ilustrados de la Antigüedad y del Renacimiento -dibujados antes de que la cartografía se hiciera científica- el mapa creado por Jung es magnífico, no solamente abstracto. Podemos encontrar en él dragones y doncellas, héroes y villanos. Como investigador científico que era, se sintió obligado a comprobar sus intuiciones y sus hipótesis empíricamente, pero aun con todo, todavía quedaba mucho espacio para la imaginación mítica.

Jung trabajó en psiquiatría o «psicología médica», como a veces la llamaba. Su principal maestro en los primeros años de su aprendizaje en la Clínica Burghólzli en Zurich fue el muy conocido psiquiatra Eugen Bleuler, quien acuñó el término «esquizofrenia» para referirse a una de las más terribles enfermedades mentales, quien también escribió mucho sobre el tema psicológico de la ambivalencia. En la medida de lo posible, Jung buscaba evidencia y verificación para sus teorías e hipótesis en fuentes externas así como en su propia experiencia inmediata. La extensión de sus estudios y lecturas fue muy dilatada. Jung siempre sostuvo que como investigador empírico de la psique estaba trazando un mapa que describía no solamente el territorio de su propio mundo interno sino que también se refería a los rasgos del alma humana en general. Al igual que otros grandes artistas, sus imágenes tendrían el poder de hablar a muchas personas de distintas generaciones y culturas.

A mi manera de ver, ese psicólogo suizo, cuyo nombre resulta tan conocido y respetado hoy en día, pero cuya obra no siempre es leída cuidadosamente y es a menudo criticada como-consistente y contradictoria, en realidad forjó una teoría psicológica coherente. Yo veo esa teoría como un mapa tridimensional que pone en evidencia los diversos niveles de la psique y a la vez muestra las interrelaciones dinámicas que se producen entre esos niveles. Es una obra de arte, consistente por sí misma, que atrae a algunos pero no a otros. Sus postulados están formulados como propuestas científicas y, sin embargo, muchas de estas propuestas resultan muy difíciles de comprobar o refutar empíricamente. Existen trabajos y estudios importantes que se están llevando a cabo en esta área pero, independientemente de cuáles puedan ser los resultados, no cabe duda de que la obra de Jung seguirá captando atención y admiración. Aunque un mapa pueda perder su pertinencia a medida que transcurre el tiempo y se producen cambios en la metodología, una obra de arte nunca llega a ser obsoleta.

Describir el mapa de la psique trazado por Jung en un libro relativamente breve no es un proyecto realmente novedoso; otros, entre los cuales vale mencionar a Jolande Jacobi y a Frieda Fordham, realizaron similares trabajos introductorios hace ya muchos años. Lo que mi propio trabajo desea aportar, y tengo la esperanza de haberlo logrado, es un énfasis en la coherencia general que se encuentra en la teoría de Jung y en toda su sutil red de interconexiones. Por la manera en que se suele presentar esta teoría, sus contenidos aparecen algo dispersos y, por ello, el hecho de que todas las piezas se originen a partir de una visión única y unificada -que yo considero una visión sublime del alma humana- no resulta tan obvio. Ocurre también que un número considerable de años ha transcurrido desde que aparecieron aquellas introducciones a la teoría de Jung, y ha llegado la hora de presentar una nueva.

Mi propósito es el de mostrar que, si bien existen lagunas e inconsistencias en el mapa de Jung, existe sin embargo una unidad de visión más profunda subyacente y que vale mucho más que los eventuales desaciertos en la precisión lógica. Mi interés principal en esta descripción no es el de mostrar el desarrollo del pensamiento de Jung, ni el de considerar en detalle cuáles son sus aplicaciones prácticas para la psicoterapia y el análisis. Se trata más bien de poner en evidencia la unidad intelectual que subyace al cúmulo de comentarios y detalles que constituyen la totalidad de su Opus. Tengo la esperanza de que el lector atento salga de este libro con un cuadro general de la teoría de la psicología analítica tal como la expuso el mismo Jung, habiendo a la vez comprendido cuáles son los detalles más importantes y cómo estos pertenecen a un todo unificado.

La razón de la admirable unidad en la descripción que hace Jung de la psique se origina, a mi entender, en una característica de su pensamiento que no emana de su metodología empírica. Jung era un intuitivo pensador creativo, a la manera de los filósofos de antaño como Platón y Schopenhauer. Jung trazó su mapa de la psique a partir de las ideas disponibles en la comunidad científica e intelectual de su época, pero logró darle a esas ideas un giro singular. Más que aportar nociones nuevas y radicales, lo que hizo fue tomar lo que se hallaba disponible y darle una forma nueva y sumamente distintiva. Al igual que un gran artista que trabaja a partir de una tradición en la pintura, él supo utilizar las imágenes y los materiales que estaban a su disposición y crear algo nuevo, algo que no había sido visto anteriormente con esa misma combinación de elementos.

Jung también fue un visionario en la tradición del Maestro Eckhart, Boehme, Blake y Emerson. Muchas de sus principales intuiciones emanaron de sus experiencias de lo sublime, a partir de sus sueños, sus visiones y su imaginación activa. Jung lo confiesa abiertamente en su autobiografía cuando escribe que su principal maestro sobre la «realidad de la psique» fue la figura de Philemon, quien se le apareció por primera vez en un sueño y al que luego convocó durante años en su proceso de imaginación activa.(5) La experiencia directa del alma es la fuente fundamental de la teoría de Jung y esto nos da razón de su profunda unidad interior y de su coherencia intrínseca.

Sin embargo, Jung también fue un científico dedicado y eso coloca su trabajo en un sitial aparte de los poetas y los místicos. Trabajó con el método científico, lo que significa que consideró que su trabajo había de ser explicable ante la comunidad científica y por ello lo sometió a pruebas empíricas. Sus visiones, intuiciones y sus percepciones internas no permanecían adosadas a sus propios méritos, eran constantemente confrontadas y cotejadas con la evidencia de la experiencia humana en general. La imperiosa necesidad de Jung de ser científico da razón de todas esas aristas o aspectos no redondeados de su teoría, de todas esas asperezas que hubieran podido ser pulidas por el puro intelecto y la imaginación. Por el mero hecho de que Jung fuera a la vez un pensador visionario intuitivo y un científico empírico, su mapa de la psique humana es a la vez coherente y solo vagamente sistemática y rigurosa.

Una de las razones por las cuales no he dejado de apreciar la obra escrita de Jung y lo' he leído con constancia durante más de veinticinco años es que Jung no es compulsiva mente consistente. Toda vez que he estudiado los escritos de pensadores realmente sistemáticos tales como Tillich o Hegel, siempre he sentido que me retorcía entre las fauces de acero de sus mentes inflexibles. Sus pensamientos me resultan rígidamente organizados. ¿Dónde quedan el desorden y la suculenta imperfección de la vida? Esto me ha llevado a buscar entre artistas y poetas para encontrar sabiduría en lugar de limitarme a los filósofos y teólogos. Siento una gran suspicacia ante los sistemas rígidos, los considero paranoides. Los escritos de Jung nunca me han afectado de esa manera.

Al leer a Jung siempre he percibido el profundo respeto por los misterios de la psique humana, y esta actitud es lo que permite que el horizonte se siga expandiendo. Su mapa amplía vistas en lugar de apartarlas. Espero poder comunicarle esta misma impresión a usted, lector.

* * *

Este es un trabajo introductorio. Aun cuando espero que los estudiantes avanzados de la teoría junguiana puedan beneficiarse de su lectura, mi verdadero público está compuesto por aquellas personas que desearían saber qué dijo Jung pero aún no han encontrado la entrada adecuada a sus masivos escritos y a su complejo pensamiento. Cada capítulo de este libro se concentra en un tema de su teoría. Hago allí referencia a pasajes específicos de su Obra Completa que exponen esa porción de su mapa. El lector especialmente motivado y diligente podrá consultar esas referencias más adelante, cómodamente y sin prisa. Espero que mi presentación centrada en los textos mismos de Jung pueda ofrecer una invitación amistosa a sumergirse en los documentos fundamentales y a aceptar el reto de desmenuzar el significado, a veces oscuro, de lo que escribe Jung y a reflexionar sobre sus implicaciones.

La elección de estas lecturas es el resultado de mi propia selección personal. Otros textos también valiosos podrían ser citados y utilizados por igual. He tratado de escoger los ensayos y los pasajes más claros y más representativos del trabajo de Jung para demostrar la coherencia esencial de su -visión. El mapa del alma trazado por Jung es una hazaña monumental del intelecto, la observación y la intuición creativa. Pocos pensadores contemporáneos se han acercado siquiera a equiparar su imponente obra, albergada hoy en día en los dieciocho volúmenes de su Obra Completa, los tres volúmenes de Letters («Correspondencia»), las diversas colecciones de entrevistas y escritos ocasionales y su autobiografía (escrita en colaboración con Aniela Jaffe). A partir de esta montaña de material, he seleccionado los temas que pertenecen de manera esencial a su teoría y he dejado fuera aquellos que tienen que ver con la práctica analítica y la interpretación de la cultura, la historia y la religión.

Vuelvo ahora a la pregunta que hice antes: ¿existe realmente un sistema en la obra de Jung? ¿Es un pensador sistemático? La respuesta probablemente sería un cauteloso sí. La teoría es coherente, de la misma manera que Suiza es un país coherente aunque su población hable cuatro idiomas diferentes. El todo se mantiene unido aunque las partes parezcan sostenerse por sí mismas y funcionar independientemente. Jung no pensaba sistemáticamente a la manera de un filósofo que construye apoyándose en premisas básicas y asegurándose que las partes encajan unas con otras sin contradicción alguna. Jung afirmaba ser un científico empírico y por lo tanto su manera de teorizar se adecua al desorden del mundo empírico. Pensador intuitivo, Jung expone grandes conceptos, los elabora hasta cierto vado de detalle y luego procede hacia otros grandes conceptos. Con frecuencia retrocede, se repite, completa lagunas a medida que avanza, característica esta que no facilita su lectura. Se tiene que conocer toda su obra para poder ver el cuadro. Si se leen sus escritos más o menos al azar por un cierto tiempo, se comienza a sospechar que las piezas encajan de alguna manera en la mente de Jung, pero solamente después-de haber leído toda su obra y haberla considerado y reflexionado durante un largo tiempo se logra corroborar que realmente es así.

Pienso que Jung, habiéndose percatado de la profundidad y del alcance de la psique humana a través de su trabajo clínico y de sus propias vivencias, sintió que no le quedaba más remedio que trabajar pacientemente y durante un tiempo considerable para lograr formular de forma responsable esta sublime visión del alma humana. No habría de apresurarse, y a menudo pospuso por años una publicación mientras trabajaba en la elaboración de las estructuras que pudieran sostener su pensamiento ante la comunidad intelectual. A medida que intentamos aprehender esta visión en toda su magnitud, debemos tener presente que Jung la fue elaborando durante un período de unos sesenta años. No debemos pues dejarnos obsesionar por la búsqueda de consistencia exacta en una obra de tales dimensiones y tan conectada con la realidad empírica.

Una anécdota sobre Jung, narrada por sus estudiantes en Zurich, cuenta que una vez cuando se le criticaba por ser inconsistente en algún punto de su teoría, él respondió de esta manera: «Tengo el ojo puesto en el fuego central y estoy tratando de colocar unos espejos para mostrárselo a otros. A veces los bordes de esos espejos dejan espacios vacíos y no encajan unos con otros de manera exacta. Yo no lo puedo evitar. Vean ustedes lo que trato de mostrarles».

Asumo como mi tarea describir con la mayor precisión posible lo que Jung muestra en esos espejos. Se trata de una visión que ha sostenido á muchos de nuestra generación y puede ser una visión que nos guíe en tiempos venideros. Por encima de todo, sus escritos nos dotan de imágenes de ese gran misterio que es la psique humana.

NOTAS DE PIE DE PÁGINA

1. Jung, Collected Works, vol. 6 (hay trad. cast.: Carl Gustav Jung. Obra completa, Madrid, Trotta, 1999).
2. Jung, Collected Works, vol. 1, pp. 3-88.
3. Jung, Collected Works, vol. 3, pp. 1-152.
4. Henry Ellenberger, The Discovery of the Unconscious, pp.687.
5. Jung, Memories, Dreams, Reflections, pp.182-183 (hay trad. cast.: Recuerdos, sueños, pensamientos, Barcelona, Seix Barral Editorial , 2002)

unes, mayo 8

Entrevista con Alvaro García Linera, Vicepresidente de Bolivia

"En Bolivia, no estamos pensando en socialismo sino en revolución democratizadora

"
Franklin Ramírez y Pablo Stefanoni
Alvaro García Linera es vicepresidente boliviano, matemático y sociólogo autodidacta. Con 44 años de edad tiene cinco encima de prisión, varios librospublicados y una vida de búsqueda intelectual. En ese camino exploró "obsesivamente" la idea de Marx de los pueblos "sin historia" y llegó a conclusiones que lo unieron a Evo Morales.
-¿Cómo fue su trayectoria intelectual?
-Soy una persona que vivió la adolescencia en un período de gran inestabilidadpolítica: elecciones, golpes de Estado, elecciones, más golpes de Estado,en un ambiente cargado de movilizaciones, de proyectos, de debates, de utopías. Estoy hablando de fines de los años '70 y creo que eso influye en un tipode acercamiento personal a la política y a las ciencias sociales. En 1979, a los 17 años, viví el primer gran bloqueo indígena de la historia moderna de Bolivia. Era difícil de entender lo que estaba pasando y en ese ambiente busqué la ayuda de las ciencias sociales, de la sociología, de la economía, pero más como autodidacta. Sin embargo, me sentía distante de las organizaciones partidarias, tenía un abordaje un poco intelectualizado de la política. Había comenzado a estudiar matemática porque creía que las ciencias sociales podía aprenderlas solo, y decido continuar mis estudios en México. El contexto centroamericano influye mucho en mi percepción de la política, especialmente la guerrilla salvadoreña, y politizó mis lecturas. Paso de una orientación más filosófica y abstracta del capital, de la dialéctica de Hegel, de Kant, a una mirada más práctica. Entonces comienzan mis lecturas más leninistas, digamos así, para comprender mejor lo de la gestión de lo político. Esto ya es en los años '80 y, al acabar la carrera, regreso a Bolivia con una posición de mayor involucramiento político.
-¿Cómo influyó el conocimiento de los movimientos insurgentes centroamericanos en su evolución intelectual?
-Había dos elementos importantes: la lucha armada como modo de resolución o de conquista del poder y, en particular, el tema étnico. En Guatemala escucho por primera vez en un debate político el tema de la multiculturalidad. Aun cuando ya era un momento de reflujo, la guerrilla guatemalteca logra incorporar este elemento en el debate a partir de la presencia de los mayas. Esto para mí es en extremo novedoso. Y con esos bagajes regreso a Bolivia, y aquí intentamos (junto a Raquel Gutiérrez, su pareja de entonces) construir una estructura política principalmente obrera porque los mineros eran el eje de la política contestataria en Bolivia, e iniciamos un largo debate, que perdura en alguna medida hasta el día de hoy, contra el trotskismo y el stalinismo, representado por el Partido Obrero Revolucionario y el PC. Luego conocemos a un grupo de líderes indígenas, jóvenes todavía, que venían de las corrientes kataristas e indianistas de los '70 que denunciaban el "colonialismo interno".
-Ahí se va produciendo un giro hacia lo étnico-nacional.
-Iniciamos una relectura, o más bien una ampliación de nuestra mirada, desde lo obrero hacia la temática de lo nacional y lo campesino-indígena, más centrado en lo que se denomina "identidades difusas". Ahí se inicia una etapa -hacia1986- que se mantiene hasta hoy, de una preocupación en torno de la temática indígena y de la construcción de la nación. Dedico mi tiempo a escribir varios libros, unos polémicos, en debate contra la izquierda tradicional predominante,y otros que anticipaban trabajos con mayor abstracción. Ahí comienza una obsesión, que mantuve durante diez años, de rastrear lo que Marx había dicho sobre el tema y comenzamos a escudriñar sus cuadernos, sus textos sobre los"pueblos sin historia" del '48, los Grundrïsses, los textos sobre la India y China, y sus cartas a Vera Zasulich, incluso sus manuscritos etnológicos y otros, inéditos sobre América latina, que están en Amsterdam. Viajamos allá a consultarlos. Algunos compañeros me reñían por esto: no veían bien que en momentos de tanta intensidad de la lucha política yo estuviera revisando archivos. Comienza una obsesión, con distintas variantes, a fin de encontrar el hilo conductor sobre esa temática indígena desde el marxismo, y creyendo que era posible que el marxismo pudiera dar cuenta de la fuerza de la dimensión, del contenido y del potencial de la demanda étnica nacional de los pueblos indígenas. Ello implicaba múltiples peleas, en textos menos académicos y más polémicos, con la izquierda boliviana para la cual no había indios sino campesinos. Se trataba de una pelea marginal porque éramos un grupo de personas que no influíamos en ninguna parte, nos dedicábamos a repartir nuestros panfletos, nuestros textitos, nuestros policopiados de 50 páginas en las marchas, en las minas. Pero ahí se inicia una polémica.
-Luego viene el intento de formar el Ejército Guerrillero Túpac Katari y la prisión.
-En los años '85 y '86 convergen intelectuales, jóvenes, muy jóvenes, obreros de las minas especialmente en proceso de radicalización y un conglomerado de líderes campesinos e indígenas provenientes de las filas del indianismo katarista. En esta primera etapa, toda la actividad se centra en el trabajo político en las minas, en las asambleas, en producir panfletería, crítica a las posiciones de izquierda tradicional con una consigna clara: "Va a haber una prueba de fuerza, y esa prueba va a dirimir la nueva época". Esa prueba de fuerza fue en 1986, la Marcha por la Vida de los mineros contra el desmantelamiento de la Corporación Minera de Bolivia. Los obreros salen derrotados políticamente, ni siquiera hay necesidad de una salida militar, se desmorona el movimiento y comienza el desbande.
-¿Y esa derrota abre el camino a una orientación hacia las comunidades indígenas?
-Desde ese momento nos trasladamos con todo ese bloque de intelectuales y mineros a potenciar el trabajo en el campo junto con los indianistas. Se va construyendo un escenario más potente de autodeterminación de lasnacionalidades indígenas, especialmente la aymara. Hay un fuerte énfasis en la posibilidad de una sublevación indígena, en la idea de que la emancipación indígena pasa obligatoriamente por una sublevación de comunidades. Quispe teoriza ahí sobre la guerra de los ayllus, tiene la imagen de una toma del poder mediante una sublevación de ayllus y comunidades, es decir, no se estructura un imaginario guerrillero sino un escenario de emancipación de masas. Se inicia un proceso que luego va a dar lugar al EGTK y a ejercicios de formación militar en las comunidades; primero en el Altiplano, con militantes del viejo indianismo de los '70, luego en Potosí, en el Chapare, en Sucre. Era una dinámica fuerte.
-Luego viene la desarticulación del grupo y la cárcel. ¿Cómo se desarrolla su actividad intelectual posterior desde la prisión?
-Al saber que no iba a contar con muchos libros, que no tendría mi biblioteca disponible, decido dedicarme sólo a unos cuantos libros, a trabajarlos de un modo mucho más profundo. Continúo con parte de mis trabajos teóricos y escribo Forma valor, forma comunidad, que es una lectura enteramente dedicada a El Capital bajo la obsesión de trabajar el tema del valor de uso, el valor de cambio y de las lógicas organizativas de la modernidad para hacer un contrapunto con las lógicas organizativas del mundo andino. Fueron cinco años de encierro. Creo que es mi libro mejor logrado por el tiempo que pude dedicarle, por la paciencia que tuvimos en armar las transcripciones. Fue un curso acelerado de antropología andina, de etnohistoria andina y de economía agraria. Al salir de la cárcel, inmediatamente me incorporé a la academia, incluso retomo el tema del mundo obrero, pero desde una perspectiva más sociológica. De allí saldrán Reproletarización, sobre el mundo obrero fabril en Bolivia y sus cambios organizativos y tecnológicos, y La condición obrera, sobre la nueva minería. Las conclusiones generales son que los obreros no han desaparecido, pero ha habido una modificación sustancial de la estructura material de la condición obrera, de la identidad obrera y de la composición política y cultural de la clase obrera. De allí se deriva una explicación de por qué la Central Obrera Boliviana se extingue como movimiento social unificador del país. En los últimos años he desarrollado varios estudios de los movimientos sociales, incorporando teorías más modernas como las de Charles Tilly, Pierre Bourdieu y Norbert Elias.
-Usted pasó de la acción insurgente a la academia, y de ahí osciló entre los medios y la política. ¿Cómo ve el papel del intelectual en un campo universitario como el de América latina, poco institucionalizado y en medio de una nueva oleada de politización social?
-En los años '90 se instaló la creencia de que había que separar la política de la academia o la idea de un campo académico autónomo, pero eso fue una ilusión. La promesa de un academicismo mucho más sólido, coherente, fundado en bases propias, acabó en un academicismo que servía de legitimador ideológico del proyecto político y económico neoliberal. Cuando revisas desapasionadamente la producción de los años '90 te das cuenta de la pobreza investigativa, conceptual, de la abundancia de retórica y sentido común de una gran parte de esa producción. Creo que ahora se presenta un nuevo reto para la producción intelectual: la capacidad de construir críticamente categorías, argumentos y razones, y no simplemente panfletería política pero, a la vez, que sepa recoger estas señales y la riqueza de la sociedad, no solamente de losmovimientos sociales. Ahí está el gran reto de continuar esta larga trayectoria del intelectual latinoamericano y boliviano que rompe esa falsa asepsia ideológica a lo Vargas Llosa. Sin embargo, no se requiere que frente al intelectual neoliberal cooptado por el discurso estatal surja un intelectual de los movimientos sociales que haga la apología de la acción colectiva sino un intelectual crítico con el poder existente y con las fuerzas emergentes. Parte de eso, sin duda, puede ser utilizado por los movimientos sociales y parte no; les va a doler que reflexionen sobre sus límites, y ahí está el pedazo de autonomía de la reflexión intelectual de no acallar o forzar sus reflexiones a favor de talo cual.
-¿Es un problema ser a la vez sociólogo crítico y vicepresidente?
-No, al contrario, es una excelente combinación, porque permite analizar con una frialdad siberiana lo que está sucediendo y tus acciones. Y como vicepresidente ves algunas cosas que jamás verías desde tu gabinete de sociólogo.
-Varios medios hablan de "evismo" para referirse a este gobierno.
-El "evismo" plantea una ruptura con respecto a anteriores estrategias de lucha por el poder, es un proyecto de autorrepresentación de los movimientos sociales, de la sociedad plebeya. Es un nuevo horizonte que no nace de la teoría sino que se va implementando en la práctica y puede aportar una interesante veta de análisis a las corrientes neomarxistas. Un segundo elemento que podría definir al "evismo" es un indianismo flexible capaz de convocar a los sectores no indígenas, mestizos, sectores medios urbanos. En términos didácticos podríamos decir que la Revolución Nacional de 1952 despierta al indio a la ciudadanía, pero trata de diluirlo en el mestizaje y le bloquea las posibilidades de desarrollo político. Cincuenta años después, el indio se postula como un sujeto político autónomo que propone un nacionalismo expansivo, una nación con "unidad en la diversidad" como lo ha repetido tantas veces Evo Morales. La experiencia que estamos viviendo en Bolivia replantea todo el debate sobre la lucha por el poder, incluso las propuestas de Antonio Negri. ¿Qué es un gobierno de los movimientos sociales? ¿Es posible? ¿Cómo se operará la relación entre lo político y lo social?
-Usted habló de capitalismo andino.
-Con esa expresión, más bien teórica, hice referencia a que las estructuras materiales de las rebeliones sociales desde el 2000 son las pequeñas economías familiares, tanto en el campo como en la ciudad. Son los pequeños productores los que se han rebelado: campesinos, cocaleros, artesanos, microempresarios, cooperativistas mineros. Y no va a haber revolución socialista en una nación de pequeños productores. El "evismo" visualiza estas múltiples modernidades, el pequeño campesino del Altiplano no va a ser un farmer, pero puede tener tractores o Internet. Siempre lo moderno subsumía lo tradicional, ahora pensamos en una articulación diferente y no subordinada entre estas dos plataformas que van a perdurar en los próximos 50 o 100 años. No estamos pensando en el socialismo para el futuro próximo sino en una profunda revolución democrática descolonizadora.



[Un viejo artículo publicado el 13 de enero de 2002]

Por Juan José Balatti
Las centrales del pensamiento único responden a su propia estrategia, tienen un origen, un desarrollo y un final. Estamos asistiendo a la caída de la modernidad, su etapa final es una “postmodernidad” insoportable, a la que podríamos llamar la “chatarra” de la modernidad

Cuando terminaba la edad media y comenzaba a nacer el nuevo sistema, los hombres se sentían inseguros pero esperanzados, temían por no conocer lo que vendría, pero necesitaban superar la crisis en la que se hallaban inmersos, intuían que algo nuevo estaba por nacer. ¿Nos sucede a nosotros algo semejante?

Desde 1989 pienso que la caída de la bipolaridad mostró el derrumbe de los dos sistemas y no de uno solo. Hoy estoy convencido que así fue. Quienes creyeron que habían triunfado, insistieron en su visión del mundo y en la bondad de sus medios. De esta manera, uno, reforzó el pensamiento único, porque el otro se había retirado. Los dos habían sido parte de un mismo acuerdo, el de los tres “viejitos decrépitos” de Yalta. El otro había decidido poner fin a la bipolaridad y crear una “multipolaridad” porque veía llegar su propia implosión, la necesidad de frenar la carrera nuclear de consecuencias funestas para la humanidad y no continuar atando la economía a la obtención de la supremacía militar.

Lo que subyacía en ambos, comienza a manifieste a toda orquesta hoy en el mundo: el paradigma oculto de la modernidad.

Con la modernidad comenzó una nueva etapa en donde el poder y el dinero serían los principales ordenadores de la vida de los hombres y de las sociedades. Con paso lento, firme y continuo, el nuevo poder, el nuevo “becerro de oro” fue colocado en el altar de la humanidad para ser adorado como el nuevo dios al cual los hombres deberían rendir culto entregando hasta su vida. Se debía vivir y morir por el poder y por el dinero


Hace algunos años en la sede central del Banco de la Nación tuve la vivencia de haber entrado a una catedral, como las europeas, a un lugar de culto, por su diseño, por el respeto de quienes trabajan y concurren y hasta por el silencio reinante pese a la gran cantidad de personas presentes. Al salir me encaminé a la Catedral. La otra, la tradicional, estaba vacía, sólo dos o tres rezando. ¿Había triunfado el nuevo dios? ¿Y si había triunfado, cuál era su triunfo?

Esta catedral del dios dinero me hizo recordar como las centrales del pensamiento financiero la fueron construyendo a través del tiempo. Un ejemplo puede aclararlo todo, me decía un viejo amigo con “sagesse”.

En Inglaterra, con su particular concepto de la ética, se comenzó a considerar la acumulación del dinero la señal de la elección divina. Son los teóricos ingleses los que promueven la auto-reproducción del dinero mediante intereses como “modelo” privilegiado para la acumulación de riquezas. Decía Benjamín Franklin, uno de los padres de la patria americana “la naturaleza del dinero es prolífera y generadora. El dinero es capaz de engendrar dinero, y su progenie engendrar más, y así sucesivamente” lo contrario de la que decía Santo Tomás “el dinero no pare dinero”.

La encarnación de esta ideología económica es el Banco de Inglaterra, el prototipo de todos los bancos centrales que hoy existen, en 1694. Allí se realiza el salto cualitativo, y el mecanismo del préstamo usurario se convierte en el instrumento multiplicador del poder del dinero, del poder financiero.

El Banco Inglés nace como una operación de “Gran Usura”. Se atrae a los depositantes prometiéndoles los frutos de un mecanismo: “El banco saca beneficios del interés sobre toda moneda que crea de la nada” decía Ezra Pound.



En un artículo sobre el nacimiento del Banco de Inglaterra decía Accame: “Se trataba, en la práctica, de prestar (1) dinero al Estado, dando moneda al Rey Guillermo de Orange (2) enzarzado en gastos militares, pero obteniendo a cambio, además de los intereses, la autorización para hacer circular billetes de banco propios (3) por el mismo importe del crédito depositado. De este modo el banco duplicaba el patrimonio, por una parte representado por las monedas de oro y plata prestadas a la corona inglesa cuya devolución esperaba siempre (¿…?); y por otra, por el papel moneda aceptado por los privados, que se sentían tranquilos con la garantía pública dada por el soberano. De las dos partes el banco cobraba intereses”. Esta estafa es el primer experimento con éxito que inaugura la deuda pública y hace de ella uno de los instrumentos de acumulación de capital. Nace la “bancocracia moderna” como la define Treviris, donde la clase de rentistas prolifera a costa de los contribuyentes. Pound identifica el emblema de esta casta en el banquero Bidddle (4) que entre 1816 y 1832 manipula el Banco Central de los Estados Unidos (afiliado al Banco de Inglaterra) para sacar beneficios privados, provocar crisis económica artificiales que empobrecen a los pobres, hacer que las guerras (5) duren más con el fin de financiarlas, comprar jueces y periodistas (6).

Así es la liturgia en la catedral del dinero.

¿Podremos ir a las dos catedrales? ¿Si elegimos una de las dos, cuál será?

Cualquier semejanza con el presente es expresión del genoma del sistema que nació con la modernidad.

(1) Organismos internacionales de crédito y sistema financiero.

(2) Proceso Militar de 1976.

(3) Derivados de cualquier clase y especie.

(4) Notorios banqueros de estos días.

(5) Irak, Afganistán,…

(6) Corte Suprema y casi todos…



[Artículo originalmente publicado como La vieja estafa en los bancos nuevos en enero de 2002]



El Ing. Juan José Balatti trabaja en la investigación y producción de biocombustibles (Proyecto “Hermano Sol”) desde la comunidad Mariápolis Andrea de O’ Higgins, partido de Junín, provincia de Buenos Aires. Es el compilador del excelente libro La Economía Social según Juan D. Perón (1947-1974), disponible en:

http://sites.google.com/site/economiasocialar/Home

No niego los cambios que ocurrieron al principio porque la "mafia cultural"
incluido Oswaldo Trejo, dominaba las instituciones y publicaciones culturales.
No olvidaré los muchachos de Educación de la UC que llegaban llorando a la
Sala Estadal de la Biblioteca Pública en la humilde sede de la Calle Soublette,
desde los baños del Bar La california, al lado de la Iglesia San Francisco, (hoy
tienda Detalles) con poemas maravillosos que se les ofrecía publicar "si...." y
mi entrevista con Boris Ramírez en la piscina del Intercontinental cuando gana el
Arturo Michelena, que rodeado de efebos me dice" en Barcelona(España
donde fue becado) me cambié
porque eso me lo exigía el medio" (mantengo en reserva los "nombres del
medio OJO: NO SOY HOMOFOBICA, si la gente quiere ser lo que sea puede serlo,
me importa un rábano, pero no haga daño) para "poder llegar a la cúspide o aspirar
trabajar con libertad"
Y eso era una realidad en el medio cultural hasta en música, si
Uds. recuerdan los comienzos del Maestro Abreu, por ejemplo), de ahi que
la llegada del gobierno de Hugo Chávez que es espejo de esa época: el gobierno
más corrupto, criminal, sórdido,
pervertido e inescrupuloso de cuantos han existido en Venezuela, es Fermín
la descripción del Ateneo de Valencia después de 1991.
Pero es tan inmenso el tamaño de sus iniquidades, tan reiterada su falsía,
su hipocresía y su maldad, que ha terminado por adormecer la capacidad
crítica y reactiva de los ciudadanos. (Mataron el alma, ya sea por la guerrilla
o la entronización del ego) Vivimos bajo la misma apatía con que
se vivieran los 27 años de Juan Vicente Gómez, calificada por el gran intelectual
Mariano Picón Salas de catalepsia política. Yo dgo de categoría espiritual.
¿Qué fue primero en Valencia, y de esas tierras que nos calamos en los 80 vienen
estos lodos que aprovecha Acosta Carlez pero no los produce, hasta en la cultura
y por ende en el Ateneo de Valencia.

Para quienes tuvimos la plena certeza de la tragedia que se avecinaba, vivirla día

a día metida en el Palacio de los Iturriza ha sido tan amargo como beber del

cáliz gota a gota.

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