Aprendemos y cambiamos porque el cerebro es capaz de modificarse a sí mismo
Los últimos 50 años han sido revolucionarios en cuanto a entender con asombrosa precisión los mecanismos cerebrales que explican todo el proceso de desarrollo, aprendizaje y cambio del ser humano desde que nace hasta que muere. Se han ido desentrañando los mecanismos íntimos cerebrales que explican la conducta humana tanto normal como patológica, y esto ha permitido desarrollar aplicaciones terapéuticas más efectivas para corregir trastornos neurológicos, psicológicos y psiquiátricos.
Hoy disponemos de respuestas científicas que nos permiten entender mucho mejor la naturaleza humana, los misterios de la mente, las bases de nuestra conducta y las fuerzas que mueven el desarrollo, la evolución y el cambio del ser humano particular y de la cultura en general.
Hemos llegado a comprender con comprobaciones científicas que nosotros como personas nos desarrollamos y crecemos siguiendo ciertas reglas. Que aprendemos y cambiamos porque el cerebro es capaz de modificarse. Es lo que se denominaneuroplasticidad cerebral, la capacidad que tiene nuestro cerebro de cambiarse a sí mismo.
La plasticidad cerebral se refiere a la habilidad que tiene el cerebro de cambiar su estructura y su función en respuesta a las exigencias a las que se exponga, a las percepciones y sensaciones y al aprendizaje. Esto es un descubrimiento reciente y revolucionario, pues antes se pensaba aún en los círculos científicos más formados que el cerebro era un órgano que tenía muy poca posibilidad de cambiar, ya que nacía con una estructura fija. Se pensaba que las neuronas que son las células que lo componen no cambiaban. Los estudios de neuroplasticidad han demostrado que las neuronas cambian permanentemente, modifican su estructura, sus conexiones con otras neuronas y son capaces de modificar su función para nuevas exigencias. Por ejemplo, si una persona nace con ceguera total debido a que las neuronas que procesan la visión están dañadas, otras neuronas son capaces de desarrollar la función así no hayan "nacido" para ello. De esa manera se ha logrado que personas que no podían ver ahora lo puedan hacer.
El cerebro normal funciona por áreas, y cada área usualmente se ocupa de una función específica. Por ejemplo hay áreas del cerebro que se ocupan de ver, otras de escuchar, otras de pensar, otras de manejar el mundo emocional, etc. Antes se creía que esta distribución funcional era rígida e inmodificable, y que si el área dedicada por ejemplo a construir el lenguaje que nos permite hablar se dañaba, poco se podía hacer para recuperar la capacidad de hablar. Hoy se sabe que personas que han sufrido hemorragias cerebrales que han destruido totalmente las neuronas del área de Broca que es aquella dedicada al lenguaje expresivo (el habla), pueden recuperar el habla, pues otras áreas pueden desarrollar esa capacidad.
Todo esto abre un abanico inmenso de posibilidades y por ello lo llamamos la revolución de la neuroplasticidad.
fundacionhumanabi@gmail.com
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