5-5-2011
Amigo Pierre Paul: te van las propias palabras de Vargas Llosa sobre el asunto al cual te referiste ayer. Si yo te refuté, perdona si airadamente, siempre me gusta defender a los inocentes, y en este caso Vargas Llosa lo es. Yo lo conocía desde mucho tiempo atrás. Acuérdate todo lo que le relaté de la noche de 1972 cuando él y Patricia su esposa comieron en mi casa, días de mi primera matrimonio. He aquí el testimonio.
Esto declaró en Caracas, el año 2009, Mario Vargas Llosa al poeta venezolano Leonardo Padrón sobre el dinero que recibió en Caracas, del gobierno venezolano, al ganar el “Premio Rómulo Gallegos”, en su primera entrega, el año 1967. La declaración que trascribo fue censurada por Venevisión que es hoy en día un canal chavista, no solo filochavista como el Canal I.
Quiero también antes de transcribir el fragmento de esta declaración, un asunto que siempre conocí desde muy atrás señalar que lo único que hizo Vargas Llosa fue aquella mención a Cuba que hizo en su discurso de aceptación del premio. Frase muy criticada en Caracas, dada la forma como el gobierno de Fidel Castro había conspirado contra nuestra democracia al financiar las guerrillas de los años sesenta, en aquel año 1967, prácticamente derrotadas pero con un saldo de vidas muy grande, de ambos lados, pues la gente del PCV y del MIR sacrificaron numerosas vidas de toda una generación juvenil de jóvenes, hombres y mujeres venezolanos. Asunto ya muy bien estudiado entre nosotros, sobre todo por Antonio García Ponce en Sangre, dolor y tragedia, recuento a aquel suceder escrita por un historiador profesional, fue publicada en el 2010. Antes sólo existía un muy buen libro escrito por el italiano Luigi Vasllice: Guerrilla politica, curso de su acción en Venezuela,1962-67(Buenos Aires: Pleamar,1975), mandado también a publicar en Caracas por don Rómulo Betancourt como La guerrilla castrista en Venezuela(Caracas: Ediciones Centauro,1979), lo cual te da una idea de su seriedad. Se hizo en la editorial de José Agustín Catalá, libro tan fundamental aun como el de García Ponce dada la documentación que maneja como la de la historiador venezolano quien por primera vez hizo la historia de los dos lados: los comunistas y la gente de nuestras Fuerzas Armadas que tambien entregaron muchas vidas. Del italiano Vasalice siempre se dijo que era el seudónimo de un funcionario de los organismos internacionales. Pero nadie pidió a Vargas Llosa que no dijera o borrara la línea sobre Cuba de su discurso porque la nuestra era una democracia. El discurso, “La literatura es fuego”(Agosto 11,1967) está en el libro de Vargas Llosa Entre viento y marea(Primera serie. Barcelona: Seix Barral,1983,p.132-137). Allí la frase sobre Cuba es “Pero dentro de diez, veinte y cincuenta años habrá llegado a todos nuestros países, como ahora a Cuba, la hora de la justicia social”(p.135). También debo llamarte la atención que en Entre viento y marea también se pueden leer todos los textos de su separación de Cuba y de su apoyo al comunismo, a partir del 5 de Abril de 1971, cartas a Haydee Santamaría, Fidel Castro, la protesta sobre el caso Padilla(p.164-168). Sin embargo, en el mismo libro se puede ver la oposión de Vargas Llosa a la invasión de la Checoeslovaquia por la URSS, que el gobierno cubano apoyó, y su reseña de la Autobiografía de Federico Sánchez del español Jorge Semprum, uno de los libros fundamentales en el inicio de la crítica del comunismo que pudo ser comprendida bien a su caída en 1989. Otros dos escritores latinoamericanos contribuyeron con sus pensamientos a este proceso donde triunfó la libertad y la democracia: el chileno Jorge Edwars conPersona non grata, la primera critica, demoledora, a la Revolución cubana redactada por un escritor latinoamericano, había sido embajador de su país en Cuba y había conocido el monstruo por dentro, y el venezolano Carlos Rangel con sus fundamentales libros Del buen salvaje al buen revolucionario y El tercermundismo. A este último tratamos, fuimos jurado del Premio Municipal de 1983, se le otorgara ese galardón. Fue imposible porque los otros dos miembros del jurado eran dos comunistas y dijeron que no los habían nombrado para premio a un hombre de derecha. Rangel era mucho más, yo lo sé porque fue mi amigo, al igual que su esposa Sofía Imber, de probada fidelidad a mi. No se logró aquello, pero allí están sus palabras para estudiar bien hoy en día lo sucedido, ya en 1982 Carlos decía que el socialismo de la URSS y sus satélites no podía seguir sosteniendose. Rangel, como siempre fue clarividente. Por cierto no se debe confundir el volumen que cito de Vargas Llosa con otro suyo de igual título publicado en Puerto Rico dos años antes, en 1981, que solo contiene ensayos literarios. Perdóname la larga perorata pero el estudio de la caída del comunismo ha sido tema de intenso estudio para mí desde hace décadas. Por ello me interesara mucho si logramos hacer un Círculo allá en La Lagunita sobre el libro del alemán Enzersnerger, “Josefina y yo”, que nos recomendó anoche nuestra líder Beatriz Salazar.
Y otra cosa más para cerrar todo esto, y no fastidiarte más. Es cierto que Gabriel García Márquez donó en 1972 el monto del Premio Rómulo Gallegos, ganado en Caracas por Cien años de soledad, al MAS, recién fundado y no como creía una de nuestras compañeras, y seguramente mucha gente, que dio el dinero a Cuba. Fíjese que se lo donó al MAS y no al PCV, lo que hubiera sido distinto. El MAS con ese dinero fundó el diario Punto y le dio las gracias a Gabo editado el volumen Cuando era feliz e indocumentado(Caracas: El ojo del camello,1973.151 p.), la frase la utilizó a recibir el premio en el Teatro La Campiña, yo estaba presente, ese día a la hora del amuerzo yo lo había conocido pues el gran Sanin me invitó, pese a que era solo un joven escritor. Se recogieron en Cuando era feliz e indocumentado, con prólogo a Manuel Caballero, todos los trabajos que sobre Venezuela publicó en 1957-60 cuando vivió y trabajó en Caracas como periodista.
HABLA VARGAS LLOSA A TRAVES DE LEONARDO PADRON
“POSDATA
Uno de los mayores puntos de desencuentro que he vivido con el virus de la autocensura en mi país fue a raíz de la trasmisión al aire de esta entrevista. El canal de televisión[Venevisión] decidió editar, sin mi conocimiento, los fragmentos donde Vargas Llosa hablaba del momento en que se inició su distanciamiento y decepción ante el comunismo ruso y la revolución cubana a propósito de los campamentos de reclusión de homosexuales, el célebre caso Padilla y su indignación por lo ocurrido en ocasión de recibir el Premio Rómulo Gallegos en 1967, por La casa verde.
Vargas Llosa relató con minucia el episodio donde fue visitado en Lonres por el mismísimo Alejo Carpentier, para leerle una carta escrita por Haydée Santamaría, emblemática dirigente de la revolución cubana. El detalle de que fuera una carta leída y nunca entregada demostraba el interés en no dejar pruebas del episodio. Le proponían, en dos platos, que donara el monto del premio, 25.000 mil dólares, a la revolución cubana, específicamente al fondo de la guerrilla del Che Guevara. Vargas Llosa decía que eso podía ser una petición sin mayores implicaciones morales, se suponía que él tendría la potestad de decir sí o no. El acto vergonzante se proponía líneas después: “Hasta allí muy bien; pero; pero entonces venía una parte que me ofendió mucho. La carta decía que ‘naturalmente comprendemos que un escritor tiene necesidades’ y por consiguiente la revolución le devolverá a usted el dinero discretamente, sin que esto se sepa”. Vargas Llosa le reclamó ásperamente a Carpentier la farsa que le proponían protagonizar. Y,este, “con gran cinismo”, le dijo que omitiría su indignación, que no convenía que un escritor como él se peleara con la revolución cubana, que le diría a Santamaría que él luego haría otro tipo de gesto: “Ya todo eso creó un distanciamiento”.
Las palabras de Vargas Llosa y el puntual relato de una anécdota poco difundida tenían un valor testimonial muy valioso. Pero nada de eso salió al aire. Repetiría yo la triste comedia de la autocensura sino evocara en estas páginas todo lo dicho por Vargas Llosa en nuestra entrevista. A fin de cuentas estamos hablando de uno de los escritores vivos más importantes de la literatura latinoamericana, un clásico contemporáneo”(Leonardo Padrón: Los imposibles. Caracas: Aguilart,2010,t.IV,p.35-36).
Creo que esto documenta lo hablado anoche.
Saludos, amigo mio:
Roberto Lovera De-Sola.
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