El viernes se estrena "La taza de oro", acerca del rol que ocupa en la sociedad
Irene Angelico es una directora de audiovisuales canadiense quien además es una amante confesa del café. De ese gusto personal por la aromática bebida y al verlo como "un tema perfecto del cual hablar por su amplio rango de implicaciones sociales, políticas, ambientales y de salud", nació la idea de hacer un documental que reflejara diversos aspectos de esta internacional bebida.
Fue así entonces que durante casi cinco años, la directora y su equipo viajaron por Brasil, Costa Rica, Guatemala, los Estados Unidos, Canadá, México, Italia, Francia, Inglaterra, Holanda y Etiopía para recoger las imágenes y testimonios necesarios para dar cuenta de esta historia.
El documental, que está dividido en tres partes, muestra la realidad del café desde distintos punto de vista. La primera de ellas es La semilla irresistible, que expone la historia del café desde sus orígenes en Etiopía. Una taza de oro, la segunda parte, que se estrenará el 6 de mayo a través de History Channel, repasa el rol protagónico del café en los mercados y sociedades de algunas culturas.
Finalmente, la tercera y última entrega del documental se llama Un café perfecto,verá la luz el día 13 de mayo y dejará al descubierto las relaciones sociales inherentes al mundo del café.
Para Angelico, el poder que tiene esta bebida y que la ha hecho protagonista de tantos eventos a lo largo de la historia tiene que ver con "su capacidad para relajar y estimular el intelecto y los sentidos a la misma vez". La directora igualmente considera que "su aroma celestial y buen sabor ayudan a que la gente tenga conversaciones, planee revoluciones y despierte romances".
Los tres capítulos de este documental fueron hechos en formato HD (alta definición), y aunque la directora está satisfecha con los resultados del arduo trabajo, reconoce que hubo un par de cosas que le hubiera gustado incluir en el audiovisual, pero que por diversas razones no fue posible. "Me gustaría actualizar el trabajo con más de lo que vi en las caminatas en los sembradíos", dice sin tapujos.
Ya sin la presión del trabajo y con la satisfacción del deber cumplido, Angelico no duda en compartir lo que pasa por su mente ahora cuando tiene una taza de café frente a sí. "Pienso en ese café perfecto, que resulta bueno para el campesino y para su familia, que es bueno además para el ambiente y sabroso para los consumidores".
¿El mejor café que se ha tomado? "Dr. Illy me hizo un extraordinario cappuccinoen Trieste (Italia), pero también tomé maravillas en una feria en California y Sur y Centro América", dice entre risas.
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