Ésta es mi coronación en la gloria.
Ésta es mi realeza universal: Madre del Hijo, Reina con el Hijo.
Soy vuestra Capitana. Os llamo, amados hijos míos, para reunirnos a todos en mi ejército, del que yo misma soy la Reina y Capitana.
Por eso no debe haber jefe alguno entre vosotros: sois todos hermanos, reunidos en el amor que debe crecer siempre más. Si alguno quiere ser el más grande, hágase verdaderamente el más pequeño.
Sólo al que más ama al que más sirve, al que mejor me escucha, al que se hace cada vez más pequeño hasta desaparecer en mi Corazón Inmaculado, a éste Yo misma le haré cada vez más grande.
Soy vuestra Capitana. Por eso vosotros, hijos míos predilectos, debeís escuchar mi Voz, volveros dóciles a mis enseñanzas, sobre todo, debeís estar pronto a mis órdenes. Quiero hacer de vosotros hijos que quieran y que sepan obedecer siempre.
La obediencia y la docilidad: he aquí la divisa con la que quiero revestiros.
Mis órdenes las daré a través de la voz de aquél a quien mi Hijo puso para regir su Iglesia: el Papa con la Jerarquía a ël unida…
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