Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 7 de agosto de 2011

.Los dominicos nacen en el contexto de la cruzada albigense, guerra emprendida por iniciativa de la Iglesia católica y lEvangelizan a América








Santo Domingo de Guzmán Garcés O.P. (Caleruega, provincia de Burgos, Reino de Castilla; 1170 – Bolonia, Sacro Imperio Romano Germánico, 6 de agosto de 1221) fue un religioso español y santo católico, fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como dominicos.



Santo Domingo de Guzmán O.P.
José Gil de Castro y Morales - Santo Domingo, 1817.jpg
Por José Gil de Castro y Morales (1817, Museo Nacional de Bellas Artes de Chile)
Nombre Domingo de Guzmán Garcés
Nacimiento 1170
Caleruega, Estandarte del Reino de Castilla.png Reino de Castilla
Fallecimiento 6 de agosto de 1221
Bolonia, Banner of the Holy Roman Emperor (after 1400).svg Sacro Imperio Romano Germánico
Venerado en Iglesia Católica e Iglesia anglicana.
Canonización 1234 Patrono de la provincia de Burgos. Y fundador del Santo Rosario.Fue canonizado por el papa Gregorio IX.
Principal Santuario Basílica de Santo Domingo en Bolonia
Festividad 8 de agosto
Patronazgo Provincia de Burgos,Campaspero, Astrónomos, República Dominicana, científicos, Navas del Madroño, Bolonia.

Santo Domingo de Guzmán Garcés O.P. (Caleruega, provincia de Burgos, Reino de Castilla; 1170 – Bolonia, Sacro Imperio Romano Germánico, 6 de agosto de 1221) fue un religioso español y santo católico, fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como dominicos.


Biografía


Sus padres fueron Félix Núñez de Guzmán y Juana Garcés (llamada comúnmente Juana de Aza, beatificada en 1828) y tuvo dos hermanos, Antonio y Manés (este último, uno de los primeros beatos dominicos).

De los siete a los catorce años (1176-1184), bajo la preceptoría de su tío el arcipreste de Gumiel de Izán, Gonzalo de Aza, recibió esmerada formación moral y cultural. En este tiempo, transcurrido en su mayor parte en Gumiel de Izán, despertó su vocación hacia el estado eclesiástico.

De los catorce a los veintiocho (1184-1198) vivió en Palencia; seis cursos estudiando artes (humanidades superiores y filosofía); cuatro, teología; y otros cuatro como profesor del Estudio General de Palencia.

Al terminar la carrera de artes en 1190, recibida la tonsura, se hizo canónigo regular en la catedral de Osma. Fue en el año 1191, ya en Palencia, cuando vende sus libros para aliviar a los pobres del hambre que asolaba Castilla. Al concluir la teología en 1194, se ordenó sacerdote y fue nombrado regente de la Cátedra de Sagrada Escritura en el Estudio de Palencia.

Al finalizar sus cuatro cursos de Docencia y Magisterio Universitario, con veintiocho años de edad, se recogió en su cabildo, luego el obispo le encomienda la presidencia de la comunidad de canónigos y del gobierno de la diócesis en calidad de Vicario General de la misma.

En 1205, por encargo del rey Alfonso VIII de Castilla, acompaña al obispo de Osma, monseñor Diego de Acebes, como 'Embajador Extraordinario' para concertar en la corte danesa las bodas del príncipe Fernando. Con este motivo, realizó viajes a Dinamarca y a Roma, decidiéndose durante ellos su destino y clarificándose definitivamente su ya antigua vocación misionera. Convencido de que los herejes cátaros debían ser convertidos al catolicismo, comenzó a formar el movimiento de predicadores. De acuerdo con el papa Inocencio III, en 1206, al terminar las embajadas, se estableció en el Languedoc como predicador entre los cátaros, y en 1206 establece una primera casa femenina en Prouille. Rehusó a los obispados de Conserans, Béziers y Comminges, para los que había sido elegido canónicamente.
Domingo de Guzmán vio la necesidad de un nuevo tipo de organización para dirigir las necesidades de su tiempo, uno que traería la dedicación y educación sistemática de las anteriores órdenes monásticas para influir en los problemas religiosos de la población, pero con más flexibilidad organizacional que las otras órdenes monásticas o la clerecía secular



Para reproducir los dogmas católicos entre los pueblos de otras creencias, en 1215 establece en Tolosa la primera casa masculina de su Orden de Predicadores, cedida a Domingo por Pedro Sella, quien con Tomás de Tolosa se asocia a su obra. En septiembre del mismo año, llega de nuevo a Roma en segundo viaje, acompañando del obispo de Tolosa, monseñor Fulco, para asistir al cuarto Concilio de Letrán y solicitar del Papa la aprobación de su orden, como organización religiosa de canónigos regulares. De regreso de Roma elige con sus compañeros la regla de San Agustín para su orden y, en septiembre de 1216, vuelve en tercer viaje a Roma llevando consigo la regla de San Agustín y un primer proyecto de constituciones para su orden. El 22 de diciembre de 1216 recibe del papa Honorio III la bula “Religiosam Vitam” por la que confirma la Orden de Predicadores.

Al año siguiente retorna a Francia y en el mes de agosto dispersa a sus frailes, enviando cuatro a España y tres a París, decidiendo marchar él a Roma. Se dice que allí se manifiesta su poder taumatúrgico con numerosos milagros y se acrecienta de modo extraordinario el número de sus frailes. Meses después enviará los primeros frailes a Bolonia. A finales de 1218 regresa a Castilla a recorrer Segovia, Madrid y Guadalajara.

Por mandato del papa Honorio III, en un quinto viaje a Roma, reúne en el convento de San Sixto a las monjas dispersas por los distintos monasterios de Roma, para obtener para los frailes el convento y la Iglesia de Santa Sabina.

En la fiesta de Pentecostés de 1220 asiste al primer Capítulo General de la orden, celebrado en Bolonia. En él se redactan la segunda parte de las constituciones. Un año después, en el siguiente capítulo celebrado también en Bolonia, acordará la creación de ocho provincias. Con su orden claramente estructurada y más de sesenta comunidades en funcionamiento, agotado físicamente, fallece el 6 de agosto de (1221) tras una breve enfermedad, a los cincuenta y un años de edad, en el convento de Bolonia, donde sus restos permanecen sepultados. En 1234 el papa Gregorio IX, lo canonizó. La Iglesia Católica celebra su fiesta el 8 de agosto.

La ciudad capital de la República Dominicana (Santo Domingo de Guzmán) lleva su nombre en honor a él.

Domingo de Guzmán contaba que veía a la Virgen sosteniendo en su mano un rosario y que le enseñó a recitarlo; dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. El santo se levantó muy consolado y abrazado de celo por el bien de estos pueblos, entró en la Catedral y en ese momento sonaron las campanas para reunir a los habitantes.
[editar] Representación iconográfica

Santo Domingo de Guzmán tiene asociados varios elementos relacionados con su vida. Por ello se le representa con diferentes símbolos:

Perro con antorcha:

La Leyenda (primera biografía de Santo Domingo) narra una visión que su madre, la Beata Juana de Aza, tuvo antes de que Santo Domingo naciera. Soñó que un perrito salía de su vientre con una antorcha encendida en su boca. Incapaz de comprender el significado de su sueño, decidió buscar la intercesión de Santo Domingo de Silos, fundador de un famoso monasterio Benedictino de las cercanías. Hizo una peregrinación al monasterio para pedir al Santo que le explicara el sueño. Allí comprendió que su hijo iba a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de la predicación. En agradecimiento, puso a su hijo por nombre Domingo, como el santo de Silos. Es un nombre muy apropiado, por cuanto Domingo viene del Latín Dominicus, que significa "del Señor". De Dominicus (Domingo) viene Dominicanus (Dominico, que es el nombre de la Orden de Santo Domingo). No obstante, utilizando un juego de palabras, se dice que Dominicanus es un compuesto de Dominus (Señor) y canis (perro), significando "el perro del Señor" o el vigilante de la viña del Señor)

En su carta Domingo del 4 de febrero de 1221 a todos los obispos de la Iglesia recomendando la Orden de Santo, el Papa Honorio III dijo que Domingo y sus seguidores habían sido "nombrados para la evangelización del mundo entero". Y en otra carta, esta vez dirigida a Domingo (18 de enero de 1221), el Papa les llamaba pugiles fidei (caballeros de la fe, defendiéndola contra todo el que se oponga a ella). Esto es lo que Domingo hizo durante toda su vida, defender la fe con el ejemplo de su vida y con su predicación incesante contra los herejes del Languedoc en el sur de Francia, y con su deseo de ser misionero entre los no-cristianos.

Lila blanca:

Usualmente se le representa con unas lilas en su mano. El amor por la pureza de Domingo fue tan perfecto que, en su lecho de muerte, al hacer una confesión pública en frente de sus hermanos, pudo decir: "Gracias a Dios, cuya misericordia me ha conservado en perfecta virginidad hasta este día; si deseáis guardar la castidad, evitad todas las conversaciones peligrosas y vigilad vuestros corazones". Y entonces, sintiendo remordimiento, dijo a Fray Ventura, Prior de Bolonia: "Padre, temo que he pecado hablando de esta gracia delante de los hermanos". La pureza de su alma y el deseo de que sus hijos le imitasen le llevaron a hacer esa revelación.

Estrella:

Se nos dice en la misma Leyenda que durante el bautismo de Domingo apareció una estrella sobre su frente. Por medio de su vida y predicación, Domingo fue como un faro guiando almas hacia Cristo. Desde sus años de estudiante en Palencia, España, donde vendió sus valiosos libros con el fin de conseguir dinero para ayudar a los pobres que sufrían una gran sequía, y donde llegó a ofrecerse a ser vendido como esclavo para redimir a cristianos cautivos por los Moros, a aquella noche, en un viaje a Dinamarca, que pasó en conversación con el hospedero hereje, atrayéndole por fin otra vez a la fe verdadera, a su etapa en el Languedoc, donde pasó los mejores años de su vida, hasta su enseñanza y predicación, hasta la fundación de su Orden, Santo Domingo fue siempre una estrella brillante que atrajo almas perdidas a Cristo.

La Cruz, el Estandarte, el Santo Rosario:

-La Cruz de dos brazos (llamada "patriarcal") es un símbolo de los fundadores de grandes familias religiosas ("patriarcas") o de importantes comunidades cristianas que han dado origen a otras muchas. Se usa para Santo Domingo porque él fue el primero en sacar al monje del monasterio a la ciudad, convirtiéndole en apóstol: un religioso sin dejar de ser un monje. Otras órdenes fueron fundadas inmediatamente después de los Dominicos o casi simultáneamente, como los Franciscanos, y todos siguieron la misma pauta. Fue mucho después, en el siglo XVI, cuando aparecieron las Congregaciones dedicadas al trabajo apostólico, pero sin observancias monásticas.

-El Estandarte con el emblema Dominicano es el "escudo de armas" de Santo Domingo. Blanco y negro: pureza y penitencia, muerte y resurrección, combinando el ideal Dominicano de mortificación y alegría, renuncia al mundo y posesión de Cristo. Su lema es "Laudare, Benedicere, Pradicare" que significa "Alabar, Bendecir, Predicar".

-En cuanto al Rosario, la explicación es obvia. Santo Domingo fue el fundador del Rosario, un regalo de María para ayudarle en su trabajo para la conversión del mundo.

El libro y la Iglesia:

En algunas representaciones, Santo Domingo sostiene un libro en su mano izquierda. El libro representa la Biblia, que era la fuente de la predicación y espiritualidad de Domingo. Era conocido como el Maestro Domingo por el grado académico que obtuvo en la universidad de Palencia, España. Sus contemporáneos nos dicen que en sus viajes por Europa siempre llevaba consigo el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Esto hace referencia a la visión que tuvo en una de sus noches de vigilia. Mientras Domingo oraba, los Santos Pedro y Pablo se le aparecieron. San Pedro llevaba consigo el Evangelio, y Pablo sus Cartas, con este mensaje: "Ve y predica, porque has sido llamado para este ministerio". Esta visión le reafirmó en su vocación de continuar siendo un "Predicador Itinerante", no solo en el sur de Francia sino también en todo el mundo por medio de su Orden, la "Orden de Predicadores".

A veces, sobre el libro hay una iglesia. Esta iglesia representa la Basílica Laterana, la "Madre Iglesia" universal.

Santo Domingo tuvo que enfrentarse con muchos obstáculos legales para que el Papa aprobara su nueva Orden. De acuerdo con la leyenda, el Papa Inocencio III, Santo Domingo y San Francisco tuvieron un sueño. Cada uno de ellos vio que la Basílica Laterana estaba comenzando a derrumbarse, y a dos frailes, uno en hábito blanco y el otro en un hábito marrón, colocándose ellos mismos como columnas para evitar el colapso total. Domingo se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito blanco, pero no sabía quién era el otro fraile. De igual modo, Francisco de Asís se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito marrón, pero desconocía quién era el del hábito blanco. Para Inocencio III el sueño era un rompecabezas y un misterio. El día siguiente, cuando Domingo iba a ver al Papa sobre la aprobación de su Orden, se encontró a un fraile joven vestido con un hábito marrón. Mirándose mutuamente, cada uno reconoció al otro como el compañero que ayudaba a soportar la Basílica Laterana, y se abrazaron en medio de la calle. Después fueron juntos a ver al Papa, y éste comprendió inmediatamente el significado de su sueño: "Las Órdenes de estos dos gran hombres serán como columnas que salvarán a la Iglesia de su destrucción".

Las tres mitras:

También se representa a Santo Domingo con tres mitras, pues alude al ofrecimiento que le hicieron de tres episcopados, pero los rechazó porque quería dedicarse a los pobres.
Reliquias

Si bien el cuerpo de Santo Domingo de Guzmán permanece en su Basílica de Bolonia, existen numerosas reliquias de él a lo largo y ancho del mundo. En enero de 2007 la Vicaría de Roma concedió una de primera clase y que puede encuadrarse dentro de la tipología de las ex osibus a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Alhaurín el Grande (Málaga) en atención a los profundos lazos históricos y devocionales que unen a la Orden Dominicana con esta corporación nazarena. Esta reliquia es procesionada cada Viernes Santo junto a otra de San Roque en un relicario doble situado en el frontal del trono de María Santísima del Mayor Dolor, Sagrada Titular de esta Hermandad.
] Véase también

Dominicos
Beata Juana de Aza
Beato Manés de Guzmán

Bibliografía

Orden de Predicadores
Benedicto XVI. Santo Domingo de Guzmán

Enlaces externos

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Completa biografía y semblanza espiritual en Dominicos.org


Predecesor:
Fundador de la Orden
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Maestro General de la Orden de Predicadores
1207 - 1221 Sucesor:
Jordano de Sajonia
Orden de predicadores
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Sigla OP
(ordo praedicatorum).
Gentilicio dominicos
Lema Laudare, benedicere, praedicare
Tipo Orden mendicante
Fundador Santo Domingo de Guzmán
Fundación
Aprobación 1216
Superior General Maestro de la orden
Fr. Bruno Cadoré OP
Religiosos 6,109
Religiosos sacerdotes 4,488
Presencia 50 países
Curia Piazza Pietro d'Illiria, 1
100153, Roma, Italia
Página Web http://www.op.org/
María con santo Domingo y santo Tomás de Aquino, por Fra Angélico, fresco (196 x 187 cm) ejecutado en 1420, hoy en Hermitage, San Petersburgo, Rusia.

La orden de predicadores (del latín: ordo praedicatorum u O. P.) conocida también como orden dominicana y sus miembros como dominicos, y en Francia como jacobinos, es una orden mendicante de la Iglesia católica fundada por Domingo de Guzmán en Toulouse durante la Cruzada albigense, y confirmada por el papa Honorio III el 22 de diciembre de 1216.1

La orden dominica se destacó en el campo de la teología y doctrina al abrigo de figuras como Alberto Magno o Tomás de Aquino, muchos miembros de la orden tomaron parte de la Inquisición medieval. Fundadora de la Escuela de Salamanca de teología, filosofía y economía. La orden alcanzó su mayor número de miembros durante la expansión del catolicismo en los territorios de América, África y Asia incorporados a las coronas de Portugal y de España, donde la labor de personajes como Bartolomé de las Casas es recordada por su contribución temprana a la defensa de los derechos humanos. La orden tuvo un declive en la modernidad hasta el siglo XIX, pero pudo recuperar su influencia con el impulso de teólogos como Enrique Lacordaire, participando activamente en el Concilio Vaticano I y desde entonces, contribuyendo al desarrollo del catolicismo contemporáneo. El lema de la orden es Laudare, benedicere, praedicare (‘alabar, bendecir y predicar’).


Historia

Los dominicos nacen en el contexto de la cruzada albigense, guerra emprendida por iniciativa de la Iglesia católica y la nobleza del reino de Francia en contra de los cátaros y la nobleza de Occitania a comienzos del siglo XIII. Domingo de Guzmán, natural de Caleruega, era un clérigo que integraba el capítulo de la catedral de Osma. Durante un viaje diplomático realizado con su obispo Diego de Acevedo al norte de Europa, fue encargado del intento de conversión de los cátaros instalados en el sur de Francia. Hacia 1206, organizó ―con la aprobación del Papa― un grupo de predicación que imitaba las costumbres de los cátaros, viviendo pobremente, sin criados ni posesiones, pero sus intentos fueron un fracaso, lo que decidió el uso de la fuerza y el inicio de la llamada cruzada contra los cátaros.

Santo Domingo continuó madurando su idea y se fue a vivir a la diócesis de Toulouse, donde fundó un monasterio femenino en Prohuille. Finalmente, hacia 1215 organizó la primera comunidad formal de «hermanos predicadores», como fue llamada la orden naciente. Se componía de 16 integrantes. Dicha comunidad se guiaba bajo la regla de San Agustín y vivía en conventos o casas urbanas, bajo una espiritualidad a la vez monástica y a la vez apostólica. El lema escogido fue «Contemplari et contemplata aliis tradere» (‘contemplar y dar a otros lo contemplado’). Todo esto fue novedoso para la época, pues hasta entonces, los religiosos vivían en monasterios y no se dedicaban a la predicación, la cual era oficio propio de los obispos. Los dominicos tomaron como ejes de su carisma el estudio y la predicación, unidos a la pobreza mendicante.

De manera paralela a la fundación de los predicadores y de las monjas, nació la Milicia de Jesucristo, después conocida como Tercera Orden de la Penitencia de Predicadores, que sería la rama seglar de la organización. En la actualidad es conocida como orden seglar dominicana, y sus miembros como seglares de la orden de predicadores. Entre los miembros más famosos de esta rama de la orden, se encuentran Catalina de Siena, Sigrid Undset y Pier Giorgio Frassati
Blasón de la orden de predicadores, una cruz flor de lis de color blanco y negro sobre un campo de lo mismo, colores alusivos al hábito de los dominicos.2
Otro blasón de la orden de predicadores.

La orden fue aprobada por el papa Honorio III en 1216. Pocos años después, santo Domingo tomó la decisión de dispersar al pequeño grupo, enviándolo a lugares claves de la Europa de entonces: París y Bolonia, donde se encontraban las dos principales universidades del mundo occidental. El éxito fue inmediato. Si en 1221, cuando murió su fundador, los dominicos eran alrededor de 300 frailes, unos cincuenta años más tarde el número rodeaba los 10.000 miembros. Hasta el siglo XIX, los dominicos representaron la segunda comunidad masculina más numerosa, después de los franciscanos.

Pronto se hicieron muy populares, y grandes teólogos se forjaron en sus filas. Los casos más renombrados son los de Tomás de Aquino, Alberto Magno, Meister Eckart y Vicente Ferrer.

La preparación y formación teológica expuesta tanto por los dominicos como por los franciscanos hizo que al fundarse la Inquisición, en 1231, las autoridades se fijaran en estos religiosos y le confiaran su organización, que llevaron adelante con mucho celo, al punto de que los primeros quedaron asociados para siempre con este célebre tribunal. Tal vez los más famosos inquisidores son Bernardo Gui (o de Guio) y Tomás de Torquemada, ambos dominicos.

Tras una decadencia que afectó a todas las órdenes religiosas en general durante el siglo XIV, los dominicos se reformaron en el siglo XV, y tuvieron una nueva época de gloria intelectual que protagonizaron los dominicos del Convento de San Esteban de Salamanca, donde se forjó la Escuela de Salamanca, en su faceta teológica, que daría después sus frutos en la filosofía, el derecho y la economía, con personajes de la talla de Francisco de Vitoria, Tomás de Mercado o Domingo de Soto, que hicieron unos planteamientos sobre los problemas de la sociedad inusualmente avanzados.

Mientras tanto se enfrentaban a una nueva tarea: la Evangelización de América. Su trabajo allí fue muy importante y en los anales de la historia se tiene en especial consideración a Fray Bartolomé de las Casas, Fr. Antonio de Montesinos, Fr. Pedro de Córdoba, San Luis Beltrán y otros más por su labor en la defensa de los derechos de los indígenas americanos.

En América, los dominicos también intervinieron en la educación de la población criolla, a través de la fundación de centros universitarios y en la propagación de prácticas y devociones que aún hoy están presentes entre la población católica, como la devoción a la Virgen María a través del rezo del rosario.

Al advenir la época de las revoluciones (siglos XVIII-XIX) tanto en Europa como en América, la orden soportó la crisis más grande de su historia. La inobservancia, la laxitud, la aridez intelectual, unida a los ataques que desde el exterior lanzaron las autoridades políticas de corte liberal, la llevaron a casi desaparecer por completo. A partir del siglo XIX comenzó una segunda restauración, si bien el número de religiosos nunca volvió a tener el guarismo de otras épocas. Uno de los restauradores más conocidos por su influencia en Francia y en Europa en general, fue Enrique Lacordaire.

En el siglo XX la orden dominicana recuperó parte de su antiguo esplendor en el campo teológico y pastoral. Por medio de teólogos como Marie Dominique Chenu, Yves Congar Santiago Ramírez y Aniceto Fernández, entre otros, los dominicos tuvieron una influyente participación en el Concilio Vaticano II. En la actualidad, los alrededor de 6500 frailes que existen se dedican especialmente al estudio teológico y filosófico, a la pastoral en parroquias, a la misión y la enseñanza en centros de estudio.
Atributos iconográficos
Capitel con perros guardando el «árbol del Señor», alegoría de la orden, en el monasterio de Santa María la Real de Nieva.

Se describen en la "Leyenda", denominación genérica de la primera biografía de Santo Domingo de Guzmán obra del fraile español Pedro Ferrand. Según ésta, Juana de Aza, estando embarazada del santo, tuvo un sueño en el que daba a luz un cachorro que portaba una antorcha encendida en su boca y un globo a sus pies. Inquietada por el sueño, peregrinó a un monasterio benedictino cercano fundado por santo Domingo de Silos, el cual interpretó que anunciaba la luz que el niño daría al mundo con su predicación. Según la "Leyenda", agradecida la madre, puso el nombre de aquel a su futuro hijo. Los propios dominicos se considerarían a sí mismos como los perros pastores de la Iglesia.

Una etimología apócrifa atribuye el nombre «dominicanos» a Dómini canis (‘perros del Señor’, en latín), pero en realidad se deriva del nombre de su fundador: Domingo (Dominicus, en latín). Igualmente los dominicos han sido considerados como los perros guardianes de la Iglesia, siendo usado tal apelativo tanto como afrenta o como motivo de orgullo.
Santo Domingo de Guzmán, por Claudio Coello (c. 1685), Museo del Prado. El santo porta la cruz patriarcal de la orden en la mano derecha, emblema de su misión apostólica, y en la izquierda el Evangelio, además de un ramo de azucenas, símbolo de pureza. Sobre su cabeza, una estrella a modo de planeta centrando el nimbo o aureola. De su cintura se desprende un rosario y a sus pies, descansan el globo del mundo y un perro portando una antorcha encendida, completando los atributos iconográficos clásicos del santo y la orden dominica.

La estrella, presente en el «stemma liliatum» (escudo liliado) de la orden, es descrita en otro episodio de la "Leyenda", que narra cómo durante el bautismo del predicador apareció una estrella en su frente. En cuanto al origen de la cruz del escudo de los dominicos, responde a otro atributo del santo, la flor de lis, presente ya en forma de cruz flordelisada en el propio escudo de la familia Aza.

En su predicación por Europa, siempre se le describe acompañado del Evangelio de san Mateo y las Cartas de san Pablo, otro atributo del Santo y, en general, de la orden. Su hagiografía cuenta que en una noche de vigilia, los Santos Mateo y Pablo se manifestaron mientras oraba. San Mateo, portando su Evangelio, y san Pablo, portando sus Cartas, le anunciaron: «Ve y predica, porque has sido llamado para este ministerio».

Utilizan como emblema más conocido (tuvieron varios en su historia, y muchos de ellos siguen vigentes en su uso) una cruz flordelisada con los colores de la orden.

Estos son los atributos más importantes junto a la iconografía del rosario, el cual le fuera revelado a Santo Domingo por la Virgen María en otro episodio mítico de su vida. El rosario sería uno de los ejes principales de doctrina de la orden de santo Domingo.
] Hábito

Su hábito es blanco y consiste en un alba o túnica, una capilla con capucha, un escapulario y un rosario de 15 misterios sujeto al cinto; y, para el invierno, capa de color negro. Hasta entrado el siglo XX, era común que llevaran tonsura, lo que hoy no se practica más.
Organización

El gobierno máximo de la orden reside en el Capítulo General, que se reúne cada 3 años. Para el gobierno cotidiano el Capítulo General elige un «maestro de la orden» que gobierna durante un período de 9 años en sucesión de santo Domingo. El maestro de la orden, junto con la Curia Generalicia radicada en el antiguo convento y basílica de santa Sabina, en el Aventino (Roma). El actual maestro de la orden es fray Bruno Cadoré, OP (electo en 2010).

Ver Maestro General de la Orden de Predicadores
El dominico Dominique Pire fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1958.
Personalidades de la orden
Dominicos en la ciencia

Vicente de Beauvais (1190-1264). Erudito, escribió la enciclopedia "Espejo mayor", compendio de física y ciencias naturales.
Tomás de Cantimpré (1210-1270). Zoólogo escritor de la enciclopedia "Sobre la naturaleza de las cosas" integrada por 20 libros.
Teodorico Teutónico de Vriberg (1250-1313), dominico alemán, profesor en París. Primero en explicar el arcoíris de manera cualitativa. Su hipótesis fue tomada posteriormente por Descartes.
Francisco de Vitoria (Burgos o Vitoria, 1483/1486 - f. Salamanca, 1546), fundador del Derecho Internacional.
Juan de Ortega (1480-1568). Matemático autor del "Tratado subtilísimo d'aritmética y geometría". Su trabajo contribuyó al desarrollo de la teoría sobre la caída libre.
Domingo de Soto (1495-1560). Físico utiliza la velocidad media para calcular el camino recorrido en caída libre.
Ignacio Danti (1536-1586) Miembro de la comisión científica que diseñó el calendario gregoriano

] Presencia de los dominicos en santuarios

En Tenerife (Canarias) los dominicos son los encargados de la Real Basílica y Santuario Mariano de Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria (patrona de Canarias).3
En Chiquinquirá (Boyacá, Colombia) los dominicos son encargados desde el siglo XVII de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia.
En León (Castilla y León, España) los dominicos son los encargados del santuario de la Virgen del Camino. 4

] Referencias

↑ Bula papal de confirmación de la orden, en dominicos.org
↑ El escudo dominico, en domincos.org
↑ Página web oficial de los dominicos de Candelaria.
↑ [1]

Página oficial de la provincia dominica de Venezuela

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