“Mi FAN”
Luis Betancourt Oteyza
“Cuando las Instituciones de una Nación colapsan,
sus Fuerzas Armadas surgen como su única reserva”
General Jorge Rafael Videla
“Dejen quieta a mi FAN”, es la insólita expresión de un Chafarote que se refiere a los miembros de las Fuerzas Armadas del país como semovientes de su patrimonio personal; objetos de su propiedad, cosas suyas y de más nadie. No es una institución con historia propia sembrada en la Nación, no es de él. Se podría recordar aquello de: “Dime de que presumes y te diré de que careces”.
Esta última pataleta del Tirano debe ser a causa del mediocre tratamiento cubano a su grave dolencia, a una quimio improvisada y mal administrada; puede que le esté ocurriendo como a esos borrachos que cuando se rascan empiezan a confesar sus defectos y tormentos, sus obsesiones. Afloran los complejos de culpa y las borracheras se tornan lloronas. En todo caso, Chávez se empeña en vejar a nuestras FAN con ocasión y sin ella. No le importa la naturaleza y carácter que de ellas define la constitución en su artículo 328: “…institución esencialmente profesional, sin militancia política...al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.” Para Chávez son de él y están a su abusivo servicio. Las leyes y la tradición en los estados modernos y libres buscan asegurar la independencia y autonomía de la Institución Armada de los vaivenes partidistas, pero en especial garantizar su respeto, acentuar admiración y cariño por sus hombres y mujeres, que han escogido un servicio público de exigente desempeño, lleno de enormes sacrificios personales, profesionales y, sobre todo, familiares. Sin embargo, Chávez se dedica a burlarse de ellos y tratar de rebajar las FAN a simples serviles de sus caprichos y ocurrencias. Los disfraza, los arrodilla, los somete a los cubanos de Fidel, los pone al servicio del narcoterrorismo de las FARC, y todo porque ha logrado comprar la voluntad y moral de algunos generales y almirantes que han medrado a su sombra, para recelo, envidia y angustia de sus aprovechados compinches Evo Morales, Daniel Ortega, Rafael Correa, Cristinita Kirchner, los hermanitos Castro, vampiros insaciables, y otros chulitos menores de las Antillas.
La oposición no está lanzando llamados impropios a nuestras FAN; no las está invitando a aventuras sin sentido. Lo que está haciendo es animarlos a que cumplan su cometido constitucional contenido en la misma norma antes citada de “garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico”; que no sigan sometidos a militares cubanos castristas, impuestos en las distintas unidades militares para espiarlos, y adoctrinarlos en prácticas e ideologías ajenas a nuestro gentilicio de Nación, pionera en la historia por la lucha de la Libertad y la Independencia de la América Española.
Quien vive manipulando a las FAN es Chávez, con sus consignas castristas, hoy mermadas por el culillo natural a la muerte que lo está llamando tozudamente. Quien las ha utilizado para su parcialidad política es Chávez, imponiéndoles el mote de bolivarianas sin asidero legal ni constitucional. Quien las ha puesto al servicio de su persona y de su patrón cubano, Fidel Castro, es él, Chávez. Quien las ha desnaturalizado y vejado hasta lo más vergonzoso en la genuflexión de sus cadetes es Chávez.
Sin duda que una de las tareas prioritarias, entre las importantes, será reconstruir las FAN, casi refundarlas; regresarles su orgullo y su amor propio de hermano mayor de la sociedad, y puestas a su servicio. Recordarles sus grandes aportes a los ciudadanos, su sacrificio en la lucha contra el castrismo invasor de los sesenta. Su defensa de nuestras fronteras ante amenazas de gobiernos y bandoleros extranjeros, como lo demostraron antes de vivir la experiencia entreguista del chavismo en estos largos y tristes 12 años que estamos sufriendo los venezolanos todos, civiles y militares.
Por último, es bueno que Chávez recuerde, en sus últimos desvaríos agónicos, otro refrán muy sabio, y con él, sus generales cómplices: “Quien siembra vientos, recoge tempestades” ¡Ya basta!
Caracas, 15 de agosto de 2011
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