"No quería hacer más diseño"
"¿Para qué voy hacer un diseño si cuando salgo a la calle me enfrento a la inseguridad"
La exposición de Mulet "Cada-ver- es. Cada-vez-más" se muestra en El Anexo/Arte Contemporáneo. Abre solo los días domingo OSWER DÍAZ
DUBRASKA FALCÓN , TERESA MULET , ARTISTA PLÁSTICA | EL UNIVERSAL
sábado 13 de agosto de 2011 12:00 AM
De ahí surge Cada-ver- es. Cada-vez-más, una instalación gráfica que aleja a Mulet de todo lo que venía haciendo, que se muestra en El Anexo/Arte Contemporáneo, ubicado en la Avenida Eraso, Edificio Caura, en San Bernardino.
Se trata de una serie que golpea la mirada esquiva de la sociedad venezolana, que se ha acostumbrado a recibir la cantidad de asesinatos como un simple número.
"La primera referencia fue la fotografía que salió de la Morgue de Bello Monte, en la que se mostraban las personas fallecidas una encima de otra. Es ese 'cada-vez- más' que se van acumulando y no te das cuenta. Estás mirando una abstracción. Ya cuando ubicabas en la imagen a la quinta persona el resto comenzaba a desaparecer entre los demás cuerpos", afirma Mulet.
La artista ha sido una de las tantas personas que omite hablar sobre la violencia. Pero luego de esa imagen no aguantó más.
"¿Para qué voy hacer un diseño si cuando salgo a la calle me enfrento a la inseguridad? Cuando agarro la prensa no la quiero ver. ¿Qué sentido tiene estar en un espacio que al final es abstracción? Me dio una depresión grande. No quería hacer más diseño. Bueno, algunas cosas para sobrevivir. Pero te deprimes", asegura notablemente afectada.
La exposición está compuesta por 35 copias impresas sobre plástico de caucho negro. Todos sostenidos desde el techo en fila, similar a un penetrable. La serie tiene retratado siluetas blancas que recrean la forma en que se delinea el levantamiento de un cadáver en las investigaciones policiales.
Son 35 cadáveres los que plasma Mulet. Solo que las piezas comienzan a la inversa. Lo primero que ve el espectador al entrar en El Anexo es una gran mancha blanca que acumula los 35 cuerpos montados unos encima de otro. Son contornos borrados. La figura se diluye como una tachadura sobre el soporte. "Eso refleja el ocultamiento", dice.
Mientras se hace el recorrido y se penetra entre las láminas se irán apreciando mejor cada uno de los cuerpos, hasta llegar al último. Ahí aparecerá solo la figura de un cuerpo.
"Aquí hay 35 y llegas al blanco. Imagínate hacer 16 mil que es la cifra oficial. ¡Es que ya 35 es una barbaridad! Yo viví en Milano en 1998. Estaba recién mudada. En los primeros días de enero había un paro porque habían asesinado a cinco personas. Yo estúpidamente dije: 'Cómo van a parar Milano por cinco muertos si nosotros tenemos 60'. Esta banalidad que es abstracción, que es como hablar de cualquier cosas. Me di cuenta de la relación tan terrible que tenemos con la muerte. No estoy hablando de ahora que cada vez son más, es que en el 98 ya era una barbaridad", relata Teresa Mulet quien logró hacer estas obra gracias Agustín Villasana, coordinador de impresión del TAGA y a los impresores Wilzon Rondón, Nelson Enríquez, Gabriel Pérez y Wifer Márquez.
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