14-05 -2011|
A través de Fundación Casa del Artista
Valencia, (Daisy Linares) Este sábado comenzó en el estado Carabobo el registro nacional de los artistas, los creadores y los cultores, en el Ateneo de Valencia, con el propósito de que la Fundación Casa del Artista conozca el número de artistas que existen en la entidad.
La presidenta de la Fundación Casa del Artista, Lisett Torres Olmos, informó que la institución levanta la estadística en una jornada cultural médico social llamada: "Reconociéndonos" la que en todo el país alcanza unas 3 mil personas y en Carabobo se inicia.
El evento forma parte de la labor que lleva a cabo el Ministerio de la Cultura, y que en la oportunidad exhibió una muestra de pintura, libros, venta de alimentos de Pdval, jornada de cedulación, Rif, títeres, danzas, teatro, agrupaciones musicales, y una actualización del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Ivss, para las pensiones de la vejez.
La Presidenta de la Casa del Artista, dijo que el trabajo no se hace una sola vez, se lleva a cabo paulatinamente para que participe el mayor número de artistas e invitó a los creadores que no asistieron al registro socioeconómico que el Gabinete ubicado en el Ateneo de Valencia tiene las fichas para que se inscriban. Pueden ingresar a la página www.casadelartista.gob.ve, donde aparece la información. Por Feed books se hace el seguimiento de donde están, qué hacen.
El Gabinete referirá la mayor cantidad de casos, ya que la Fundación tiene que recibir la solicitud de los creadores en vulnerabilidad.
10 mayo 2011Luis T. Izaguirre T.
|| El Ateneo
Casa de sueños
Quienes hacemos vida pública en el Estado Carabobo y sobre todo
en Valencia, no podemos dejar pasar por alto la supuesta iniciativa
de un ministro, de confiscar parte de la historia cultural de nuestra ciudad.
Lamentablemente los valencianos en muchas oportunidades
nos mantenemos apáticos ante los atropellos que sufre nuestra
ciudad. Podemos recordar el atropello a la estatua Páez,
la indefensión en que se encuentran las figuras artísticas,
las cuales algunas han sido objeto de robo en la plaza El Viñedo,
el robo de la escultura del soldado ubicado en la urbanización Prebo,
la invasión de indigentes y personas del mal vivir en la plaza Bolívar,
la paralización de la obra Metro de Valencia, la asfixia económica a
que es sometido el Estado Carabobo por parte del gobierno
nacional, y en fin pare de contar las agresiones a que está
constantemente sometida la ciudad de Valencia, que debería
tener respuesta por parte de los responsables y reacciones
de parte de la ciudadanía.
Nuestro Ateneo, el Ateneo de Valencia con una pinacoteca
envidiable, como pocos Ateneos tienen en Venezuela,
con tradición y sentido emblemático para los valencianos,
es objeto de una posible afrenta a este Estado y a la ciudadanía,
por el despojo que se nos intenta hacer de nuestro patrimonio
artístico de parte del poder central.
Ya es suficiente el hecho de la invasión de personeros políticos
a que está sometido el Ateneo desde hace 4 años que impiden
el acceso a la Junta Directiva de esa magna institución, lo cual
imposibilita el mantenimiento adecuado de obras de grandes
maestros nacionales expuestas unas y premiadas otras, en
el Salón Michelena por más de 60 años; así como otros
objetos artísticos depositados en los sótanos de las edificaciones
del Ateneo. Intentar declarar como propiedad pública el
patrimonio de los valencianos no es más que una bofetada al
gentilicio carabobeño; una vez más por parte del Gobierno
nacional y legitimizar la invasión a la cual se encuentra
sometido el Ateneo.
Es necesario que los carabobeños, los valencianos
defendamos nuestra casa de los sueños como es el
Ateneo de Valencia. Es necesario que instituciones públicas
y privadas defiendan lo que es nuestro, que tanto ha
costado mantener, dándole todo el apoyo a la Junta Directiva,
para no permitir que se nos arranque parte de nuestra cultura.
José Joaquin Burgos
Notitarde 13-05-2011 |
Se respira un ambiente de rejuvenecedora y grata cordialidad en la Academia de Historia de Carabobo. Y es saludable, muy saludable, porque las instituciones siempre deben renovarse y ponerse a la altura de los tiempos. Y, sobre todo, tomar conciencia de que cada quien, cualquiera sea la institución a la que pertenezca, tiene derecho pleno a ejercer su libertad de pensamiento y de expresión. Es decir, a vivir en la libertad que garantizan las leyes. Celebramos así, la incorporación de nuevos miembros y la celebración de actos de singular significación en la vida de esta ciudad tan golpeada en su paisaje y, aunque pese decirlo, tan olvidada muchas veces por los propios habitantes.
Por eso sentimos que estos últimos meses han sido muy fecundos en la Academia de Historia. Hace apenas una semana, escuchamos una brillante conferencia del Prof. Reinaldo Villegas Astudillo, Cónsul Honorario de Chile aquí en Valencia y en Maracay y profesor emérito de la Universidad de Carabobo. La conferencia versó sobre la vida del canónico Cortez de Madariaga, un hijo de Chile cuya importante participación de los actos del 19 de abril de 1810 y durante los años de la Guerra de Independencia le dan un lugar destacado en nuestra historia nacional. La conferencia, realmente, abre un hermoso camino para esclarecer nuestra memoria histórica. Como siempre, el profesor Villegas Astudillo, que también es un notable biógrafo de don Simón Rodríguez, estuvo brillante.
Otro relevante acto fue el de incorporación del MS Raúl Meléndez como Miembro Correspondiente de la Academia, cuyo trabajo de incorporación fue una conferencia sobre el papel de los periódicos regionales durante los gobiernos de Raimundo Andueza Palacios, Ignacio Andrade, del dictador Cipriano Castro y la llegada al poder de Juan Vicente Gómez. Fue una magnífica pieza oratoria, con un lenguaje muy claro, muy preciso y de alto contenido científico en cuanto a la comunicación social en sí. Una lección necesaria, útil para entender los entretelones de aquella difícil época. Nuestro fraterno amigo, próximo a obtener su doctorado en la UC, merece el reconocimiento de la Academia por su alto dominio de la investigación histórica, objetiva y con ejemplar respeto por la posición ideológica de quienes tuvimos el honor de escucharlo.
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