EXPLICACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
DOMINGO 15 de mayo POR EL PADRE
JOEL DE JESÚS NÚÑEZ FLAUTES,
Jesús es el buen pastor (Jn.10,1-10)
La parábola del "Buen Pastor" la pronuncia Jesús como respuesta a los fariseos que le habían preguntado si ellos también estaban ciegos (Jn.9,40). Jesús los descalifica como guías espirituales del pueblo a través de esta parábola. En esta parábola Jesús se autodefine como la única Puerta de las ovejas y como Buen Pastor que da la vida por ellas y para que tengan vida eterna. Jesús inicia la parábola con tres imágenes: puerta, pastor y ovejas y en la segunda parte del texto de hoy da la explicación de la "puerta".
Jesús se identifica con la puerta del aprisco, la cual adquiere relieve en el texto que nos ocupa y define al pastor verdadero con tres características fundamentales: 1. El pastor verdadero entra por la puerta del redil, sea porque tiene la llave o porque otro le abre al reconocerlo y sabe que tiene sus ovejas custodiadas. (En tiempo de Jesús existían lugares llamados majadas donde varios pastores guardaban sus ovejas). El que no entra por la puerta es un ladrón de ovejas. 2. El pastor es capaz de reconocer a cada oveja, a cada una la llama por su nombre. A un extraño no lo reconocen ni lo siguen. El pastor las lleva a buen pasto. 3. El pastor camina delante de sus ovejas, indica el camino y lo siguen, porque conocen su voz.
Jesús utiliza dos veces la expresión: "Yo soy la Puerta de las ovejas"; es decir, la puerta de la majada por donde entran los verdaderos pastores a buscar sus ovejas. La primera vez lo hace para criticar a los falsos pastores en general, que se aprovechan de las ovejas o las descuidan y condena también los abusos y exageraciones morales y rituales de los jefes religiosos de su tiempo (fariseos, saduceos, escribas y sumos sacerdotes). La segunda vez Jesús se revela como puerta de salvación para todos (pastores y ovejas) que conduce a la vida eterna. La puerta de acceso al Reino de Dios es el Hijo de Dios y es Jesús quien nos da libre acceso al Padre eterno. (Ef.2,18).
Estamos invitados a seguir a Cristo, a escuchar su voz que nos llama, a prestar oídos a su enseñanza que nos nutre y nos conduce a la vida eterna. Si queremos andar por el camino que lleva a la vida, a la felicidad, si queremos vivir en la verdad y encontrar seguridad; debemos caminar en Cristo, el Buen Pastor y la Puerta que nos abre el Paraíso. Los que por el bautismo pertenecemos al rebaño de Cristo, necesitamos mantenernos en él, no dejarnos engañar ni confundir por falsos pastores; sólo seguir al Señor y a aquellos que en su nombre y como Él predican la verdad y son auténticos pastores del rebaño. Escuchar la voz del Buen Pastor significa vivir según sus palabras, esas palabras que como el pasto se convierten en alimento para la vida presente y futura. El que pertenece a Cristo, a su Iglesia, a su rebaño lo demuestra en su manera de vivir y sobre todo cumpliendo y viviendo lo que Cristo mismo nos pide que es amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Quien viva así es auténtico cristiano, auténtico pastor de almas y seguidor del Buen Pastor; quien no viva de esta forma es un charlatán, un fariseo, un legalista que sólo cumple el rito, pero su vida todavía no está convertida a Dios ni a los hermanos.
La tentación continua para los cristianos católicos es pensar que sólo el ritual, el culto, la forma nos salva y realmente lo que nos justifica delante de Dios es vivir de acuerdo al evangelio de Cristo, es traducir la fe en una vida coherente y centrada en el amor. No es un "disfraz de cristiano" o "un barniz de persona religiosa", sino vivir cristianamente la vida, al estilo de Cristo, el Buen Pastor; es decir, el que practica el perdón, que sirve, acompaña, está al lado de los pobres, de los que sufren, que es misericordioso, que no hace distinción de personas, que alienta, comprende, escucha, tiende la mano, que nada humano le es indiferente y sabe mostrar el verdadero rostro de Dios.
IDA Y RETORNO: Hoy la Iglesia ora en el mundo entero por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Pidamos al Señor que nos regale sacerdotes según su corazón y almas consagradas que vivan de acuerdo a su Palabra, que sepan ser en la sociedad un signo de Dios que es amor.
Hoy en la Catedral de Valencia nuestro arzobispo presidirá la misa del Buen Pastor, en el marco de la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones sacerdotales y religiosas y el seminarista Marquiz Castillo de la parroquia San Rafael de Bejuma, recibirá la Admisión a Las Sagradas Órdenes; es decir, la Iglesia reconoce que este joven da signos de vocación sacerdotal y él se compromete públicamente a cuidarla, fortalecerla y a dejarse guiar y formar por sus superiores.
Pjoel_15895@hotmail.com
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