Inspirar o controlar
Ven a los emprendedores como seres malvados que hay que controlar como a la plaga
ALEJANDRO J. SUCRE | EL UNIVERSAL
domingo 7 de agosto de 2011 12:00 AM
Michael Jordan, el jugador de basketball expresa que "yo he fracasado una vez tras otra, tras otra y tras otra en mi vida y por eso es que he tenido éxito. ¨Russell Simmons, fundador de DEF JAM Records, dice "he sido bendecido de encontrar gente más preparada e inteligente que yo, y ellos me ayudan a ejecutar mi visión". Michel Gerber, autor del libro "Despertar el emprendedor desde adentro" , dice que "el emprendedor no está interesado en hacer el trabajo, él está interesado en crear la manera en que las empresas funcionan. Es más un inventor que un productor o vendedor o distribuidor". Biz Stone, el creador de Wanga.com, expresa que, "muchos años de dedicación, perseverancia, y 10 años intentando algo nos hará parecer como un gran éxito instantáneo". Y Jeff Bezos, el fundador de Amazon.com, expresa que "uno de los grandes errores que la gente comete es tratar de forzarse en tener un interés en algo. Nosotros no escogemos nuestras pasiones, nuestras pasiones nos escogen a nosotros".
En las citas arriba podemos apreciar una visión del empresario distinta a la que usualmente vemos en Venezuela. Nos indican las citas de personas de éxito que el emprendedor es un creador, necesita apoyarse en el talento de otros y trabajar en equipo, muchas de sus iniciativas no llevan al éxito instantáneo, tienen unas funciones específicas, que no compiten ni coliden con el resto de la sociedad porque trabajan en desarrollar nuevas industrias inspirados en una visión que les moviliza internamente.
Los venezolanos y más que todo lo reflejan los líderes políticos y los maestros de escuela han estado errados en su enfoque sobre el ser humano y su desarrollo económico. Como sociedad productiva, los venezolanos somos pobres y decadentes debido a que nuestros gobiernos se han enfocado en controlar más a quien produce que en inspirar para que todos seamos productivos. Nuestros gobiernos hacen justamente lo contrario a lo que deben hacer. Ronald Reagan, expresidente de EEUU, decía "que la visión del gobierno sobre la economía podía resumirse en lo siguiente: si algo se mueve, pónganle impuestos; si se sigue moviendo, regúlenla; y si se paraliza y no se mueve, subsídienla". En el caso venezolano tantas regulaciones nos han paralizado y vivimos del subsidio. Tanto es el afán de controlar que a la cita de Reagan podemos agregar que en Venezuela, si la empresa sigue y ninguna regulación la detiene, la orden es exprópiese.
En lugar de inspirar la creación y la producción a todo nivel y en todo venezolano, los políticos nuestros ven a los emprendedores como seres malvados que hay que controlar como a la plaga. Y por ello, nuestros políticos enfocan las políticas públicas en persecuciones y restricciones sin darse cuenta que las leyes antes tienen que inspirar la creación de empresas para luego controlar sólo los excesos.
Citando a Marco Tulio Cicerón, emperador romano, "los seres humanos... y en este caso los líderes políticos venezolanos... parecen no darse cuenta que grande es tener una economía basada en ingresos". Debemos inspirarnos a desarrollar una economía donde todos produzcan (de ingresos) y no pedigüeños (de gastos). El liderazgo es la capacidad de inspirar a las personas para que ellas mismas aprecien y desarrollen sus habilidades y a cooperar entre sí.
alexsucre@hotmail.com
La metástasis del personalismo
El que necesita otros coros y otra modistería es el presidente Chávez
ELÍAS PINO ITURRIETA | EL UNIVERSAL
domingo 7 de agosto de 2011 12:00 AM
Los lemas no se pueden cambiar a lo loco, debido a que resumen un proyecto caro para quienes lo proclaman. Un lema es algo parecido a una señal de identificación en la cual se divulga el rumbo de un designio digno de respaldo, una especie de hierro candente mediante el cual se describe de manera sucinta ante la vista de todos lo que se pretende con la vida, con la orientación de una organización pública o privada, con la reforma de una iglesia, con la asistencia a un estadio o con la fundación de un partido, por ejemplo. Así sucede aún con lemas incomprensibles como Dios y Federación, que nadie sabe realmente lo que significa ni cómo se aplica en lo concreto dentro de las usanzas republicanas, pero que a nadie se le ocurre modificar. O con El honor es su divisa, de la Guardia Nacional, escurridizo como pocos, pero estable cual sólida roca en la sensibilidad de quienes lo llevan de adorno en el uniforme. Pasa lo mismo con los colores mediante los cuales se agrupa a los miembros de una bandería, o a las criaturas que animan una aspiración que va más allá de lo individual. El blanco sirve para identificar y para animar a los adecos sin que nadie esté pensando ni siquiera en retocarlo, aunque a veces haya requerido los servicios de la tintorería. Bajo el estandarte rojo se cobijaron los conservadores del siglo XIX, ajenos a la tentación de jugar con el daltonismo pese a las derrotas que sufrieron. Se reunieron bajo la enseña colorada hasta el fin de su peripecia, con resignación pero también con orgullo propiamente godo.
Debido a que traducen un propósito que en ocasiones puede conducir a un holocausto, los lemas sirven como manifestación de hospitalidad y comodidad. Uno se acomoda en su regazo como en el calor del hogar y comparte gustoso la mesa y la necesidad con los semejantes animados por sus vocablos, a quienes dedica las mejores horas de la rutina en un lugar en el cual no se manifiestan las reticencias. A su vez, distinguen de aquellos a quienes se considera diversos, ajenos y aun antagónicos. Conceden la patente de cohabitar respaldados de certezas bajo benéfica sombra, hasta el punto de que su inexistencia o su trastocamiento pueden producir entuertos existenciales. Es el mismo predicamento de los colores que distinguen las tarjetas y las escarapelas. De allí la conveniencia de mantenerlos escrupulosamente, no vaya a ser que, debido a una imprevista mudanza, los sectarios pierdan la brújula y se desconozcan en la mansión que antes los cobijó para vacilar después en el camino de la confusión y la frustración. Aparte de referir a una sensación de pertenencia, los lemas y los colores evitan la disgregación, la venenosa duda, la incertidumbre de quien pierde valiosas compañías y magisterios juzgados como imprescindibles. Si así sucede en situaciones aparentemente triviales, como las relacionadas con un equipo de fútbol y con los sentimientos producidos por sus cantos y sus banderines, ¿cuántos dolores y zozobras no producirá la variación en un movimiento político?
Ningún dolor y cero zozobras, respondería el presidente Chávez, si se juzga por la ligereza de su mandamiento de cambio en el lema de la "revolución". Ha sido una metamorfosis significativa, no en balde implica pregonar la vida en unas letras concertadas hasta entonces por la pelona, o un llamado al renacimiento en una consigna que desde su origen convidaba a calvarios, lágrimas y cortejos fúnebres como ruta para el advenimiento del socialismo. La mudanza alcanza a la indumentaria, pues también manifestó el comandante el fastidio mezclado con sospecha que ahora le provoca la homogeneidad del rojo-rojito. Pero la mutación no obedece a una nueva interpretación de la sociedad y de las maneras de hacerla feliz, ni a la aparición de lecturas novedosas debido a las cuales conviene el refrescamiento de una ideología, ni a reflexiones capaces de sugerir una rectificación del rumbo del gobierno, sino simplemente a que el presidente tiene cáncer. El golpe de timón obedece a la anomalía de las células del líder supremo, y a la necesidad que tiene de disociarse de una enfermedad que no pocas veces desemboca en un certificado de defunción suscrito en hora inoportuna. No importa la turbación que pueda provocar en la militancia, ni el porrazo que pueda significar en la identidad de los miembros del partido. Únicamente conviene la contemplación de César ganando la madre de todas las batallas, mientras los acólitos ensayan inédito mensaje y se miden trapos flamantes sin que estuviesen clamando por otros coros ni por otra modistería.
El que necesita otros coros y otra modistería es el presidente Chávez. Lo visita un cáncer capaz de determinar la retórica y la apariencia de los "socialistas", a quienes quiere como comparsa de una victoria olímpica contra la enfermedad. En la pelea parece más importante la propaganda que la quimioterapia, o las mañas del paciente frente a los consejos de la medicina, o la facha del enfermo frente a la peculiaridad de una organización política. Quizás la retórica y la apariencia de los "socialistas" apenas sean superficiales, debido a cómo juega con ellas el dueño del guiñol sin despertar problemas como los sugeridos, pero remiten a una patología que no sólo agobia a un paciente estelar sino a un conjunto considerable de la sociedad a la cual ataca como en tiempos antiguos, pero hasta extremos jamás experimentados, la metástasis del personalismo.
eliaspinoitu@hotmail.com
Lujo presidencial
La Presidencia puede contar con un aumento de BsF 3.1 millones para "relaciones sociales"
LUIS IZQUIEL | EL UNIVERSAL
domingo 7 de agosto de 2011 12:00 AM
La reciente aprobación por parte de la bancada oficialista de la Asamblea Nacional de un crédito adicional de BsF 167 millones destinado a complementar los dispendiosos gastos del Despacho de la Presidencia, evidencia nuevamente la doble moral que caracteriza a la alta burocracia revolucionaria.
Mientras buena parte de los trabajadores venezolanos no ganan un salario mínimo suficiente para cubrir la canasta alimentaria, los diputados rojo-rojitos realizaron la "señal de costumbre" para incrementar en más de BsF 16 millones el presupuesto para adquirir bebidas y alimentos en Miraflores. Pareciera que el pensamiento comunista no es un obstáculo para el consumo de exquisiteces.
Luego de la sesión del pasado martes en el Parlamento, la Presidencia de la República puede contar con un aumento de BsF 3.1 millones para "relaciones sociales". El otorgamiento de esta importante suma para seguir realizando fiestas y banquetes, contrasta con la dura realidad que actualmente sufren miles de damnificados a quienes no se les ha cumplido con la vivienda digna prometida.
Dentro de los nuevos recursos asignados al palacio presidencial, destacan también los BsF 100.000 dirigidos a la adquisición de "productos de tocador" y otra cantidad similar para la compra de alimentos para animales. La verdad desconocía que en la sede del Poder Ejecutivo había un zoológico.
El bono de BsF 10.000 mensuales que hace pocos días se otorgaron los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, es tan censurable como este nuevo crédito adicional para el Despacho de la Presidencia. Estas acciones no se corresponden con la crisis económica que atraviesa nuestro país. Es inmoral pedirle sacrificio al pueblo venezolano mientras se ejecutan semejantes demostraciones de derroche. Este tipo de cosas son las que hacen que la popularidad presidencial disminuya cada día.
Más dinero para los gastos suntuosos del Presidente, significa menos recursos para atender los problemas que preocupan a los ciudadanos. La obsecuencia de los legisladores del PSUV no les permite votar con responsabilidad. Lo más grave es que Venezuela sigue emitiendo deuda para mantener estos cuantiosos gastos burocráticos.
En Miraflores si se hace efectivo aquello del "buen vivir".
Twitter: @luisizquiel
Razón del nombre del blog
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