Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 7 de agosto de 2011

La famosa sirena de Hollywood: Esther Williams cumple 90 años


La famosa sirena de Hollywood: Esther Williams cumple 90 años

La sirena más famosa de Hollywood se retiró del negocio del cine hace 50 años
A comienzos de los años 60 se hizo empresaria, abriendo las piscinas Esther Williams (EFE)
EL UNIVERSAL
sábado 6 de agosto de 2011 10:57 AM

Como nadadora, Esther Williams intentó hacerse con un oro olímpico, pero en 1940 la competición fue cancelada en plena guerra. Pero la californiana tuvo una compensación al convertirse en la sirena de Hollywood. A sus 90 años, que cumple el próximo lunes, Williams sigue activa.

La sirena más famosa de Hollywood se retiró del negocio del cine hace 50 años. La estrella nadadora de los "Golden Fifties" ya ha encanecido, pero a punto de cumplir 90 años sigue con un pie en el negocio del espectáculo. El año pasado fue la anfitriona de la inauguración de un festival de cine clásico en Hollywood.

Tras la muerte de la diva de Hollywood Elizabeth Taylor a finales de marzo, Williams colgó en su web el artículo de una revista del año 1946 titulado Cómo enseñé a nadar a Liz Taylor. Y mostraba a una Liz de 13 años como alumna de la deportista, que le daba consejos como éste: "Siempre me levanto con algo de fuerza para salir de la piscina sin ayuda y sonreir a la cámara".

Y es que ya de pequeña la californiana era un emocionado "renacuajo" y con 17 formaba parte del equipo olímpico de mujeres estadounidenses que se clasificó para los Juegos Olímpicos. Pero la Segunda Guerra Mundial dio al traste con los sueños de la mujer que batiera el rédord de los 100 metros braza, porque los Juegos Olímpicos previstos en 1940 en Tokio fueron cancelados.

La belleza del agua tuvo entonces que conformarse con que sus fotos de calendario colgaran en cientos de miles de armarios de soldados y en ser descubierta para el show de revista "Aquacade" con el actor de Tarzán Johnny Weissmüller.

Fue una de las grandes estrellas de la Metro Goldwyn Mayer de la era dorada de la productora cinematográfica. La firma atrajo a la sirena con un lucrativo contrato y rodó más de 20 películas, la mayoría comedias musicales con espectaculares escenas submarinas. Títulos como Escuela de sirenas, Neptune's Daughter (La hija de Neptuno), Million Dolar Mermaid (La sirena del millón de dólares) o La princesa del agua mostraron en la gran pantalla a la erótica sirena de Hollywood.

Pero mientras algunos críticos alabaron la belleza y carisma de la joven, Williams se vio perseguida por un dicho: "Mojada es una estrella, pero seca no es nadie".

Al finalizar su carrera en el cine, a comienzos de los años 60 se hizo empresaria, abriendo las piscinas Esther Williams, diseñando trajes de baño y abriendo una escuela de natación para bebés. Y con imágenes glamurosas antiguas, Williams sigue haciendo publicidad en su web para su nueva colección de trajes de baño.

Se casó cuatro veces, entre otros con el actor latino Fernando Lamas, que murió en 1982, y tuvo tres hijos. Conoció a su cuarto esposo, Edward Bell, en los Juegos Olímpicos de dos años más tarde, cuando Williams fue la estrella invitada del estadio de natación de Los Ángeles durante el estreno de la natación sincronizada como disciplina olímpica. Durante toda su vida, la embajadora del ballet acuático había luchado por el reconocimiento de esa disciplina.

En 1999 volvió a desatar titulares al publicar sus memorias The Million Dollar Mermaid (La sirena del milón de dólares) en las que desvelaba los manejos tras bambalinas de una Hollywood en una era dorada no tan "limpia" como se creía.

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