Julio César Pineda ||
Libia en el siglo XXI
El mundo árabe continúa con la ola democrática, en el cambio más importante de su historia, comparable a la ruptura de Europa del Este y el mundo comunista en 1989. Cisnes negros, en la línea de Taleb, cuyo libro se refiere al poder de lo imprevisible. Inesperados estos acontecimientos con grandes efectos en la región y en el mundo. La Primavera Arabe provocó el derrumbe de gobiernos tan sólidos como el de Ben Alí en Túnez y el de Mubarak en Egipto, con 23 y 32 años ininterrumpidamente en el poder. No podía escapar Libia ubicada entre estos dos países, con el gobierno más primitivo de la región, el más rico por el petróleo y el más pobre para la población. Terminarán pronto los 43 años de la revolución socialista gaddafista, que alteró el nombre del país, izó una nueva bandera y sustituyó la Constitución. Mientras las fuerzas armadas profesionales en Egipto y Túnez facilitaron el cambio. En Libia, Gaddafi había destruido el ejército profesional por milicias fanatizadas, pagadas, entrenadas y mercenarios. Por eso en Libia las cosas se han complicado, frente a la decisión de un pueblo sin armas, el dictador lanzó todo su potencial destructivo. De allí la necesaria "injerencia internacional", nuevo principio que sustituye al de soberanía absoluta tan defendido por los dictadores. Fue necesaria la resolución 1933 de la ONU y la decisión mayoritaria de los Estados, para aplicar este nuevo principio con la zona de exclusión la protección a las poblaciones y zonas civiles amenazadas.
Todo empezó en Libia el 17 de febrero de 2011 con el día de la "cólera" y el epicentro en Bengasi. Los días de Gaddafi están contados por la onda expansiva del proceso contestatario que pronto llegara a Trípoli. La comunidad internacional con algunas excepciones lo están aislando, tanto los gobiernos democráticos como las poblaciones civiles reconocen como nueva autoridad de ese país al Consejo Nacional de Transición (CNT). En América Latina, Panamá fue el primer país en darles legitimidad internacional a los rebeldes libios con plena negociación al CNT. Francia fue el primer Estado en hacerlo el 12 de Marzo e inmediatamente Portugal y Reino Unido. Hoy es toda la Unión Europea, la que les da personalidad jurídica internacional con plena capacidad de negociación a los rebeldes libios. El primer gobierno del Medio Oriente, de los 23 de la Liga Arabe en romper con Trípoli fue el Emirato de Qatar, quien se ofreció comercializar el petróleo que controlan.
Pronto la utópica gran Yamajiriya Libia Popular y Socialista será simplemente República Libia, su misión diplomática en Caracas será la Embajada de Libia, la bandera que veremos no será la unicolor verde de su unicolor gobierno sino que volverá a ser la tricolor, y cuando recurramos a la constitución de Libia no se hará mas referencia al "Libro Verde" sino a una Carta Magna como toda constitución es la base de sustentación de un Estado democrático. Terminará la era para uno más de los dictadores con el Síndrome de Hubris en esa desorbitada intoxicación del poder.
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