El Partido Comunista de Venezuela tuvo su origen en nuestro país por allá en el año 1931. Su antecedente histórico clave se sitúa el año 1848 cuando un tal Karl Heinrich Marx Pressburg, alemán de orígen burgués, con la ayuda de otro tal Friedrich Engels, también alemán y burgués, escribieron y publicaron el denominado "Manifiesto comunista", en donde proponían una revolución que una vez triunfara, conduciría a los trabajadores liderizados por los comunistas, a conformar una nueva clase dirigente que gobernaría al mundo hasta su fin. Desde luego, hay que decirlo, siempre ha sido muy cómodo imaginar y profesar el comunismo desde el bienestar burgués y prueba evidente de ello es nuestra "boliburguesía".
Esta nueva clase, una especie taxonómicamente clasificada como "quitatetupaponemeyo", confiscaría toda propiedad privada importante como tierra, bancos (incluido Die Federal), fábricas y maquinaria y una vez exterminada la propiedad privada de nosotros para dar origen a la de ellos, desaparecería también la lucha de clases y se instalaría la dictadura del proletariado burgués, pues si todos somos iguales, ¿qué importa que seamos burgueses? Así, surgiría una vida mejor en donde las escuelas (y las areperas bolivarianischen) se abrirían para todos, los campos producirían más y no habría inseguridad ni pobreza ni tampoco Aissamis ni Eljuris.
Ahora bien, con todo y lo "cool" del panorama así pintado, Marx dudaba que la tal revolución de los trabajadores se diera alguna vez. Los seguidores de este peculiar modo de pensar, a los que se conocía como "marxistas", no estaban de acuerdo con Marx y discutían muchísimo con él y cuando este murió siguieron discutiendo entre sí hasta nuestros días sin nunca ponerse de acuerdo en cómo debían llegar a la sociedad clase única. Es necesario acotar, que el amigo Marx era un poquito arrogante y seguro de sus opiniones y las discusiones de los marxistas le provocaban catarro en las partes bajas del cuerpo: Los llamaba "granujas", "gamberros" y "chinches" al mismo tiempo que afirmaba con indignación "Si de algo estoy seguro es de que no soy marxista (sic)".
En Venezuela y desde su fundación, este partido ha basado su directriz ideológica en el pensamiento marxista-leninista-oportunista y ha tenido un tránsito bien accidentado desde la dictadura de Juan Vicente Gómez hasta la actualidad, pasando por la transición democrática, el trienio adeco, el perezjimenismo, la democracia representativa, la lucha armada, el chiripero y el chavismo. Las diferencias ideológicas y conceptuales de sus integrantes han ocasionado, para bien o para mal de Venezuela, diferentes partidos políticos relevantes como AD y el MAS.
Lo cierto del caso es que es un partido en vías de extinción, y para garantizarse un poco de oxígeno, ha materializado dos movimientos calificados por ellos mismos como "trascendentes". Uno lo ha sido el proyecto de ley especial de los consejos socialistas que entre sus compañeros de bancada ha conseguido menos apoyo que el proyecto de los gallineros verticales de Esteban. El otro movimiento, más patético aún, se dio en el marco de su reciente XIV Congreso, con su resolución de apoyo "incondicional" al presidente Chávez como su candidato a los próximos comicios de 2012.
En la Constituyente de 1946 sacaron el porcentaje más alto de votos en su historia con 3,62% de los votos. Sin embargo, en las pasadas recientes elecciones de 2010 tan solo obtuvieron el 0,34%. En otras palabras, luego de 64 años de reciente existencia solo han logrado conseguir un porcentaje 10 veces menor de votos lo cual -y por sí solo- habla de lo "atractivo" de su oferta a nuestra sociedad.
c_tinoco@yahoo.com
Razón del nombre del blog
lunes, 22 de agosto de 2011
Origen y final de una especie
Origen y final de una especie
CÉSAR TINOCO | EL UNIVERSAL
lunes 22 de agosto de 2011 11:32 PM
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