ONOFRE FRÍAS, ARTISTA PLÁSTICO
"Llegué a hacer piezas a través de un pentagrama"
"Me siento heredero de todos los que han buscado hacer música con el color"
El artista expone 50 piezas en la exposición "Antológica" en el Museo de Arte Afroamericano ARCHIVO
DUBRASKA FALCÓN , ONOFRE FRÍAS , ARTISTA PLÁSTICO | EL UNIVERSAL
miércoles 8 de agosto de 2012 12:00 AM
En las piezas de Onofre Frías (Miranda, 1953) se oyen los cueros, güiros, congas, timbales, maracas y tamboras. Sonidos que retumban tanto en un lienzo o escultura como en una instalación. Durante gran parte de su investigación, el artista ha jugado a comprender el problema de la música a través de su pintura. Y así ha ido incluyendo todos los sentidos dentro de su trabajo. "Puede sonar utópico, pero intento involucrar los sentidos", advierte Frías. "Intento trasladar el concepto polirítmico de la música tropical a la composición plástica".
De esa forma ha logrado que los colores de sus obras sean una explosión de sensaciones cromáticas. Explosión que es percibida en la exposición Antológicaque se encuentra desde el domingo en el Museo de Arte Afroamericano, en San Bernardino. Son 50 obras que resumen más de 20 años de trayectoria, desde 1990 hasta 2012.
En la muestra, con obras de mediano y gran formato, expone piezas de las seriesAltares del sur, Flores del alma, Caribbean full color, Injertos del alma y Paisajes del Caribe, entre otras. Piezas que abarcan al escultura, el dibujo, la pintura y la gráfica, así como una instalación dedicada a la música.
-En su obra confluyen varios lenguajes: el de la plástica, la naturaleza, el color y la música. ¿Son estos lenguajes los responsables que su iconografía tome el espacio geográfico del Caribe?
-Sí. Incluso dejaría las premisas de lado. Yo me siento heredero de todos los que han buscado hacer música con el color. Por ejemplo, los coloritmos de Alejandro Otero; o las piezas con instrumentos musicales que realiza Jesús Soto, como lasEscrituras. Quizás mi trabajo tenga la complejidad de incorporar la iconografía popular y folklórica. También he tocado el tema del kitsch. Quizás tengo demasiadas premisas. Eso también es bueno: tener motivaciones todos los días.
-¿Por qué su obra está cargada de música?
-Es parte de la técnica con la que crecí. En la exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber en 1998, hice una instalación que pretendía resumir la música del norte, sur, este y oeste. Han intentado interpretar mis piezas cromáticas a nivel de composiciones. En un tiempo llegué hacer piezas a través de un pentagrama. Luego me di cuenta de que para que una pieza sea sonora no tiene que partir de un pentagrama. Quiero que mi obra sea percibida por el color de los sonidos.
-Domina la pintura, el dibujo, la escultura, la gráfica, el performance y la instalación. ¿Su propuesta plástica desafía el postmodernismo?
-Uno no puede escapar de lo que se vive en un momento. Vivo al margen de las instituciones. Pero, como dicen ahora, me he apropiado de ciertos aspectos. No he sido un fanático del posmodernismo, pero lo he vivido en carne propia. Gaudí o Reverón fueron hombres que estaban al día pero seguían su corazón... o su cerebro.
-Pero su creación también va de la razón a la intuición.
-Eso viene de un parte clásico: no buscar, encontrar. En el trabajo diario uno consigue.
-Usted es de los que ordena el caos y caotiza el orden...
- Después del caos viene el orden porque lo necesitas. Estoy feliz luego del caos que fue estudiar, trabajar, bailar samba y jugar voleibol. Ese caos de la juventud me ha dado muchas posibilidades, mucha experiencia. La sociedad me ha valorado y eso ha producido un compromiso.
De esa forma ha logrado que los colores de sus obras sean una explosión de sensaciones cromáticas. Explosión que es percibida en la exposición Antológicaque se encuentra desde el domingo en el Museo de Arte Afroamericano, en San Bernardino. Son 50 obras que resumen más de 20 años de trayectoria, desde 1990 hasta 2012.
En la muestra, con obras de mediano y gran formato, expone piezas de las seriesAltares del sur, Flores del alma, Caribbean full color, Injertos del alma y Paisajes del Caribe, entre otras. Piezas que abarcan al escultura, el dibujo, la pintura y la gráfica, así como una instalación dedicada a la música.
-En su obra confluyen varios lenguajes: el de la plástica, la naturaleza, el color y la música. ¿Son estos lenguajes los responsables que su iconografía tome el espacio geográfico del Caribe?
-Sí. Incluso dejaría las premisas de lado. Yo me siento heredero de todos los que han buscado hacer música con el color. Por ejemplo, los coloritmos de Alejandro Otero; o las piezas con instrumentos musicales que realiza Jesús Soto, como lasEscrituras. Quizás mi trabajo tenga la complejidad de incorporar la iconografía popular y folklórica. También he tocado el tema del kitsch. Quizás tengo demasiadas premisas. Eso también es bueno: tener motivaciones todos los días.
-¿Por qué su obra está cargada de música?
-Es parte de la técnica con la que crecí. En la exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber en 1998, hice una instalación que pretendía resumir la música del norte, sur, este y oeste. Han intentado interpretar mis piezas cromáticas a nivel de composiciones. En un tiempo llegué hacer piezas a través de un pentagrama. Luego me di cuenta de que para que una pieza sea sonora no tiene que partir de un pentagrama. Quiero que mi obra sea percibida por el color de los sonidos.
-Domina la pintura, el dibujo, la escultura, la gráfica, el performance y la instalación. ¿Su propuesta plástica desafía el postmodernismo?
-Uno no puede escapar de lo que se vive en un momento. Vivo al margen de las instituciones. Pero, como dicen ahora, me he apropiado de ciertos aspectos. No he sido un fanático del posmodernismo, pero lo he vivido en carne propia. Gaudí o Reverón fueron hombres que estaban al día pero seguían su corazón... o su cerebro.
-Pero su creación también va de la razón a la intuición.
-Eso viene de un parte clásico: no buscar, encontrar. En el trabajo diario uno consigue.
-Usted es de los que ordena el caos y caotiza el orden...
- Después del caos viene el orden porque lo necesitas. Estoy feliz luego del caos que fue estudiar, trabajar, bailar samba y jugar voleibol. Ese caos de la juventud me ha dado muchas posibilidades, mucha experiencia. La sociedad me ha valorado y eso ha producido un compromiso.
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