Iris Varela la mandamás
JORDY ENRIQUE MONCADA CARTAYA | EL UNIVERSAL
viernes 12 de agosto de 2011 11:57 AM
Hace unas semanas cuestionábamos la designación de Iris Varela como ministra de Servicios Penitenciarios, cargo creado para atender la crisis carcelaria, luego de 12 años de anarquía, el Presidente se iluminó y creó dicho despacho.
No nos defraudó la exdiputada ahora ministra, ya deja ver el amplio conocimiento que tiene del tema carcelario y sobre todo de las competencias que tiene el ejecutivo, sorprende que una parlamentaria que tuvo más de 10 años cobrando un sueldo para elaborar y conocer las leyes venezolanas no tenga idea de hasta dónde pueden llegar sus competencias.
Ahora resulta que el problema se resuelve con algo tan simple como suspender el ingreso de quienes cometen delitos a los establecimientos penitenciarios. Cuando menos debemos decir que esto no es una competencia de una ministra, pues quien decide quién va a la cárcel o no, nunca puede ser un funcionario ejecutivo sin competencia jurisdiccional.
La decisión de enviar a una persona a la cárcel debe estar sustentada por un proceso judicial, en donde se garantice un juez natural para quien es imputado y que la decisión de privar de la libertad a alguien sea consecuencia de un procedimiento previamente establecido y que garantice la justicia.
Pero hoy nuestra flamante ministra, que nada sabe de esto, simplemente decide suspender el ingreso de personas a los establecimientos penitenciarios, es decir, en nuestro país un ministro les da órdenes a los jueces, quienes no pueden ordenar el traslado de personas que cometen delitos a los establecimientos destinados a ello.
En Venezuela una crisis de hacinamiento penitenciario se soluciona con algo tan populista e irresponsable como la suspensión de ingresos de personas al sistema penitenciario, sin importar si esas personas pasan o no por un proceso judicial conforme a la ley.
Cobra cada vez más fuerza aquella hipótesis de la falta de independencia del Poder Judicial, pues una ministra es quien gira instrucciones a los jueces que hoy garantizan los derechos humanos de los ciudadanos venezolanos.
Iris, la mandamás, es quien decide si una persona puede o no ser trasladada a un establecimiento penitenciario, así está el país, los ministros deciden sobre los jueces, la justicia depende de un decreto de nombramiento de algún cargo ejecutivo.
jordyenrique@gmail.com
Twitter: @JordyMoncada
La solución de Iris
MARCOS R. CARRILLO P. | EL UNIVERSAL
viernes 12 de agosto de 2011 11:48 AM
La solución de la ministra Iris Varela al problema carcelario es un digno ejemplo de las divagaciones propias de los extremistas. Ha decidido soltar el 40% de los presos, destituir al juez que se le atraviese y prohibir la privación de libertad a cualquiera que sea capturado cometiendo un delito de ahora en adelante.
Dada la increíble estulticia de esta trinidad, no provocaría ni comentarla. No obstante, es importante glosar estas curiosas medidas porque son el vivo ejemplo del pensamiento radical -irracional- que se alberga en la extrema derecha o izquierda indistintamente. En un petulante solipsismo, propio de quien cree poseer el cáliz de la verdad, asume que las ideas que tiene -disculpen, por favor, el término exagerado-, de por sí son una realidad efectiva, eficiente e invulnerable.
Es esta una conducta reiterada en el Gobierno. Ante la inflación producen una ley de control de precios, como si su sola existencia abaratará el costo de la vida e hiciera aparecer los productos; para la carencia de vivienda, decretan una misión que no construye casas, pero las promociona en TV; ante el problema carcelario la inefable Iris se suelta con su solución de tres raíces.
La fórmula Varela demuestra una superlativa ignorancia no sólo del tema carcelario sino de la sociedad en general. Es un voluntarismo inservible e infantil. La señora cree que los unicornios existen porque los puede imaginar. A eso se reducen sus impertinentes remedios. Es una especie palurda del "cogito ergo suum" en el que el "pienso, luego existo" es sustituido por un ridículo "lo pienso, ya se hizo" en el que el análisis de las complejidades, de las causas, efectos y contexto de las situaciones no tiene cabida, pues la ocurrencia de sus desvelos puede más que los razonamientos de especialistas.
Ahora, en lugar de presos asesinados -cosa reprochable- serán ciudadanos de bien quienes seguirán muriendo víctimas del hampa. No importa que aumenten la delincuencia y la impunidad. La ecuación, cree ella, la dejará con cifras históricas para mostrar en su gestión, no importa que el resto del país se caiga a pedazos por culpa de su arrebatada inspiración.
La ministra, como sus colegas, está signada por un utopismo pueril y un voluntarismo ignorante, ingredientes que al unirse sólo dan un resultado: el fracaso.
mrcarrillop@gmail.com
@carrillomarcos
Razón del nombre del blog
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