Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 6 de agosto de 2011

Si Castro, es el Comandante de Chávez ¿dónde caraj…, queda la Soberanía de la República? No te quejes Cubillán que bastante fuiste chavista en los 90

Columnistas del Día
Notitarde 05-08-2011 |

Quien podía imaginarlo
/


¿Quién podía imaginar que se convertirían en sus verdugos? Es inconcebible el deterioro de las instituciones, hoy en manos de personas sin el menor rasgo de sensibilidad por el sentir de una población que sufre los rigores de la anarquía, los malos servicios y el desmejoramiento en la calidad de vida. Si no presenciáramos el espectáculo bochornoso de unos diputados identificados con el chavismo en el Consejo Legislativo de Carabobo, pudiéramos admitir cualquier réplica sustentada en argumentos que contraríen nuestro planteamiento; pero estamos hablando de política parroquiana y de dudosa procedencia que solo busca alterar el rumbo de la sana administración y la gobernabilidad decente.

Que equivocación pretender ignorar el significado de la democracia con actitudes anárquicas cargadas de afrentas contra el adversario. En la democracia, quien es oposición hoy puede ser gobierno mañana; pero ni el gobierno se ejerce con autoritarismo ni la oposición se valida en el pantano. No conocemos una sola muestra de generosidad por parte de la bancada del PSUV en el Parlamento Regional, dirigida al diálogo franco y sincero con el gobierno de Henrique Fernando Salas Feo. Todo es agresión, disparos por la espalda, propósito de sacarlo de la gobernación sin importarles de qué manera ni por cuál de las puertas.

Gran error comete la vocería del parlamento chavista al pretender convencer a una población que está hastiada del peloteo entorpecedor mediante largas al tiempo y el engavetamiento de los créditos y proyectos; olvidando que en definitiva los perjudicados son esa gente que entre oraciones y esperanzas se acuestan y se levantan esperando recibir sus beneficios retenidos por esa politiquería perniciosa y deshumanizada. No es el gobernador Salas Feo el afectado, porque mientras ellos elucubran entre sus cuatro paredes buscando desmontar el arrastre popular del mandatario, éste camina de barriada en barriada y de municipio en municipio llevando en sus hombros el mensaje de lo que es posible y cada día está más cerca, como es el reencuentro sin banderías ni colores de la gran familia carabobeña.

Entendemos la angustia que les produce lo que desde ya se observa, como es el gran derrumbe de una política en su estructura nacional; no ignoran las consecuencias y lo que significa la repercusión en su imagen de líderes políticos. Pero ya es tarde para inventar más triquiñuelas, buscando responsables donde no los hay; nunca sus partidarios llegaron a imaginar que votar por ellos era entregarles la soga a quienes posteriormente serían sus verdugos.

Mientras los carabobeños gritan a todo pulmón, reclamando la ejecución del Metro de Valencia, los señores diputados de la revolución han guardado silencio. Y es muy probable que hayan cerrado los ojos para desconocer la lectura de esa gente enardecida -incluyendo a los de su partido- reclamando la continuidad de la Avenida Aránzazu, inexplicablemente entorpecida por la mezquindad de quienes, viendo la reelección de Henrique Fernando como un hecho, ponen todas las piedras posibles en el camino buscando obstaculizar su labor.

No disfrutamos frente a la verdad que intentarán desmentir pero, aunque sea triste admitirlo, para algunos prevalece el interés político por encima de los sentimientos regionalistas. ¿Cuánto no se beneficiarían los carabobeños recibiendo los recursos que sin razón legal le retiene el gobierno nacional? ¿Qué pasos no se darían con esos dineros para recuperar el Hospital Central, devolviéndole los servicios a la gente humilde, que es la que siente de manera frontal la negación de sus derechos? Pero no hablemos de partidos ni colores, gritemos por la calle del medio que lo que hay es un empeño perverso de hacerle el mayor daño a los carabobeños, montándole alcabalas a todo lo que signifique obras y desarrollo en beneficio de nuestro estado.

luirgarr@hotmail.com


Columnistas del Día
Notitarde 04-08-2011 |
Trinchera
¡Cuatro épocas de terror!
/



En nuestra larga historia podemos delimitar cuatro épocas de terror: la primera, cuando Carlos I, de España, para satisfacer préstamos personales, entregó a nuestros antepasados, a la Casa Welser de Hamburgo. Los señores alemanes, debían según la contrata, fabricar tres ingenios de azúcar y otras cosas, pero se dieron al recorrido y a la venta de indios en los mercados de esclavos. Aún no se sabe, -tampoco lo supo el rey-, cuantas veces se pagaron la deuda. Juan de Carvajal, viendo los desastres que hacían los alemanes, se armó de valor, y mató a cinco funcionarios entre quienes estaban dos personajes de la alta nobleza teutona. Litigaron largamente para mantenerse; pero al fin, salieron de Venezuela. Nuestra Provincia, pues lo éramos, poco a poco se fue recuperando, y comenzaron los ricos de Caracas a exportar cacao a México, de allí salía a España donde el consumo del cacao era algo fantástico. La condesa de D´Aulnoy, presente en una cena madrileña, apuntó en su diario: que una matrona había consumido ¡siete tazas de chocolate, una tras otra! y que en las calles de Madrid, estaban como arroz! La venta del cacao en el mercado mexicano, produjo riqueza, el comercio nos trajo monedas de plata y oro de circulación universal, que no teníamos. Nuestra moneda interna fueron las perlas, sin dudas: la moneda más bella del mundo. La moneda metálica procedente de México, permitió a los ricos de Caracas: edificar mansiones, iglesias, comprar instrumentos musicales, obras de arte, libros, y fundar la futura Universidad de Caracas, etc. ¡Prosperamos! Apenas la metrópoli se dio cuenta, inventaron una compañía monopólica: La tétrica Compañía Guipuzcoana, bajo su dominio vivimos la segunda época de terror: los vascos ponían los precios- como lo hace el señor Giordani- y los hacendados, fueron obligados a vender sus productos a precios viles. El 19 de abril. Nos liberamos: Hicimos nuestra Primera Constitución, sin embargo, sufrimos la tercera época de terror: fue la llamada: Gran Colombia, que tuvo para los venezolanos solo el tamaño. Cuando Venezuela, pasó a ser un departamento más, del nuevo constructo, bautizado en honor al descubridor genovés. Santander, enemigo probado de Bolívar, a quien veía como intruso, por todos los medios comenzó a perjudicar al lejano "Departamento" llamado Venezuela, cuya capital fue hasta 1830 la lejana Bogotá, que sumó a sus rentas, los proventos de Venezuela y Ecuador. Las causas de la secesión, están explicadas con detalle en la Memoria al Congreso de 1830. (entre ellos: la negativa al presupuesto para la Facultad de Medicina de nuestra Universidad). Santander, -nuestro enemigo, empezando por serlo de Bolívar, -quien afectaba ignorarlo-, ejecutó en la Plaza Mayor de Bogotá, el 6 de mayo de 1826, al Coronel Infante. Esta fue la más ostensible muestra de la política bogotana. Al héroe de mil batallas se le acusó del asesinato de un tal Perdomo, por asunto de faldas en un prostíbulo. Los jueces manipulados por Santander, votaron: uno a muerte, otro a cadena perpetua, y el tercero: a libertad; el fallo a no dudarlo fue: vida. Sin embargo lo ejecutaron. Peña, negado a cohonestar el fallo, temiendo por su existencia, en aquel horror, se vino a Venezuela. A esto se unió, que desde la Capital Bogotá, reclamaban la presencia de Páez, para aplicarle la medicina probada con Infante. Se juntaron dos fuerzas: la valentía de Páez, y la sapiencia de Peña. El valenciano desmontó la maquinaria, que nos uncía a Bogotá: ¡Y recuperamos nuestra soberanía! La cuarta vez que hemos perdido nuestra soberanía, es la que vivimos actualmente: Chávez, mantiene y se le cuadra a Castro, está a la espera de órdenes, lo llama "mi comandante" y suena los tacones. Si Castro, es el Comandante de Chávez ¿dónde caraj…, queda la Soberanía de la República?

No hay comentarios: