Vladimir no llegó a madurar
Entrevistas
Medios del Estado están “Psuvisados”  
Desde el pasado viernes dos de mayo, cuando fue propuesto como director general de Globovisión, el periodista se ha visto envuelto en una humareda de rumores, especulaciones y cuestionamientos sobre su verdadero objetivo al frente del canal 24 horas de información. Su teléfono no para de sonar. Todos quieren saber qué lo motivó a  abandonar la televisora justo el día en que debía tomar las riendas. “No podía ser un director decorativo ni silencioso”, dijo en una de las entrevistas concedidas esta semana.
Para Vladimir Villegas no ha sido fácil enfrentar el aguacero de estos días. Se siente tranquilo con su decisión, aunque lamenta no haber podido darle luz verde a los planes que tenía en la planta. No suelta prenda cuando se intenta definir cuáles fueron esas diferencias que le hicieron declinar.
-La nueva directiva de Globovisión dijo que no habrá cambios. Entonces ¿Por qué renuncia?
Dejemos que esto avance. Cuando veamos lo que pasará en Globovisión, hablamos. Si la junta directiva dice que no habrá cambios, entonces no fue lo mismo que me dijeron a mí.
-¿A qué se refería cuando dijo que no podía ser un director decorativo?
Simplemente he dicho que para ser director de un canal hay que tener plena competencia. Hay que tener  pleno poder de decisión para temas asociados a la programación, temas asociados a la línea informativa, el manejo diario del canal y de acuerdo con las últimas conversaciones que sostuvimos con la directiva del canal eso no quedó perfectamente claro. Discutimos el tema. Lo discutimos en profundidad durante mucho tiempo,  durante el día  que yo anuncié esta decisión y bueno… no llegamos a acuerdo. Lo único que uno tiene es su nombre, y yo no podía aceptar algo donde no iba a tener poder de decisión.
-¿Cuánto duró esa reunión?
Esa reunión no duró mucho tiempo cuando se presentaron esas diferencias. Después lo que estuvimos discutiendo era si había un mecanismo de acuerdo. No pudimos encontrarlo. Estuvimos conversando varias horas.
-¿Por qué aceptó al principio? ¿Cuál fue la diferencia entre lo convenido el día que le ofrecieron la dirección y el día que renunció?
Porque luego aparecieron unas condicionantes que no estaban presentes el primer día y entonces, por supuesto que al haber esos condicionantes yo no los consideré adecuados y no los acepté.
-¿Cuáles eran esos condicionantes?
Por ejemplo, someterse a un comité editorial para algunas decisiones que -a mi modo de ver- podrían retardar la toma de decisiones cotidianas en materia de programación, en materia de pautas a los periodistas, en fin… Eran situaciones que yo creo que no convenían  en el momento de transición que se estaba dando.
-Usted fue director de VTV ¿Cómo compara el reto de ese momento con el que enfrentaba ahora en Globovisión?
Para empezar, duré un año en VTV.  Y en Globovisión no llegué a durar nada porque no entré.  Nunca entré. Entonces no puedo comparar. Ahora, sí te puedo decir que es un problema de coyunturas. Yo fui presidente del canal 8 en una coyuntura y me correspondía ser director de Globovisión en  otra coyuntura. Una coyuntura totalmente distinta en el país, y además, en medio de una situación del canal muy particular. Un canal que está cambiando de administración, que cambió de dueño, que está en un proceso que perfectamente pudiera llamarse de transición y que tenía  que asumir cambios con gradualidad.
-¿A qué se refiere cuando habla de transición?
Transición de un canal que pertenecía a Guillermo Zuloaga y que ahora pertenece  a un grupo de accionistas encabezado por el doctor Raúl Gorrín, el doctor Gustavo Perdomo y el doctor Juan Domingo Cordero que va a ser el presidente de la junta directiva. Y por supuesto que las circunstancias son totalmente distintas.
-¿Hubo alguna intención de esa nueva junta directiva de acercar el canal  hacia el oficialismo?
De abrirse las puertas evidentemente sí. De ampliar la programación, de  ampliar  los espacios para que participara gente del gobierno, gente del Psuv, gente que no va al canal. Que sintieran condiciones para que ahora fueran. Yo por supuesto compartía ese objetivo. Creo que ese objetivo es totalmente lógico. Que gente ligada al gobierno, voceros, ministros vayan a un canal como Globovisión. No para ser entrevistados de manera complaciente, pero tampoco para ser irrespetados. Que supieran que van a un canal en el  cual van a hacerles las preguntas que hay que hacerle a un ministro y no un periodismo complaciente.
-¿Iban a “rodar cabezas”?
Yo lo dije claramente. No llegaba con vocación de verdugo. No tengo vocación de verdugo. Recuerda además que yo fui secretario general del Colegio Nacional de Periodistas seccional Caracas, he sido delegado sindical y mal podría yo tener una predisposición a cortar cabezas. No es mi estilo, no va con mis principios. En todo caso, los cambios que habría que hacer tenían que hacerse con periodistas que están en el canal. Si hay algún cambio en la línea informativa, ellos tendrían que ser parte de ese cambio. Es decir, compartir ese cambio y ser ejecutores de ese cambio.
-¿Cómo ve el canal desde fuera, luego de renunciar a la dirección general?
Digamos que Globovisión ha sido hasta ahora la contraparte de Venezolana de Televisión y de otros medios oficiales. Estos canales forman parte de un escenario de confrontación que ha vivido el país y la idea era que Globovisión superara esa etapa y pasara a una etapa en la cual tuviera mucho más énfasis en su condición de canal informativo que en su condición de canal beligerante frente al gobierno. Para hacer viable ese canal en estas condiciones tenía que ser así.
-¿Qué le hace falta a estas televisoras?
Diversidad. Pluralismo. Y no quiero decir que esto sea culpa exclusiva de Globovisión, porque yo sé que han invitado a gente del gobierno. El problema es que hay que crear las condiciones para que la gente del gobierno vaya. No es que hay que ponerles una alfombra, ni que se sientan como si estuvieran recostados del sofá de su casa, pero que sientan que van a un canal en el cual se le van a hacer las preguntas que hay que hacerles en el tono que hay que hacerlas. Que se les va a permitir hablar y que ellos sientan que hay confianza.  Así como el país necesita diálogo, los medios necesitan diversidad. No solo Globovisión, todos los medios. Sobre todo los medios del estado, que son absolutamente sectarios, están absolutamente Psuvisados.
¿Aceptaría dirigir otra vez VTV u otra televisora oficial?
Pero, bueno ¿tú te volviste loca? No. Si yo no comparto la política del gobierno ¿cómo voy a dirigir un medio? Ahora… si fuese un medio del Estado y no del gobierno sería distinto. En España quizás es natural que un periodista socialista dirija la Televisión Española en un gobierno de la derecha. En Venezuela, sería un contrasentido que una persona con criterio crítico o con posiciones críticas frente al gobierno dirija un medio del Estado. El primero que no haría esa propuesta sería alguien del gobierno y el primero en rechazarla sería yo. Ojalá los medios del Estado fueran dirigidos profesionalmente.
Hubo periodistas de la planta que cuestionaron su aspiración de equilibrar Globovisión. Decían que si VTV era 24 horas de chavismo, por qué tendría Globovisión que equilibrarse
Yo respeto esas opiniones. Ahora, uno tiene que hacer el periodismo que hay que hacer independientemente del periodismo que hagan otros. Por el hecho de que algún medio haga un periodismo distorsionado o complaciente, no quiere decir que tú lo tienes que hacer.
¿Qué deudas tiene el periodismo venezolano con su pueblo?
La deuda de cumplir su rol, de contribuir al diálogo, al reconocimiento, a la reconciliación y -sobre todo en los medios del Estado- una deuda con la verdad. Han presentado una verdad absolutamente parcializada.
A.M. Núñez
Número de Edición: 
85