“El compromiso es mostrar las colecciones”
Edgar González preside desde 2013 la Fundación Museos Nacionales, ente que cumple 10 años y que próximamente sumará otras 2 instituciones: el Museo de Arte Popular y el Museo de Ciencia y Tecnología
Hoy es el Día Internacional de los Museos y las pinacotecas venezolanas lo celebrarán abriendo sus puertas. También se iniciará una jornada de reflexión sobre la actividad que desarrollan estos centros de arte en el país, informa Edgar González, presidente de la Fundación de Museos Nacionales.
Este año, la institución que agrupa a 14 de las más importantes pinacotecas del país cumple una década, que para González –quien asumió el cargo en noviembre de 2013– se resume en crecimiento “desde el punto de vista espacial, de las colecciones, del conocimiento, de la experiencia”.
Desde 2014, además, el ente rector de las políticas museológicas del país también conduce el Sistema Nacional de Museos y el Centro Nacional de Conservación y Restauración Patrimonial
—¿Cuál es el balance del trabajo de la Fundación Museos Nacionales?
—Lo primero es que la fundación se constituyó con la participación de 8 museos y 10 años después somos 14 en total, con 2 que están en proceso de consolidación de sus espacios: el Museo de Arte Popular y el Museo de Ciencia y Tecnología. De los momentos importantes que ha vivido la institución hay algunos que no se han visibilizado, como las acciones educativas. Un ejemplo es el Plan Nacional de Formación del Talento Humano para el Área Museológica, en 2006 y que obedeció a lo que es la institución y sus funciones. Luego, en 2008, se creó la iniciativa de Cultura en curso. Otro hecho importante ocurrió en 2014 con el proyecto Rutas creativas, museos con todos los sentidos.
—Uno de los grandes retos que tienen los museos en el mundo es redefinirse para afrontar el futuro. ¿Cómo se preparan las pinacotecas nacionales? ¿Cómo se plantean el futuro?
—Justamente hoy inicia una semana de reflexión dentro de la Fundación Museos Nacionales. Comenzamos con un proyecto de innovación dentro de la estructura educativa con el plan Tu patrimonio te visita. Ese análisis de hacia dónde incluye, evidentemente, la relación que existe entre el museo, la comunidad y la escuela, que es indisoluble. El museo venezolano vive la resignificación del concepto para entender hacia dónde va la institución, cómo se ve dentro del contexto nacional y del diseño de políticas públicas. En Latinoamérica, muchos de los museos son gratuitos y eso impacta en las visitas. ¿Cómo vemos nosotros el incremento de los públicos? A través de las mediaciones del museo y la comunidad.
—¿Cómo se mide la asistencia? En el país no hay estudios de público.
—Hay estudios de público que no se pueden comparar con los de otros museos que cobran entrada. Aquí cada organismo tiene un contador de visitantes que permite verificar cuántas personas han ingresado a las salas y cuántas a las actividades educativas. En nuestros museos se aborda de una manera distinta y es a partir de las actividades, de la gente que usa los servicios de la institución y los talleres de formación de oficios creativos socioproductivos. Se observan los tipos de visitantes que se acercan, si son personas de la tercera edad, niños en edad escolar, universitarios, público especializado. Con esos indicadores se sacan las estadísticas. Pero a nosotros no nos preocupa lo cuantitativo sino lo cualitativo, qué se lleva la gente y cómo vive el tiempo que pasa.
—¿Cómo mide eso?
—De diferentes maneras. Eso es una preocupación de las grandes instituciones alrededor del mundo. Por ejemplo, se evalúa en los talleres, si las personas continúan en ellos, quiénes regresan a los servicios, no solo a las exposiciones que finalmente son el pretexto para múltiples actividades que se desarrollan a partir de ellas. Eso se hace a través de una encuesta.
—¿Y cuáles han sido los resultados de las últimas encuestas?
—Han arrojado resultados muy favorables. Los museos no tienen que estar repletos de gente todos los días. Hay picos de visitas y tienen que ver con las actividades que desarrolla el Ministerio de la Cultura en el entorno de la plaza. También hemos observado que las personas sugieren exposiciones. Un punto importante que desarrollamos desde el año pasado es volver a las exposiciones permanentes, que es un compromiso de la fundación.
—Por muchos años, Venezuela fue epicentro de la actividad museística en América Latina. En este momento hay exposiciones itinerantes en la región que no han pasado por el país. ¿Cuál es el plan de la Fundación Museos Nacionales para recuperar este lugar e insertarse en el circuito del arte contemporáneo?
—Traer exposiciones obedece a unas iniciativas llamadas blockbuster, que se generan en el extranjero y que tienen un gran impacto de público. Se hacen en museos que cobran entrada porque hay una política de mercadeo del arte y nosotros no estamos inmersos en ese circuito. Se han hecho esfuerzos para traer artistas. Ahora hay una en el Museo de Arte Contemporáneo de un artista coreano que se presentó en la Semana de Corea. Son iniciativas muy puntuales para conocer qué ocurre en otras partes del mundo. El diálogo del arte siempre debe existir junto con el compromiso de mostrar las grandes colecciones que tiene el país, que ascienden a 49.000 piezas de arte y más de 120.000 que forman parte de la colección científica.
—¿Continúan los préstamos de obras de las colecciones nacionales para ser expuestas en otros países?
—Eso es una acción natural de los museos, tienen ese compromiso. Dentro de nuestras políticas eso tiene acciones puntuales. Claro que seguimos haciendo préstamos de obras. Las pruebas son los catálogos que pueden ser consultados en los centros de documentación. Ya hay algunas solicitudes aprobadas para una gran exposición en 2017 de Camille Pissarro, de quien el país tiene una importante selección de obras sobre papel y algunos otros documentos. Es importante destacar nuestros programas de cooperación con Corea del Sur, país con el que desde 2010 se generan proyectos de intercambio expositivo, concebidos por nuestros curadores e investigadores. Esto se está trasladando a otros países como Alemania e Italia. Seguimos desarrollando exposiciones temáticas de artistas latinoamericanos, como Torres García, de quien se hará una muestra en Florida con algunas piezas del Museo de Bellas Artes. También una exposición de Gego en Nueva York. La dinámica continúa.
—En cuanto a la colección científica de la fundación, en el Museo de Ciencias las piezas de taxidermia se encontraban afuera de los dioramas hasta hace unas semanas…
—Hay un proceso de recuperación de los dioramas, específicamente del de la sabana africana. El Museo de Ciencias cumple 140 años y dentro de los grandes proyectos que tiene la fundación para las celebraciones está la recuperación de esos espacios. Hay un recurso importante que es el proyecto expositivo del diorama. La taxidermia ya no está afuera, algunas piezas ingresaron al sistema de conservación. Puede recibir 2.000 personas en un fin de semana, es el más concurrido. Con el nuevo director, José Ignacio Herrera, se han retomado las buenas prácticas de la institución. La celebración apunta a un gran proyecto expositivo, que integrará varias lecturas de la colección y en el que se exhibirán objetos, piezas y especímenes que nunca se habían visto.
—¿Cuándo fue la última vez que la Fundación Museos Nacionales adquirió piezas para las colecciones?
—En el año 2013 se hizo una adquisición significativa de obras de arte. Pero los museos no solo compran sino que reciben donaciones. Para estas últimas se requiere la aprobación del comité de adquisiciones, porque si bien es cierto que muchas personas quieren donar piezas, hay un procedimiento metodológico. El comité se reúne dos veces al año, recibe las propuestas y se genera la dinámica. Está integrado por los directores de los museos y por un grupo de especialistas invitados, con mucha trayectoria. Nuestros museos no reciben todo, sino lo que aporte al desarrollo de la colección.
—Entre los artistas existe la sensación de que las galerías han sustituido a los museos como espacios expositivos.
—Eso tiene una lectura: la del mercado del arte, en el que es natural montar exposiciones para que los creadores puedan hacer visible su trabajo. En algún momento los museos venezolanos se convirtieron en galerías y proyectaban a muchos artistas jóvenes, pero estas instituciones tienen objetivos específicos: coleccionar, investigar, educar, conservar y difundir. Sin embargo, se continuarán haciendo exposiciones a las que se invitarán a artistas para que presenten proyectos puntuales. Es importante dejarlo claro: la gran responsabilidad y el compromiso es mostrar las colecciones. Los museos solo tienen cabida cuando los creadores ya han desarrollado un lenguaje propio.
—¿Es cierto que la figura del curador salió de los manuales de cargo?
—El concepto del curador viene de lo angloamericano. En diferentes partes del mundo tiene otros nombres. El término “curador” es un concepto que manejamos como curador-investigador. Estamos revisando los manuales de cargo para definir los perfiles de las funciones y las responsabilidades de cada uno dentro de la institución. La figura del curador no ha desaparecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario