Nos quedamos solos
Los panas del ALBA crecen todos por encima del 6% y tienen inflaciones de un dígito
JOSÉ ANTONIO GIL YEPES | EL UNIVERSAL
lunes 11 de mayo de 2015 12:00 AM
Los panas del ALBA y relacionados nos dejaron solos o nunca cuadraron: Nicaragua, Ecuador y Bolivia siguen siendo socialistas, pero modernos. Las sospechas sobre Brasil-Lula, Perú-Humala, Honduras-Zelaya, Costa Rica-Solís, Uruguay-Mujica y El Salvador-Cerén nunca cristalizaron. En cambio, los venezolanos nos quedamos solos en la práctica de un socialismo tradicional. ¡Hasta Cuba apunta a imitar a los demás panas y a distanciarse de Venezuela, acercándose a EEUU!
El socialismo moderno se caracteriza por ser democrático-pluralista: sus gobiernos respetan y aúpan el desarrollo de otros sectores, tales como el empresarial, el sindical, los partidos de oposición, la descentralización y la separación de poderes. La esencia de este socialismo es la armonización de intereses distintos, solidaridad o complementariedad intersectorial.
En cambio, el socialismo tradicional se caracteriza por ser democrático-popular: sus gobiernos apelan a la representación de las masas, supuestamente mayoritarias, para eliminar o limitar o el derecho a existir o a desarrollarse de los otros sectores. La esencia de esta versión del socialismo está en el estatismo y el colectivismo, bajo la justificación de la Dictadura del Proletariado, equivalente a aquello de "Un solo pueblo, un solo gobierno".
Veamos los resultados. En lo económico, Venezuela presenta una crisis que se resume en estancamiento, inflación de tres dígitos y desabastecimiento. En cambio, los panas del ALBA crecen todos por encima del 6% y tienen inflaciones de un dígito. En lo político es obvio lo que se debe esperar: El presidente Maduro tiene un nivel de aprobación de gestión del 25%, acompañado por Cristina Fernández, otra estatista, con 35%; ¡mientras que Evo tiene un 76%! , el pana nica 66%, Correa 60% y Mujica, habiendo sido el más tradicional de los socialistas (guerrillero), tuvo un gobierno concertador y promotor, un crecimiento sostenido que terminó su gobierno con un 62% de aprobación.
Como, hasta ahora, parece que tendrá que escoger entre los socialistas, ¿cuál de los dos socialismo prefiere usted?
jagilyepes@gmail.com
El socialismo moderno se caracteriza por ser democrático-pluralista: sus gobiernos respetan y aúpan el desarrollo de otros sectores, tales como el empresarial, el sindical, los partidos de oposición, la descentralización y la separación de poderes. La esencia de este socialismo es la armonización de intereses distintos, solidaridad o complementariedad intersectorial.
En cambio, el socialismo tradicional se caracteriza por ser democrático-popular: sus gobiernos apelan a la representación de las masas, supuestamente mayoritarias, para eliminar o limitar o el derecho a existir o a desarrollarse de los otros sectores. La esencia de esta versión del socialismo está en el estatismo y el colectivismo, bajo la justificación de la Dictadura del Proletariado, equivalente a aquello de "Un solo pueblo, un solo gobierno".
Veamos los resultados. En lo económico, Venezuela presenta una crisis que se resume en estancamiento, inflación de tres dígitos y desabastecimiento. En cambio, los panas del ALBA crecen todos por encima del 6% y tienen inflaciones de un dígito. En lo político es obvio lo que se debe esperar: El presidente Maduro tiene un nivel de aprobación de gestión del 25%, acompañado por Cristina Fernández, otra estatista, con 35%; ¡mientras que Evo tiene un 76%! , el pana nica 66%, Correa 60% y Mujica, habiendo sido el más tradicional de los socialistas (guerrillero), tuvo un gobierno concertador y promotor, un crecimiento sostenido que terminó su gobierno con un 62% de aprobación.
Como, hasta ahora, parece que tendrá que escoger entre los socialistas, ¿cuál de los dos socialismo prefiere usted?
jagilyepes@gmail.com
Agoniza el halo destructor de Chávez
MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
lunes 11 de mayo de 2015 12:00 AM
La decisión de persistir o no con el actual modelo socioeconómico ni siquiera depende de los actuales consignatarios del Gobierno. No es viable el insensato mundo fabulado por Chávez, rotundamente aislado de la realidad y manipulado durante 14 años para seducir las masas, porque ya se reveló como lo que es:un experimento fracasado. Ese ensayo que sirvió en aquel momento para tutelar un poder amparado por "peculios fáciles" y hasta exportarlo a otros países latinoamericanos, perdió pujanza por inservible.
Maduro no podrá emular al versátil fenecido quien con su ímpetu egocéntrico dispendió la copiosa hacienda pública en una fantasía cuyo epílogo no pudo ser más destructivo. Con la busaca vacía, no queda otra que enterrar aquella creación sobrellevada "gracias" al colosal despilfarro que duró casi 3 quinquenios. Ahora queda resarcir, aunque sea en parte, los efectos de aquella ilusión que trajo la actual ruina. El ciudadano además de atestarse con sus conflictos cotidianos debe soportar controles inéditos visiblemente restrictivos.
Mientras la economía de la nación se derrumba velozmente y la delincuencia armada embiste desenvueltamente contra la paz del vecino desasistido, el régimen persiste con un anecdotario carente de valor cívico e impregnado de cinismo y arrogancia, como por ejemplo que las multitudes criollas están conformes con los beneficios de la revolución y de vivir en "el lugar más feliz del mundo".
Las frecuentes protestas contra la inseguridad cerrando vías públicas, a las puertas de un abasto por carestía de productos básicos, en hospitales públicos por detrimento de la atención médica, en cárceles ante los frecuentes motines, no pueden ser sustituidos por la frívola propaganda oficialista que niega considerar los errores de su ejercicio e investigar sus causas. No han asimilado todavía que el mundo fantástico de Chávez llegó a su fin.
El Gobierno debería aprender algo de su beneficiario comercial más prominente: China. El opulento mercado de consumo interno de ese país, ¡sí de consumo!, fue factor básico para incitar su desarrollo en el comercio, manufactura y cuadros profesionales sistematizados. La China "capitalista" a través de un profuso marketing logró acelerar el progreso sobre todo cebando sus productos en territorios lejanos. La asombrosa extensión de sus empresas, mejor dichocorporaciones, por todo el mundo ha incitado en ese país un forzoso auge de especialistas en todos los espacios productivos. ¿Cómo queda entonces la fantasía chavista?
Ningún país, incluso los instituidos sobre bases socialistas, "se salva" de la penetración china ni de sus agencias de publicidad con anchura internacional. En otras palabras, a través de su gigantesca grafía tipo "Fedecámaras", guardando las escalas, ha logrado incursionar con su comercio y tecnología en naciones ávidas de desarrollo y también en las desarrolladas. ¿Es que acaso el destierro ideológico de Mao y el arrimo de Cuba a la economía de mercado, no son revelaciones de que la fantasía de Chávez se quedó en eso; en fantasía?
El régimen podrá controlar los medios y manipular a su atojo toda la información del país, demandar a los osados que divulguen noticias adversas al extenuado socialismo criollo, reprimir cualquier protesta que considere atentatoria de la paz pública, encarcelar al adversario político por "cualquier cosa", cambiar los nombres de ministerios y centros de atención estatal, disminuir la jornada laboral, "cautivar" incrementando salarios rápidamente evaporados por la inflación, persistir con símbolos patrióticos fantaseados, pero de nada le servirá ante la ruina visible que afecta hasta al más férvido socialista.
Dieciséis años son suficientes para cotejar el daño que ese infeliz delirio ha causado al país. Basta ver cómo la escara remanente dejada por la quimera marxista en Rusia, China, y ahora en Cuba, es tratada ahora con terapias intensamente capitalistas. ¿Proseguirá el régimen con controles absurdos que solo llevan al barranco?
miguelbmer@gmail.com
@MiguelBM29
Maduro no podrá emular al versátil fenecido quien con su ímpetu egocéntrico dispendió la copiosa hacienda pública en una fantasía cuyo epílogo no pudo ser más destructivo. Con la busaca vacía, no queda otra que enterrar aquella creación sobrellevada "gracias" al colosal despilfarro que duró casi 3 quinquenios. Ahora queda resarcir, aunque sea en parte, los efectos de aquella ilusión que trajo la actual ruina. El ciudadano además de atestarse con sus conflictos cotidianos debe soportar controles inéditos visiblemente restrictivos.
Mientras la economía de la nación se derrumba velozmente y la delincuencia armada embiste desenvueltamente contra la paz del vecino desasistido, el régimen persiste con un anecdotario carente de valor cívico e impregnado de cinismo y arrogancia, como por ejemplo que las multitudes criollas están conformes con los beneficios de la revolución y de vivir en "el lugar más feliz del mundo".
Las frecuentes protestas contra la inseguridad cerrando vías públicas, a las puertas de un abasto por carestía de productos básicos, en hospitales públicos por detrimento de la atención médica, en cárceles ante los frecuentes motines, no pueden ser sustituidos por la frívola propaganda oficialista que niega considerar los errores de su ejercicio e investigar sus causas. No han asimilado todavía que el mundo fantástico de Chávez llegó a su fin.
El Gobierno debería aprender algo de su beneficiario comercial más prominente: China. El opulento mercado de consumo interno de ese país, ¡sí de consumo!, fue factor básico para incitar su desarrollo en el comercio, manufactura y cuadros profesionales sistematizados. La China "capitalista" a través de un profuso marketing logró acelerar el progreso sobre todo cebando sus productos en territorios lejanos. La asombrosa extensión de sus empresas, mejor dichocorporaciones, por todo el mundo ha incitado en ese país un forzoso auge de especialistas en todos los espacios productivos. ¿Cómo queda entonces la fantasía chavista?
Ningún país, incluso los instituidos sobre bases socialistas, "se salva" de la penetración china ni de sus agencias de publicidad con anchura internacional. En otras palabras, a través de su gigantesca grafía tipo "Fedecámaras", guardando las escalas, ha logrado incursionar con su comercio y tecnología en naciones ávidas de desarrollo y también en las desarrolladas. ¿Es que acaso el destierro ideológico de Mao y el arrimo de Cuba a la economía de mercado, no son revelaciones de que la fantasía de Chávez se quedó en eso; en fantasía?
El régimen podrá controlar los medios y manipular a su atojo toda la información del país, demandar a los osados que divulguen noticias adversas al extenuado socialismo criollo, reprimir cualquier protesta que considere atentatoria de la paz pública, encarcelar al adversario político por "cualquier cosa", cambiar los nombres de ministerios y centros de atención estatal, disminuir la jornada laboral, "cautivar" incrementando salarios rápidamente evaporados por la inflación, persistir con símbolos patrióticos fantaseados, pero de nada le servirá ante la ruina visible que afecta hasta al más férvido socialista.
Dieciséis años son suficientes para cotejar el daño que ese infeliz delirio ha causado al país. Basta ver cómo la escara remanente dejada por la quimera marxista en Rusia, China, y ahora en Cuba, es tratada ahora con terapias intensamente capitalistas. ¿Proseguirá el régimen con controles absurdos que solo llevan al barranco?
miguelbmer@gmail.com
@MiguelBM29
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